En la actualidad y con los avances tecnológicos, ya sea con el lente de un fotógrafo profesional, o en las manos de un aficionado, la mayoría de personas pueden ser fotógrafos; solo se necesita un impulso y un deseo de conservar un momento en el encuadre preciso. En Colombia, específicamente, el conflicto ha marcado muchas historias, hechos que han sido registrados en imágenes y que narran el dolor y la resistencia de miles de víctimas directas o indirectas. Fotografías que conservan la memoria.
“La convocatoria fotográfica Infrarrojo, historias de luz que no se ven se propuso como una metáfora que aludía a lo que es visible e invisible en la memoria histórica del país, resaltando que el CNMH se ha convertido en una plataforma de expresión de múltiples voces, las voces de las víctimas. En este caso, se pretendía hacer visible los reflejos y las miradas de la memoria colectiva a través de los distintos espectadores que se han dedicado a mirar y nutrir la historia a través de la fotografía.”, asegura Nicolás Bonilla, organizador de la convocatoria del CNMH.