Este jueves, 5 y 6 de diciembre, en San Onofre, Sucre, se presenta el documental Juglares de la Memoria de los Montes de María, en el III Festival de la Reconciliación de los Montes de María, el cual tiene como objetivo general consolidarse como un espacio que por medio del arte, las tradiciones, la cultura y el diálogo, busca propiciar la reconciliación entre los diversos actores del territorio, las comunidades, las instituciones, y las organizaciones de los quince municipios de Montes de María, en aras de fortalecer los procesos de sanación colectiva y reparación del tejido social de la región. Y cuyo lema para esta tercera edición es: “Reconciliación, buen vivir y defensa del agua”
— “Caramba qué, hasta las estrellas se están desplazando” —. Esta metáfora la dice Julio Cárdenas en Juglares de la Memoria, al explicar que vio pasar una estrella fugaz, y lo primero que pensó fue en el destierro que estaban viviendo a causa de la violencia. Una analogía que refleja, de manera poética, el sentir de los montemarianos y montemarianas, en medio del conflicto armado.
Contar el conflicto a través del canto, para narrar el pasado en el presente, es uno de los tantos recursos narrativos que se muestran en el documental,realizado desde 2018 por el equipo de investigación ¡Basta Ya! Montes de María (BYMM) del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) y el Espacio Regional de Construcción de Paz de los Montes de María (ERCPMM). Una pieza audiovisual, dividida en dos capítulos, que nos invita a dialogar sobre la cultura montemariana desde el arte, un arte que cuestiona la guerra.
Así, desde la diversidad de sus cantos, mezclando sonidos y composiciones que nos hacen vibrar el cuerpo y el espíritu; se ven expresiones sonoras que llevan al espectador a explorar, por medio de canciones, los caminos que facilitan la construcción de paz y la reconciliación.
“Sangre inocente, corre, muerte en veredas, mi pobre patria sola se acaba, no se oye el canto de los turpiales, solo se escucha un coro de balas” —. Es la composición de Rafael Posso, líder comunitario de Las Brisas (San Juan Nepomuceno, Bolívar), realizador, también, de Buscando Huellas, una serie de 14 pinturas a lápiz que plasman la historia de desplazamiento forzado y la masacre del 10 de marzo de 2000 en Las Brisas:
Al paso con la crudeza de este canto, Rafael Posso nos comparte confesiones que normalmente sólo surgen en espacios de diálogo y confianza, precisamente como los que auspicia el ERCPMM con el festival, señalando: “Antes se le cantaba al amor, a la esperanza. Pero nunca, jamás, pensé que se le podía cantar a la violencia”.
Así, Juglares de la Memoria muestra los rostros y voces de los hombres y mujeres de los Montes de María, las afectaciones por la violencia, su resiliencia, su búsqueda constante por dar a conocer sus reclamos, y las organizaciones y colectivos que forjaron para construir memoria histórica viva desde el territorio. El apego a sus tradiciones, que se ven afectadas, como todo, por la desdicha que genera el conflicto armado.
“Ya nos tocó bajar la guardia, dejar de asistir a muchos festivales porque acá se hablaba de zona roja, entonces eso nos cohibió de hacer trabajo de campo, porque esta música tiene eso que uno la consigue no tanto en la biblioteca, en la emisoras, sino allá donde está el juglar, meterse en la montaña, y allá están los actores armados. Entonces eso nos cohibía de hacer procesos de investigación”, explica Rafael Gil en el documental.
En este contexto, de igual manera, se crearon canciones para exigir la visibilidad de los derechos individuales y colectivos. Es el caso de Dina Cruz Peña de Ovejas, Sucre, que canta: “Escúcheme bien comadre los derechos que tiene usted. Derechos nos son regalos, le pertenecen a usted, si no luchamos por ellos no los podemos tener. Las campanas dicen dan, mujeres decimos den. Preferimos las campanas porque dan sin que les den”.
Si bien en Juglares de la Memoria vemos las voces de los sobrevivientes del conflicto armado en el territorio, lo que verdaderamente presenciamos, gracias al arte y la cultura, es la diversidad de las expresiones artísticas que son muy propias de la región. Por ejemplo la décima, que tiene una manera de contar muy autóctona y poética, que los campesinos y campesinas han usado para interpretar la historia desde su vida cotidiana, desde sus quehaceres diarios. En los jornales, o conversando en una hamaca sanjacintera mientras se balancean con la brisa que golpea las montañas de los Montes de María.
¡Basta Ya! Montes de María y Cancionero
El documental hace parte de la investigación ¡Basta Ya! Montes de María (BYMM), un proyecto de memoria histórica que busca atender las demandas de las organizaciones de víctimas en la región, para la construcción de una memoria histórica viva, dando cuenta de los acumulados construidos por los procesos de memoria local en relación con los contextos y lógicas de violencia, las formas de victimización individual y colectiva, los impactos poblacionales y territoriales de la guerra, así como las respuestas y resistencias que han generado los pobladores de la región; todo en perspectiva diferencial. Las memorias expresadas a través de la música pretenden aportar a la identidad regional montemariana, a la construcción de paz territorial y al desarrollo rural regional.
De este proyecto también hace parte un cancionero que es la recopilación de todas las canciones que aparecen en los dos capítulos del documental Juglares de la Memoria, como un esfuerzo adicional que busca compartirles la enorme fuerza narrativa de estas expresiones que lastimosamente no pudieron incluirse en su toda extensión, que nos cuenta no sólo sus experiencias en el conflicto armado de los Montes de María, también la diversidad de ser montemariana y montemariano, de sus añoranzas de paz.
Vea acá los dos capítulos del documental Juglares de la Memoria: