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Autor

CNMH

Fotografía

Julio Enrique Cortés

Publicado

09 Sep 2015

La cartografía del conflicto armado en la Sierra Nevada

Desde el 2013, el equipo de enfoque étnico del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) inició un proceso con la organización Wiwa Golcushe Tayrona, que agrupa a varias comunidades de esta etnia de La Guajira y Magdalena, para documentar la afectación de sus territorios por parte de los grupos armados, la siembra de cultivos ilícitos, los megaproyectos, la guaquería y la tala indiscriminada de bosques. Factores que en muchos casos han dañado o perjudicado sus sitios sagrados.


Para entender cómo el territorio ha sido afectado y cómo se ha convertido en víctima del conflicto armado, un grupo de 10 jóvenes locales recorren campos, ríos y montañas para construir una cartografía sagrada. “Ellos hacen los recorridos acompañados de los mamos, visitan esos lugares que fueron afectados en sus territorios sagrados y luego plasman esa realidad en un dibujo. Esa cartografía social nosotros la traemos a Bogotá, la escaneamos y digitalizamos. Al terminar el proceso queremos crear un mapa completo del territorio para que toda la organización Wiwa lo conozca y las personas ajenas a esta etnia los respete y no los invada” explica Julio Enrique Cortes, encargado de la georreferenciación en el CNMH.

Durante el último encuentro realizado el 25, 26 y 27 de agosto, los investigadores locales del proyecto hicieron un nuevo recorrido por algunos los lugares de la cuenca del río Tapias, afectados por la guaquería, la tala indiscriminada, los cultivos de coca para el narcotráfico y las fumigaciones. Un lugar en el que los daños ambientales saltan a la vista: ningún río de la zona tiene agua, hay múltiples incendios y continúa la tala de árboles sin ningún control de la autoridad ambiental a pesar de las denuncias de la comunidad.

“Esperamos que la forma de cómo se comience a estructurar la cartografía sagrada permita la protección de nuestra tierra y la articulación de una educación interna y externa de nuestra visión del territorio” expresa Yeismith Armenta, coordinador del proceso de memoria histórica de los Wiwa. 

Esta visita mostró una de las caras de la afectación al territorio Wiwa, pero son múltiples los factores que han afectado a la Sierra. En otras cuencas, como los de La Laguna y El Limón, se han documentado daños por combates de actores armados y desplazamientos masivos, además, la comunidad asegura que la instalación de la Base de Alta Montaña ya no permite el ingreso de los mamos a algunos de sus lugares sagrados. Además explican que los megaproyectos del Puerto Brisa y la represa del Río Ranchería, hoy limitan el acceso de los indígenas a su territorio ancestral para poder hacer los pagamentos que garantizan su equilibrio ambiental y espiritual.

“La cartografía establecerá una ruta no solo para manifestar una inconformidad de lo que hemos vivido dentro del territorio, sino que es un llamado a que se tenga en cuenta que los daños dentro de la Sierra no son un tema aislado, es una afectación general que está causando una desequilibrio en todo el mundo”. Es la reflexión final que nos deja Yeismith para respetar a otra víctima silenciosa del conflicto armado, el medio ambiente.



    Publicado en Noticias CNMH

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