La Palizúa es el nombre de una comunidad campesina ubicada en territorio de tres municipios del departamento de Magdalena: Chibolo, Sabanas de San Ángel y Plato. Desde la década de 1980 este sector rural agrupa diversas parcelas de campesinos y campesinas que ingresaron en busca de un pedazo de tierra para trabajar, vivir y tener un futuro mejor. Ellos y ellas denominaron “La Palizúa” a la agrupación de los cinco inmuebles de mayor extensión llamados Santa Martica, La Boquilla, Las Planadas, Mulas Altamacera y El Mulero.
Aunque desde entonces la población campesina inició gestiones ante el Incora para la titulación de las tierras, la mayoría de sus procesos de adjudicación nunca concluyeron. Así, en la década de 1990, surgió un escenario propicio para que el accionar paramilitar dirigido por alias Jorge 40 y otros mandos medios tomaran posesión violenta de estos territorios, lo que obligó, en agosto de 1997, al desplazamiento forzado de hombres y mujeres, y con ello a la desintegración de una comunidad y su proyecto colectivo.