La reconciliación en suroriente de Bogotá
32 años han pasado desde que 11 personas, 10 miembros de la guerrilla del M-19 y una persona del común, fueron asesinadas extrajudicialmente por Agentes Estatales en el suroriente de Bogotá. Este año vecinos, familiares y amigos conmemoraron la fecha con murales, siembra de árboles y arroz con leche.
Los habitantes del Suroriente de Bogotá recordaron aquel 30 de septiembre de 1985, día en que un grupo de miembros del Movimiento 19 de abril, estaban distribuyendo alimentos en los barrios San Martín de Loba, Malvinas y Guacamayas, cuando, según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, fueron sorprendidos por más de 500 hombres del Ejército, el DAS, la Policía y la Sijín acabando con sus vidas.
Varios colectivos, entre ellos la Corporación Nuevo Abril, Corponírico Épsilon y la Escuela Documental Álvaro Fayad se reunieron para recordar a las 11 personas. A pesar de que el caso fue llevado hasta la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en 1997, y que en el año 2014 la Corte Suprema de Justicia ordenó reabrir el caso, todavía no se han esclarecido los hechos, ni tampoco se ha proferido sentencia contra los implicados.
Este año se realizó una siembra colectiva de árboles en el Barrio Malvinas, lugar en el que cayeron algunas de las víctimas. Varios habitantes, en su mayoría jóvenes y adultos mayores que pasaban por el lugar, expresaron sus recuerdos de esa época mientras compartían un arroz con leche. La acción, aunque pequeña, era simbólica: llevar a los lugares donde cayeron las víctimas una memoria viva para que entrara en diálogo con el momento histórico que se vive hoy en día en Colombia.
Alix María Salazar, excombatiente del M-19 afirmó: “La memoria es parte del aprendizaje social. Este es un pueblo que ha aprendido a reconstruirse y por esto es importante hacer de estas unas relaciones más humanas, más éticas. Desde el inicio la paz era un objetivo, entendíamos que la paz era justicia social, es desarrollo económico, es vivienda y la paz no solo llega con la dejación de arma, hay que empezar a construirla”.
Durante la jornada del 30 de septiembre, varios jóvenes se reunieron en el parque del barrio Molinos II en una actividad que integraba a toda la comunidad. Allá se instaló una carpa para que varios grupos de jóvenes tuvieran la posibilidad de integrar con su música, canciones de rock y bailes típicos a las personas de la zona.
Allí también se instaló una galería itinerante que el colectivo Nuevo Abril llevó para enseñar a la comunidad la historia de una de las guerrillas que logró firmar un acuerdo de paz con el gobierno. La conmemoración dejó múltiples enseñanzas: “El diálogo tiene que ser la herramienta para construir encima de las dificultades. El M-19 ha recorrido muchos caminos para llegar a la transformación social y lo que sucedió hoy es muestra de ello”, complementó Alix.
Publicado en Noticias CNMH