Danna Méndez desapareció el 11 de febrero del 2017 en el municipio de Chaparral, Tolima. Tenía 19 años. Seis días después las autoridades encontraron su cuerpo y, de acuerdo con el dictamen de Medicina Legal, tenía múltiples signos de violencia sexual y golpes. El caso de Danna fue el décimo “transfeminicidio” ocurrido en este municipio del sur del Tolima desde 1995. Danna era una mujer trans y la asesinaron por serlo.
Chaparral, al sur del Tolima, es reconocido por estar dentro de la zona en la que se gestó la guerrilla de las FARC. Ha sido, tradicionalmente, de política liberal y de allí son oriundos tres presidentes de la república de Colombia. Pero Chaparral, como dice Salomé, otra mujer trans, también es tierra de ilustres travestis. Allí, las personas de sectores sociales LGBT se organizaron y crearon un reinado. Esta fue su forma de resistir a la discriminación de un pueblo que, aunque se decía liberal, les dio la espalda por ser diferentes, y a la entrada de grupos armados ilegales que las violentaron, para defender una moral machista y regida por las normas heterosexuales.
El reinado existió cada 6 enero, día de reyes, entre el 2000 y los 2015. Fue su forma de resguardarse de los prejuicios y las miradas de odio, un lugar para existir libremente. Y, con el paso del tiempo, también se convirtió en su forma de resistir la violencia, de hacerse visibles y de reivindicar sus derechos.
En 2015 se conformó entre las personas de sectores LGBT de Chaparral la Asociación Chaparral Diversa LGBTI, como respuesta a las múltiples violencias que vivían las personas con orientaciones e identidades sexuales diversas. Desde entonces, la asociación ha buscado apoyar diversos procesos de reconocimiento de la realidad que viven sus miembros.
Algunas de las consecuencias más comunes para ellos y ellas fue el desplazamiento, que supone un desarraigo con su comunidad, su cultura y la red de apoyo que habían construido. Otras mujeres trans tuvieron que interrumpir su tránsito por el género para masculinizarse por miedo a ser asesinadas. Y otras, la mayoría, no cuentan con acceso a servicios básicos como salud y educación, al estar en la periferia de los procesos sociales de Chaparral.
Uno de los proyectos de la asociación era mantener la alegría y el compañerismos entre ellas y ellos. Por eso, trabajaron muy fuerte para defender el reinado pero en el 2015, por causa de las múltiples amenazas que vivían las mujeres que participaban, tuvieron que dejar de realizarlo. Decidieron, entonces, emprender la tarea de reconstruir su memoria. Este trabajo ha recibido el apoyo del CNMH, ACDI VOCA y la Universidad Pedagógica. De ese esfuerzo nació el informe “Un carnaval de resistencia, memorias del reinado trans del río Tuluní”, una investigación que señala que las violencias contra sectores sociales LGBT operaron de manera fusionada y simultánea.
El objetivo principal del informe es recoger la memoria travesti de Chaparral y de la Asociación, que está pidiendo ser sujeto de reparación colectiva por parte del Estado colombiano. La colectiva ha sido atacada por los actores armados por medio transfeminicidios, panfletos y amenazas. En ellos se recalca el mensaje de que los y las integrantes de la Asociación son sujetos incómodos para el proyecto moral de los armados, y que no caben en su comunidad ideal, construida alrededor de la heterosexualidad, el binarismo de género y la dominación masculina.
El libro “Un Carnaval de resistencia” reivindica la posibilidad de los y las chaparralunas de existir, sin importar cuán diferentes sean entre ellos y ellas. Además, narra la historia de un reinado que es un ejemplo de resistencia pacífica.
El lanzamiento se llevará a cabo en Bogotá el 10 de agosto a las 5:30 en el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación, Carrera 19b #24 - 86.
Carolina Gutierrez
Jefe de prensa CNMH
Correo Electrónico: carolina.gutierrez@centrodememoriahistorica.gov.co
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