Las propuestas de expertos para construir paz en América Latina

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CNMH

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Seis expertos dialogaron, desde diferentes frentes, acerca de los escenarios de construcción de paz en América Latina.

Publicado

24 mayo 2023

Las propuestas de expertos para construir paz en América Latina

Seis expertos dialogaron, desde diferentes frentes, acerca de los escenarios de construcción de paz en América Latina.

La I Cumbre de la Red VSP «(Re)construyendo la Confianza y la Democracia: Violencia, Seguridad y Paz en América Latina», organizada por la Universidad de los Andes, dejó lecciones para concretar retos regionales.

Durante dos días, 18 y 19 de mayo, el edificio Julio Mario Santo Domingo de la Universidad de los Andes acogió la I Cumbre de la Red VSP «(Re)construyendo la Confianza y la Democracia: Violencia, Seguridad y Paz en América Latina», organizada por la Facultad de Administración de esa institución. Este encuentro buscaba examinar e identificar posibles soluciones frente a los desafíos que enfrenta actualmente América Latina en materia de prevención de la violencia, provisión de seguridad y construcción de paz.

Como parte de la agenda de la segunda jornada, el conversatorio «Fundamentos para una reformulación de las políticas de prevención de la violencia y construcción de paz en América Latina» reunió a actores estratégicos del sector privado, público, académico y de la sociedad civil para debatir acerca de la transformación hacia la paz en nuestro continente, así como la construcción de confianza, esencial para dicho propósito.

Álvaro Villarraga, director técnico para la Construcción de Memoria Histórica, del CNMH, fue uno de los ponentes de este espacio, junto a María Cecilia Dedios, de la Escuela de Gobierno de la Universidad de los Andes; a Iván Darío Ramírez, del Programa de Desarrollo para la Paz del Magdalena Centro (PDPMC); a Gabriela Pérez Jiménez, de la Comunidad de Sinaí (México); a Gabriel Murillo, de La Paz Querida, y a Sabine Kurtenbach, del GIGA Institute for Latin American Studies.


Retos en la construcción de paz

Fue Kurtenbach quien abrió la conversación sobre la concepción de paz: «tiene que tener tres pilares, y se basa en tres funciones fundamentales de cada sociedad: 1) Tiene que encontrar modos de controlar la violencia. 2) Tiene que abrir posibilidades para la población de poder participar, respetando los derechos humanos. 3) El problema no son los conflictos, porque siempre habrá conflicto en distintos niveles; el problema es cuando esos conflictos producen violencia».

Lo anterior se revela en una de las grandes falencias de la construcción de paz: las acciones suelen concentrarse en el tema de la guerra, una forma muy específica de violencia organizada y continua, y olvidan abordar otras formas de violencia, como la de género. “Hay que trascender la guerra y el conflicto para fortalecer la lucha contra la violencia”, sintetizó Murillo.

A su turno, Villarraga explicó que «nuestra subregión, nuestra América, es una región históricamente convulsionada, con muchos conflictos, y no deja de tenerlos, sino que se acentúan. […] Hay que hacer referencia a elementos de base y coyunturales: con el fenómeno social, territorial, ambiental, de inclusión y equidad, entró en crisis el modelo neoliberal. La exclusión, como modelo, ya no aguanta. Hay una emergencia social —no necesito mencionar los países que han vivido estallido social— y ese es el principal tema de la inseguridad: los sectores excluidos, los olvidados, los nadie, por fuera del modelo neoliberal».

Retos en la construcción de paz
Álvaro Villarraga, director para la Construcción de la Memoria Histórica del CNMH, participó del encuentro.

 

Villarraga agregó otro factor a la escalada de violencias urbanas, menos asociadas a la guerra. «También hicieron crisis las salidas de fuerza, los escalamientos del uso de la violencia como intento de solución de los conflictos. No estamos en la época de los 50 a los 80, donde se imponían las dictaduras militares, tampoco estamos en las réplicas de la contrainsurgencia, pues se cerró el ciclo de las guerras irregulares», anotó.

Iván Darío Ramírez, del Programa de Paz del Magdalena Centro, mencionó un estudio, realizado en diez países, que aborda por qué los niños van a conflictos armados. «Hay diez factores comunes en esos países: uno de ellos es que la respuesta a los problemas de violencia prevalente de los Estados es la represión, y eso ya ha mostrado su fracaso». En ese desencuentro con el Estado germinan «sociedades profundamente desiguales en temas de pobreza; expresiones microterritoriales en contextos urbanos, en comunas, etc… Esos actores de violencia que prevalecen casi que construyen Estados paralelos que terminan cuestionando a los gobiernos el monopolio de las armas, de la seguridad, el fiscal. Hay una relación directa entre drogas y armas». 

Es entonces cuando la construcción de confianzas se vuelve determinante. «Se necesita confianza para todos los problemas de transformación, y eso demora mucho en construirse, pero se necesita muy poca violencia para destruir la confianza que se ha logrado», precisó Sabine Kurtenbach. Es la incertidumbre argumentó la que hace que la gente opte por el «mal conocido», y prefiera mantener los problemas, las realidades, aunque indeseables, en lugar de arriesgarse al cambio. Sucede, por ejemplo, con la Paz Total que plantea el actual Gobierno de Colombia.

Por eso es importante la «construcción de acuerdos, no de consensos, porque estamos convencidos de que el consenso está en la dimensión utópica e inexistente», como aseguró Gabriel Murillo, de La Paz Querida. Y es que hay que recordar que «las hegemonías cambian al estar en disputa», como subrayó Álvaro Villarraga, del CNMH. Ante esto, construir relaciones sanas de convivencia y de confianza en su base será primordial.

«Creo que si admitimos que los pilares de los procesos de inserción o reinserción conllevan a cambios importantes, entenderíamos que eso supone acuerdos, convocatorias. Entiendo como una posibilidad el llegar a consensos, posibilidades concretas y situadas en cada caso, y habrá que verlo a nivel regional: políticas más allá del argumento sostenible, política de inclusión, de participación decisiva y a fondo», sostuvo Villarraga, antes de invitar a cambios en la administración de la OEA, o a la necesidad de una mayor profundidad de la Mercosur, así como la revisión general de otras instancias internacionales y regionales que permitan actuar de verdad.