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Publicado

14 Sep 2015

Las voces de los mayores de Trujillo perduran en los niños

“Después de la pérdida de mis seis hijos casi me enloquezco pensando el porqué de la injusta violencia que ha manchado nuestro pueblo con la sangre inocente de nuestros hijos. Solo le pido a Dios que me de fuerza y fortaleza”.

Este es un fragmento que Mayerli Mayorga escribió sobre Ana María Vargas, su abuela, una mujer a la que el conflicto armado le arrebató seis hijos. Su testimonio hace parte de la iniciativa de memoria que se trabaja en Trujillo, en la cual los niños y niñas de este municipio ubicado 116 kilómetros al norte de Cali, narran las historias y memorias del conflicto armado de los adultos mayores, especialmente de sus mujeres.

“Mostrando esos rostros, en estos libros queremos que las nuevas generaciones cuenten las historias de las matriarcas de Trujillo, historias de mujeres que han vivido este largo conflicto y han perdido esposos, hijos, hermanos y tantos otros familiares. Nosotros somos un legado vivo y debemos contar todo lo que sabemos” expresa María Ludivia Vanegas, vicepresidenta de la junta directiva de la Asociación de Familiares Victimas de Trujillo (AFAVIT), a quien la violencia le ha quitado 24 parientes.

El proyecto inició hace ocho años —mucho antes de que hubiera una Ley de Víctimas— con 25 niños y niñas del grupo de trabajo Jimmy García Peña, quienes empezaron a construir los perfiles de algunas mujeres mayores. Les tomaban fotografías y conversaban con ellas, y así inició la construcción de perfiles. Una colección que hoy cuenta con 17 libros que narran el dolor y la resistencia de Trujillo.

“Seis almas mártires de la violencia” fue uno de los primeros libros escrito por Mayerli Mayorga a los 10 años. En él se cuentan las historias y recuerdos de su abuela, Ana María Vargas, una mujer de 78 años a quien le han desaparecido o asesinado a seis de sus 16 hijos. “Los niños saben los sufrimientos de uno, a veces hasta lo comparten pues muchos también han visto morir a sus familiares. Hablar con ellos nos ayudan a la reconciliación, a somatizar el dolor cuando podemos contarlo. Además, también podemos transmitir nuestra experiencia y sabiduría a los niños, niñas y jóvenes de Trujillo” cuenta Trinidad Páez, miembro de AFAVIT que hace 25 años perdió a su hijo, Gilberto Rojas.

Dibujar pirograbados, modelar esculturas y pintar murales son otros oficios que los mayores les enseñan a los niños y niñas de Trujillo, para que lo vivido por esta población del Valle del Cauca nunca se olvide.

Los libros escritos por niños para narrar las memorias de las matriarcas de Trujillo fue una de las experiencias presentadas en el encuentro Voces de Mayores, realizado en Cali durante el 21 y 22 de agosto, en dónde más de 40 adultos mayores, líderes de organizaciones sociales y de víctimas del Valle del Cauca, Nariño, Putumayo, Cauca y Chocó, se reunieron e intercambiaron experiencias para crear memoria en sus comunidades y demostrar que sus voces son testimonios valiosos para reconstruir la historia del conflicto armado colombiano.

Este proceso es acompañado por el Centro Nacional de Memoria Histórica, CNMH, y apoyado por la Unidad de Víctimas, USAID y OIM.

 

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