«Léeme y déjame volar»: así fue la apertura del punto de Libro al Viento de Idartes en el CNMH
El programa se instaló con la esperanza de que los libros nunca dejen de intercambiarse, para que la literatura siga siendo una herramienta de paz y construcción de memoria.
En los escritorios de los funcionarios y contratistas del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) es común encontrar lapiceros, listas de asistencia, cuadernos y equipos de cómputo para realizar sus labores. No obstante, un jueves de julio, a cada uno de los puestos de trabajo, llegó una correspondencia personalizada: el viento les envió un regalo con la firme intención de cambiar el rumbo del día.
Era fácil imaginarse que aquel obsequio era un libro, pues la carta que lo acompañaba estaba dirigida a las y los «desprevenidos lectores». Lo más curioso de la misiva es que su autor/a no era un colega de la entidad, sino que el ejemplar cobró vida propia y envió un mensaje de bienvenida: «Yo, “Libro al Viento”, me pongo a disposición tuya y de quienes te rodean con el propósito de compartir los secretos que guardan mis páginas».
Es así como, el 25 de julio de 2024, se instaló el punto de Libro al Viento del Centro Nacional de Memoria Histórica. La inauguración oficial se realizó a las 4:00 de la tarde y fue posible gracias a la alianza entre el Instituto Distrital de las Artes (Idartes) y la Biblioteca Especializada en Derechos Humanos, Memoria Histórica y Conflicto Armado del CNMH.
«Hoy, tu nueva morada, será de mucha fuerza para las personas de esta entidad», señaló Nartyjulieth Vásquez Quijano, contratista de la Biblioteca Especializada, durante el evento que reunió a más de 30 personas. «Estamos convencidos de que la palabra transforma —precisó la bibliotecóloga—. Los libros y los lápices son las armas más poderosas».
#HOY | El viento 🌬️ llegó a las oficinas del #CNMH cargado de palabras 💬, memorias, historias, voces, miradas 🫣 y literatura. En cada uno de los puestos de trabajo, el viento dejó un libro para que se escuchen —a través de la lectura— las voces 📢 contenidas en el tiempo. pic.twitter.com/F2CyAhf3Hu
— Centro Nacional de Memoria Histórica (@CentroMemoriaH) July 25, 2024
De acuerdo con Andrea Velasco, integrante de la gerencia de literatura de Idartes, el corazón del programa está en el intercambio. «A nosotras nos gusta decir: “Léelo y déjalo volar”», indicó la profesional y explicó que la idea es que los libros no se queden guardados, llenándose de polvo en las bibliotecas, sino que todo el tiempo se estén moviendo, «que todas las personas de Bogotá sean mediadoras de literatura».
En ese sentido, no solo el CNMH cuenta con las colecciones que forman parte de este programa, sino que cualquier capitalino puede toparse con Libro al Viento en estaciones de TransMilenio, librerías, bibliotecas, y otros espacios donde circula la palabra. «Esto es un bien público cultural y su sostenibilidad depende de todas las personas que habitamos la ciudad», precisó Velasco.
Esas instrucciones de intercambio también las recibieron los funcionarios y contratistas del CNMH. «No te olvides que soy un proyecto de fomento a la lectura», les advirtió el ejemplar en la correspondencia, «compárteme con tus queridos lectores o déjame en un lugar donde otros puedan encontrarse conmigo».
Así pues, el programa se instaló con la esperanza de que los libros nunca dejen de intercambiarse y mucho menos que el punto se quede sin obras que compartir. Quizá, de esa manera, se cumplirán los deseos expresados por Libro al Viento: «espero que podamos hacer algo juntos […] conversar, leernos en voz alta, y jugar con las palabras y las historias».
Lo cierto es que la magia de la literatura empezó a circular en la entidad desde que se abrieron las primeras correspondencias. «Yo no soy muy lectora, pero ya me verán en TransMilenio leyendo», dijo Lida Olaya, contratista de la Dirección General. Incluso, algunos ya formaron grupos de intercambio para seguir conociendo la colección.
Ese tipo de reflexiones también destacaron durante la inauguración. Los y las participantes estuvieron de acuerdo en que sería descortés no devolverle la carta al Libro al Viento y, en la mitad de una hoja, empezaron a escribir. «Gracias por volar al CNMH —le dijo una de las contratistas—. Pese al frío, tu poesía me dio algo de calor».
La alianza entre el CNMH e Idartes también busca reflexionar sobre el papel de la literatura en la construcción de memoria histórica, al ser «una herramienta de paz que puede imaginar un mundo diferente», según Nartyjulieth Vásquez. Bajo esa mirada, y con ocasión del aniversario n.º 20 de Libro al Viento en Bogotá, ambas entidades han consolidado un intercambio no solo de obras, sino de saberes.
Es así como, desde la Biblioteca Especializada del CNMH, se han realizado dos espacios de capacitación para el equipo de mediación de lectura, escritura y oralidad de Idartes. «El propósito detrás de estos espacios fue conocer cómo mediar con personas que han sido víctimas del conflicto armado en Colombia», detalló Andrea Velasco.
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Para Santiago Gómez, mediador de lectura de Idartes, el ejercicio les ha brindado metodologías que le permitirán a la población «sanar esas heridas y trabajarlas a partir del arte y la cultura». Ahora, cuando estén en distintos territorios, sabrán que la palabra de las víctimas tiene una gran disposición de memoria.
Por su parte, Idartes, le entregó varios libros de las cuatro colecciones de Libro al Viento al CNMH:
«Estos libros hacen parte de nuestra memoria y es nuestra manera de retribuirles su apoyo», afirmó Velasco. Tanto ella como los mediadores de lectura y los integrantes de la Biblioteca Especializada mantienen la esperanza de que el alma y corazón de Libro al Viento siga permitiendo más intercambios entre Idartes y el CNMH.
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