El Programa Memoria del Mundo de la UNESCO inscribió el libro escrito por los habitantes de Trujillo, “Tiberio vive hoy: testimonios de la vida de un mártir” en el Registro Memoria del Mundo al lado del diario de Anna Frank
La historia del caso del Padre Tiberio Fernández Mafla, quien fue desaparecido forzosamente junto a dos de sus acompañantes al norte del Valle del Cauca en el municipio de Trujillo el 17 de abril de 1990, acaba de ser incluida en el registro de memoria del mundo por la UNESCO. Este registro está destinado a preservar el patrimonio documental del mundo –albergado en bibliotecas, archivos y museos- como símbolo de la memoria colectiva de la humanidad. ““Tiberio vive hoy: testimonios de la vida de un mártir”, representa un documento de extraordinario valor histórico y documental que recoge las memorias de sufrimiento de familiares de las víctimas de Trujillo, masacre en tres municipios colombianos entre 1986 y 1994 en la que murieron más de trecientas personas, entre ellas el Padre Tiberio”, dice el Programa Memoria del Mundo.
El padre era considerado como el gran líder comunitario de Trujillo, y, tras 24 años de la muerte de este mártir colombiano, el pasado 21 de octubre el Programa Memoria del Mundo de la UNESCO inscribió la propuesta “Tiberio vive hoy: testimonios de la vida de un mártir” en el Registro Memoria del Mundo de América Latina y el Caribe, gracias a la candidatura realizada por el Centro Nacional de la Memoria Histórica a través de la Dirección de Archivo de Derechos Humanos.
Margoth Guerrero, directora del Archivo de los DDHH del Centro Nacional de Memoria Histórica, manifestó su alegría frente a la decisión de la Unesco, "La inclusión de este documento en el Registro de Memoria del Mundo, representa un respaldo a nivel internacional a los procesos de construcción de memoria histórica y defensa de los Derechos Humanos que se hacen desde los archivos, y representa un reconocimiento a nivel internacional de la coyuntura que vive Colombia hoy".
De esta forma la historia del padre junto a otras 11 de Latino América se unieron este mes a las 95 inscripciones que hacen parte del Registro Memoria del Mundo de América Latina y el Caribe.