Tierralta es un municipio de víctimas. Por lo menos uno de cada tres habitantes de este pueblo cordobés está incluido en el Registro Único de Víctimas (RUV). Como lo dijo el periodista y escritor Carlos Marín: “Si en Tierralta pusieran cruces en las calles donde se han cometido asesinatos, tendrían que clavar una en la puerta del cementerio, hasta donde ha llegado la muerte a irrespetarse a sí misma”. Sin embargo, entre sus habitantes se perciben el deseo y la necesidad de garantizar que los hechos de violencia no se repitan, y por ello, un grupo de 33 víctimas decidió retratar en lienzos las realidades de dolor y angustia que han vivido por cuenta del conflicto armado.
Es el caso de Elma María Soto, que decidió pintar el día en que fue desplazada junto a su familia, o el de Lina Marcela Vergara, que ilustró la incertidumbre de los habitantes de un municipio que han recibido la orden de abandonar sus viviendas en un plazo de 24 horas.
Las víctimas convocadas también plasmaron en sus lienzos la añoranza de la vida en el campo y la esperanza que representa la llegada de las autoridades a las zonas afectadas por el conflicto. Abraham Andrés Argel retrató en su cuadro a un campesino orgulloso que, según sus palabras, “ha vuelto a sonreír después de sufrir tanta violencia”.
Esta iniciativa fue liderada por la Mesa de Participación Efectiva de Víctimas de Tierralta y la Estrategia Nación Territorio del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) y contó con el apoyo de la Agencia Catalana de Cooperación (ACC) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Con ella se buscó despertar el interés en la comunidad por los ejercicios de memoria histórica, generar espacios protectores para jóvenes a través del arte y empoderar a la Mesa de Víctimas y a lideresas en los procesos de construcción de paz y tejido social en sus comunidades.
Este proceso de acompañamiento tuvo tres fases. La primera, dedicada a ejercicios de sensibilización sobre memoria histórica, fue dirigida a funcionarios y a la Mesa de Víctimas; la segunda, en la se convocó a la población víctima del conflicto armado y a miembros de diversas organizaciones, estuvo centrada en la planeación y construcción colectiva de acciones de memoria histórica, y una tercera, consistió en la implementación de la acción de memoria a través de talleres colectivos de pintura y encuentros para la recolección de testimonios.
Esta última fase terminó con la exposición de la galería que se realizó el pasado 26 de noviembre en un salón de eventos del municipio. La Alcaldía de Tierralta se ha comprometido a adecuar un espacio donde las obras se puedan exhibir de manera permanente.
Los invitamos a ver algunas de las pinturas realizadas por las víctimas en este enlace