Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

María Paula Durán

Publicado

09 Abr 2015

“Mientras los grupos nos azotan, los niños bailan”

Magüi Payán es un municipio internado al sur del Pacífico, en el departamento de Nariño. Allí a pesar de las difíciles circunstancias planteadas por el conflicto armado, la extrema pobreza y un nivel de desplazamiento que hoy tiene a dos mil personas provenientes de la zona rural en el casco urbano, sus habitantes siempre tienen una sonrisa para ofrecer.

Esa actitud de los habitantes de esta región siempre ha sido el motivo que inspira a Juan Angulo, un artista que ha participado activamente en las actividades del Centro Nacional de Memoria Histórica en la región y que hoy estuvo en primera fila como parte de los invitados especiales al lanzamiento oficial del Museo Nacional de la Memoria.

Él llegó con un regalo especial para Juan Manuel Santos, “el gesto del currulao”, un cuadro de formato medio, que a través de la técnica de espátula y óleos de colores cálidos, muestra a una bailarina tradicional de la región del Pacífico, en medio de un escenario donde se difuminan los hechos de violencia que los azotan.

“En estas pinturas están todos los golpes que han recibido nuestros mayores, reflejados en nuestros niños y en nuestra gente, que a pesar de tantas dificultades y aislamiento, están sonriendo siempre. Mientras los grupos nos azotan, los niños bailan”, aseguró que este tipo de expresiones podrán ser conocidas por todos los colombianos, pues el Museo Nacional de la Memoria tendrá un espacio para darlas a conocer.

El “Gesto del currulao” busca mostrar las formas de resistencias pacíficas de los habitantes de la región, sin olvidar que la alegría de sus habitantes oculta el hambre, las dificultades y la falta de oportunidades para los campesinos, agregó Juan, quien aspira a que su obra entre a formar parte de la colección de obras de artistas colombianos que se exhiben en las paredes del Palacio de Nariño.

“Quiero que a través de mi obra, los colombianos vean la belleza natural de mi región, pero también los hechos de la violencia. Quiero que todos puedan ir algún día a estas tierras, a pesar de que se demoren tres días para llegar. Estoy seguro que la persona que lo conozca, no querrá salir de allá” 

 

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