Estos cuatro relatos de mujeres valientes de la Costa Caribe son el reverso de la guerra. Sus historias ayudan a entender el capítulo del conflicto que habla de la esperanza y la ilusión de que un día la barbarie va a terminar.
Las mujeres no sólo fueron víctimas sino que se resistieron a las guerras, sostuvieron la vida en condiciones adversas mediante gestos cotidianos y organizaciones colectivas. Además, en medio de esas guerras las mujeres empiezan a hablar y a apropiarse de los derechos como ciudadanas. No todo es horror, no todo es desesperanza.
Aparecen testimonios como los de María Zabala, involucrada en actividades comunitarias en su vereda, quien se convierte en víctima de los paramilitares cuando ellos asesinan a su marido frente a ella y sus hijos. Yolanda Izquierdo, quien se abre paso navegando en las distintas redes políticas de Córdoba y que es asesinada al reclamar por el precio irrisorio ofrecido por la Fundación Funpazcor, auspiciada por los Castaño. Magola Gómez, quien desde su adolescencia y en medio de la guerra, se apasiona por la política y se convierte en la primera dirigente mujer de la zona en el Directorio Liberal Nacional. La historia de las Mujeres del Perrenque como Margarita, hija de una de las pioneras que, en los años setenta, reclamaron tierras en Magdalena y lograron la titulación.