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Daniel Sarmiento

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Daniel Sarmiento

Publicado

24 Abr 2018

Nuestra primera semana en la Filbo: resuenan las voces

Después de años de trabajo, el martes 17 de abril abrimos al público la exposición Voces para transformar a Colombia en el pabellón 20 de la Feria Internacional del Libro de Bogotá. Esta es la primera gran exposición del Museo de Memoria Histórica de Colombia, una apuesta por narrar cómo ha sido la guerra y cómo distintas comunidades han buscado formas de resistir y de exaltar la vida.


Durante la primera semana miles de personas visitaron nuestro pabellón y asistieron a decenas de eventos artísticos, culturales y académicos sobre memoria.  Muchos se emocionaron y soñaron con un país mejor. Otros salieron decididos a aprender más sobre las historias que cuenta la exposición. Otros se sorprendieron con los relatos que por mucho tiempo habían sido silenciados y con las discusiones que se habían evitado. Estos fueron algunos de los momentos más importantes:


     

    Encuentros con los protagonistas de la exposición

    Los temas de la exposición son explicados por un equipo de mediadores que acompañan los recorridos. Pero durante la primera semana hubo excepciones y por momentos los visitantes se encontraron a los protagonistas de los casos que estaban viendo. Gil Farekatde, un líder indígena huitoto, guió al presidente Juan Manuel Santos. Pablo López, representante del Consejo Comunitario de La Larga y Tumaradó, habló durante horas sobre la resistencia en Urabá. Lina Palacios contó sobre su vida como mujer negra y lesbiana en medio del conflicto. Personas de Trujillo, Valle, como la hermana Martize, acompañaron el relato que conmemora al padre Tiberio Fernández. Decenas de invitados de distintas regiones han visitado el pabellón para dar rostro a sus historias y muchos más lo harán durante lo que queda de feria.

    Lecciones sobre memoria de Ana Blandiana

    El viernes en la tarde, Ana Blandiana, poeta rumana y fundadora del Memorial de las Víctimas del Comunismo y de la Resistencia, conversó sobre memoria histórica con Gonzalo Sánchez. Aunque el comunismo rumano y el conflicto armado colombiano ocurren en contextos lejanos, Blandiana dejó varias lecciones que aplican a ambos:

    1. La memoria es el esqueleto de cualquier sociedad y cuando es destruida la sociedad se convierte en un monstruo blando y moldeable.
    2. Para unir dos bandos, primero es necesario que se conozcan, que conozcan sus recuerdos.
    3. No se puede construir una casa sobre el lodo ni cerrar una herida sin limpiarla, y por eso una sociedad de derecho debe estar basada en la verdad.

    Viajes por el territorio con realidad virtual

    En el segundo piso del pabellón, con cascos de realidad virtual, los visitantes de la exposición se trasladaron a tres lugares de memoria a cientos de kilómetros de Bogotá: a El Placer, en Putumayo, a Pueblo Bello, en el Urabá antioqueño, y al río Magdalena. Jóvenes, adultos y personas mayores recorrieron esos espacios guiados por los relatos de sus protagonistas, que explican cómo llegó la violencia a sus territorios y cómo ellos decidieron construir memoria alrededor de un lugar tan pequeño como un salón de clases o tan grande como un río.

    Doble función de Tocando la marea

    Frente a un teatro repleto, hombres y mujeres de Buenaventura presentaron la obra Tocando la marea. No lo hicieron una sino dos veces, a las doce y a las cuatro de la tarde del sábado 21. Tocando la marea es la historia reciente de Buenaventura contada por sus protagonistas: quienes actúan saben de qué hablan cuando se refieren a la violencia de los grupos armados ilegales, a vivir sobre el mar en calles llenas de basura o a pelear contra empresas privadas por la privatización del puerto. Al final de la obra, que acaba con música, los actores sacaron a bailar al público.

    Actividades para niños y niñas

    Todos los días, sobre todo en las mañanas, fueron a la exposición cientos de niños y niñas. Los equipos de pedagogía del Museo y del Centro Nacional de Memoria Histórica prepararon para ellos rutas especiales. En una, llamada “Entre semillas y raíces”, los niños y niñas recorrieron algunos casos de la exposición donde las comunidades han luchado por proteger el medio ambiente. En otra, llamada “El tesoro escondido”, hicieron un viaje a través de sus memorias, las de sus territorios y las de personas que han sufrido la violencia y han resistido a ella.

     

    Publicado en Noticias CNMH

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