Y es que este miércoles se inauguró oficialmente la exposición de Museos Escolares de la Memoria (MEMO), propuesta del departamento de sociales del colegio Los Nogales, gracias a la alianza educativa con el colegio La Giralda, y apoyada por la Dirección de Museo del Centro Nacional de Memoria Histórica, que vincula a estudiantes, docentes, familiares y amigos para reflexionar sobre el conflicto armado y la memoria; una mirada que trasciende los textos escolares y las aulas.
Zapatos, anteojos, cuadernos, fotografías, juguetes, todos hacen parte de la muestra que pretende sensibilizar a los visitantes y conectarlos con la memoria de nuestro país de una manera más personal, a través de los relatos humanos que hay detrás de cada objeto y que van más allá de las noticias y las estadísticas.
“Esos zapatos significan todo lo que él camino. Él llegó con los pies hinchados y llenos de llagas. Esos zapatos significan un camino que tuvo que recorrer a la fuerza: lo metieron en un conflicto en el que no tenía nada que ver y esos zapatos estuvieron en el camino doloroso de su secuestro”, dijo una de las familiares de las víctimas que participaron en el proyecto.
Catalina Orozco, de la Dirección de Museo del Centro Nacional de Memoria Histórica, aseguró que “liberar estas historias y objetos para su apropiación pública es un acto de valor y amor de los estudiantes y las familias que contribuyeron. Es un ejercicio generoso de memoria para contrarrestar el olvido”. Y resaltó el hecho de que en el contexto de los diálogos de paz es prioritario abordar temas de memoria histórica en el aula para cimentar las ciudadanías del futuro, para relacionarse de manera no violenta.
“¿Cómo evitar caer en la misma lógica de la guerra que hemos tenido siempre? Recordando que no podemos repetir las mismas historias, que no podemos contar en números a las víctimas, logrando que las personas se den cuenta que el conflicto nos toca a todos y que tenemos que reconocer y reparar a las víctimas”, expresaron los estudiantes durante la inauguración.
También Germán Ferro, antropólogo y jurado de la convocatoria que resultó seleccionada, contó que luego de leer más de 50 proyectos participantes, la decisión de los jurados fue unánime en torno a esta propuesta. “La relación entre memoria y museo es muy fuerte y absoluta. La memoria tiene un lugar preponderante para pensar la historia”. Y advirtió que no solo debe hacerse desde los libros sino que “la memoria de relatos orales y de las comunidades son un elemento histórico por excelencia”. Y eso es precisamente lo que motivó a los jurados: el relato tejido desde la comunidad y la sensibilidad para contarlo.
Así mismo, el profesor Arturo Charria, gestor del proyecto en el colegio Los Nogales, invitó a reflexionar a los espectadores entorno a las historias contadas en la muestra y a preguntarse y a trabajar por las que aún nos queda por narrar.
La exposición estará en el stand hasta el próximo 4 de mayo en la Feria del Libro de Bogotá.