Esta historia se remonta a la Colonia, en los territorios ancestrales de Coyaima y Natagaima, entre las cordilleras Central y Oriental de los Andes y el Valle Alto que colinda con el río Magdalena, que abarcan lo que hoy son los departamentos de Tolima y Huila. Atraviesa los días oscuros del bipartidismo, y se exacerba luego del fortalecimiento del movimiento social de diferentes organizaciones locales, que fueron directamente violentadas por los paramilitares, quienes buscaron cercenar cualquier asomo de ideas y grupos que reclamaran justicia social.
Esta historia está contada en 30 minutos, en el documental «La ACIT. Resistencia y Memoria Ancestral del pueblo Pijao», que recoge algunas de las memorias de los 11 cabildos que conforman la Asociación de Cabildos Indígenas del Tolima (ACIT), y repasa los repertorios de violencia que vivió este pueblo indígena, pero también sus resistencias. A lo largo de tres ejes temáticos se narra también la historia de los pijaos, y sus nociones, experiencias organizativas y liderazgos para construir el nuevo plan de vida del pueblo. El audiovisual será estrenado este viernes 25 de noviembre, en la Institución Educativa Técnica Agroindustrial Juan XXIII, ubicada en la zona rural de Coyaima, kilómetro 3 vía Natagaima.
Y es que la ACIT fue la principal organización indígena en el Tolima agredida por el Bloque Tolima de las Autodefensas Unidas de Colombia. La Dirección de Acuerdos de la Verdad del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) lo detalla así en su informe número 1, De los Grupos Precursores al Bloque Tolima, que da cuenta de que “el 60% de los homicidios, el 88% de las desapariciones forzadas y el 80% de las masacres fueron cometidos contra la población indígena Pijao que pertenecía a dicha organización”. Parte de la base de la asociación fue estigmatizada por pertenecer a grupos políticos como el Partido Comunista Colombiano (PCC) o la Unión Patriótica, cuyo exterminio sistemático fue bandera de los paramilitares y varias entidades del Estado.
El informe del CNMH también muestra que el período en el que se incrementaron las diferentes formas de violencia en la región fue de 1998 a 2003. El año 2002 fue el que registró más homicidios, y en 2003 se multiplicaron otras formas de violencia, como la desaparición forzada, el secuestro, la tortura, la amenaza y la destrucción de bienes civiles. De hecho, entre 2003 y 2008 se registraron 92.409 casos de desplazamiento forzado de la población Pijao. El temor de las familias al reclutamiento forzado de niños, niñas y adolescentes convirtió este fenómeno en uno de los hechos de violencia de mayor impacto contra la población indígena en todo el país.
Detrás de las cámaras
La reconstrucción de la memoria histórica ha sido el eje fundamental para que miembros de 11 cabildos indígenas y campesinos del sur del departamento del Tolima se reunieran para contar su propia historia. Coyaima, Natagaima, Chenche Balsillas, Chenche Asoleado, Prado, Dolores, Zanjahonda, Chaparral, Amoya la virginia, Ortega y Mesas de San Juan son los cabildos que desde inicios del año 2020 comenzaron a narrar sus memorias, cuando la Estrategia de Iniciativas de Memoria Histórica del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) comenzó el acompañamiento a este proceso.
Desde ese momento se planteó la necesidad de realizar jornadas de formación alrededor de la memoria histórica y del lenguaje expresivo audiovisual a cada uno de los líderes y representantes de los cabildos. Como resultado de estos espacios, y de la participación activa de los miembros de las comunidades involucradas, se realizó la construcción conjunta del guión de «La ACIT. Resistencia y Memoria Ancestral del pueblo Pijao». En el segundo semestre de 2020, comenzó la producción del video documental, en la cual fue fundamental la presencia de los líderes de cada territorio y, sobre todo, de los jóvenes de las comunidades, que de manera activa participaron y realizaron entrevistas a las personas mayores, cuyos saberes ancestrales sirvieron como insumo primordial para el documental.
“Somos un solo tejido como el chile, una gran atarraya entretejida con hijos e hijas en resguardos indígenas, cabildos, veredas y cualquier territorio pijao que necesite nuestra defensa con la Guardia Indígena Pijao”. Eso dicen quienes saben bien lo que es el desarraigo generado por el desplazamiento forzado; quienes han visto la ruptura de sus prácticas ancestrales, vinculadas estrechamente a Ima, la Madre Tierra, y sus rituales; quienes han sido resistencia, esa palabra que tanto aman y con la que identifican el origen de la palabra Pijao.
El audiovisual, que ya está disponible en el canal de Youtube del CNMH (AGREGAR LINK), es el primer producto audiovisual escrito y producido por el pueblo Pijao con el acompañamiento del CNMH, y busca aportar y visibilizar el sentido de los procesos de construcción de memoria que se vienen desarrollando en la región.