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Publicado

02 Nov 2017

Pedaleando para no olvidar

Dos “escarabajos” —así son conocidos los ciclistas colombianos por su combatividad en las etapas de montaña— José serpa y Remberto Jaramillo suben las empinadas carreteras  montados en  sus  bicicletas alrededor de todo el país. Hay una carrera para escaladores que es similar año a año a la que nunca dejan de asistir: la Clásica ciclística de Ludwing Sandoval, en San Vicente de Chucuri, Santander. El Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) acompañó esta vuelta que conmemora la desaparición forzada del  ciclista chucureño Ludwing Sandoval.


San Vicente de Chucurí es una tierra donde sus árboles están firmemente plantados, son agradables a la vista, su terreno es tan fértil que brota semillas de Cacao. Todo lo que se siembra es frondoso, hermoso en fruto y forma. Pero no  fue un lugar completamente feliz, pues acaecieron hechos feroces como el delito de desaparición forzada.

El Centro Nacional de Memoria Histórica en su más reciente informe sobre desaparición forzada, “Hasta encontrarlos. El drama de la desaparición forzada en Colombia”, destaca la cifra de víctimas directas de este delito en donde se registró un total de 60.630 víctimas entre 1970 y 2015, y en el municipio de San Vicente de Chucurí se registraron 157 casos.

Germán Sandoval hermano de Ludwing Sandoval, realiza la clásica ciclística desde el año 2009 para conmemorar a los desaparecidos y también a su hermano cuya vida fue arrebatada el 6 de octubre de 1988. Ludwing Sandoval era uno de los mejores ciclistas chucureños que pedaleó por su región y todo lo que hacía prosperaba, pero al mismo tiempo él vivió en uno de los periodos más álgidos de movilización social. En la década de los setenta San Vicente de Chucuri tuvo una fuerte presencia de la guerrilla de las FARC, así como del ELN. “Para mediados de la década de 1980, ya eran frecuentes las desapariciones forzadas de campesinos de la región por parte de grupos paramilitares”, explica el informe del CNMH “Memoria de la Infamia. Desaparición forzada en el Magdalena Medio” publicado en septiembre de 2017.

La Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, ASFADDES, que hizo parte de la conmemoración, colocó una galería de fotos de personas desaparecidas en la plaza del parque principal de San Vicente de Chucuri y unas bicicletas de carretera para los ruteros. Esto fue lo que adornó la Clásica ciclística que empezó la noche del 13 de octubre con la exhibición de fotos y los artículos de los tantos desaparecidos de la región.

Al mirar cada una de las fotos, Germán Sandoval no puede evitar traer del pasado al presente asuntos que siempre pensó: “Como puede haber un ser humano capaz de acabar con otro ser humano. Yo siempre me guardaré su recuerdo como el mejor de los secretos porque, aunque el tiempo pasa y calma yo siempre he dicho que solo la muerte podrá callarme. Pero por ahora seguiré buscando la verdad de saber dónde está mi hermano Ludwing Sandoval”.

La grave situación de violencia que vivió esta región permitió que los habitantes se unieran para alzar la voz por el respeto a la vida de la población; el fin de los asesinatos y las desapariciones; y en especial el esclarecimiento de estos delitos. Una de estas voces fue la de Germán, quien solicitó que la muerte de su hermano no quedará impune, sino que se encontrará un trozo de luz en esta oscuridad.

Sin embargo, en la lucha de esa justicia por saber ¿qué había pasado con su hermano? empezó a recibir llamadas anónimas amenazándolo de muerte si seguía hablando del tema. Según la Ley de Justicia y Paz “estos grupos utilizan como estrategia para silenciar o destruir los procesos sociales las amenazas, pues esto obligaban en la mayoría de los casos a que las víctimas tengan que huir o desplazarse de la región, por temor a que otro u otros miembros de la familia sean asesinados”.

No obstante,  hoy en día se sigue escuchando la voz de la familia Sandoval la cual se ha levantado de las cenizas para iluminar el firmamento y aunque ha sido una pena y un sufrimiento que durante muchas noches les ha quita el sueño, ellos aún recuerdan la tarde en que se fue Ludwing. Es por ese recuerdo que el pelotón de ciclistas destacados que vienen a esta conmemoración se ubica con los niños, niñas y adultos para hacer un recorrido, que alterna constantes subidas y bajadas e impide mantener un ritmo rápido en una carretera recién asfaltada.

Dos de estos insignes ciclistas, José serpa y Remberto Jaramillo corredores profesionales, permanecen firmes en la Clásica ciclística; para que aquellos familiares que han tenido que vivir este delito sean valientes y fuertes porque esa fue la finalidad desde la aprobación de este evento en memoria de Ludwing Sandoval, que se resalten esas cualidades invisibles de la memoria y el dialogo entre nosotros los colombianos y colombianas para así percibir claramente a través de esta conmemoración lo que sucedió, de modo que nadie tenga excusa de seguir viviendo en la infamia de este delito.


Publicado en Noticias CNMH

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