El pasado sábado 23 de abril de 2016, la comunidad de Peñas Coloradas se reunió en Cartagena del Chairá para conmemorar 12 años de su desplazamiento masivo. El Reencuentro Anual contó con la participación del padre Javier Giraldo, representantes del gobierno local y nacional, delegados de diferentes agencias de Naciones Unidas y de organizaciones de la sociedad civil. Esta es una versión desde las víctimas.
Al norte de Caquetá se ubica el corregimiento de Peñas Coloradas, a orillas del río Caguán. Para llegar allí hay que recorrer cuatro horas en lancha rápida desde la cabecera municipal de Cartagena del Chairá. Para 2004, según registros de los libros de sus juntas de acción comunal, este lugar contaba con dos mil habitantes, y hoy es un pueblo fantasma del corazón de la Amazonía colombiana, donde opera la base militar de la Fuerza de Tarea Conjunta Omega —una unidad de las Fuerzas Militares de Colombia inaugurada en la primera fase del Plan Colombia—.
Esta región del país vio como en los años ochenta la bonanza cocalera y la falta de oportunidades, crearon las condiciones estructurales para que sus habitantes se dedicaran a la siembra de coca como una alternativa de desarrollo. Se construyeron escuelas, colegios, un centro de salud, un polideportivo, una cancha de futbol, una iglesia, y una plaza de toros que a la vez funcionaba como lugar de encuentro y discusión. “Corrían los años setenta –narra un líder fundador- cuando a Peñas Coloradas llegaron decenas de colonos de diferentes departamentos de Colombia en busca de un mejor futuro. El comercio de pieles, la producción de cacao, caucho y quina fueron algunos de los incentivos de la primera ola de colonización.”
Este hombre, de unos 60 años, hoy desplazado en Villavicencio da detalles del nivel organizativo y de autogestión que se llegó a desarrollar en la comunidad a raíz de la ausencia del Estado y de cómo un operativo militar, la “Operación JM”, desencadenó el desplazamiento masivo de todos los pobladores de este corregimiento. “JM” fue una de las tantas labores militares diseñadas para debilitar la influencia de las Farc, dentro del Plan Patriota, después del fin de los diálogos de paz con el gobierno de Pastrana.
Sin embargo, la comunidad reflexionó durante este reencuentro anual: ¿cuáles fueron los costos en materia de violaciones de derechos humanos e infracciones al derecho internacional humanitario producidos por la “Operación JM” y la respuesta armada de las Farc? ¿Acaso no habría sido posible promover una transición pacífica de la economía cocalera a la economía legal sin necesidad de una operación de tal magnitud?
La toma de Peñas Coloradas es vista como una de las más importantes victorias del Plan Colombia en su lucha contra las Farc, debido a la ubicación estratégica del pueblo en el triángulo compuesto por Meta-Guaviare-Caquetá. Sin embargo, para la población civil el operativo estuvo lejos de ser un gran éxito. Los antiguos habitantes de Peñas Coloradas inscritos en el Registro Único de Víctimas han declarado ante el Ministerio Público por hechos victimizantes y delitos como desplazamiento forzado, tortura, despojo de bienes, lesiones personales, capturas ilegales y homicidio en persona protegida.
Asociado a esto hubo múltiples procesos penales en contra de los habitantes de Peñas Coloradas sindicados por rebelión, durante y después de la Operación JM, los cuales no prosperaron ya que los acusados lograron probar su inocencia y se han iniciado procesos de reparación directa.
La obra de teatro “Recuerdos” escrita e interpretada por el grupo artístico juvenil Herencia Caqueteña, presentes en el evento, es un testimonio de los acontecimientos vividos durante los días del desplazamiento. La intervención de la representante de la Asociación de Desplazados de Peñas Coloradas y Veredas Circunvecinas fue contundente al pedir en su discurso “un perdón público por parte del gobierno colombiano como medida de reparación simbólica para los sobrevivientes”. Vale la pena recordar que en febrero 15 de 2016, la comunidad de Peñas Coloradas fue reconocida por la Unidad de Víctimas como comunidad sujeto de reparación colectiva.