«¿Qué le digo yo? Ya no se sabía qué dolía más», el CNMH en la FILBo
El Centro Nacional de Memoria Histórica presentó en la FILBo 2025 su más reciente informe sobre los daños y resistencias psicosociales causados por el paramilitarismo en Colombia.
En el marco de la FILBo 2025, el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) presentó el informe «¿Qué le digo yo? Ya no se sabía qué dolía más», un informe psicosocial que recoge los testimonios, los daños y las resistencias de víctimas del paramilitarismo en Colombia.
El evento no fue simplemente una presentación de cifras y resultados, fue un acto de memoria viva, un diálogo entre saberes técnicos y vivencias emocionales. Maritza Villarreal y Javier Cárdenas, investigadores del CNMH, compartieron los hallazgos más relevantes del informe en un conversatorio que conmovió al público asistente y evidenció la urgencia de seguir nombrando lo que dolió.
Un informe que reconstruye desde el dolor y la dignidad
Durante el conversatorio, los investigadores indicaron al público que este informe es el resultado de un proceso exploratorio profundo y comprometido con la verdad de las víctimas. Este libro se construyó a partir de 99 entrevistas individuales y grupales realizadas a personas que vivieron directamente la violencia ejercida por estructuras paramilitares. Además, se nutrió de 14 investigaciones previas realizadas por la Dirección de Acuerdos de la Verdad (DAV) del CNMH, que documentaron el actuar de 16 estructuras paramilitares.
Figura 1. Contribuciones voluntarias para la muestra del informe por municipio y por estructura paramilitar de actuación en esos municipios (p. 47).
El informe, elaborado por un equipo liderado por tres investigadoras: Maritza Villarreal, Mariana Cano Márquez y Eliana Carolina Carrillo Rodríguez, busca contribuir a la dignificación de las víctimas a través del esclarecimiento histórico y la validación del sufrimiento causado por estas violencias. Lo hace no solo desde el análisis técnico, sino también desde una profunda escucha del dolor expresado por las comunidades.
«Créeme que recordar algo así es demasiado doloroso, pero, a veces, como dicen, las lágrimas reconfortan el alma; y cuando tú no hablas, vas a vivir siempre con ese nudo. Entonces, las cosas hay que hablarlas para poder descansar, para poder tranquilizarte, para el desahogo es muy importante en todas las personas», leyó Javier Cárdenas, a partir de una entrevista en Yacopí, Cundinamarca, parte del informe.
Una estructura rigurosa y sensible
El informe se compone de seis capítulos:
Hallazgos destacados por los investigadores en la FILBo
✔️ Vulnerabilidad psicosocial previa: en muchas regiones del país, la violencia fue naturalizada. El conflicto dejó de ser visto como algo excepcional, y se convirtió en parte del día a día. Esto elevó el riesgo de legitimación del accionar armado y su reproducción.
✔️ Daños psicoemocionales: se expresan en el insomnio, la desconfianza generalizada, el debilitamiento de los lazos comunitarios, la tristeza permanente y los pactos de silencio. Muchos testimonios reflejan un daño transgeneracional que permanece aun en las nuevas generaciones.
✔️ Daño moral: algunas víctimas reportaron incluso muerte por pena moral, suicidios, depresiones profundas y sentimientos de frustración por la impunidad, especialmente en contextos de desaparición forzada y desplazamiento.
✔️ Dimensión diferencial en mujeres: en el caso de las mujeres, Maritza resalta cómo el accionar paramilitar se sostuvo sobre una estructura profundamente patriarcal, que exacerbó las violencias basadas en género a través de prácticas sistemáticas y específicas. En regiones como el Magdalena, se documentó la utilización de los cuerpos de niñas y mujeres jóvenes como parte del repertorio de control y dominación. Además, las mujeres enfrentaron una sobrecarga de responsabilidades: fueron ellas quienes asumieron la búsqueda de sus familiares desaparecidos, quienes quedaron viudas tras el asesinato de sus compañeros o hijos, y quienes sostuvieron emocional y económicamente a sus familias en medio del despojo y el miedo. Esta carga, muchas veces, las expuso a nuevas formas de violencia, como la explotación sexual, agravando el impacto de los hechos ya vividos. A esto se sumaron los pactos de silencio forzados, especialmente en torno a la violencia sexual, frente a la imposibilidad de hablar sin ser revictimizadas o juzgadas.
«Ya no se sabía si dolía más la pérdida de un hijo o la situación de ver la forma en que quedaba el cuerpo y la indolencia de sus asesinos […]; pero más: el hecho de haber perdido dos días valiosos para darle el entierro debido como wayuu por parte de las mujeres wayuu de su clan […] y no dejar que su espíritu se enredase por otros caminos», compartió Javier en la lectura de un testimonio del informe.
La FILBo como espacio de verdad, escucha y memoria
El informe fue lanzado en la Feria Internacional del Libro de Bogotá 2025, un escenario simbólicamente poderoso que este año gira en torno al concepto «El cuerpo de las memorias». En este contexto, la presentación del CNMH adquiere un sentido profundo: el cuerpo como archivo vivo del dolor, pero también de la resistencia. El informe habla del cuerpo golpeado, silenciado y violentado, pero también del cuerpo que recuerda, que busca, que canta, que danza, que exige.
El evento demostró que la literatura, la memoria y la verdad pueden encontrarse en un mismo lugar para sanar colectivamente. Espacios como la FILBo son vitales para abrir diálogos sobre el pasado, ponerle voz al sufrimiento, y garantizar que lo vivido no se repita.
«En síntesis, aquellos que, debido a la violencia paramilitar, se reconocieron como víctimas encontraron como un fuerte recurso para sanar el hecho de estar juntos, el mismo que además decidieron fortalecer y transformar para poder narrar lo sufrido, resignificarlo y darle un lugar de enunciación legítimo y efectivo. Se trató de un proceso de identificación de las herramientas que tenían como comunidad, lo que les permitió reconocerse como víctimas y sumarse como actores a los procesos de exigencia y a la misión fundamental de construir una memoria desde sus sentires y verdades» (p. 430).
Consulta el informe completo aquí:
https://centrodememoriahistorica.gov.co/que-le-digo-yo-ya-no-se-sabia-que-dolia-mas/