Las lideresas que históricamente han venido representado las problemáticas de la comunidad bonaverense y, que son partícipes de procesos de reconstrucción de la memoria histórica, son mujeres que han defendiendo los derechos humanos de la comunidad negra y las mujeres afro en Buenaventura desde hace aproximadamente 10 años.
Actualmente el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) está trabajando con la comunidad a las que pertenecen las lideresas en dos acciones: uno es la sentencia de reparación simbólica en pro de los derechos territoriales del consejo comunitario del río Yurumanguí, y la segunda es el apoyo en la construcción social del lugar de memoria de Buenaventura, que surgió en el marco de los acuerdos en 2017 con el Paro Cívico de Buenaventura.
La guerra que vienen librando bandas postdesmovilización como El Clan del Golfo, La Empresa y La Local y las disidencias de las FARC como el Frente Unido del Pacífico y la Columna Móvil Jaime Martínez por el control del territorio y las rutas del narcotráfico, han agudizado la violencia en los últimos meses. Estas acciones, continúan perpetuando la violación de los defensores de derechos humanos y el ejercicio de la ciudadanía.
Así mismo, somos enfáticos en rechazar los nuevos hechos de violencia que se han venido presentado en el puerto con las recientes desapariciones y la aparición de cuerpos desmembrados en la zona de baja mar, las cuales continúan siendo parte de la violencia sistemática que históricamente ha vivido el puerto de Buenaventura.
Hacemos un llamado a las autoridades locales y nacionales para que se garanticen los derechos a la vida, la protección y la participación ciudadana en el puerto, teniendo la certeza que el camino para superar la polarización y la violencia debe estar sostenida en asegurar los derechos humanos y fundamentales de nuestros líderes sociales.