Recordar las vidas de los nueve concejales asesinados por la guerrilla de las FARC el 27 de febrero de 2006, en Rivera, Huila, es un compromiso con la memoria y la no repetición de los hechos del conflicto armado. Una eucaristía celebrada en la iglesia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro fue el momento para recordar a los concejales a través de las luces que cada habitante portó durante la Marcha de la luz, en la víspera de los 16 años de la masacre.
Aníbal Azuero Paredes, Arfail Arias, Célfides Miguel Fernández, Desiderio Suárez, Héctor Iván Tovar Polanía, Jaime Andrés Perdomo Losada, Luis Ernesto Ibarra Ramírez, Moisés Ortiz Cabrera y Octavio Escobar González tuvieron el infortunio de ser sorprendidos, en plena sesión del Concejo de Rivera, por miembros de la columna móvil Teófilo Forero, Bloque Sur de las FARC, que abrieron fuego contra los integrantes de la corporación democrática, en el hotel Los Gabrieles.
Desde finales de los 80 hasta la masacre del 27 de febrero de 2006, en Rivera, fueron asesinados 12 concejales, un alcalde, un funcionario de la administración municipal y varios militantes de los partidos políticos. Los grupos armados ilegales —especialmente la columna móvil Teófilo Forero de las FARC— segaron a toda una generación de líderes comunitarios e hicieron un daño profundo a la democracia en el territorio. El Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) lanzó, en agosto de 2021, el libro La marcha de la luz: memoria de un pueblo. La masacre de nueve concejales. Es un informe que analiza la violencia política en Rivera y que en los próximos días será distribuido de manera física como un producto de memoria histórica.
A su vez, las historias de vida de los nueve concejales asesinados en la masacre fueron reconstruidas por sus familiares en el libro Una luz por su memoria: nueve vidas para no olvidar. El libro fue producto de una iniciativa de memoria histórica que contó con el acompañamiento del CNMH: «Fue algo muy emotivo, tanto para las familias de las víctimas como para el municipio», recordó Martha Aguirre, cuñada de Desiderio Suárez. «Lo que hicimos con este ejercicio fue, en realidad, recoger el sentimiento de todas las víctimas y de todas las personas cercanas a los concejales, quienes los conocieron y supieron la grandeza de los líderes que fueron asesinados por las FARC mientras cumplían simplemente con su deber», apuntó.
William Mancera, investigador del equipo de apoyo a las Iniciativas de Memoria, que vivió el proceso de escritura junto a las familias, habló de su compromiso con la memoria de las víctimas en su entorno más íntimo: «Fue un producto que duró dos años en realizarse, que se enfocó en las biografías de los concejales, con una breve introducción de lo que pasó ese día y una breve narrativa de por qué ese libro; pero, debido a las constantes preguntas que hacían de las familias, yo me comprometo a hacer el segundo tomo», aseguró.
Estos ejemplares tuvieron como objetivo sanar y restaurar las heridas que tenían durante años las familias y mostrar al país la parte humana de cada uno de los concejales.