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Autor

Daniel Sarmiento

Fotografía

Daniel Sarmiento

Publicado

02 May 2018

Rostros y voces del guión del Museo en la Filbo

Durante las últimas dos semanas, por la exposición Voces para transformar a Colombia (en la FilBo), pasaron más de 70 mil personas que escucharon, leyeron, vieron y sintieron relatos sobre el conflicto armado a través de los ejes cuerpo, la tierra y el agua. Las historias de violencia y resistencia de esos personajes motivaron preguntas, ideas y acciones. Estos son los testimonios de transformación de algunas de las personas que visitaron la primera gran exposición del Museo de Memoria Histórica de Colombia.



    Julián García, visitante
    Siempre hemos sabido que hay instituciones que permitieron el despojo, pero esta pieza muestra muy claramente las conexiones de esas instituciones con actores legales e ilegales. Y no se queda ahí, sino que hace un contraste muy valioso con el trabajo que han hecho las víctimas para lograr la restitución de sus predios. Esos relatos me conmovieron mucho y los sentí muy cercanos.

    Clementina Abello, campesina de Puerto Guzmán, Putumayo
    Yo creo que poner una mata de coca en la exposición hace que la gente cambie su forma de verla. Para muchos es una forma de vida. Algunos la utilizan para remedios, para rituales. Los indígenas la mambean. Y nosotros, los que la trabajamos, solo nos dedicamos a rasparla. Los que hacen plata son los que la venden.

    Lorena Luengas, curadora del eje Agua de la exposición
    Esta exposición me conmovió. Me permitió ver que lo que uno hace sí repara. Cada vez estoy más segura de que este proyecto no solo les habla a las víctimas sino a la ciudadanía en general, y nos permite ver que juntos es que hacemos un cambio. También me dejó una necesidad de seguir haciendo esto, de acercarnos más y más a esos públicos.

    Zadith Tobón, del personal de 911
    Los primeros días me dio duro este lugar. Yo siempre le huía a estos temas. Entendí que nosotros somos muy insensibles. Pero ver esta pieza, Cuerpos biográficos, le abre los ojos y el alma a las personas. El día que vino Lina Palacios lloré. No conocía antes su historia y me pareció una mujer admirable. Después de tantas cosas que pasó, ella dice que su dolor lo sacó adelante escribiendo. Es un testimonio para las otras mujeres.

    Alexandra Anturi, mediadora de la exposición
    La pieza de la UP es la muestra más fehaciente de lo que hemos sido como nación a nivel político. Esta guerra no sería lo que es si no fuera por la estigmatización. Este caso revela lo que estamos viviendo todavía: llamar al otro guerrillero, acallar sus ideas. A mí me gusta preguntarle a la gente si estamos repitiendo la historia, si esto está volviendo a pasar. Y esta exposición permite tener esos diálogos respetuosos, esos encuentros sin estigmatizar.


    Publicado en Noticias CNMH