En los municipios de Segovia y Remedios (Antioquia) se presentó durante el periodo 1982-1997 una violencia política recurrente contra la población civil, dirigida especialmente hacia las disidencias políticas: el movimiento social (asociaciones comunitarias, sindicatos, juntas cívicas, comité de derechos humanos) y la Unión Patriótica.
Esta fue cometida por redes criminales articuladas por miembros activos de la Fuerza Pública que operaban en la región (Ejército y Policía), en asociación con civiles y grupos paramilitares, y sus principales hitos fueron cuatro masacres recogidas en este completo informe: Remedios, 4-12 de agosto de 1983; Segovia, 11 de noviembre de 1988; Segovia, 22 de abril de 1996; y Remedios, 2 de agosto de 1997. Como resultado, a partir de la violación de derechos humanos fundamentales a la vida y la integridad personal, se restringió en la región en medio de la guerra tanto el ejercicio pleno de la ciudadanía y los procesos democráticos como el disenso político.