Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

César Romero

Publicado

09 Jun 2015

Tocando la marea

Este jueves 11 de junio se presentará en Bogotá la obra de teatro “Tocando la marea”, del semillero teatral por la vida de Buenaventura. Puesta escénica basada en las ideas centrales del informe de Investigación del Centro Nacional de Memoria Histórica “Buenaventura un puerto: sin comunidad”. 


Fecha: jueves 11 de junio de 2015

Lugar: Corporación Colombiana de Teatro en la calle 12 No. 2 – 65, Bogotá D.C.

Hora: 7:00 p.m.

A través del lenguaje teatral, imágenes, cantos y movimientos, esta obra muestra la proliferación de los grupos armados ilegales y su disputa por el control del puerto, las modalidades de victimización, la constitución de casas y esteros donde se desaparecen o arrojan los cuerpos de las personas asesinadas; pero también la importancia de las acciones de resistencia pacífica de la comunidad.

“Tocando la marea” es el resultado de la apuesta del CNMH para fortalecer las prácticas artísticas y culturales de memoria histórica con el semillero teatral por la vida de Buenaventura. Gracias a la labor de la organización Fundescodes y Cepac se recrean los testimonios del informe, como memoria viva que da cuenta de las narrativas propias de la cultura del pacífico en relación a las afectaciones por el conflicto armado y las propuestas de resistencias de sus comunidades. 

Con Juana Salgado, artista escénica del Centro Nacional de Memoria, hablamos sobre la obra: 

¿Por qué afrontar la violencia de Buenaventura desde las tablas?

“Posibilitó muchos diálogos y encuentros, aunque lo importante es el proceso de formación y no el producto. La obra es la acción visible de este proceso dramatúrgico de investigación-creación que cumple con la necesidad de visibilizar la crisis humanitaria y la problemática en la región, se escoge este lenguaje teatral porque apela a la vida, a una poética que llega a los sentidos dado que el teatro es un testimonio vivo que posibilita decir lo indecible, todo de lo que no se puede hablar en el puerto”.

¿Qué es lo particular de esta obra?

“Es una producción única en varios aspectos: los actores son naturales de Buenaventura, la dramaturgia fue construida colectivamente, se tejió el texto a partir del informe el cual es dinamizado con los relatos de vida de los participantes del semillero, tiene muchos testimonios únicos y particulares suministrados por los actores que han crecido en barrios de baja mar azotados por el conflicto, además aparece una familia nueva en el pacífico que es el semillero”.

¿Se puede decir que la obra es una traducción del informe?

“No, para nada, no es una traducción de un lenguaje a otro, pero sí toma como punto detonador las ideas fuerzas del informe y de ahí surge un sin fin de imágenes que se dinamizan con las vivencias de los integrantes del semillero. Incluso en la obra se verán cosas que no se encuentran en las páginas del informe”.

¿Qué se verá en la obra que no está en el informe?

“El informe contiene información muy importante para entender las dinámicas del conflicto en el puerto, las cifras, impactos y daños pero detrás de esos conceptos están los proyectos de vida; la obra explora el cuerpo como archivo vivo de lo sucedido en Buenaventura, justamente hace aparecer el rostro de la gente, sus sentimientos, miedos y sueños, ellos son un espejo de los olvidados que son la gran mayoría de los bonaverenses”.

¿Cuál es su balance al trabajar con el semillero de teatro de Buenaventura?

“El balance es positivo, el semillero de teatro por la vida pasó de ser una acción artística a una iniciativa autónoma porque tomó vida propia, no solo se instalaron capacidades en las herramientas teatrales, también se empoderó a la comunidad, se reconstruyeron confianzas y se estrecharon lazos de hermandad y solidaridad”.  



 
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