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Autor

Julio Barón

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Julio Barón

Publicado

15 Mar 2017

Un 8 de marzo hace ya años

Por Maria Tila Uribe, educadora y defensora de derechos humanos

Mi nieta Ma. Fernanda me entregó una flor, me acarició la cabeza y me dijo: Abuelita, hoy es el día de las dos, pero como yo estoy joven y tú viejita,  ¿puedes decirme cuándo empezaste a envejecer?

No era la primera vez que me lo preguntaban y recordé la frase de San Agustín cuando le preguntaron, “¿Cuándo empieza la vejez?” y respondió: “Cuando no me preguntan, lo sé. Cuando me lo preguntan, no lo sé”.

Pero no era el caso contestarle eso, entonces tomé los versos de José Saramago para leerle algunas frases: “Tengo la edad que siento… tengo la experiencia de los años vividos… tengo la edad en que las cosas se miran con más calma, pero el interés sigue creciendo…”. Nuevamente me pareció muy filosófico y María Fernanda me miraba callada.

Bueno, le dije, la cédula no es la que marca la vejez, puede haber jóvenes de 80 años llenos de proyectos, de ilusiones, con relativa salud, y viejos de 30 atribulados, siempre tristes, pensando en los achaques.

Si abuelita, ¿pero cuando empezaste a envejecer?

Aaahhh… pues….depende de los ojos con los que me miren…  porque un niñito de 7 años cree viejos a los de 18,  una joven de 18 como tú,  piensa que se es viejo a los 30; a los 30 que a los 50, y así...

Así que…

Pues que el envejecimiento se vive de diferentes formas, no es solo la edad, y la vejez va llegando de manera distinta a cada persona: depende de la soledad con que se llegue o el cariño que recibimos, la vida que se ha llevado, el trabajo que nos ha tocado, la salud, el temperamento y hasta el aspecto  o la apariencia que se tenga.

Me sentí algo descansada con la explicación que le di, pero… la verdad es que no había contestado su pregunta y como temí que pudiera estar pensando que era el colmo que su propia abuela no supiera responderle, le pedí tiempo: Hijita –le dije- déjame pensar hasta mañana para responderte la pregunta, ¿sí?   

No es necesario abuelita –me respondió-  yo te la puedo enseñar ya. Y en medio de mi sorpresa, le pregunté entonces: ¿Así que tú sabes cuándo empezamos a envejecer las personas?

Es sencillo abuelita, empezamos a envejecer, cuando nacemos.


Publicado en Noticias CNMH

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