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11 Abr 2017

Un día para que nos vean

En diferentes espacios de Medellín se conmemoró el #9deAbril. En el Cementerio Universal fue entregado el único mausoleo dedicado a las víctimas de desaparición forzada.


Algunos grupos de víctimas de Medellín decidieron adelantar los eventos de conmemoración del Día Nacional de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas para el pasadoviernes 7 de abril. Sabían que para el Domingo de Ramos (9 de abril)la gente estaría dispersa y en modo vacaciones. Por eso, ese día, la programación comenzó desde temprano en el parque de San Ignacio, uno de los más concurridos en el centro de la ciudad.

Su rutina de viernes se vio interrumpida con una tarima, un poco más de 100 sillas y varios pendones con fotos de las víctimas. A pesar de que allí hay una sede de la Universidad de Antioquia, no es usual que haya eventos o manifestaciones públicas. Por eso,algunos peatones pararon para escuchar a las personas que tomaban el micrófono.

“Eso es lo que queremos, que la gente nos vea y nos escuche”, dijo Yolanda Perea, víctima de Riosucio, Chocó.Su frase resume no solo la razón por la cual eligieron ese espacio del centro sino el objetivo de tener un día para conmemorarlas a ellas y a las historias del conflicto armado en Colombia. 


 

A diferencia de otras conmemoraciones del 9 de abril en Medellín (con discursos sobre el dolor de la guerra o sobre los acuerdos de paz), este año el mensaje estuvoenfocado ala solidaridad. “Queremos que la gente entienda que nosotras, las víctimas, también tenemos una vida después de la tragedia. Muchas veces lo único que necesitamos es una mano amiga que nos ayude en nuestro proyecto de vida”, dijo Noelba Correa, de la Mesa de Víctimas Municipal.

Esa mañana en el parqueno hubo discursos oficiales, sólo testimonios de víctimas emprendedoras, músicos de las comunas y una obra teatro con un mansaje de protesta sobre las dificultades que tienen algunas personas desplazadas en Medellín para obtener ayudas por parte de las instituciones.

Pasadas las tres de la tarde, un bus trasladó a varios de los asistentes hasta el norte de la ciudad, al Cementerio Universal, donde sería entregado “Ausencias que se nombran”, un mausoleo exclusivo para víctimas de desaparición forzada y que hace parte del Plan Integral de Búsqueda de Personas de Desaparición Forzada, cuya unidad fue conformada la primera semana de abril, de 2017, tras la firma presidencial. 

El evento se alargó hasta el anochecer y aunque tuvo un tinteoficial (discursos de funcionarios), fue aprovechado por varias organizaciones para protestar porque en algunos casos de desaparición forzada y crímenes de Estado, la institucionalidad no ha cumplido: “Yo sé de compañeras que no tienen donde vivir o que están con problemas de salud y no tienen cómo ir donde un médico”, dijo Luz Elena Galeano, una de las asistentes.

En la medida en que los familiares de personas desaparecidas llegabanal cementerio, se acercaron al mausoleo con la foto de su ser querido y, uno a uno, la ubicófrente a la bóveda. Al final, el lugar se convirtió en una galería con los rostros de hombres y mujeres que llevan años resistiendo el olvido. Aunque el mausoleo puede albergar 180 restos, en los próximos días serán trasladados 49 que ya fueron identificadospero están en otro cementerio.


Publicado en Noticias CNMH

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