Noticia

Autor

Ayda Martínez

Fotografía

Ayda Martínez

Publicado

30 Sep 2016

Un momento de perdón en La Chinita

Con la presencia de los representantes del Secretariado de las FARC, del Gobierno y de la comunidad de La Chinita se realiza este 30 de septiembre la ceremonia de perdón por los hechos del 23 de enero de 1994 que dejaron 35 personas muertas y 13 heridas en el Barrio Obrero de Apartadó, en el Urabá antioqueño.


Con una marcha por el barrio, una reunión privada y un acto público, las FARC pedirán perdón a la comunidad de La Chinita. Se trata del cumplimiento de los acuerdos de la guerrilla con la comunidad víctima en la mesa de negociación de La Habana, como parte de los actos de temprano reconocimiento de responsabilidad por parte de las FARC que se suma a los realizados el 6 de diciembre de 2015 en Bojayá, y el 10 de septiembre de este año cuando pidieron perdón por el asesinato de los diputados del Valle.

Se trata de la aplicación de los compromisos de las FARC de pedir perdón y trabajar por la reparación de las comunidades afectadas por sus acciones, como es el caso de La Chinita, que se acercó a la mesa de negociación de La Habana en su búsqueda de verdad y reparación.  

“Hace 22 años en el Barrio Obrero (La Chinita) en el municipio de Apartadó, nos encontramos con un episodio doloroso que marcó nuestro camino, fue apagada la luz de vida de nuestros seres queridos. El dolor ha permitido que como víctimas nos unamos como hermanos y hermanas, para mantener viva la memoria de lo ocurrido”, afirma la convocatoria a este evento de reparación.

Para los representantes de las víctimas, este es un momento histórico en el que además de los acuerdos firmados entre las FARC y el Gobierno, se requiere de la reconciliación como parte fundamental en la construcción de paz. Este será el ánimo de la jornada de este 30 de septiembre cuando en el colegio San Pedro Claver se realice esta ceremonia que ha estado esperando la comunidad desde hace 22 años.

Para La Chinita no sólo será el día del perdón, también será el comienzo de un proyecto colectivo que busca decirle a la sociedad colombiana que lo que les pasó no debe repetirse en el país que todos queremos para nuestros hijos, expresó Diana Marcela Hurtado, representante de las familias víctimas. 

Una iniciativa de memoria histórica

Las representantes de las víctimas han trabajado en diferentes actividades de reconstrucción de memoria histórica como parte de la investigación del caso emblemático de La Chinita, que se viene realizando conjuntamente por parte de la Fundación Cultura Democrática (Fucude) y el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH).

La masacre de La Chinita está considerada dentro de los graves casos de violaciones sucedidas contra la población civil en el contexto del conflicto armado colombiano. El CNMH avanza en la reconstrucción del caso en aras de contribuir a esclarecer los hechos en búsqueda de la verdad y de la memoria histórica como parte de los esfuerzos por la reparación a las víctimas. 


     

    El proceso de reconstrucción de la memoria,  y de apoyo a las víctimas, empezó hace seis años, cuando un grupo de investigadores de la Fundación Cultura Democrática (Fucude) llegó al barrio e inició una labor de acompañamiento y de recepción de testimonios, en actuación coordinada con el entonces Grupo de Memoria Histórica, antecedente del actual CNMH.

    Urabá fue una de las regiones más golpeadas por el conflicto armado, la violencia sistemática y la ocurrencia de sucesivas masacres a finales de los años 80 y durante buena parte de los años 90. Como lo refiere el informe Basta Ya y otras investigaciones, y tal como lo empiezan a establecer actuaciones de la justicia interna e internacional, existieron responsabilidades que comprometen a los distintos grupos armados en tal situación, quienes ocasionaron una dramática y extendida crisis humanitaria en la región. 

    Sólo entre 1986 y 1996 ocurrieron alrededor de 60 masacres y se prolongaron en el tiempo los más altos niveles de desplazamiento forzado, de homicidios y de desapariciones, en medio de un escenario de reconfiguración del conflicto armado que incluyó la afectación al proceso de paz firmado entre el Gobierno y el Ejército Popular de Liberación (EPL).

    Mientras buena parte de sus exintegrantes terminaron en condición de víctimas otros fueron asimilados a grupos armados ilegales e, inclusive a los grupos paramilitares los cuales cobraron particular fuerza y hegemonía en esta región en los años 90. En tal situación en Urabá se vivió en los primeros años de esa década una acción que involucró de una u otra forma a todos los actores armados, de forma que se produjo el exterminio recíproco de los entornos sociales y políticos más representativos: los movimientos políticos Unión Patriótica y Esperanza, Paz y Libertad, y el sindicato de trabajadores bananeros Sintrainagro. 

    UN HOMENAJE A LAS VÍCTIMAS DE LA MASACRE DEL BARRIO OBRERO LA CHINITA:

    SANTIAGO MEJÍA, JHON JAIRO LOBO RODRIGUEZ, FULBIO ANTONIO MOSQUERA VELÁSQUEZ, JOBINO MORENO VALENCIA, DARÍO TORRES, WILLIAM URANGO MORENO, ROGER ROBERTO RUIZ RAMOS, LUCIO MOSQUERA MURILLO, MARIANA TORRES RENTERÍA (MUJER), ROBINSON HUMBERTO HINESTROZA MOSQUERA, RAFAEL CUELLO RAMÍREZ (65 AÑOS), PAULINO RENTERÍA RENTERÍA, HERMÓGENES RENTERÍA RENTERÍA, EMILIO MEDRANO FERNÁNDEZ, FAUSTO HURTADO CÓRDOBA, ALEXIS MOSQUERA ASPRILLA, DIONISIO MOSQUERA CRUZ, ÁNGEL DANIEL HINESTROZA HURTADO, OSCAR MOSQUERA ROBLEDO, JOSÉ DE LA CRUZ CÓRDOBA PÉREZ, CONRADO LONDOÑO LONDOÑO, YORMAN BARÓN QUIÑONES (15 AÑOS), JAIME RODRÍGUEZ RAMOS (16 AÑOS), JULIO BERCELIO GUZMÁN GONZÁLES, RAMÓN CÓRDOBA MORENO, ASMETH BARRIOS FUENTES, JOSÉ MIGUEL SANTERO PEÑATE, MARCELINO OSPINA MARIMON, ALFONSO MEDINA,  MELKIN CANTERO BLANCO, CLÍMACO ANTONIO HERRERA HERRERA, HERNÁN VERGARA ESPITIA, ALBERTO MENDOZA, ISRAEL CÁRDENAS MIRANDA, ALCIDES LOZANO BERROCAL, MARCIAL PAZ BALANTA, EDUAR SALAS 

    Siga la transmisión en directo:


    Publicado en Noticias CNMH

    Volver arriba