Autor: CNMH

Lanzamiento informe: “Ser marica en medio del conflicto armado”

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Juan Sebastián Sanabria

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Juan Sebastián Sanabria

Publicado

20 Jul 2019


Lanzamiento informe: “Ser marica en medio del conflicto armado”

  • Entre 1981 y 2016, en el marco del conflicto armado colombiano, se registraron en el Magdalena Medio 175 personas LGBT víctimas en 39 municipios de la región, quienes sufrieron un total de 261 casos de violencia.
  • De estos 39 municipios, Barrancabermeja (Santander) aparece como el lugar de ocurrencia del mayor número de casos, con 79, lo que se explica por su densidad poblacional. En segundo lugar, está Puerto Boyacá (Boyacá) con 49 casos y, en tercero, Puerto Berrío (Antioquia) con 19.
  • Del total de los casos, 118 son responsabilidad de paramilitares, seguidos, con una distancia significativa, por las guerrillas con 34 casos. 

Informe del  Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) sobre las memorias de personas LGBT en el Magdalena Medio. Un libro que fue realizado en respuesta a la primera orden judicial de la Sala de Justicia y Paz, del Tribunal Superior de Bogotá, contra varios postulados de las Autodefensas Campesinas de Puerto Boyacá (ACPB), por crímenes cometidos contra esta población.

Las memorias de las personas LGBT en medio de las dinámicas de la guerra, expuestas en este informe, nos interpelan y confrontan frente a una realidad que como sociedad se ha querido ocultar, o bien se ha tratado con la indiferencia propia de las luchas ajenas. Ellos y ellas han afrontado múltiples formas de violencia desde la cotidianidad, pasando por el rechazo de sus propias familias hasta la aniquilación por parte de los grupos armados.  

“Durante el conflicto reciente ese desprecio ha sido incorporado en los repertorios de violencia desplegados por los actores armados, tanto en momentos de disputa territorial como durante el control social que han ejercido en los territorios”, explica el informe “Ser marica en medio del conflicto armado”.

La investigación es clara en indicar que con la guerra las condiciones de exclusión y violencia de las personas LGBT se afianzaron, bajo la idea, normativa, de que “eso no está bien”, de que “eso debe ser eliminado”. “Quienes han creado y/o se han integrado a los grupos armados han aprendido de su contexto que ser marica está mal y han llevado esa premisa a sus planes de guerra, incluyendo a las personas de sectores LGBT entre el grupo de ‘indeseables’ que deben limpiar cuando acometen sus empresas de control territorial”, dice la investigación.

La sentencia, que se alza como un fallo histórico por ser la primera que reconoce crímenes cometidos por los paramilitares en contra de personas LGBT, se enmarca dentro del trabajo realizado por el CNMH, al reparar y dignificar a las víctimas del conflicto armado, desde sus propias voces, para brindar elementos de análisis para la comprensión de la guerra y las garantías de justicia, verdad y no repetición. En el fallo se exponen tres hechos emblemáticos en Puerto Boyacá (Santander) cometidos por las Autodefensas Campesinas de Puerto Boyacá (ACPB), que son: el homicidio y desaparición forzada de Mama Mía; la tortura en persona protegida y desplazamiento forzado de Papuchina; y el homicidio y desaparición forzada de Vicky.  

Por ello, a pesar de ser una sentencia contra un grupo paramilitar, las relatoras del informe realizaron una investigación que agrupó a todos los actores armados del Magdalena Medio, documentando también hechos de violencia por parte de las guerrillas con relación a desplazamientos forzados, amenazas y homicidios. Mientras que por el lado de la fuerza pública se registraron hechos de violencia física y homicidios. Los grupos paramilitares, al ser los mayores perpetradores, son los responsables de cometer delitos de violencia sexual, amenazas, homicidios y desaparición forzada. 

Pero más allá de ser un informe cuantitativo sobre los grupos armados, “Ser marica en medio del conflicto armado” elabora un contexto del Magdalena Medio bajo tres líneas que son: condiciones geoestratégicas; las dinámicas del conflicto armado, y los órdenes de género y sexualidad. Quienes lean este informe podrán conocer la memoria de las violencias heteronormativas en el conflicto armado, a través de las diferentes historias sobre violencia simbólica, amenazas, violencia física, asesinatos selectivos, desapariciones forzadas y violencia sexual, que produjeron, en la mayoría de los casos, desplazamientos forzados.

El ejercicio de memoria desde la diversidad, es algo que se ha venido trabajando a partir del Grupo de Memoria Histórica de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación (CNCR), en el que se incorporó la línea de Memoria de género y guerra, donde se produjeron varios informes sobre la violencia sufrida por las mujeres, los daños y sus resistencias, allí se inscriben libros como “La masacre de Bahía Portete. Mujeres wayuu en la mira”, “Mujeres y guerra. Víctimas y resistentes en el caribe colombiano”, y “Mujeres que hacen historia”. Además, se publicó el documento de los marcos conceptuales y las estrategias metodológicas aplicadas: “La memoria histórica desde la perspectiva de género”.  

Ya con la creación del CNMH, se recoge todo este trabajo realizado por el Grupo de Memoria y se inicia un proceso de memoria histórica con víctimas de sectores sociales LGBT. En diciembre de 2015 se publica el informe “Aniquilar la Diferencia. Lesbianas, gais, bisexuales y transgeneristas en el marco del conflicto armado colombiano”, y al tiempo se apoyan iniciativas de memoria histórica agenciadas por las víctimas LGBT. Así se publica, en 2018, el informe “Un carnaval de resistencia: Memorias del reinado trans del río Tuluní”.

Descargue aquí el informe.

 


Conflicto Armado, Darío Acevedo, Lanzamiento, LGBTI, Magdalena Medio, Papuchina

10 años del Salón del Nunca Más en Granada, Antioquia

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ASOVIDA

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ASOVIDA

Publicado

22 Jul 2019


10 años del Salón del Nunca Más en Granada, Antioquia

El primer lugar de memoria de Colombia construído por una comunidad cumplió 10 años el pasado 3 de julio en Granada, Antioquia. Con series fotográficas que visibilizan los rostros de las víctimas e infografías con datos clave sobre el conflicto armado, han ido alimentando el que hoy se reconoce como uno de los lugares de memoria más importantes del país para dignificar a las víctimas.


Muchas comunidades, desde hace ya varios años, han dado a la sociedad colombiana una lección de dignidad al confrontar las consecuencias de la guerra y no permitir que esos hechos queden en el olvido. Los habitantes de Granada, ubicado en el Oriente Antioqueño, fueron los primeros en sacar fuerzas para construir, mano a mano, un salón de la memoria en el que pudieran visibilizar los rostros de cientos de hombres, mujeres y niños que fueron víctimas de la violencia en este municipio. Hoy por hoy, ellos son quienes llevan la bandera de la paz y el salón que construyeron cumplió 10 años el pasado 3 de julio.

No ha sido un camino fácil. ¿Cómo reconstruir la memoria histórica de un municipio que ha vivido tomas guerrilleras, más de 36 masacres, secuestros, desplazamientos, asesinatos selectivos por parte de paramilitares y enfrentamientos militares entre distintos grupos armados? Según cifras de la Personería de Granada, hasta finales de 2008 este municipio tenía registradas más de 400 víctimas de muertes selectivas y 128 desaparecidos. El 60% de la población fue desplazada pasando de 19.500 habitantes a 9.800. Cerca de 83 personas han sido víctimas de minas antipersonal y casas bomba, el 50% civiles y el 50% militares. Además, se han reconocido 15 fosas comunes y de ellas han sido identificadas 8 personas.

A principio de este siglo, apenas un mes después de que paramilitares del Bloque Metro entrarán al casco urbano de Granada y masacraran a 19 personas, cientos de guerrilleros de las Farc hicieron explotar un carro bomba con 400 kilos de dinamita y se tomaron el municipio a plomo, durante casi un día entero. En esa incursión, ocurrida entre el 6 y el 7 de diciembre del 2000, perdieron la vida 23 personas y varias cuadras quedaron completamente destruidas. De ese tamaño fue la guerra en Granada.

Su cercanía con la autopista Medellín-Bogotá y con las centrales hidroeléctricas del oriente antioqueño, así como su ubicación entre el Valle de Aburrá y el Magdalena Medio, hicieron de Granada un lugar estratégico para la disputa entre guerrillas, paramilitares y Ejército. Según el informe Granada: Memorias de guerra, resistencia y reconstrucción, del Centro Nacional de Memoria Histórica, el conflicto armado dejó en ese municipio por lo menos 460 muertos, 299 desaparecidos y unos 10 mil desplazados, cifras grandes para un municipio pequeño.

Pero durante esa época, cuando la violencia llegó con más fuerza a la región, sus habitantes respondieron con valentía y dignidad. Para reconstruir el pueblo, cargaron ladrillos al hombro por una de las calles principales en la Marcha del adobe. Prendieron velas blancas y caminaron con ellas en silencio en las Jornadas de la luz. Salieron juntos a recorrer y a reapropiar los lugares del horror en encuentros que llamaron Abriendo trochas. Pintaron piedras de colores y las llevaron al Parque de la Vida para honrar a sus desaparecidos.

  • Una de las marchas de la luz que se organizaban desde antes del 2007 en Granada. Las jornadas se hacían en silencio los últimos viernes de cada mes. – Fotografía: Lorena Luengas

  • Bitácora de uno de los jóvenes desaparecidos, donde amigos, conocidos y familiares depositaban mensajes y pensamientos. – Fotografía: Lorena Luengas

La Organización de Víctimas Unidas por la Vida, ASOVIDA, fue la encargada de materializar esta iniciativa comunitaria junto a la personería municipal y el Cinep. El Salón del Nunca Más buscaba convertirse en un escenario público en el que se trataran temáticas asociadas a las violencias vividas en el territorio, al tiempo que defendían y garantizaban su acceso a políticas públicas en defensa de los derechos humanos de los sobrevivientes.

Gloria Ramírez, coordinadora del Salón del Nunca Más, creyó que con inaugurar el espacio su tarea en parte había terminado, “pero ahí empezó el trabajo fuerte. Ahora vienen estudiantes, personas del común y extranjeros. Atendemos casi a diario y lo hacemos con cariño, con el interés de sensibilizar un país deshumanizado. Lo que vivimos no es fácil, pero lo que perseguimos es la construcción de paz y las garantías de que esto no vuelva a suceder”, afirmó.

Le recomendamos el documental “Rostros de la memoria“.

Lorena Luengas, museóloga y profesional del equipo del Museo de Memoria Histórica de Colombia, acompañó la construcción del Salón desde el 2007 y reconoce la transformación que vivió Granada y los miembros de ASOVIDA, a partir de la inauguración. “Este día vivimos una conmoción muy grande. Muchos familiares se desmayaron o tomaban de la foto de su familiar y lloraban de manera inconsolable. Durante los siguientes días hicimos un acompañamiento psicosocial muy fuerte, estuvieron dos psicólogas con las familias. Sin embargo, fue un momento muy importante porque los familiares decían que ahora tenían la oportunidad de ir al Salón, ver la foto de su familiar de una manera distinta: con amor, con el reconocimiento de quienes eran y no con el dolor de su pérdida”, dijo Lorena.

Lorena recuerda que con el tiempo fueron consignadas unas bitácoras que contenían las fotografías de las víctimas. Sus familiares y amigos acudían al Salón y empezaban a escribir a sus familiares en un diálogo reparador. “Una niña iba con cierta regularidad a escribirle a su papá que había muerto cuando ella era pequeña, en la bitácora le contaba sus relaciones con su familia, con sus amigas del colegio. Una profesora estaba en contra del reclutamiento y la guerrilla la mató afuera del salón de clase, sus estudiantes le escribían mensajes de gratitud y cariño por todo lo que había hecho por ellos”, comentó.

Desde hace algunos años, la construcción ha venido presentando un deterioro significativo en su estructura. En el 2018, los líderes del proyecto se vieron en la necesidad de recoger fondos por internet para poder patrocinar la remodelación. Como comentó Gloria, no ha sido sencillo. “Desafortunadamente no le hemos podido hacer mucha intervención. Hicimos una recolecta de 4,5 millones de pesos, pero ese dinero se invirtió en recuperar el dominio web para poder volver a ser dueños de la página y que nos visiten no solo en Colombia sino a nivel mundial. Queremos tener un contacto más cercano con la comunidad”.

Este panorama hace aún más urgente la necesidad de pensar políticas públicas que garanticen la permanencia de los lugares de memoria en los territorios. Más que un museo, el Salón del Nunca Más se ha convertido en un lugar de encuentro alrededor de la memoria, la superación de las violencias y la reconciliación. En diez años, las organizaciones de víctimas de Granada han logrado posicionar la memoria como un eje transversal al interior del municipio. Además, durante el 2010, fueron seleccionados como ganadores del Premio Nacional de Paz. “Con este espacio de memoria hemos minimizado los impactos de la guerra y hemos entendido que unidos podemos lograr muchas cosas, si seguimos trabajando por la paz ese será nuestro mejor aporte. Queremos que nos vean como un municipio resiliente, estar sin actores armados, sin daños al medio ambiente”, afirmó Gloria.

 


Antioquia, Granada, Lugares de Memoria, Museo de Memoria de Colombia, Resistencia, Salón del Nunca Más

1.400 libros donados en la campaña “Donar un libro es un hecho de Paz”

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Archivo de la Mapp-OEA

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Archivo de la Mapp-OEA

Publicado

25 Jul 2019


1.400 libros donados en la campaña “Donar un libro es un hecho de Paz”

El Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), a través de su estrategia Bibliotecas con Memoria, se sumó a la campaña “Donar un libro es un hecho de paz”, entregando más de 700 materiales en 29 colecciones para ser distribuidas en las regiones más afectadas por el conflicto armado.


Durante la pasada Feria Internacional del Libro de Bogotá, que se llevó a cabo entre el 24 de abril y 6 el de mayo, los asistentes donaron 1.400 libros en el marco de la campaña Donar un libro es un Hecho de Paz. Esta iniciativa, liderada por la Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia (MAPP/OEA) y la FILBo, con el apoyo del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), busca servir como puente para que más libros lleguen a los territorios afectados por el conflicto armado en el país.

Durante 13 días, los visitantes donaron libros de distintas temáticas, principalmente relacionadas con cultura de paz, Derechos Humanos, resolución de conflictos, participación, equidad y temas afines, que posteriormente fueron entregados a 47 iniciativas locales, entre escuelas, organizaciones sociales y de líderes, asociaciones de educadores, consejos comunitarios, colectivos juveniles, centros comunales y bibliotecas en zonas rurales del país.

“Queremos agradecer a quienes con la donación de uno o varios libros sumaron hechos de paz para los territorios más afectados por el conflicto armado. Sabemos que estos libros ayudarán a impulsar procesos sociales, comunitarios y educativos, y también a propiciar nuevos intereses y perspectivas de paz entre niños, niñas, jóvenes y adultos” expresó Roberto Menendez, Jefe de la MAPP/OEA.

Por su parte, Sandra Pulido Urrea, directora de la FILBo para la Cámara Colombiana del Libro aseguró, “para la FILBo es fundamental continuar liderando estas iniciativas y generando hechos de paz a través de los libros, nuestra misionalidad desde la Cámara Colombiana del Libro es que el poder de la lectura, siga transformando nuestra sociedad en cada rincón del país”.

“Unirnos a esta iniciativa permite que los libros, cartillas, crónicas radiales y documentales que producimos lleguen a todas las regiones del país, lo cual contribuye a que una mayor cantidad de personas pueden acceder a los contenidos y hacer reflexiones profundas y críticas sobre la memoria histórica”, aseguró Darío Acevedo, Director General del CNMH.

La distribución se realizó a través de la empresa Envía y de las oficinas regionales de la MAPP/OEA, en Apartado, Arauca, Cali, Caucasia, Cúcuta, Florencia, Medellín, Montería, Ocaña, Pasto, Popayán, Puerto Asís, Quibdó, San José del Guaviare, Tumaco, Valledupar y Villavicencio.

La MAPP/OEA y la FILBo reafirman su disposición de continuar aunando esfuerzos en favor de la construcción de paz en Colombia y anuncian que esta campaña tendrá su segunda edición en la FILBo del 2020.

 


Bibliotecas, CNMH, Darío Acevedo, Libros, Memoria, Memoria Histórica, Regiones

“Lecciones aprendidas de la DAV para el sistema de justicia transicional”

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Juan Sebastián Sanabria

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Juan Sebastián Sanabria

Publicado

25 Jul 2019


“Lecciones aprendidas de la DAV para el sistema de justicia transicional”

¿Por qué el Mecanismo No Judicial que diseñó e implementó la Dirección de Acuerdos es novedoso y único? ¿Qué le aporta la Dirección de Acuerdos al nuevo sistema de justicia transicional? ¿Se acabará pronto la Dirección de Acuerdos? Estas son algunas de las preguntas que la Directora de Acuerdos de la Verdad respondió en La Brújula.


Por: Reina Lucía Valencia V. Comunicadora de la Dirección de Acuerdos de la Verdad

En el quinto programa de La Brújula, Jenny Lopera, directora de la Dirección de Acuerdos de la Verdad del Centro Nacional de Memoria Histórica, habló sobre lo que es y lo que hace la Dirección de Acuerdos; la importancia de reconocer el Mecanismo No Judicial de Contribución a la Verdad como un modelo único en la justicia transicional en Colombia; la elaboración de informes analíticos que buscan esclarecer el fenómeno paramilitar en las regiones; los aprendizajes que tiene la Dirección para el nuevo sistema de justicia transicional y su institucionalidad; y la necesidad de escuchar el llamado de las víctimas para que las entidades responsables de garantizar la verdad, la justicia y la reparación sumen sus esfuerzos.

Un Mecanismo novedoso

La Dirección de Acuerdos de la Verdad (DAV) diseñó e implementó el Mecanismo No Judicial de Contribución a la Verdad, que le encomendó la Ley 1424 de 2010. Dicha ley otorgó a las personas desmovilizadas de los grupos paramilitares a las que no se les atribuyan graves violaciones a los derechos humanos, la posibilidad de obtener beneficios jurídicos a través de sus contribuciones a la verdad frente al esclarecimiento del fenómeno paramilitar en Colombia.

En este sentido, Jenny Lopera dijo en La Brújula: “Hay que decirle al país que es un proceso único. Cuando se creó el mecanismo no teníamos antecedentes. (…) Creo que esto es algo que pocos conocen o pocos saben. Es difícil entrar a determinar si contribuyen o no contribuyen, es por eso que diseñar el mecanismo se llevó un buen tiempo”.

En cuanto al esclarecimiento de la verdad, saber lo que pasó es una condición necesaria para garantizar los derechos de las víctimas a la justicia y la reparación. En palabras de Lopera: “La verdad es que nosotros conozcamos qué sucedió y al saber que fue lo que sucedió podamos hacer acciones que promuevan la no repetición de esos hechos en el futuro”.

La Dirección de Acuerdos tiene una muy valiosa información para el nuevo sistema indicó Lopera, en varias ocasiones, durante la emisión del programa La Brújula. La directora de la DAV comentó: que la Comisión de la Verdad nos dice que tenemos información de fuente primaria muy importante, que ya se ha analizado, estructurado y sistematizado; además que es un insumo importante para que las entidades del nuevo sistema puedan cumplir su labor de manera más efectiva.

Por ejemplo, agregó, “el mandato de la Comisión de la Verdad es muy corto y si nosotros tenemos un insumo hacia atrás entonces podremos facilitar su labor. (…) A nosotros nos reconocen hoy como una muy valiosa fuente de información para el nuevo sistema, hemos entregado ya 55 mil horas de audio a la Justicia Especial para la Paz (JEP) y estamos en el proceso de entregarlo a la Comisión de la Verdad. Hemos trabajado mucho para poderle cumplir al país y poderle cumplir a las víctimas”.

Entre tanto, Lopera se refirió a la vigencia de la Dirección de Acuerdos, frente a los rumores de que pronto se acabaría: “No es que la DAV termine. Es que como todas las instituciones de justicia transicional nosotras nacemos con un mandato y con una vigencia. Cumplido el mandato y cumplida la vigencia pues ya hicimos la labor”.

Para concluir, Lopera resaltó el papel de las víctimas en los procesos de justicia transicional en el país frente a la pregunta que le hicieron sobre las recomendaciones que le haría al sistema de justicia transicional. Entre tanto, dijo Lopera que “son muchas las lecciones aprendidas de la Dirección de Acuerdos de la Verdad para el nuevo sistema de justicia transicional y su institucionalidad, el saldo pedagógico. No estamos empezando de cero. No solo la institución, el país, la ciudadanía, las víctimas, todo este proceso se ha debido mucho a la incidencia que las víctimas del conflicto armado han tenido. (…) Uno de los llamados que hacen las víctimas, lo digo porque las he escuchado y he hablado con ellas… nos dicen: ‘articúlense, hablen entre ustedes, sumen esfuerzos’ Y yo creo que hay que escuchar ese llamado de las víctimas, a esa suma de esfuerzos porque ya hay un camino trasegado… aquí está todo un conocimiento, toda una experticia, y sobre todo una información que permite que la nueva institucionalidad hoy pueda cumplir sus mandatos”.

Para escuchar a la directora de Acuerdos de la Verdad haga click aquí.

Publicado en Noticias CNMH



Acuerdos de la Verdad, Grupos Paramilitares, Justicia transicional, Ley 1424 de 2010, Víctimas

Rechazamos atentado contra líder del paro cívico en Buenaventura

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Publicado

26 Jul 2019


Rechazamos atentado contra líder del paro cívico en Buenaventura

En medio de una marcha convocada contra la violencia que viven cientos de líderes sociales, rechazamos el atentado perpetrado contra Carlos Tobar, coordinador de la Mesa de Acceso a la Justicia, Protección y víctimas del paro cívico de Buenaventura. ¡Los líderes protegen nuestros derechos, su labor no debería costarles la vida!


Desde el Centro Nacional de Memoria Histórica rechazamos de manera enfática el atentado realizado el día de ayer, 25 de julio, al líder social del Paro Cívico de Buenaventura Carlos Tobar, quien desempeñaba el cargo de Coordinador de la Mesa de Acceso a la Justicia, Protección y víctimas. Carlos fue atacado por personas desconocidas, quienes en horas de la noche le produjeron seis impactos de bala al interior de su casa. Actualmente se encuentra en un centro asistencial bajo un pronóstico reservado.

Como líder, Carlos ha participado activamente en la construcción social del Centro de Memoria Histórica del Litoral Pacífico, un lugar de memoria pensado como resultado de las acciones de reconstrucción de la memoria y reparación simbólica a las víctimas en el territorio, procesos sociales que acompañamos como institución.

Nos solidarizamos con Carlos, su familia y toda la comunidad bonaverense, pues comprendemos que los líderes y lideresas sociales resignifican los territorios que son ocupados y violentados por los grupos armados desde acciones que dignifican las memorias de las víctimas y desde la resistencia pacífica construyen cotidianamente la paz, la verdad y el no olvido.

 


La Organización Femenina Popular inauguró su Casa Museo de la Memoria

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Organización Femenina Popular

Publicado

27 Jul 2019


La Organización Femenina Popular inauguró su Casa Museo de la Memoria

Es la organización de mujeres populares más antigua de Colombia e inauguró la Casa Museo de la Memoria y los Derechos Humanos de las Mujeres en el Magdalena Medio. El espacio recoge 47 años de resistencia.


Este 25 de julio, las mujeres de la Organización Femenina Popular -OFP- hicieron historia. La casa que hoy día es refugio para más de 2.100 mujeres y familias de Santander, inauguró un museo que visibiliza 47 años de resistencia colectiva y reivindicación política.

La creación del museo se remonta al 2012, en medio de una reconstrucción interna del proyecto político creado por la organización hace más de cuatro décadas. El 20 de julio de 1972 es la fecha consignada por la organización como el inicio, día en que motivadas por la iglesia católica, amas de casa empezaron a reunirse para trabajar costura, manualidades y encontrar espacios sociales fuera de sus hogares.

El contexto político que enmarca la gestación de este movimiento social es uno donde la desigualdad, el abatimiento que trae la guerra y la falta de oportunidades para las mujeres son parte intrínseca del paisaje. Barrancabermeja se configuraba como una ciudad petrolera, mayoritariamente obrera, en la que predominaban formas de violencia intrafamiliar y de violencia sociopolítica. Las mujeres luchaban en una doble vía por construir espacios autónomos propios, en medio de un ambiente político que motivaba a las movilizaciones y paros cívicos para exigir mejores condiciones de vida para los trabajadores.

Según un informe realizado por el Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice), la década de los años 80 fue el comienzo de la presencia organizada del paramilitarismo. Con su expansión por las aguas del río Magdalena, los grupos paramilitares fueron cometiendo masacres, desplazamientos masivos y desapariciones forzadas.

Las mujeres de la OFP, al igual que muchas otras organizaciones, tomaron como propia la consigna por la vida y el respeto de los derechos humanos. Trabajaron juntas para proteger la soberanía alimentaria y la equidad, en medio de un contexto donde el conflicto armado procuraba el miedo y la destrucción del tejido social. Con la creación de las casas de la mujer, esta organización ha rechazado la violencia perpetrada por actores armados ilegales como las Farc, el EPL, el ELN, la expansión paramilitar y ha reivindicando la participación y autonomía de las mujeres en distintos espacios.

Estas casas son espacios físicos de encuentro, donde se capacitan, hacen ollas comunitarias, talleres culturales y artísticos, atención psicosocial y jurídica. Allí se reúnen las mujeres y la comunidad. También son espacios de albergue humanitario, refugio para proteger la vida de las familias que en algún momento fueron amenazadas y tienen que salir de su casa. Son lugares de denuncia y de resistencia ante lo que está pasando en sus barrios o casas.

  • El 11 de noviembre de 2001, la casa del Norte fue desaparecida por paramilitares quienes en un acto de hostigamiento y como retaliación a las mujeres por su negativa a ceder los espacios de la Organización Femenina a Popular a los actores armados, arremetieron en la madrugada contra su infraestructura, destruyendo la casa y desapareciendo sus escombros. – Fotografía: Organización Femenina Popular

  • Carnaval por la vida en el marco del Bazarte de Mujeres. Durante la década el 2000 las mujeres impulsaron multitudinarias movilizaciones en el Magdalena Medio y en el país exigiendo la defensa de la vida, el respeto de los Derechos Humanos y el fin de la guerra: “Las mujeres no parimos ni forjamos hijos e hijas para la guerra”. – Fotografía: Organización Femenina Popular

  • La Organización Femenina Popular ha impulsado diferentes estrategias para el fortalecimiento y la autonomía económica de las mujeres. Coopfmujer (cooperativa de ahorro y crédito) y Comercoofp (Comercializadora de Mercados Populares) funcionaron entre 1991 y 2002, cuando en una afirmación de su postura civilista, la OFP opta por su cierre negándose a pagar el impuesto de guerra decretado en ese año. – Fotografía: Organización Femenina Popular

  • La Organización Femenina Popular ha construido Casas de la Mujer en los diferentes municipios y sectores donde ha hecho presencia. En el 2001, se inauguró la casa de la mujer en el sector Sur de Barrancabermeja, específicamente en la comuna 4, donde aún hoy se cuenta con más de 100 mujeres organizadas en los diferentes barrios. – Fotografía: Organización Femenina Popular

El empoderamiento, la autonomía y la independencia han sido los pilares fundacionales que han forjado al interior de la organización. Desde el año 1995, la OFP centró su trabajo en ofrecerles a las mujeres de estratos 1 y 2 de Barrancabermeja, Puerto Berrío, San Pablo, Cantagallo y otras poblaciones de Santander del Sur y del Sur de Bolívar la posibilidad de alfabetizarse, de hablar sobre embarazo adolescente, sobre economías alternativas y educación en temas de participación ciudadana.

Las mujeres también han utilizado múltiples símbolos para volver propia la resistencia. El 16 de mayo de 1998, luego de la masacre en la que los paramilitares desaparecieron a 25 personas y asesinaron a 7 más, en el sector del suroriente de Barrancabermeja, vistieron las batas negras y rodearon ataúdes vacíos para conmemorar a las víctimas. Las batas son su escudo y armadura.

Otro ejemplo: en el 2005 llamaron al paro cívico “pare por la vida” realizado en Barrancabermeja. Durante la marcha, las piedras fueron el símbolo de la resistencia, las voces de los y las ausentes. El compromiso era no dejarse provocar por nadie: en vez de tirarlas o usarlas para agredir a alguien, las piedras no podían dejar de sonar por un rato una vez por hora.

Por estos motivos, las mujeres de la organización han vivido múltiples amenazas. Según el Observatorio de Derechos Humanos de la OFP, entre 1998 y 2016 se han registrado 153 ataques o hechos violentos contra esta ONG. 100 casos corresponden a hechos de persecución política y 53 son atentados a la estructura social, material y política. El 78% de ellos se presentaron en Barrancabermeja y seguido de San Pablo, Cantagallo, Puerto Wilches, Yondó y otros municipios. Esperanza Amaríz, Yamile Agudelo y Diofanol Sierra Vargas, tres líderes que hacían parte directa de la organización fueron asesinadas.

Entre 2008 y 2012, la OFP logró su recuperación y comenzó el proceso de reparación colectiva con el Estado a través de la Unidad de Víctimas, entre las medidas se encontraba la construcción de un lugar de memoria. Silvia Marcela Yañez, investigadora de la casa museo de la memoria, afirmó que la organización entiende la memoria como un escenario en disputa, “por eso para nosotras es importante que la sociedad civil tenga un espacio para protegerla. Que se pueda transmitir en un ejercicio pedagógico, museal, en el que confluyen diversas voces, que se da la oportunidad de mirar lo que no hay que volver a repetir para construir un futuro con paz y justicia social especialmente para las mujeres”.

Ya para el año 2014, Onu Mujeres apoyó la construcción de un guión museológico y el render de lo que sería la casa museo. La casa está ubicada en la casa de la Organización Femenina Popular en el barrio torcoroma en Barrancabermeja. El espacio se construye desde el ser territorio, ser víctima y entender las complejidades de la guerra, ser sujeta política y contar qué pasó con la vida de las mujeres en medio de la historia del conflicto armado y, ser sobreviviente y ser constructora de paz, para tejer vida y esperanza en medio del conflicto armado.

La casa museo resguarda las memorias comunitarias sobre las cuales se han construido los procesos de resistencia en los territorios. Las resistencias a la exclusión, a la masacre, a la ausencia del Estado. Una línea del tiempo que comenta los inicios de la economía del Puerto Petrolero, galerías fotográficas cuentan historias de lucha colectiva, de sus experiencias y símbolos en contra de la guerra: las máquinas de coser, las ollas, las batas negras.

Durante la inauguración asistió Rafael Tamayo, director del Museo de Memoria Histórica de Colombia -MMHC-, quien aseguró que la muestra es profundamente simbólica, “sus dispositivos hacen un recorrido por la historia desde principios de siglo, las dificultades, pérdidas, luchas sociales y la resistencia a la opresión de la que han sido víctimas las mujeres de la OFP. Está enfocado en memoria y derechos humanos de las mujeres que le enseña a muchos lugares y ciudades que estos procesos son fundamentales para honrar y contar las historias de las víctimas”, afirmó.

El trabajo de la OFP con el Centro Nacional de Memoria Histórica empezó en el 2011 durante la investigación de “Mujeres y guerra. Víctimas y resistentes del Caribe Colombiano”. Luego, el equipo de Reparaciones junto al Museo de Memoria Histórica de Colombia hizo un acompañamiento técnico frente al lugar de memoria que ellas logran construir con apoyo de la Unidad para las Víctimas y cooperación internacional. “Uno de los aprendizajes en términos museográficos que nos deja este acompañamiento es que nosotros podemos brindar asesoría, pero al final, todas las decisiones las toma la organización de forma autónoma e independiente”, aseguró Luis Carlos Manjarrés, curador del MMHC.

De igual forma, parte del guión curatorial de la exposición de Voces para transformar a Colombia, la gran exposición del Museo de Memoria Histórica de Colombia, muestra a la OFP como una de las historias centrales del eje cuerpo. Esta organización fue un referente porque “aquellos cuerpos que deberían estar en el espacio privado subyugadas, salen al espacio público exigiendo sus derechos- comentó Luis Carlos.- Esa presencia en el espacio público las convierte en un cuerpo diferente, que incomoda a los actores armados. Su caso está lleno de resistencia, dignidad, son mujeres que trabajan por la comunidad y por el territorio”.

 


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El CNMH en la Feria del Libro Estudiantil de Barrancabermeja “Déjame leer en paz”

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Publicado

29 Jul 2019


El CNMH en la Feria del Libro Estudiantil de Barrancabermeja “Déjame leer en paz”

El Museo de Memoria Histórica de Colombia, el equipo de iniciativas regionales y los enfoques diferenciales del CNMH estarán presentes durante la segunda versión de la feria del libro de Barrancabermeja, que tendrá lugar del 31 de julio al 2 de agosto. Bajo el eslogan “Déjame leer en paz”, la feria busca consolidarse como un espacio cultural y educativo para sus visitantes.


La segunda Feria del Libro Estudiantil “Déjame leer en paz, por favor”, es un esfuerzo colectivo promovido por los colegios El Castillo, la Escuela Normal Superior Cristo Rey y el Colegio El Rosario. Durante la jornada, que inicia el 31 de julio y finaliza el 2 de agosto, estudiantes, docentes y público general podrán participar de más de 87 actividades entre talleres, conferencias, conversatorios, planetario, presentaciones musicales, conciertos y cine foros.

El Museo de Memoria Histórica de Colombia, el equipo de iniciativas y los enfoques diferenciales del Centro Nacional de Memoria Histórica -CNMH- tendrán un espacio académico en el que expondrán trabajos, productos y metodologías con un interés centrado en las experiencias de memoria que se han dado en el municipio de Barrancabermeja y en la región del Magdalena Medio.

Históricamente, el municipio de Barrancabermeja ha acogido a víctimas que han sufrido por despojo de tierras, desplazamiento forzado, minas antipersonal, asesinatos selectivos y abusos sexuales cometidos mayoritariamente contra las mujeres. Sus voces se han hecho presentes en distintas publicaciones y procesos desarrollados por el CNMH.

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El trabajo adelantado por el Museo de Memoria Histórica de Colombia ha buscado anclarse a los esfuerzos desarrollados por las organizaciones de víctimas, que desde hace décadas trabajan por reconstruir y visibilizar sus historias de resistencia. Durante los espacios que tendrá el Museo en la feria del libro, sus participantes podrán conocer sobre prácticas educativas y culturales que se adelantan en los territorios de Colombia, así como planes de reparación que permiten hacer puentes y crear piezas para su guión museológico a través de procesos participativos, consensuados con las comunidades.

Por su parte, los enfoques diferenciales expondrán las consecuencias que la guerra ha dejado en los cuerpos de las víctimas. Por un lado, se hablarán sobre minas antipersonal y remanentes explosivos en Colombia. Por el otro, la conversación se dará alrededor de la publicación de relatos que nos confronta con la violencia sexual y las resistencias que han empleado quienes son sobrevivientes.

Para Marlon Acuña, representante de los enfoques diferenciales, ambos espacios serán una oportunidad para exponer unos trabajos que evidencian que muchas personas han adquirido una discapacidad asociada a distintas formas de violencia. Esto, sin a su vez desconocer que “hoy por hoy, hay varias organizaciones y liderazgos sociales trabajando a favor del reconocimiento de las personas con discapacidad como víctimas de la guerra”.

Si desea conocer la programación completa de esta feria puede descargarla en el siguiente enlace

Programación

Jueves 01 de agosto

Reparación simbólica en los museos
Invitados:
Luis Carlos Manjarrés, Equipo de Museología MMHC
Mónica Iza, Enlace de Reparaciones MMHC

El museo en los territorios: prácticas educativas y culturales de memoria histórica
Invitados:
Jorge Bautista, Equipo Educación MMHC
Laura Serrano, Organización Femenina Popular
Helga Natalia Bermúdez, Equipo de iniciativas de memoria CNMH


Viernes 2 de agosto

La Guerra Escondida – Minas Antipersonal y Remanentes Explosivos en Colombia
Invitado:
Marlon Acuña, Representante Enfoques Diferenciales CNMH

“Expropiar el cuerpo” – Seis historias sobre violencia sexual en el conflicto armado
Invitado:
Marlon Acuña, Representante Enfoques Diferenciales CNMH

 


Barrancabermeja, Estudiantes, Feria del libro, Magdalena Medio, Museo de Memoria de Colombia, Víctimas

Miles de voces contra la indiferencia

Noticia

Autor

Daniel Sarmiento

Fotografía

Daniel Sarmiento

Publicado

30 Jul 2019


Miles de voces contra la indiferencia

A casi tres años de firmado el acuerdo entre el Gobierno Nacional y la guerrilla de las Farc, 24 de noviembre de 2016, los ciudadanos se volvieron a tomar masivamente las calles de Bogotá, y el país, para alzar sus voces a favor de las paz, y en contra de las recurrentes violencias a líderes sociales que se desatan en lo largo y ancho del país.


Mucho se ha dicho de la indolencia de los bogotanos con las problemáticas que se libran en las zonas rurales o más apartadas del foco centralista de la capital sin embargo, el pasado 26 de julio una multitud de bogotanos salieron al centro de la ciudad en apoyo a los líderes sociales: “Defendemos la vida, no más líderes sociales asesinados”, fue una de las consignas que se escuchó durante horas bajo la brisa y el frío que no pudo opacar el calor de los ciudadanos. Hablamos con varios de ellos y esto fue lo que nos contaron en este fotoreportaje.

 

 

Juan Camilo Rodríguez, estudiante de Estudios Interdisciplinarios de Temas Latinoamericanos: “Estoy marchando porque creo que todos deberíamos mostrar más empatía con los líderes sociales, con los defensores y defensoras de los derechos humanos, que están trabajando en la regiones más olvidadas del país para que todos estemos mejor.  Hoy demostramos que los líderes sociales no están solos”.

Fabián y Dayana: “Para mí está primero la vida de cualquier persona, sin importar su pensamiento o su creencia y se hace necesario en Colombia que se proteja y se respete la vida sin importar de quién sea, tenemos que dejar de matarnos. No más violencia, no más muertes”.    

Nubia Caro, estudiante de Contaduría Pública: “Marcho para proteger la vida de los líderes sociales, son personas que apoyan y luchan por sus regiones, generando proyectos en sus pueblos, comunidades y regiones. No están solos, nosotros estamos con ellos, porque este dolor no debe continuar”.

Gabriela Sáenz, estudiante de Relaciones Internacionales: “Yo apoyo esta marcha para que pare la violencia y asesinatos contra los líderes sociales porque no están solos, cada vida cuenta y queremos hacer un llamado para que el Estado actúe. No podemos seguir siendo indiferentes ante tanta tragedia, debemos apoyar la vida de los líderes sociales, apoyemos la diferencia; por favor no seamos indiferentes con los asesinatos que están pasando en el país”.

Rosalba Álvarez: “Yo soy cristiana, católica y la vida que Dios nos ha regalado no la podemos terminar de esa manera como están haciendo con los líderes sociales, asesinando personas que están haciendo el bien. No tenemos derecho sobre la vida de nadie, es el bien más sagrado de cada persona”.   

Jaime García: “Yo marcho hoy contra esta injusticia, porque hay que cambiar el sistema, el cambio es cambiando nuestra indolencia, no podemos seguir apoyando la violencia, no más guerra, no más víctimas, queremos la paz sin muertos ni amenazas. La paz es tarea de todos, todos queremos construir un mejor país, pero sin muertos”. 

Elvira, Ilza y Ana: “Venimos a apoyar la marcha porque realmente estamos bastante confundidos con lo que está pasando en el país. ¿Por qué Colombia es tan indiferente al dolor, a la muerte, con esta situación que estamos viviendo? Nosotros necesitamos apoyar a nuestros líderes porque ellos no tienen quien los apoye. Pedimos en esta marcha que se investigue qué está pasando con estas muertes, con los líderes sociales a nivel nacional”.

Para ver más imágenes de la marcha vea nuestra cuenta de Instagram.

 


Bogotá, Líderes Sociales, Marcha, Paz

Educadores de Estados Unidos conversaron sobre memoria y reconciliación en el CNMH

Noticia

Autor

Diana Gamba

Fotografía

Diana Gamba

Publicado

31 Jul 2019


Educadores de Estados Unidos conversaron sobre memoria y reconciliación en el CNMH

El espacio sirvió para dialogar alrededor de la misionalidad y áreas de trabajo del CNMH, el proceso de Paz en Colombia y las maneras en que los ejercicios de memoria histórica pueden aportar a la dignificación de las víctimas.


En el marco del programa Fullbright – Hays, en la categoría Group Projects Abroad, educadores de diferentes escuelas de Estados Unidos y que hacen parte del proyecto “Colombia en el siglo XXI: Historia, cultura, Construcción de la Paz y Reconciliación”, visitaron el Centro Nacional de Memoria Histórica, CNMH.

Para Juan Daniel Salazar, líder del Equipo de Cooperación del CNMH, ha sido clave que quienes hacen parte de la entidad siempre han buscado generar relaciones de confianza con quienes han sobrevivido al conflicto. En su concepto, sin confianza “las víctimas no querrían compartir sus testimonios, y por ende no sería posible hacer eco de los hechos que nos han marcado como país”.

Durante el conversatorio se intercambiaron aprendizajes sobre experiencias en el aula. Stephanie Wells, docente de una escuela en Baltimore, comentó sobre los retos que implica el hablarle de paz y reconciliación a estudiantes que habitan ciudades con problemáticas de seguridad ciudadana y crimen.

En ese sentido, Salazar instó a que “los estudiantes sean contemplados como agentes activos que toman decisiones y no únicamente como alumnos reciben directrices de manera vertical”.

  • La empatía también fue señalada como otra de las maneras con la que se puede garantizar espacios seguros que reconozcan la diversidad de las comunidades. – Fotografía: Diana Gamba/CNMH

  • M’bare N’ gom, docente de Morgan State University planteó la posibilidad de establecer relaciones institucionales que puedan desembocar en futuros proyectos de colaboración entre los participantes y el CNMH. – Fotografía: Diana Gamba/CNMH

El espacio, se convirtió también en una oportunidad, tanto para explicar las tareas de cada una de las direcciones, áreas y estrategias del CNMH, como para entregar colecciones de publicaciones. Entre las áreas presentadas estuvo el Equipo de Cooperación y Alianzas Estratégicas, la Dirección de Construcción, la Estrategia de Comunicaciones, la Estrategia Nación Territorio, los Enfoques Diferenciales, la Dirección de Archivos y la Dirección del Museo de Memoria Histórica de Colombia.

A propósito de la Dirección del Museo de Memoria Histórica, Rafael Tamayo, su director, les contó a los docentes que el Museo de Memoria Histórica de Colombia deberá estar listo para el año 2021, tal y como lo exhorta la Ley 1448 o Ley de Víctimas. Esto, sin olvidar que se sigue avanzando en el desarrollo de las exposiciones en regiones, “Voces para transformar a Colombia”.

Finalmente, durante la jornada, las y los educadores conversaron con Darío Acevedo, director del Centro Nacional de Memoria Histórica. Temas como la incidencia que tiene la crisis humanitaria de Venezuela en nuestro país, y la manera en que comunidades étnicas y la naturaleza han sufrido el conflicto, fueron algunos de los puntos tratados.

 


Conflicto, Cooperación, Estados Unidos, Fullbright, Memoria, Paz, Pedagogía

El CNMH fortalece lazos con universidades del país

Noticia

Autor

David Rodríguez Murillo

Fotografía

David Rodríguez Murillo

Publicado

05 Ago 2019


El CNMH fortalece lazos con universidades del país

  • Durante los días 24, 25 y 26 de julio la ciudad de Cali fue sede del VII Seminario de Grupos Regionales de Memoria Histórica.
  • La pluralidad de las memorias reflejadas en las investigaciones desarrolladas por las universidades fue una de las grandes novedades de este encuentro.

Muchas son las historias que el conflicto armado ha dejado en Colombia durante 60 años, la reconstrucción de sus memorias, la pluralidad de sus víctimas y la diversidad de las regiones en las que este se ha desarrollado han motivado el trabajo conjunto entre el Centro Nacional de Memoria histórica (CNMH) y diferentes universidades del país.

Debido a esto, desde el 2014 el Equipo de Pedagogía del CNMH acompaña la estrategia Grupos Regionales de Memoria Histórica (GRMH), una iniciativa que busca fomentar la elaboración de investigaciones descentralizadas, acercar a las universidades de Colombia a los contextos locales y regionales, y contribuir con la consolidación de una red de académicos vinculados a procesos de distintos territorios.

Por medio de encuentros y seminarios, año tras año, los miembros de los GRMH comparten sus procesos y continúan construyendo en red. En ese propósito, el CNMH junto a las Universidad  Javeriana Cali, Icesi y Cooperativa de Cali, coordinaron el VII encuentro que el pasado 24, 25 y 26 de julio reunió a diferentes estudiantes y docentes del territorio nacional.

De la importancia de este espacioo habló Freddy Guerrero, docente de la Universidad Javeriana Cali: “Tenemos la necesidad de encontrar nuevos lenguajes. Este espacio lo agradezco porque es la posibilidad de interlocutar con aquellos que no consideramos legítimos como actores, porque las categorías no nos dejan ver los matices”.

El encuentro contó con la participación de Rafael Tamayo, director del Museo de Memoria Histórica de Colombia, quien exaltó el papel de la academia como aliada estratégica del CNMH, gracias a su rol reflexivo y a su contacto directo con las nuevas generaciones.

“La academia es una voz fundamental en los procesos de construcción social, en la que se reflexionan todos estos momentos históricos difíciles en los que estamos para que las nuevas generaciones asuman y estén atentos a esta transición”, explicó Tamayo.

La séptima versión de este encuentro tuvo como objetivo principal fortalecer la autonomía de la Red de Grupos Regionales de Memoria Histórica (GRMH) por medio de alianzas estratégicas con diferentes organizaciones e instituciones del sector.

Esto permite trabajar sobre las lecciones aprendidas y los esfuerzos existentes, como lo expresó Diana Brito, coordinadora de la Macroregión Sur Andina de la Comisión de la Verdad: “Desde la Comisión de la Verdad vamos a apalancarnos en lo que ya existe, para nosotros el CNMH es una piedra angular gracias a todo el trabajo que ha tenido en la construcción de relatos conjuntos con las universidades”.

Por su parte, algunos de los líderes y lideresas que acompañaron el evento expresaron con preocupación cómo sus territorios se están viendo afectados por el retorno de diferentes grupos armados, mostrando así la importancia de poder hablar y que sea reconocida su versión de la verdad.

Un encuentro de experiencias

Las voces de docentes, estudiantes y gestores comunitarios visibilizaron los hallazgos y avances investigativos de algunos grupos regionales que encontraron en los espacios de retroalimentación un escenario para reflexionar y debatir en torno a sus avances.

Como puntualizó Camila Fernández, estudiante investigadora de la Corporación de Estudios Sociales y Culturales de la Memoria (CESYCME), “estos espacios nos permiten construir en la diferencia, nos ayudan a reconocer otras realidades que pueden ampliar perspectivas propias sobre la acción cotidiana en clave de memorias transformadoras y creativas”.

Esas experiencias compartidas por los GRMH muestran la apuesta de las universidades del país, por hacer de la memoria una fuerza de cambio, que en la Amazonia ha permitido romper el silencio; en Bolívar, ha conectado los saberes y luchas campesinas con la ciudad; y en el Cauca, ha gestado un laboratorio de intercambio de saberes y artes entre jóvenes provenientes de distintas culturas.

La reconstrucción de memorias con miembros de la Fuerza Pública, líderes estudiantiles, comunidades campesinas y empresarios, son solo algunos de los retos investigativos que reflejan la pluralidad de las memorias en las que están trabajando las universidades  desde las regiones.

Así lo comentó María Andrea Rocha, líder de la Estrategia de Pedagogía del CNMH, al finalizar el seminario: “este encuentro de los GRMH mostró un grupo de académicos comprometidos con el esclarecimiento histórico de lo que ha sucedido en el marco del conflicto armado y con la dignificación de las víctimas”.

Añadió Rocha, que “las investigaciones son cada vez más diversas y visibilizan diferentes apuestas y preguntas de investigación que generan un espacio de reflexión y debate muy enriquecedor, que permite fortalecer la comprensión de nuestro pasado reciente y presente de forma plural y democrática”.

 


Líderes Sociales, Memoria Histórica, Regiones, Universidades

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