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27 de agosto 2021

• Más de 200 víctimas y 150 representantes de entidades públicas y privadas aportarán a la construcción del Museo.
• Serán ocho mesas entre Valledupar, Arauca, Quibdó y Pasto, y una más con población exiliada.

Este 20 de agosto, en Valledupar, se inauguraron las mesas de diálogo regionales del Museo de Memoria de Colombia. Con la presencia de más de 40 representantes de organizaciones de víctimas de Atlántico, Córdoba, Bolívar, La Guajira, Sucre, Cesar, San Andrés y Magdalena empezó esta estrategia de participación que en los próximos meses recorrerá el país para recoger aportes de diversos sectores para la construcción social del Museo.

Entre agosto y octubre se desarrollarán nueve mesas: dos en Valledupar, dos en Arauca, dos en Quibdó, dos en Pasto y una virtual con víctimas exiliadas. Se espera que en total asistan más de 200 víctimas y 150 personas de otros sectores afines a la memoria histórica. Todos ellos, con la mediación del equipo técnico del CNMH, dialogarán sobre las políticas de exposiciones, educación y colecciones, y sobre las estrategias de participación y atención psicosocial del Museo.

Luego del piloto de mesas de diálogo virtuales que se hizo a finales de 2020, que tuvo 21 sesiones en las que participaron más de 100 personas de 49 organizaciones, el equipo del Centro Nacional de Memoria Histórica atendió la necesidad de escuchar a otros actores regionales y construir con ellos el Museo. Los protagonistas de las mesas de 2021 serán las víctimas, pero también participarán representantes de entidades públicas y privadas de cada región.

Odorico Guerra, coordinador de la Mesa Departamental de Víctimas del Magdalena, y uno de los participantes en Valledupar, dijo que “es muy importante que las víctimas participen porque los museos mantienen la memoria viva, y el Museo de Memoria debe poder recopilar toda esa memoria que identifica el conflicto desde cada una de las regiones de Colombia”.

“Estas mesas permiten acercarnos al territorio después de varios meses de priorizar la virtualidad. Estamos llegando a regiones que habían tenido poca presencia del proyecto del Museo”, dijo Laura Montoya Vélez, directora técnica de la Dirección del Museo de Memoria, y agregó que “trabajamos la convocatoria principalmente con las mesas de víctimas, para asegurar la pluralidad de enfoques, de municipios, de hechos victimizantes”.

Los aportes que se recojan en las mesas serán insumos fundamentales para la construcción de los documentos del plan museológico de la nueva entidad, que abrirá sus puertas en Bogotá en 2022. El Museo de Memoria, por mandato y convicción, será una construcción colectiva que involucrará a la mayor cantidad de personas posibles. “Esta es una oportunidad para el Museo de pilotear su estrategia de diálogo social y participación, y hacer un proceso más cocreativo con las víctimas y las entidades territoriales”, concluyó Laura Montoya.