La Maleta de Memorias Étnicas del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) comenzó un nuevo viaje. Esta herramienta pedagógica —que contó con una primera versión en 2017—, liderada por el equipo del Enfoque Étnico del CNMH para compartir las experiencias en construcción de memoria del pueblo Wiwa (Sierra Nevada de Santa Marta), cuatro pueblos indígenas de La Chorrera (Amazonas) y las comunidades afrodescendientes de Bojayá (Chocó) y Barú (Bolívar), ya hizo las primeras paradas de su nueva travesía en 10 municipios antioqueños de las subregiones Norte y Bajo Cauca.
Multiplicadores locales de la memoria de estos territorios llevaron a sus comunidades los informes y cartillas contenidos en la maleta con el fin de promover diálogos acerca de la importancia de construir memorias con enfoque diferencial en las comunidades de Ituango, Briceño, Yarumal, Cáceres, Nechí, Zaragoza, El Bagre, Tarazá, Gómez Plata y Santa Rosa de Osos. Con esta estrategia pedagógica, las comunidades étnicas han reconocido sus historias atravesadas por el conflicto armado en las de otros pueblos que ven como pares.
El enfoque diferencial hace visibles las diferencias en la afectación del conflicto armado en el país y sus factores subyacentes sobre comunidades que preservan prácticas culturales propias y un modelo de vida fundamentado en la relación con su territorio. La Maleta de Memorias Étnicas brinda un punto de abordaje en los procesos de memoria, a partir de la valoración de las condiciones especiales de comunidades indígenas, afrocolombianas y campesinas, amenazadas en la actualidad por el riesgo del exterminio físico y cultural.
Los contenidos de la maleta
La Maleta de Memorias Étnicas contiene los informes Ruama Shama: desde el corazón y el pensamiento del pueblo Wiwa, que describe las afectaciones del conflicto armado al territorio de esta comunidad de la Sierra Nevada de Santa Marta; Sobrevivientes victoriosos: Amanecer de la palabra de los hijos e hijas del tabaco, la coca y la yuca dulce, sobre la barbarie de la cauchería en la Amazonía, y Barú: los conflictos de la paz, acerca del despojo que ha sufrido esta comunidad, fundada después abolición de la esclavitud en Colombia.
Este ‘equipaje’ contiene también la cartilla Un pueblo que canta, que explora los alabaos y cantos funerarios de las comunidades negras del Pacífico como dispositivo de memoria, sanación y denuncia; y los documentales Voces desde el círculo de la palabra, proceso de memoria del pueblo Bora, de La Chorrera, y Las Musas de Pogue, sobre la reconfiguración de la relación ritual entre vivos y muertos en la comunidad de Bojayá tras la masacre del 2 de mayo de 2002.
Además de estos productos de memoria histórica, la maleta incluye un documento que aporta lineamientos conceptuales y metodológicos para el trabajo de memoria con pueblos étnicos, así como una cartilla de Ruta Pedagógica para la activación de esta herramienta. La propuesta hace posibles ejercicios de memoria histórica locales, desde un enfoque de derechos humanos y de acción sin daño, que reconozca la afectación diferenciada del conflicto armado en pueblos indígenas y afrodescendientes.
Todos estos documentos se pueden consultar, a modo de mapa, en https://centrodememoriahistorica.gov.co/micrositios/comunidades-etnicas/maleta.html
A finales de 2020 se realizaron los talleres virtuales dedicados a la reflexión sobre la afectación del conflicto armado en las comunidades y a la formación de facilitadores locales para el conocimiento y la reflexión sobre la historia del país durante el conflicto armado reciente y la construcción de memoria. La disposición del material en las bibliotecas y en manos de diferentes actores del proceso educativo en las comunidades incluyó la mediación para su conocimiento y apropiación.
Una nueva edición, una nueva ruta
La Maleta de Memorias Étnicas cuenta con el apoyo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) desde su primera versión en 2017. Esas primeras maletas se entregaron a las comunidades autoras de los contenidos y a representantes de pueblos indígenas y afrodescendientes en diversos escenarios de socialización, así como a diferentes universidades del país. Los contenidos e impresión se lograron, además, gracias al Programa de Fortalecimiento Institucional para las Víctimas y la Organización Internacional de las Migraciones (OIM).
En esta nueva edición, el aporte de USAID se materializó a través del Programa Colombia Transforma, que acompaña la implementación del Acuerdo de Paz con la antigua guerrilla de las Farc.
El Enfoque Étnico entregó 100 de estas nuevas maletas a líderes comunitarios, instituciones educativas, bibliotecas públicas y organizaciones sociales en los municipios incluidos en el proyecto Rincones para la memoria, del Centro Nacional de Memoria Histórica.
A pesar del temor presente en municipios que luego de la priorización para la implementación de los acuerdos de paz han visto recrudecimiento de la violencia, como Ituango, en el Norte, y la mayor parte del Bajo Cauca, líderes campesinos y de otras comunidades han encontrado que es necesario hablar de procesos de sanación y reconocimiento de las afectaciones que ha sufrido su territorio.