¿Qué huellas dejó la experiencia del secuestro en estas tres personas? ¿De dónde sacaron ellos la fuerza para seguir viviendo? ¿Cómo resistieron las humillaciones? ¿Cómo rehicieron sus vidas? ¿Quiénes son ellos hoy en día?
Las crónicas que se recogen en esta publicación responden a estas preguntas para ofrecer un mosaico de historias, construidas a partir de testimonios de tres empresarios de Cundinamarca, que permiten comprender cómo un secuestro marca muchas vidas: la de la víctima directa pero también la de sus familiares y amigos implicados en una negociación a todas luces perversa. Se trata nada más ni nada menos que ponerle precio a la vida de un ser querido transformado en mercancía.
De todo este conjunto de voces surge sin duda una impugnación a los discursos usados por los responsables para justificar una práctica tan denigrante como ésta. Estas memorias corren el velo y permiten trazar una línea roja ante aquellas conductas que no pueden volver a suceder porque degradan no solo a la víctima sino también a los perpetradores y a la sociedad en general.