Cali conmemora 23 años del secuestro de los diputados de la Asamblea Departamental del Valle del Cauca: un hecho que marcó la memoria colectiva del país

 

Cali, 11 de abril de 2025 - En un acto cargado de simbolismo y memoria, el equipo territorial suroccidente del Centro Nacional de Memoria Histórica acompañó la conmemoración de los 23 años del secuestro de los 12 diputados de la Asamblea Departamental del Valle del Cauca, ocurrido el 11 de abril de 2002, cuando las FARC-EP se tomaron el edificio de la asamblea departamental en pleno centro de Cali. 

 

 

La jornada conmemorativa se desarrolló en horas de la mañana, en el marco de una sesión plenaria de la asamblea departamental, en el mismo edificio donde ocurrieron los hechos, resignificando este espacio como lugar de memoria viva y de reflexión colectiva. Periodistas, familiares de las víctimas, representantes de distintas organizaciones y entidades públicas comprometidas con la verdad, la memoria y la reconciliación, acompañaron la jornada. 

Uno de los actos simbólicos fue liderado por la Fundación In Memoriam 11 Diputados, una organización que está conformada por los hijos e hijas de los diputados víctimas y que cuenta con distintos proyectos a nivel local, departamental y nacional en torno a la memoria histórica sobre este hecho. En un gesto de homenaje y compromiso con las acciones para la no repetición, los miembros de la fundación pintaron la intersección de la carrera novena con calle octava con palabras como: «Respeto», «Paz», «Reconciliación», «Vida», «Memoria» y «Caso Asamblea del Valle». De esta manera buscan, como cada año, que los ciudadanos que transiten cerca a este lugar recuerden lo sucedido en Cali en el marco del conflicto armado. 

 

 

La ceremonia, además, incluyó una calle de honor, un minuto de silencio y una ofrenda floral por parte de la Policía Metropolitana de Cali, en honor al subintendente Carlos Alberto Cendales, asesinado el día de la toma mientras custodiaba el edificio. La hermana del subintendente, Luz Marina Cendales, hizo parte de este acto, enseñando a todos los asistentes de la ceremonia una foto del uniformado. Además, cabe destacar que ella escribió Un sueño para morir, un texto que realizó en homenaje a su hermano y que llevó hasta La Habana para dárselo a Pablo Catatumbo.

 

 

Por otra parte, la jornada contó con palabras de los representantes de la Asamblea Departamental del Valle, la Alcaldía de Cali, la Gobernación del Valle del Cauca, la Policía Metropolitana y la Misión de Verificación de la ONU en Colombia, luego de una invocación religiosa a cargo de la Arquidiócesis de Cali. En cada intervención, se destacó la importancia de construir un futuro de paz, verdad, dignidad y justicia en el departamento. Asimismo, se recordaron las palabras de Juan Carlos Narváez durante su cautiverio: «Ni la humillación, ni las cadenas, ni el maltrato han sembrado en mí rencor ni venganza. Soy de la casta de líderes honestos, valientes y dignos que construirán una patria en paz». 

 

A propósito de este diputado, quien fungía como presidente de la Asamblea en el momento del secuestro, Daniela Narváez, su hija, dedicó unas palabras de aliento y realizó una invitación a los asistentes a participar el 18 de junio en la conmemoración del asesinato de los diputados. Este evento se realizará en Tuluá, en el marco de la ruta conmemorativa que se lleva a cabo todos los años en los distintos municipios del Valle del Cauca donde vivieron y tuvieron incidencia política cada uno de ellos.

 

Por su parte, Sigifredo López, único sobreviviente del secuestro, reiteró frente a los asistentes lo siguiente: «Recuerden que Cali es la ciudad con mayor recepción de víctimas. La mejor forma de honrar a mis compañeros es que todos contribuyamos con nuestro ejemplo a construir un Valle del Cauca en paz». 

 

Al finalizar, en el recinto se encendieron once velas blancas que representaban a los 11 diputados del Valle, tres amarillas que representaban al subintendente de la Policía Carlos Alberto Cendales, al conductor Walter López y al camarógrafo Héctor Sandoval, y una verde que representaba la esperanza de vivir en un país en paz. En palabras de las familias de los homenajeados: «Una esperanza que siempre está encendida, latente, y nunca debe morir».

 

 

Por último, ese mismo día, el canal regional Telepacífico realizó una emisión especial de la serie documental Somos más que once, una reconstrucción detallada de los hechos ocurridos el 11 de abril de 2002, elaborada por el Centro Nacional de Memoria Histórica como parte de la dignificación de las víctimas de la Asamblea del Valle.

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