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Mujeres en Resistencia, diez rostros de la UP

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Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

04 Mar 2016


Mujeres en Resistencia, diez rostros de la UP

Uno de los hechos más graves para la historia del conflicto en Colombia es el exterminio que sufrió el partido Unión Patriótica según la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Entre 1985 y 1993 fueron asesinados 1.163 integrantes y desaparecidos otros 123, la mayoría eran hombres. El Centro Nacional de Memoria Histórica está preparando un informe nacional sobre este episodio.


Por esta razón, las mujeres, que siempre estuvieron en la base del partido, tanto como militantes, como en cargos de gran representatividad, comenzaron a adquirir la responsabilidad de continuar el legado de la UP en medio de la guerra. Y ahora que es posible terminar el conflicto armado estas mujeres tienen mucho que contar.

Por eso, el martes 8 de marzo, día internacional de la mujer, el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y la Escuela de Estudios de Género de la Universidad Nacional de Colombia, invitan al lanzamiento del libro Mujeres en Resistencia de Vilma Penagos, el cual se llevará a cabo en el salón Oval del edificio de postgrados de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional, en Bogotá.

Este libro relata la historia de vida de 10 mujeres líderes de la UP que desempeñaron un papel muy importante en el proyecto político del partido, en sus manifestaciones de resistencia; y que en la actualidad continúan con su lucha política. Ellas son Ana Carlina Bohorquez, Ana Elsa Rojas, Anita Castellanos, Esneida López, María Ruth Sanabria, María Helena Aguirre, Orceny Montañez Muñoz, Patricia Ariza Flórez y María Josefa Serna.

La cita será a las 6:00 p.m. con ellas, protagonistas de este proyecto, y la autora del libro. La presentación contará con las intervenciones de Vilma Penagos, su autora; Nancy Prada del enfoque de género del CNMH; Rommel Rojas de OIM y Maria Josefa Serna, lideresa de la UP y participante del proceso de memoria histórica. Al final de la jornada se entregará el libro entre los asistentes.

Publicado en Noticias CNMH


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Iniciativas de memoria, apuestas por el fin del conflicto

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Autor

Carolina Moreno

Fotografía

Carolina Moreno

Publicado

07 Mar 2016


Iniciativas de memoria, apuestas por el fin del conflicto

Es el nombre que recibe un documental que recoge las memorias de las masacres ocurridas en las fincas bananeras de Osaka y Cuna del municipio de Carepa, en el Urabá antioqueño. Una pieza audiovisual en clave de resistencia de los sobrevivientes y las familias de las víctimas en esta región de Colombia.


¿Qué son las Iniciativas de Memoria Histórica (IMH)?

“Las iniciativas de memoria reúnen lo que en mi concepto, es la definición más clara de memoria histórica. Nadie puede olvidar las violaciones a los derechos humanos que ha sufrido en la vida. Pero memoria, más que no olvidar una experiencia, significa la elaboración de esa experiencia, lo que tú haces con lo que te han hecho en la vida. En ese sentido, lo que llamamos las iniciativas (como procesos colectivos en el tiempo) y las acciones (de carácter puntual) que realizan organizaciones sociales, organizaciones de víctimas, o individuos en sus territorios para reconstruir su memoria y sus experiencias, para expresar por medio del arte o de prácticas culturales, son en el fondo la base fundamental por la cual existe en Colombia instituciones y políticas destinadas a preservar la memoria histórica”.

 Trabajador de la finca bananera Zulemar en el municipio de Carepa.

 

¿Cómo se vinculan las Iniciativas de memoria histórica a la construcción de paz en Colombia? 

“En las diferentes regiones del país, la elaboración de hechos victimizantes y la expresión de memoria necesariamente pasa por alcanzar los derechos que fueron arrebatados, y que le son inherentes a las comunidades y organizaciones, y en ese sentido la expresión de la memoria se opone a la continuidad del conflicto: la memoria exige que haya democracia, que haya verdad, que haya reparación. De ahí que cada iniciativa de memoria esté relacionada a las necesidades específicas de cada territorio, y en ese sentido, que sean apuestas para la construcción de paz territorial, frente a las amenazas que el conflicto y la violencia puedan generar”.

¿Cómo apoya el Centro Nacional de Memoria Histórica a las iniciativas de memoria?

“El Centro Nacional de Memoria Histórica ha asumido la misión de apoyarlas. Eso está reconocido y soportado jurídicamente tanto en la Ley de Víctimas como en el decreto regulatorio del CNMH, y así lo ha venido haciendo el Centro a lo largo de su existencia. El apoyo del CNMH se venía dando de acuerdo con las demandas de las iniciativas, pero en el último año hemos llegado a la conclusión de que es necesario que haya un grupo dedicado exclusivamente a brindar ese apoyo, que integre esas diferentes perspectivas, porque las iniciativas de memoria son integrales, multidisciplinarias, interexpresivas, si se quiere. Así que la creación del grupo de Apoyo a Iniciativas y Acciones de Memoria Histórica tiene que ver con un proceso de organización interna del Centro para dar un salto en ese apoyo a las iniciativas de memoria”.

¿Cuáles son las principales apuestas del grupo para 2016?

“Este año tenemos varias apuestas estratégicas: la primera es poder tener presencia en más territorios de la que habíamos tenido antes, a través de convenios subregiones para apoyar y acompañar diversas iniciativas de memoria. En segundo lugar, nos interesa posicionar el apoyo social a las iniciativas de memoria, eso significa comprender que el apoyo no se agota en acompañarla y ayudarla económicamente para que se generen productos, sino también intentar vincular diferentes alianzas y procesos para que los resultados puedan apropiarse socialmente, difundirse, y ser transformadores de realidades. En tercer lugar nos interesa trabajar fuertemente componentes que están en deuda en estos momentos, procesos que tienen que terminar de desarrollarse, como la red virtual de iniciativas de memoria, que viene trabajándose hace bastante tiempo y que necesitamos que entre en funcionamiento y se consolide”.

¿Qué ocurrirá con las IMH una vez firmados los acuerdos de paz?

“Es muy  importante que  se comprenda que las iniciativas de memoria no son simplemente ejercicios temporales, sino que son sobre todo procesos de organización y reorganización social que van a ser muy fundamentales a la hora de construir paz en los territorios basados en la experiencia, en las lecciones que nos han dejado tantas historia de violencia y de violaciones a los derechos humanos. Así que el primer reto de muchas iniciativas es y será básicamente su consolidación.

Existir, para lo cual nosotros trabajamos, pero el reto más especial tiene que ver con cómo las iniciativas ganan autonomía y sostenibilidad, dos elementos que son interdependientes. Hay iniciativas que depende de la voluntad de los gobiernos de turno o de la cooperación internacional, sin que haya existido una política que les genere esa sostenibilidad. Esperamos aportar elementos a la discusión sobre la política de sostenibilidad de la memoria, que se abrirá con la firma de los acuerdos de paz”.

Ver proyectos destacados del trabajo del CNMH con Iniciativas de Memoria.

Publicado en Noticias CNMH


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Resistencias y memoria en Buenaventura

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Autor

Alexandra Gómez

Fotografía

María Luisa Moreno

Publicado

07 Jul 2016


Resistencias y memoria en Buenaventura

Durante el 9 y 10 de junio, ongs, organizaciones de la sociedad civil, investigadores, líderes afros y centros de pensamiento se reunieron en la Universidad del Pacifico en Buenaventura en el Foro -Taller Regional de Herramientas para la Paz: Desarraigo, resistencias y memorias en Buenaventura en el contexto de las transiciones.


Desde la perspectiva de la paz territorial planteada en la mesa de conversaciones de La Habana, Buenaventura supone varios desafíos que se evidenciaron en el foro- taller regional, como: hacer compatible los acuerdos con la administración propia de los territorios étnicos, generar políticas gubernamentales no racializadas, reafirmar el territorio como forma de vida en la mediación entre los proyectos económicos a gran escala, el fortalecimiento de las entidades públicas como garantes de derechos, y la memoria histórica en búsqueda de la verdad y la no repetición.   

Hamigton Valencia del Proceso de Comunidades Negras (PCN) sostiene que “entre el año 2000 y 2004 sucedieron las masacres más horrorosas que aún perviven en el subconsciente colectivo. Estas atormentan la mente y el espíritu de nuestra gente, masacres como la del Naya, las dos del Lleras, la de las Palmas, la de Punta del Este, entre otras que se dieron por una fuerte disputa territorial.

El conflicto armado ha significado un proceso de vaciamiento demográfico para facilitar la apropiación  e instalación de los macroproyectos que acompaña la profundización del modelo económico de enclave portuario en Buenaventura, entre algunos: la Terminal de contenedores, el proyecto Arquímedes, la construcción de la acuapista para el Pacifico. La respuesta a la crisis en Buenaventura desde el gobierno central ha sido de carácter militar, muy a pesar que la Defensoría del Pueblo, a través de alertas tempranas, acciones de seguimiento ha insistido en una respuesta integral que permita atender las situaciones críticas de la población”.

En el primer panel del foro-taller participaron varias iniciativas de memoria como la Capilla de la Memoria donde “las mujeres se encuentran a recodar y reconstruir los hechos del pasado para recuperar la dignidad y resignificar la vida individual y colectiva, ellas se reúnen ante un dolor común. Las mujeres en el Pacífico han hecho una propuesta de reparación simbólica a través de la construcción de relatos, el uso de fotografías de familiares, el arte y actos conmemorativos públicos, visibilizando sus realidades, y dan un punto de referencia al Estado para la garantía del derecho a la verdad”,  expresó  Mery Medina de Fundescodes quien acompaña esté proceso.

Florencia Arrechea, una de las impulsoras de la Capilla de la Memoria cuenta que “somos de allá de donde sube la marea y algunos vivimos en casa de palafitos, a mí me desaparecieron un sobrino el 4 de noviembre de 2003 en el barrio Lleras y comenzamos a reunirnos a orar, para nunca olvidar, y después fuimos llevando cositas. Con mi sobrino yo era alcahueta, él llegaba de trabajar y le gustaba que le sirviera la comida en una ollita la cual está en la Capilla de la Memoria con la cucharita con la que él comía. En estos momento tenemos 165 fotografías de nuestros desaparecidos y muertos”.

 

 

Fotografía por Alexandra Gómez.

 

El informe del CNMH Buenaventura: un puerto sin comunidad referencia que, conforme a los procesos organizativos afro y la construcción de comunidades emocionales —impulsadas por mujeres, jóvenes, laicos y organizaciones de base— ha sido posible sobrevivir en el territorio desde formas creativas, colectivas y de resistencia al conflicto armado.

“En el Pacífico esta memoria de lucha y resistencia, de creatividad artística y cultural ha mostrado la compleja realidad que viven estas comunidades ancestrales, por ejemplo la Escuela de Poetas de la Gloria han usado la poesía como un leguaje polifónico en esta memoria dolorosa, lejana y cercana. Las narraciones de esa poesía no son un pálido reflejo de la realidad que se vive si no han ayudado a ver esta realidad y entenderla de una manera profunda desde las entrañas de la comunidad y del Pacifico”, argumentó Edson Louidor del Instituto Pensar en su ponencia sobre el desarraigo.

El primer día cerró con la presentación de la obra de teatro Tocando la Marea  del proceso de pedagogización del informe del Centro Nacional de Memoria Histórica en Buenaventura. Al segundo día de la jornada se realizaron dos mesas de discusión en torno a los retos y posibilidades del desarraigo, la memoria histórica, las resistencias y la construcción de paz. En plenaria Marcos Oyaga de Codhes resaltó sobre Tocando la Marea que es “un ejercicio de memoria viva que permite dar cuenta de lo que ha pasado pero desde una perspectiva de futuro, donde están las abuelas, los jóvenes. A pesar de ser una obra del conflicto al final es muy esperanzador”.

En el período de transición de los acuerdos de paz, dice Helmer Quiñones —relator de las mesas de trabajo— que “la memoria va tener un papel trascendental en reconstruir lo qué paso, y por qué pasó, qué permitió que todo esto sucediera. Creo que nosotros como pueblo afrodescendiente debemos llegar a una reflexión muy profunda. Con el reto de la construcción dinámica de la memoria, pasará por entender esta historia de pasados trágicos para la no repetición”.   

 


Buenaventura, Memoria, Resistencia

En los territorios se gesta la paz

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Autor

Juan Arrendondo

Fotografía

Juan Arrendondo

Publicado

07 Mar 2016


En los territorios se gesta la paz

El pasado 29 de febrero la oficina del Alto Comisionado para la Paz organizó la conferencia internacional Los retos de la paz territorial. La discusión, que se dio casi cuatro años después de iniciado el proceso de paz, abrió grandes interrogantes por los diferentes obstáculos que se deberán superar en el camino de la construcción de una paz estable y duradera.


Cuando apenas empezaba a nacer el proceso de paz con las Farc, las partes plantearon dos grandes pilares que guiarían las negociaciones. Por un lado, se estableció que las víctimas estarían en el centro del proceso. Y, por otro lado, se dijo que la paz debía ser construida desde los territorios, dejando atrás el centralismo institucional que predomina en Colombia.

El tema de las víctimas es uno de los puntos establecidos en el Acuerdo General para la terminación del conflicto. De hecho, fue el último punto en ser acordado en la mesa de negociaciones, el 15 de diciembre de 2015. La paz territorial, sin embargo, es pensada de forma que sea un eje transversal, abordada en cada uno de los momentos del acuerdo.  

¿Por qué hablar desde los territorios?

Las divisiones y la lejanía entre “el centro” y “la periferia” son, para muchos estudiosos, una de las causas principales de varios conflictos armados internos en el mundo. Colombia no es la excepción. Según James Robinson, uno de los invitados al foro, coautor del libro Por qué fracasan los países, la violencia se engendra más fácilmente en la periferia, que es donde coexisten fenómenos de pobreza, desigualdad e instituciones estatales débiles o ausentes.

En Colombia los lugares donde más se ha vivido el conflicto es en la periferia. Esto, según Robinson, con el agravante del elemento de codicia que tiene la guerra colombiana. Es decir, hay factores de economía ilegal que empeoran las condiciones de seguridad en las regiones, y que conforman el caldo de cultivo perfecto para el fortalecimiento de grupos armados ilegales.

Es por esta razón que para ninguno de los representantes del gobierno presentes en la conferencia, Rafael Pardo, ministro Consejero para el Postconflicto, Humberto de la Calle, jefe negociador en La Habana, y el alto Comisionado para la Paz, Sergio Jaramillo, se ponía en duda la importancia de dar la discusión de lo que significa la paz territorial y plantear los retos que seguramente tendrá a la hora de ser implementada.

Los tres coincidieron en que es necesario que las políticas del posconflicto se planteen desde los territorios, un modelo Bottom-up, de abajo hacia arriba, de forma que sean validados por el Estado, pero que respondan a las necesidades particulares de la región. Además, recalcaron la importancia de ir más allá de una pacificación de la geografía nacional. Lo fundamental será garantizar las condiciones para que, en la periferia, las condiciones de vida de las personas sean tales, que se reduzca al mínimo la posibilidad de la emergencia de nuevas formas de violencia o la continuidad de las ya existentes.

 

¿A qué se enfrenta la paz territorial?

Todo lo anterior, en teoría, suena muy bien pero hay dos tipos de dificultades: respecto al alcance administrativo del Estado, y respecto a la voluntad y capacidad de participación de las regiones en el posconflicto.

El primero, y quizá el más evidente, fue planteado por varios de los invitados a la conferencia, entre ellos el senador Antonio Navarro, el director de Planeación Nacional, Simón Gaviria, y el mismo Ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas. El Estado no tiene la capacidad económica para asumir, de tajo, todos los retos que acarrea la puesta en marcha de lo que se acuerde en La Habana; eso es un hecho.

Habrá, entonces, que hacer una reestructuración de muchas de las funciones y la operatividad del Estado. Esto implica un fortalecimiento de las instituciones en las que abundan lógicas de corrupción que entorpecerían los procesos. Para James Robinson,  tanto el problema como la solución no serán de carácter técnico. Más allá del dinero o de la forma de distribuirlo, habrá que resolver las deficiencias institucionales, como el centralismo, la poca trascendencia que tienen los mecanismos de participación y la falta de legitimidad que tienen las instituciones estatales en muchas de las regiones periféricas.

El segundo gran reto que enfrentará la paz territorial tiene que ver, precisamente, con lo anterior. Las personas, acostumbradas a vivir a merced de un Estado débil, lejano o incluso ausente, no ven la cultura de la participación como algo intuitivo. Esto, según, Vijayendra Rao del Banco Mundial, otro de los invitados internacionales, es fundamental en los modelos Bottom-up. Si se espera que las iniciativas políticas surjan desde las regiones, es necesario que existan mecanismos de participación, pero sobre todo que la gente acuda a ellos para expresar sus necesidades y para hacer seguimiento de la aplicación de las políticas públicas que los afectan.

Aunque Colombia avanzó mucho en este sentido con la Constitución Política de 1991, hace falta un gran trabajo de construcción de confianza por parte de la ciudadanía, sobre todo de la de los territorios que han sufrido más de cerca la guerra. Es decir, las víctimas, como en todo, tendrán que seguir siendo el centro, y se tendrá que priorizar todo lo que tenga que ver con ellas en las regiones vulnerables si se quiere que el proceso de paz no se quede en el papel sino que tenga una aplicación eficaz y real en el territorio nacional.

El Centro Nacional de Memoria Histórica también tiene dentro de sus pilares institucionales la construcción de la memoria desde los territorios. Cada uno de sus proyectos busca apoyar, visibilizar y acoger las propuestas de las iniciativas regionales de memoria, los lugares de memoria que las comunidades han construido, y la labor que las diferentes organizaciones realizan en pro de la construcción de la paz territorial por medio de la memoria histórica.

Publicado en Noticias CNMH


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Paz

Mujeres que hacen historia

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Autor

María Paula Durán

Fotografía

María Paula Durán

Publicado

08 Mar 2016


Mujeres que hacen historia

Hoy, 8 de marzo, día en que muchos vociferan con orgullo: “feliz día de la mujer”, recordamos el informe que lideró María Emma Wills —la única mujer entre 12 intelectuales que hizo parte de la pasada Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas— dentro del Grupo de Memoria Histórica, “Mujeres que hacen historia. Tierra, cuerpo y política en el Caribe colombiano”, que recibió una mención honorífica en el Premio Montserrat Ordoñez en la sección LASA Colombia 2012.


Un libro que “reconstruye la trayectoria de cuatro mujeres que hilan sentidos de vida luego de afrontar el asesinato de seres queridos o la violencia ejercida por ‘manos amigas’ o por integrantes de grupos armados sobre sus propios cuerpos”. No se habla de un día en especial, se hace énfasis a sus luchas diarias en medio del conflicto armado y una sociedad gobernada en su mayoría por hombres. Esas mujeres que hacen historia son María Zabala, Yolanda Izquierdo, Magola Gómez y Margarita, todas víctimas del conflicto armado. Según la Unidad de Víctimas de 7.640.180 víctimas del conflicto armado 3.791.651 son mujeres.

http://www.centrodememoriahistorica.gov.co/informes/informes-2011/mujeres-que-hacen-historia 

Reproducimos una canción inédita plasmada en este informe, de la cantautora Piedad Julio Ruiz, una mujer que afronta la adversidad no sólo con su trabajo sino a través de la música, que refleja la vivencia de las mujeres en medio del conflicto armado.

“Me afectó la guerra”

Canción inédita de Piedad Julio Ruiz

I

Por efecto de la guerra hoy quedé sin ningún lugar

Deambulando por las calles y mis hijos sin papá.

No queremos más violencia. Esto debe acabar.

Colombia se está desangrando. No resiste un muerto más.

II

Muere el pobre. Muere el rico. El guerrillero. El militar.

Siendo todos colombianos No se deben de matar (bis).

III

Pobrecitas las mamás

Que tienen a su hijo en la guerra.

Con angustia y con dolor Esperan a que su hijo vuelva.

IV

Somos bastantes las mujeres

Afectadas por la guerra.

Lucharemos muy unidas

Para así acabar con ella.

Publicado en Noticias CNMH


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Historia

El resurgir de San Carlos

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

Jesús Abad Colorado

Publicado

07 Jul 2016


El resurgir de San Carlos

El Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), a través de su Agenda Conmemorativa, apoyará a la comunidad de San Carlos en un acto simbólico que se llevará a cabo el 9 y 10 de julio. Este evento público es organizado por miembros de la comunidad con la colaboración del CNMH.


A comienzos del siglo XXI, San Carlos era un pueblo fantasma. En este municipio del Oriente antioqueño, el Centro Nacional de Memoria Histórica registró el abandono total o parcial de 54 de sus 74 veredas. En el periodo más crítico del éxodo, pasó de tener 25.000 habitantes a solo 5.000. (Informe, San Carlos. Memorias del éxodo en la guerra)  

Sus pobladores padecieron de manera sucesiva o simultánea la presencia destructora de guerrillas, paramilitares y hasta de miembros de la fuerza pública, que actuaban a veces con pasiva complicidad, y en otras con no disimulada intervención del lado de fuerzas contrainsurgentes. San Carlos representa el drama continuo de cientos de localidades del país convertidas por los actores armados en zonas de disputa, o territorios de guerra.

Debe recalcarse que según el Registro Único de Víctimas (RUV), en el caso de desaparición forzada, en San Carlos se reconocen a 700 personas, directas e indirectas; en minas antipersonal a 128, y en desplazamiento forzado a 35.151, lo que ubica a este territorio del país con uno de los índices más altos de violencia a raíz del conflicto armado. A todo esto hay que sumarle lo que ha ocurrido a causa de otras modalidades delictivas como amenazas, extorsiones, confinamiento, homicidios, reclutamiento forzoso, masacres, violencia sexual y secuestros. Es así como el municipio de San Carlos ha condensado la historia del horror del conflicto armado en este país.

En cuanto a la persistencia del fenómeno, la base de datos de conflicto armado procesada por el CNMH permiten registrar la ocurrencia de 33 masacres entre 1988 y 2010, 32 de las cuales fueron perpetradas entre 1998 y 2005. 219 personas, 194 hombres y 25 mujeres fueron las víctimas fatales de las masacres. 

Los paramilitares fueron responsables de 23 masacres con 156 víctimas fatales, la guerrilla de las Farc de 6 masacres con 42 víctimas fatales y grupos armados no identificados de 4 masacres con 21 víctimas. Las 23 masacres paramilitares fueron perpetradas entre 1998 y 2002, mientras que la totalidad de las masacres realizadas por la guerrilla ocurrieron entre 2001 y 2004. En este sentido, el 10 de julio de 2004, diez integrantes del Frente Noveno de las Farc ingresaron al corregimiento de Samaná en el municipio de San Carlos, retuvieron a todos los pobladores y asesinaron a siete de ellos en una casa abandonada del pueblo. Las víctimas y sus familias eran personas desplazadas que habían regresaron a sus tierras tres meses antes de la masacre. 

Por eso las organizaciones sociales han realizado año tras año conmemoraciones en el territorio para reivindicar la memoria de sus familiares y acontecimientos que marcaron la vivencia de miles de personas de esta zona del país. 

Desde el proyecto de Agenda Conmemorativa del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) se apoyarán las acciones que realizarán el día 9 y 10 de julio de 2016 en el municipio de San Carlos Antioquia. En la actualidad en esta región del país se han consolidado los movimientos de resistencia, y el retorno masivo a San Carlos ha hecho que este municipio renaciera de nuevo a pesar de ser tan golpeado por los grupos armados.

MÁS INFORMACIÓN

Nancy Esther Medina
Estrategia de Participación de Víctimas 
Centro Nacional de Memoria Histórica 
nancy.medina@centrodememoriahistorica.gov.co 
Tel: (1) 7965060 Ext. 169 

Harold García 
Comunicaciones 
Centro Nacional de Memoria Histórica 
harold.garcia@centrodememoriahistorica.gov.co 
Tel: (1) 7965060 Ext. 154 

 

San Carlos


San Carlos

El relato de quienes retornan

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

08 Mar 2016


El relato de quienes retornan

En la búsqueda de saldar la deuda histórica que el Estado tiene con las víctimas de exilio, más de 200 mil colombianos, y que se expresa en la invisibilización de sus realidades asociadas a los impactos del conflicto armado, el próximo 9 y 10 de marzo se llevará acabo el encentro: “Representación y simbología del exilio colombiano: el relato de quienes retornan”.


Un espacio que abre los diálogos sobre la representación del exilio colombiano en la memoria histórica del país. Un escenario participativo para reflexionar desde la población retornada en cómo narrar, recordar y asegurar el reconocimiento de la salida forzada del territorio nacional a causa de la guerra. La jornada vincula lenguajes artísticos y la participación de experiencias internacionales.

El evento, que contará con la presencia de líderes sociales, académicos y artistas, busca poner en evidencia que existe una nación desplazada fuera de las fronteras del país, que tiene el derecho y el deber de participar en la construcción de la memoria histórica de la guerra en Colombia.

En el encuentro participarán expertos como Orlando Naranjo, Imelda Daza y Carmen Lidia Cáceres con la moderación de María José Pizarro para hablar de “La representación del exilio en la memoria colectiva de Colombia”. Un espacio de dialogo alrededor de la diáspora colombiana y las formas en que desde el exilio han aportado a la construcción de paz en el país.

A través de charlas, mesas redondas y música colombiana, se buscará seguir promoviendo la participación de los exiliados colombianos en la construcción de la memoria del país.

Esto será este 9 y 10 de marzo desde las 8:30 a.m. en Hotel Wyndham Bogota Art, (Av. Esperanza No 51-40). Los invitamos a participar de forma presencial o por streaming.

Para mayor información visita el micrositio de exilio 

http://www.centrodememoriahistorica.gov.co/micrositios/especialExilioColombiano/

 Programación completa:

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Las Brisas: 16 años de un territorio donde emerge la vida

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Autor

César Romero

Fotografía

César Romero

Publicado

11 Mar 2016


Las Brisas: 16 años de un territorio donde emerge la vida

  • El 10 de marzo del año 2000, 12 personas de la vereda Las Brisas fueron asesinadas en una incursión paramilitar. 

  • Conmemoración de este hecho luctuoso, con la presentación itinerante de telares, la presentación de documental “Memoria Latente” y el lanzamiento de la libro “Del ñame espino al calabazo. Objetos que despiertan memorias”.

  • Sábado 12 de marzo a las 10 a.m en la vereda Las Brisas, María la Baja-Bolívar.


El 10 de marzo del 2000, un grupo de 60 paramilitares al mando de Rodrigo Mercado Pelufo, alias ‘Cadena’, exjefe del Bloque Montes de María, llegó al corregimiento de Mampuján en el municipio de María la Baja, Bolívar, y ordenó a sus habitantes desplazarse a más tardar en la madrugada, amenazándolos con que, de no hacerlo, les “pasaría lo mismo que a los pobladores del Salado”, en referencia a la masacre ocurrida un mes antes. Este hecho produjo el desplazamiento de más de 300 personas. 

Luego de atemorizar a la población, los paramilitares retuvieron a siete campesinos y los obligaron a guiarlos por la denominada ruta de la muerte, hasta el Tamarindo, en la vereda Las Brisas en San Juan de Nepomuceno, un espacio de encuentro e intercambio de los pobladores. En el camino los 60 paramilitares de ‘Cadena’ se unieron a 90 hombres del Bloque Norte que venían de María la Baja, quienes llegaron a apoyarlos. El Tamarindo, un lugar tildado por los paramilitares como campamento guerrillero, estaba vacío y fue allí donde asesinaron el 11 de marzo a los 12 campesinos de Las Brisas. [Ver especial sobre Las Brisas].

El próximo sábado 12 de marzo, la comunidad en un evento masivo conmemorará 16 años de este horrible suceso, donde perdieron la vida Joaquín Fernando Posso Ortega, José Joaquín Posso García, Alfredo Luis Posso García, José del Rosario Posso García, Gabriel Antonio Mercado García, Rafael Enrique Mercado García, Wilfrido Mercado Tapia, Manuel Guillermo Yepes Mercado, Dalmiro Rafael Barrios Lobelo, Jorge Eliecer Tovar Pérez, Alexis José Rojas Cantillo y Pedro Adolfo Castellanos Cuten. La conmemoración contará con una comitiva de víctimas, instituciones del Estado y organizaciones sociales que saldrá desde San Juan, San Cayetano y Cartagena en solidaridad con la comunidad de Las Brisas. 

Habrá un acto religioso, la presentación itinerante de telares, la proyección del documental “Memoria Latente” y el lanzamiento del libro ‘Del ñame espino al calabazo. Objetos que despiertan memorias’, iniciativa de memoria creada por la comunidad de Las Brisas con apoyo del CNMH. Este libro recopila las experiencias resultantes del trabajo desarrollado en el proyecto Impreso en la Memoria, liderado por la Coordinación de Prácticas Artísticas y Culturales de la dirección del Museo Nacional de la Memoria del Centro Nacional de Memoria Histórica. Con este proyecto se buscó fortalecer y articular los procesos colectivos de reconstrucción de la memoria a través de prácticas artísticas y culturales en las comunidades de Las Brisas (departamento de Bolívar) y Tabaco (departamento de La Guajira).

CONMEMORACIÓN DE LAS BRISAS

DÍA: Sábado 12 de marzo 

HORA: 10:00 a.m 

LUGAR: Vereda Las Brisas, María la Baja-Bolívar

Publicado en Noticias CNMH


territorio


Territorio

Una foto y un premio para Aniquilar la Diferencia

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Autor

Romel Rojas

Fotografía

Romel Rojas

Publicado

11 Jul 2016


Una foto y un premio para Aniquilar la Diferencia

El retrato de una mujer trans frente a una tumba en Pasto ganó el concurso internacional de fotografía organizado por el Centro de Excelencia en Democracia, Derechos Humanos y Gobernanza de USAID. Este reconocimiento es una forma de dignificar el trabajo por la defensa de los derechos humanos en Colombia, y de la lucha de los sectores sociales LGBT que han sido víctimas de esta guerra.


Pensar en la fotografía de guerra normalmente evoca imágenes de soldados, frentes de batalla, explosiones, y desolación. Sin embargo, las historias que dan cuenta de los más profundos significados de los conflictos armados no siempre son contadas por los combatientes. Muchas veces la dimensión de la violencia, lo absurda que puede llegar a ser, solo puede verse mediante un acercamiento a lo que en la jerga militar se conoce como la “tercera línea”, las víctimas, los que no tenían nada que ver y se vieron más perjudicados.

Por esto, el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), con apoyo de la Agencia de los Estados Unidos para  el Desarrollo Internacional (USAID) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) desarrollaron, en 2014 y 2015, un trabajo investigativo acerca de la violencia de la que han sido víctimas más de 1.400  personas de sectores sociales LGBT. Resultado de dicha investigación se publicó el informe de memoria histórica, Aniquilar la Diferencia (Descragar PDF) y una exposición fotográfica titulada “Esta guerra nos ha impedido amar(nos)”.

La exposición se desarrolló en medio de un acompañamiento fotográfico a personas de estos sectores sociales por lugares de memoria representativos para ellos, como víctimas del conflicto armado en Colombia (Ver  todas las fotos de la investigación). Este trabajo fue realizado por  Rommel Rojas, fotógrafo e integrante del equipo de enfoque diferencial de OIM. Según él, el objetivo era aproximarse a la intimidad de las personas participantes en los talleres de memoria histórica y brindarles a ellos otro producto con el que se puedan identificar.

Una de las fotografías, retrató a una mujer trans en Pasto, que posó frente a la tumba de una persona amada en el cementerio de Pasto. El 8 de julio esta foto ocupó el primer lugar de un concurso organizado por el Centro de Excelencia en Democracia, Derechos Humanos y Gobernanza de USAID y que convocó a fotógrafos de todo el mundo que trabajaran por la defensa de los derechos humanos (Ver las otras ganadoras del concurso).

 


Aniquilar la diferencia, Fotografía, premio

Historias de desmovilización

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Autor

Fabiola Calvo Ocampo

Fotografía

Fabiola Calvo Ocampo

Publicado

11 Mar 2016


Historias de desmovilización

Es el nombre que recibe un documental que recoge las memorias de las masacres ocurridas en las fincas bananeras de Osaka y Cuna del municipio de Carepa, en el Urabá antioqueño. Una pieza audiovisual en clave de resistencia de los sobrevivientes y las familias de las víctimas en esta región de Colombia.


Fabiola Calvo, actualmente es la coordinadora de la Red Colombiana de Periodistas con Visión de Género. Se vio obligada a salir del país a raíz de las amenazas de muerte contra ella y su familia, después del asesinato de su hermano Óscar William Calvo Ocampo, quien firmo el proceso de paz entre el EPL y el gobierno de Belisario Betancur, el 23 de agosto de 1984. “La próxima será la periodista”, advirtieron en una llamada.  Así emprendió su vuelo de exilio.

“A este país le falta conocer muchos testimonios, porque la historia no debería sesgarse hacia el oficialismo. Y es precisamente por haberse construido una única historia oficial, que no se conoce lo que se tendría que conocer”, dice después de relatar su pasado.

Al hablar de los procesos de desmovilización no duda al mencionar que “toman tiempo, no son por seis meses o un año. Y si no hay un buen acompañamiento psicosocial, lo más probable es que los excombatientes opten por rearmarse, bien sea para asuntos de índole política o delincuencia común”, dice Fabiola. “Luego de la desmovilización, siguen procesos emocionales que exigen acompañamiento al excombatiente y tiempo para poder procesar esa decisión”, complementa.

Para Calvo Ocampo, la reconciliación podrá darse cuando todas las corrientes filosóficas y políticas puedan converger en un espacio de debate abierto, puesto que la insurgencia armada y el exilio tienen sus orígenes en la ausencia de democracia en el país. “Nunca se nos ocurrió militar en el Partido Liberal o en el Partido Conservador. Queríamos otra cosa, pero en el país no había otra cosa.  Y si los movimientos sociales no tienen para dónde echar, en ese momento, solo queda una opción. La de mis dos hermanos fue vincularse al Ejército Popular de Liberación (EPL)”, al referirse a Óscar William y Ernesto, asesinados a mediados de los 80.

En sus años de exilio, Calvo encontró en la escritura una suerte de catarsis. Por lo que considera que al ahora de construir memoria es imprescindible brindar herramientas a las personas para que cuenten sus historias: escritas, habladas o artísticas, pues “lo importante es que se les permita expresarse para sanar”.

Publicado en Noticias CNMH


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