«¿Qué le digo yo? Ya no se sabía qué dolía más» es una frase con la que algunas de las víctimas de la violencia armada en diferentes territorios del país iniciaron sus testimonios, intentando referir una experiencia que desborda la capacidad misma de las palabras. Este informe nos ha hecho testigos de la crueldad, del sufrimiento y también de las capacidades desplegadas por las personas y las comunidades para transitar aún en medio de las pérdidas y transformaciones que devinieron como consecuencia del accionar de las estructuras paramilitares.
Centro Nacional de Memoria Histórica
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