Etiqueta: Arte Fest 2023

Cuatro talleres dictó el CNMH durante el Arte Fest. En ellos participaron más de 60 niños, niñas y adolescentes de diferentes parte de Colombia.

Mirarse a los ojos y reescribir la historia, la propuesta de los talleres del Arte Fest

Mirarse a los ojos y reescribir la historia, la propuesta de los talleres del Arte Fest

Autor

CNMH

Foto

Cuatro talleres dictó el CNMH durante el Arte Fest. En ellos participaron más de 60 niños, niñas y adolescentes de diferentes parte de Colombia.

Publicado

26 junio 2023


Mirarse a los ojos y reescribir la historia, la propuesta de los talleres del Arte Fest

El Centro Nacional de Memoria Histórica, a través de sus estrategias de Pedagogía y Comunicaciones, llevó al festival de Barranquilla cuatro talleres de construcción de paz y memoria histórica. Así transcurrió la jornada.

Aunque era de día, las luces artificiales empezaron a aparecer. El mapa de Colombia, contorneado con extensiones de pequeñas lucecitas, comenzó a iluminarse con velas que destellaban en azul, fucsia, morado y amarillo. Cada uno, a su tiempo, contaba de dónde había llegado, qué le recordaba ese lugar, e intentaba ubicarlo con su vela en el mapa dibujado en el piso.

«Gracias por estar aquí, por el viaje que hicieron. Gracias por su presencia». Así, Paola Camargo, del equipo de Pedagogía del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), le daba la bienvenida a los 20 chicos y chicas que, en el suelo, respiraban lentamente. De fondo, sonaba la guitarra y la voz de Martha Gómez desde un reproductor:

Para el viento, una cometa
Para el lienzo, un pincel
Para la siesta, una hamaca
Para el labio, un pastel
Para el silencio, una palabra
Para la oreja, un caracol
Un columpio para la infancia
Y al oído un acordeón
Para la guerra, ¡nada!

Lucho llegó de Momil, Córdoba; Pipe de Sabanalarga, Atlántico; Alejandro vino de Yacopí, Cundinamarca; Michelle desde El Bagre, Antioquia; Ivanna de Cereté, Córdoba; Karen de Caparrapí, Cundinamarca… Juntos pintaron un mapa de luz, escucharon —incluso por primera vez— acerca de los lugares de origen del otro y reconocieron su diversidad.

De eso se trató el taller de «Construcción de paz», uno de los tres que, simultáneamente, las estrategias de Pedagogía y Comunicaciones del CNMH dictaron en el marco del Arte Fest, a los niños, niñas y adolescentes participantes de este festival.

«La paz la construimos en diversidad», continuó Camargo, luego de la presentación de cada participante, después de conocerse. «Tener paz implica tener diálogos con imposibles», agregó la funcionaria, quien dejó varias preguntas en el aire para responderlas internamente: ¿a quiénes me cuesta escuchar?, ¿estoy dispuesta a tener un diálogo con un imposible?

Luego vinieron las miradas a los ojos. El ejercicio de caminar y soltarse, y luego detenerse cuando la facilitadora del taller lo pedía, cuando era tiempo de quedar como estatuas, también era tiempo de quedar de frente, sosteniendo la mirada, a un desconocido. «Las miradas nos permiten conectar con otras personas. La construcción de paz viene de reconocer al otro». 

 

Dos pisos abajo, los talleres de «Juventudes, artes y memorias» y «Criminalización y resistencias» también seguían su curso. En el primero, usaron el arte dramático para expresar sus ideas sobre la vida, la libertad y la felicidad. En el segundo, hablaron sobre las apuestas de los jóvenes y sus memorias a partir de los sonidos de las violencias y las movilizaciones sociales.

: Cuatro talleres dictó el CNMH durante el Arte Fest. En ellos participaron más de 60 niños, niñas y adolescentes de diferentes parte de Colombia. : Cuatro talleres dictó el CNMH durante el Arte Fest. En ellos participaron más de 60 niños, niñas y adolescentes de diferentes parte de Colombia.

Era una nueva piragua…

Esta no era la piragua de Guillermo Cubillos, al menos no como la conocemos. Era una piragua nueva, reescrita por casi 45 participantes de Arte Fest. «Me contaron los abuelos que hace tiempo…», dice la primera estrofa de la composición del mítico José Barros. La cosa era así: reescribir eso que los abuelos nos contaron, incluidos los barullos y dolores del conflicto armado. Cambiar la letra y el ritmo, incluso el baile. Transformarla de cumbia a bullerengue. Hacerla armonizar con la danza del son de negro de Santa Lucía, Atlántico. Hacer que funcionara, darle un nuevo sentido. Esa era la otra propuesta del CNMH, a través de su Estrategia de Pedagogía, que propuso la actividad en el día dedicado a los talleres.

Luego de más de cuatro horas de pruebas a ensayo y error, ajustes de acordes y melodías, ensamble en los movimientos, la nueva piragua empezó a remar. En el calor insoportable de la tarde de Barranquilla, sensación térmica de 45°, como si navegara sobre el mismo Magdalena, la reinterpretación fluyó. Aquí los compositores, allá los músicos, acá los bailarines. Agua para la tregua, sombra para las danzantes en pollera, y un repetir interminable para hacerlo perfecto.

Sobre las ocho de la noche, con una temperatura mucho más llevadera, la nueva piragua nació oficialmente. Más de 500 personas en el público escucharon la historia del reclutamiento forzado de menores, de los cuentos oscuros de las anteriores generaciones, de una guerra que no afloja.

Ahora se rema sobre la piragua para darle otro rumbo. Así como se reescribió su historia esa tarde caliente, se podrá seguir adaptando hasta que el final sea el que nos guste. Más de 600 niños, niñas y adolescentes, reunidos en un barrio remoto de Barranquilla, lo han descubierto.


acuerdos de paz, postconflicto, inversión, internacional


Arte Fest, Arte Fest 2023, Barranquilla, CNMH, La Piragua

Arte Fest: 610 artistas colombianos cantan, bailan y actúan la «Paz total»

Arte Fest: 610 artistas colombianos cantan, bailan y actúan la «Paz total»

El Arte Fest se llevó a cabo del 16 al 19 de junio en el barrio Villas de San Pablo, en Barranquilla.

Autor

CNMH

Foto

El Arte Fest se llevó a cabo del 16 al 19 de junio en el barrio Villas de San Pablo, en Barranquilla.

Publicado

26 junio 2023


Arte Fest: 610 artistas colombianos cantan, bailan y actúan la «Paz total»

  • En la tercera edición de este festival, liderado por Asodesvisa, en Barranquilla, se reunieron centenares de artistas de Colombia para demostrar cómo sus puestas en escena siguen narrando la guerra y sus sombras, pero también la esperanza.

Llegaron de todas partes, de cerca y de muy lejos. Desde las costas del Pacífico, del Bajo Cauca, del altiplano cundiboyacense, de la sabana costeña, del Canal del Dique… A algunos les tomó 36 horas en bus, a otros apenas un parpadeo en un trayecto de no más de dos vueltas al reloj.

Llegaron a poblar un colegio gigante donde otros niños, niñas y adolescentes, como ellos y ellas, reciben clases. Lo convirtieron en una gran vecindad donde subían y bajaban, durante ese fin de semana, con toallas en la mano, cepillos de dientes y crema dental; con la pollera rosada colgada sobre el antebrazo y el sombrero de ala ancha cubierto con papel de colores.

Hicieron de los salones de clase sus habitaciones y patios de ensayo. Arrinconaron sillas y maletas, inflaron colchones e improvisaron un campamento impensado: un pelotón de bailarines, músicos, actores y actrices. Una legión de 610 artistas.

El Arte Fest es a todo o nada. Es un festival gestado y alojado en Villas de San Pablo, un barrio del suroccidente de Barranquilla mayoritariamente poblado por familias que debieron desplazarse forzosamente, y que hoy habitan viviendas de interés social. Con apenas tres ediciones, el festival, organizado por la Asociación para el Desarrollo Social Villas de San Pablo (Asodesvisa), está lejos de estar en el radar de los eventos culturales de la ciudad. Ni qué decir del fastuoso Carnaval de Barranquilla.

 
 
 
 
 
Ver esta publicación en Instagram
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Una publicación compartida por Centro Nacional de Memoria Histórica (@centromemoriah)

 

El Arte Fest se aferra a los apoyos institucionales del sector de la inclusión social —como el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) o la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas (UARIV)— y a programas de concertación, como los del Ministerio de Cultura, para echar a volar. Con el fin de dimensionar lo que se ha logrado, vale la pena considerar lo que falta: condiciones más dignas para el arte. Se espera que bailar en una tarima frente a 600 niños, niñas y jóvenes no sea un reto colosal, sino un disfrute total.

Los nuevos símbolos, las nuevas instituciones

Los nuevos símbolos, las nuevas instituciones

El primero de los conversatorios del Arte Fest giró en torno a la necesidad de apoyo y de acompañamiento constante. Al escenario del Polideportivo de Villas de San Pablo se subieron para hablar, en mecedoras, los invitados a la conversación. En primer lugar, dialogaron los representantes de las entidades estatales y otras instituciones: María Gaitán, directora del CNMH; Sonia Londoño, subdirectora de la Unidad para las Víctimas; Mauricio Sarmiento, del Ministerio del Interior; María Vicenta Moreno, directora de Fomento Regional del Ministerio de Cultura; Paola Eljaik, líder y gestora social, y Walter Hernández, artista y comunicador, cofundador de Vokaribe Radio y Systema Solar.

Gaitán fue la primera en intervenir en el panel «Paz total desde una perspectiva cultural».

Gaitán fue la primera en intervenir en el panel «Paz total desde una perspectiva cultural». La directora del CNMH dejó claro que la gran respuesta a la participación de la cultura en esta política de Estado «se da en esta mecedora […]. El gran poder que tenemos como colombianos es nuestra diversidad y las resistencias. Estas mecedoras arrullan los relatos de nuestros ancestros, que cuentan lo que estamos viendo hoy en expresiones fantásticas, dramáticas, que han permitido que el pueblo resista», porque, como también aseguró Gaitán, el territorio canta, baila, teje, conversa, reclama.

La directora del CNMH invitó al público a escucharse entre sí: «Hemos sido un país profundamente dividido, y en este escenario estamos sentados por agrupaciones, por los grupitos con los que vinimos. Cuando empecemos a mezclarnos, ahí es que estamos empezando a entendernos».

Esa riqueza que se junta, que se mezcla, es evidente desde la cabeza: en la diversidad de sombreros que tenemos en Colombia y que se alzan sobre uno y otro, provenientes de todas las regiones. Y es que en este Gobierno del cambio la diversidad se expresa en el vestir, no se homogeniza en un protocolo, como lo señaló Walter Hernández, moderador del conversatorio: «Ya no vienen acá con camisa blanca ni zapatos blancos», a lo que el público aplaudió con fuerza.

«Ese Ministerio de Cultura siempre estuvo ausente, no creíamos en nada de lo estatal», afirmó María Vicenta Moreno, funcionaria de dicha cartera. Ahora, el discurso da la vuelta, y ese misterio «se está enfrentando a unas estructuras sistemáticas que no permiten que avancemos». La tarea, entonces, es desaprender lo establecido y garantizar formas prácticas y reales de llegar a los territorios porque, como afirmó Sonia Londoño, de la UARIV, «ustedes nos han demostrado que hay otras formas de sanar desde la cultura».

El arte, ni precarizado ni romantizado: político

El arte, ni precarizado ni romantizado: político

Antes de finalizar el primer momento de diálogo e intervenciones, un gestor cultural y director de grupos folclóricos del corregimiento de La Paila, en el municipio de Zarzal, Valle del Cauca, subió a la tarima para agradecer la titánica labor de José Eduardo Arrieta, director del Arte Fest, e hizo un llamado a la necesidad de volver la vista sobre los grupos congregados en esa mañana; sobre los cientos de niños, niñas y adolescentes que sortean condiciones adversas de transporte y estadía para reunirse e intercambiar experiencias en torno a la danza, la música, las artes escénicas. «Estuvimos 36 horas viajando en un bus para llegar acá. Nos merecemos condiciones más dignas para la cultura», exclamó.

La segunda parte del conversatorio «Paz total desde una perspectiva cultural» trató justamente sobre esta idea: es necesario hacer un llamado colectivo desde el arte y la cultura, pero sobre todo es imperativo trabajar desde lo institucional y sistemático para cambiar estas nociones.

«La paz no puede ser el silencio de los oprimidos». Así de fuerte y así de alto habló Magdalena Moreno, lideresa, cantadora y activista de Santander. Para ella, su lucha transformadora como mujer trans y negra vale la pena en espacios como el Arte Fest, que resulta transgresor y disruptivo, amplio y diverso, y le responde a la pompa y al derroche que suele haber en otros escenarios culturales de mayor bagaje y alcance. «Ya hay transformación con venir acá, algunos 24 horas, otros 36 viajando», expuso Moreno.

Escenarios como el Arte Fest le dan un sentido político al arte, que no puede ser romantizado desde la precariedad con la que suelen trabajar las iniciativas culturales. «Las artes también tenemos dignidad, y esa dignidad la tenemos que buscar, no romantizando la pobreza, sino reclamando el lugar que nos merecemos», agregó la cantadora, antes de entonar con fuerza una de sus composiciones.

Arte Fest: 610 artistas colombianos cantan, bailan y actúan la «Paz total»

Una vez finalizó el conversatorio, las presentaciones volvieron a la tarima para que el arte siguiera haciendo lo que sabe hacer. Desde Lorica y Cereté, en Córdoba, llegó un bullerengue que contó sus dolores: los desplazamientos, el reclutamiento, la desaparición forzada. Desde Necoclí resonó una canción, entonada por el grupo El Totumo Encantado, sobre los días oscuros de la guerra. Si hacer del sufrimiento una canción no resulta transformador, acaso ¿qué lo podrá ser? Esa tiene que ser la «Paz total»: hacer posible lo imposible. 


acuerdos de paz, postconflicto, inversión, internacional


Arte, Arte Fest 2023, Bajo Cauca, Barranquilla, Canal del Dique, CNMH, Ministerio de Cultura, Necoclí, Paz Total, Valle del Cauca

Volver arriba