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En Buenaventura se dio un gran paso para materializar su lugar de memoria

En Buenaventura se dio un gran paso para materializar su lugar de memoria

En Buenaventura se dio un gran paso para materializar su lugar de memoria

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CNMH

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Foto: CNMH

Publicado

17 septiembre 2020


En Buenaventura se dio un gran paso para materializar su lugar de memoria

  • El Centro Nacional de Memoria Histórica reiteró su compromiso con el desarrollo del Centro de Memoria Histórica para el Litoral Pacífico durante el acto que simboliza el inicio del proceso para su construcción física en Buenaventura.
  • Esta acción de memoria hace parte de los compromisos asumidos por el CNMH y el Gobierno Nacional durante las negociaciones con el Comité del Paro Cívico de Buenaventura, en 2017.

El Centro Nacional de Memoria Histórica —CNMH— acompañó a la comunidad de Buenaventura durante la presentación de la primera piedra del futuro Lugar de Memoria del Litoral Pacífico. Este acto público se cumplió este 15 de septiembre en el predio designado por la Alcaldía Distrital para edificar este espacio destinado a mantener presentes los ejercicios de memoria histórica de las víctimas del conflicto armado y sus reclamos para que  los horrores de la guerra en su territorio no se repitan nunca más.

Esta acción de memoria hace parte de los compromisos asumidos por el CNMH y el Gobierno Nacional en la Mesa de Acceso a la Justicia, Protección, Víctimas y Memoria, durante el proceso de negociación con el Comité del Paro Cívico de Buenaventura, en 2017.

En el plan de trabajo concertado para cumplir las metas del acuerdo, el CNMH asumió los compromisos correspondientes a sus competencias misionales y financieras. Además del apoyo técnico para la construcción social del Centro de Memoria Histórica para el Litoral Pacífico, se pactó el lanzamiento del documental sobre la elaboración del informe Buenaventura, un puerto sin comunidad, realizado por la entidad en un ejercicio de satisfacción y memoria en el territorio; el lanzamiento del informe sobre el surgimiento y accionar del Bloque Calima de las Auc; el apoyo a una iniciativa de memoria definida con la comunidad, y el acompañamiento a espacios de conmemoración en el territorio de Buenaventura.

El líder articulador de la Estrategia Transversales del CNMH, Alberto Moreno, señaló que el 29 de agosto de 2017 se llevó a cabo el lanzamiento del documental Buenaventura, un puerto sin comunidad. El 24 de julio de 2018 en Cali y el 16 de agosto del mismo año en Buenaventura se realizó el lanzamiento del informe Bloque Calima de las Auc: depredación paramilitar y narcotráfico en el suroccidente colombiano. Así mismo, se priorizó con las comunidades de Buenaventura la iniciativa Memorias para vivir con dignidad, cuyo producto será un video documental que actualmente está en la fase de posproducción, en el cual se concretaron espacios para integrar aportes en la versión final.

Durante el acto que refrenda el compromiso del CNMH con la construcción del Centro de Memoria Histórica para el Litoral Pacífico, destacó el avance en la consolidación de los mínimos sociales para el proyecto en un documento que contó con la participación de la comunidad y la elaboración de una propuesta física que fue socializada en el territorio el 28 de noviembre de 2018 y validada a través de 11 encuentros de concertación colectiva con comunidades de la zona urbana y zonas rurales de Buenaventura.

“Que nos hayan dado este predio es un avance muy importante, porque Buenaventura carece de predios disponibles para este tipo de proyectos. Estamos trabajando en convertir esos mínimos sociales y todo el ejercicio de memoria histórica en el que ya se ha avanzado en un lugar físico y un proceso para dotar este lugar de contenidos y también en su sostenimiento en términos administrativos”, señaló Moreno.

Actualmente, el CNMH lidera el proceso de articulación institucional para avanzar en la formulación de proyectos para el diseño arquitectónico del lugar de memoria y la gestión de recursos para la su construcción física y dotación. De este proceso participan la Alcaldía de Buenaventura, la Gobernación del Valle del Cauca, la Unidad para las Víctimas, la Agencia de Renovación del Territorio y la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Pontificia Universidad Javeriana, así como también la Dirección del Museo de Memoria de Colombia.

El alcalde del Distrito Especial de Buenaventura, Víctor Hugo Vidal Piedrahíta, calificó como histórica la fecha de colocación de la primera piedra del Centro de Memoria Histórica para el Litoral Pacífico, que será un espacio para el encuentro, la reconstrucción y conservación de la memoria. “Para Buenaventura, que ha sido un pueblo de víctimas, resulta muy importante tener la oportunidad de construir la memoria, mantenerla y difundirla”, aseguró.

Deysi Minotta Hurtado, integrante de Pastoral Social y de la Mesa Mesa de Acceso a la Justicia, Protección, Víctimas y Memoria, subrayó el carácter sanador que tendrá este espacio para las víctimas. “Que sea un espacio donde las nuevas generaciones y las gentes que han sido afectadas por el conflicto puedan venir y materializar esos recuerdos y sanar”, dijo.

John Erick Caicedo, miembro del Movimiento Cívico de Buenaventura, agregó que este lugar de memoria será un espacio para consolidar los ejercicios de memoria que se han venido realizando durante años en su territorio. “Lo más importante es que se pueden consolidar y potencializar esos ejercicios que hacemos en el territorio en el marco de la construcción de memoria, de una memoria transformadora, una memoria para la vida y una memoria que queremos que reivindique los derechos del pueblo bonaverense”, recalcó.


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Buenaventura, CNMH, Deysi Minotta Hurtado, Gobierno Nacional, Litoral Pacífico, lugar de memoria, Mesa de Acceso a la Justicia

Buenaventura pide el fin de la violencia

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Autor

CNMH

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www.soydebuenaventura.com

Publicado

28 Feb 2015


Buenaventura pide el fin de la violencia

Buenaventura conmemoró el pasado 19 de febrero de 2015 el primer aniversario de la marcha “Enterrar la violencia para vivir con dignidad”. Una marcha que el año pasado reunió a más de 30 mil bonavorenses, quienes clamaron por ponerle fin a la violencia que azota este puerto y una mayor atención por parte del gobierno nacional.

Este año, la conmemoración comenzó con una eucaristía en la Catedral de Buenaventura, en donde el monseñor Héctor Epalza agradeció los avances alcanzados a lo largo del año y le pidió a la población que no perdiera su entusiasmo para alcanzar las metas planteadas. Luego se llevó a cabo el “problematón”, un espacio que estuvo dedicado a visibilizar de manera simbólica los problemas principales que actualmente afectan a la población impidiéndole vivir con dignidad.

“El evento no solo ayudó a seguir visibilizando los problemas generales que afronta Buenaventura, sino que hizo énfasis en dos temáticas: seguridad y tierras”, dijo Narcilo Rosero, miembro del Comité en Marcha para Vivir con Dignidad y uno de los organizadores claves de la marcha.

Con respecto a la seguridad, Rosero indicó que, a pesar de que bajaron las tensiones con la entrada de la fuerza pública, los grupos al margen de la ley siguen ejerciendo bastante control sobre los barrios de la ciudad. Frente al tema de tierras, se refirió a los problemas relacionados con la titulación en la zona.

Igualmente, Rosero comentó que la conmemoración visibilizó a las víctimas y a las iniciativas locales que adelanta Buenaventura,  como el naciente Centro de Historia de Buenaventura, que trabaja en la reconstrucción de la historia de esta ciudad al igual que el impacto que la violencia ha tenido sobre las víctimas. Se trata de una iniciativa que busca acopiar datos e información que ayude a esclarecer qué ha pasado en Buenaventura históricamente y especialmente desde el auge de la violencia en 1986.

 


Buenaventura, Fin del conflicto

Buenaventura: un puerto sin comunidad

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Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

30 May 2015


Buenaventura: un puerto sin comunidad

Buenaventura atraviesa una de las situaciones sociales y humanitarias más difíciles del país. Por tratarse de una ciudad portuaria se ha convertido en el foco de todo tipo de violaciones a los derechos humanos, que ha afectado a todos sus habitantes pero, especialmente, a los jóvenes afrocolombianos.

  • La investigación más completa sobre 15 años de horror e indiferencia por los que ha pasado el puerto del Pacífico.
  • El primer estudio académico sobre la práctica de terror de las llamadas ‘casas de pique’.
  • La gran paradoja: después de la desmovilización paramilitar, en 2004, todo ha sido peor; en especial, a partir de 2010.
  • Por encima de la degradación de la violencia, se alza la voz de las víctimas y la cultura afro, con sus iniciativas de memoria y resistencia.

La falta de empleo y la mala remuneración es cotidiana y la prestación de los servicios públicos es muy escaza, especialmente del agua. Asimismo, en este municipio se han presentado todas las modalidades de violencia, registrando, por lo general, las cifras más altas del país: homicidios, desapariciones forzadas, desplazamiento forzado (particularmente el intraurbano),  secuestros, entre otros.

  • En 1990 Buenaventura registró 58 homicidios. En 2000 la cifra ascendió a 440. En otras palabras, en el año 2000 el número de homicidios fue siete veces mayor que en 1990. Entre 1990 y 2012 la Policía Nacional registró un total de 4.799 homicidios en esta ciudad.
  • Entre 1990 y 2013 el Sirdec (Sistema de Información Red de Desaparecidos y Cadáveres) registró 475 víctimas de desaparición forzada en Buenaventura; 13 casos corresponden a personas aparecidas vivas, 18 a personas aparecidas muertas, y 444 a personas que continúan desaparecida.
  • El Centro Nacional de Memoria Histórica registró 26 masacres entre 1995 y 2013, pero 20 de ellas se presentaron entre 2000 y 2003. Es decir, que el 76,9 por ciento de las masacres se concentraron en cuatro años en el periodo denominado “el arribo paramilitar” o “la época de las mil muertes” (2000 – 2004).
  • Entre 1990 y 1999 el promedio de personas desplazadas por año fue de 110. Entre 2000 y 2004 este promedio ascendió a 7.020 personas y en los años de posnegociación subió a 13.468.
  • Según la Policía Nacional, entre 1996 y 2012 en Buenaventura se presentaron un total 207 secuestros.
  • Según la Red Nacional de Información, entre 1996 y 2005 se presentaron ocho acciones bélicas (actos terroristas, atentados, combates, enfrentamientos y hostigamientos) por año. Entre 2006 y 2013 esta cifra subió a 100,8 acciones por año.

Entre 2005 y 2013, después de la desmovilización del Bloque Calima en diciembre de 2004, la disputa entre los grupos armados ilegales aumentó hasta llegar a grados de sevicia y violencia inimaginables. Es en este periodo que aparecen las llamadas “casas de pique”.

Buenaventura: un puerto sin comunidad, el título dela nueva investigación del Centro Nacional de Memoria Histórica, hace referencia a un territorio que muestra contrastes entre las apropiaciones de la población afro y las dinámicas económicas, legales e ilegales. Estas últimas se desarrollan en un puerto en el que la presencia del Estado ha sido débil y en el que, por  la presencia de múltiples grupos armados ilegales, se ha configurado lo que se denomina “un puerto que desconoce su comunidad”.

Esta investigación surge como respuesta a la solicitud recibida por parte de la Minga por la Memoria, conformada por organizaciones étnicas, eclesiásticas y sociales de Buenaventura. En la solicitud se le pidió al Centro Nacional de Memoria Histórica iniciar un proceso de reconstrucción de memoria que permitiera entender y explicar los motivos que han conducido a la continuación y degradación de la disputa armada en esta ciudad de Colombia. Todo lo anterior narrado desde las propias voces de las víctimas.

Es así como este informe, que se le presentará al país el 2 de junio, analiza el periodo comprendido entre 2000 y 2013 en esa zona del Valle del Cauca y se desarrolla alrededor de los siguientes cuestionamientos:

ENTRADA LIBRE. A los asistentes se les entregará el libro en el lanzamiento.

Los eventos de lanzamiento del informe Buenaventura: un puerto sin comunidad se llevarán a cabo en:
  • Buenaventura: 2 de junio a la 5:00 p.m. en el auditorio de Confamar. Entrada libre sin inscripción.
  • Cali: 5 de junio a las 2:00 p.m. en la Biblioteca departamental Jorge Garcés (Calle 5 No. 24ª – 91). Entrada libre sin inscripción.
  • Bogotá: 11 de junio a las 4:00 pm en el Auditorio Rogelio Salmona, Centro Cultural Gabriel García Márquez (Calle 11 No. 5 – 60). Entrada libre con inscripción en este formulario.
  • El 2 de junio a las 10:00 am se dará la apertura del centro de atención a víctimas de la Fiscalía General de la Nación. 

 VER ESPECIAL MULTIMEDIA: Buenaventura, un puerto sin comunidad.

 DESCARGA EL INFORME: Buenaventura, un puerto sin comunidad.

 


Buenaventura, Comunidad, pueblo

Manos sucias

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

03 Jun 2015


Manos sucias

Buenaventura es protagonista del más reciente informe investigativo realizado por el Centro Nacional de Memoria Histórica. En este se habla de cómo en el puerto del Pacífico se habita entre los contrastes socioterritoriales de la población afro y las dinámicas económicas, legales e ilegales. Estas últimas se desarrollan en un puerto en el que la presencia del Estado ha sido débil y en el que, por la presencia de múltiples grupos armados ilegales, se ha configurado lo que los afrobonaverenses denominan “un puerto que desconoce su comunidad”.

 Este informe entre muchas otras problemáticas tiene un capítulo dedicado a “Grupos armados ilegales y circuito económico criminal”, donde hablamos de: narcotráfico y tráfico de armas; microtráfico; extorsiones, peajes y control al comercio local; cultivos ilícitos y minería criminal; lavado de activos y establecimiento de negocios conexos al circuito portuario. Ya que no es un mito ni un secreto que el puerto colombiano ofrece las condiciones ideales para el desarrollo del comercio marítimo de bienes y servicios legales y también brinda un escenario único para el establecimiento de una gama diversa de negocios ilícitos.

Y de eso trata nuestro recomendado de CINE+MEMORIA de esta semana con “Manos sucias”, una producción colombo-estadounidense que relata las problemáticas de Jacobo y Delio, un par de jóvenes de la región que se hacen pasar por pescadores para transportar 100 kilogramos de cocaína del pacífico colombiano a Panamá. Sabemos y estamos conscientes que muchos en Colombia discrepan de este tipo de cintas donde se catapulta imaginarios constantes hacia el exterior de problemáticas de violencia interna que ha dejado el narcotráfico; pero también reconocemos que es necesario vernos como país a través de nuestro cine. Y “Manos sucias”, es el reflejo de una fuerte problemática en un puerto que desconoce su comunidad, es el drama humanitario en el que vivimos.

 

Publicado en Cine + memoria



Buenaventura, Cine+Memoria, Violencia

Tocando la marea

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

César Romero

Publicado

09 Jun 2015


Tocando la marea

Este jueves 11 de junio se presentará en Bogotá la obra de teatro “Tocando la marea”, del semillero teatral por la vida de Buenaventura. Puesta escénica basada en las ideas centrales del informe de Investigación del Centro Nacional de Memoria Histórica “Buenaventura un puerto: sin comunidad”. 


Fecha: jueves 11 de junio de 2015

Lugar: Corporación Colombiana de Teatro en la calle 12 No. 2 – 65, Bogotá D.C.

Hora: 7:00 p.m.

A través del lenguaje teatral, imágenes, cantos y movimientos, esta obra muestra la proliferación de los grupos armados ilegales y su disputa por el control del puerto, las modalidades de victimización, la constitución de casas y esteros donde se desaparecen o arrojan los cuerpos de las personas asesinadas; pero también la importancia de las acciones de resistencia pacífica de la comunidad.

“Tocando la marea” es el resultado de la apuesta del CNMH para fortalecer las prácticas artísticas y culturales de memoria histórica con el semillero teatral por la vida de Buenaventura. Gracias a la labor de la organización Fundescodes y Cepac se recrean los testimonios del informe, como memoria viva que da cuenta de las narrativas propias de la cultura del pacífico en relación a las afectaciones por el conflicto armado y las propuestas de resistencias de sus comunidades. 

Con Juana Salgado, artista escénica del Centro Nacional de Memoria, hablamos sobre la obra: 

¿Por qué afrontar la violencia de Buenaventura desde las tablas?

“Posibilitó muchos diálogos y encuentros, aunque lo importante es el proceso de formación y no el producto. La obra es la acción visible de este proceso dramatúrgico de investigación-creación que cumple con la necesidad de visibilizar la crisis humanitaria y la problemática en la región, se escoge este lenguaje teatral porque apela a la vida, a una poética que llega a los sentidos dado que el teatro es un testimonio vivo que posibilita decir lo indecible, todo de lo que no se puede hablar en el puerto”.

¿Qué es lo particular de esta obra?

“Es una producción única en varios aspectos: los actores son naturales de Buenaventura, la dramaturgia fue construida colectivamente, se tejió el texto a partir del informe el cual es dinamizado con los relatos de vida de los participantes del semillero, tiene muchos testimonios únicos y particulares suministrados por los actores que han crecido en barrios de baja mar azotados por el conflicto, además aparece una familia nueva en el pacífico que es el semillero”.

¿Se puede decir que la obra es una traducción del informe?

“No, para nada, no es una traducción de un lenguaje a otro, pero sí toma como punto detonador las ideas fuerzas del informe y de ahí surge un sin fin de imágenes que se dinamizan con las vivencias de los integrantes del semillero. Incluso en la obra se verán cosas que no se encuentran en las páginas del informe”.

¿Qué se verá en la obra que no está en el informe?

“El informe contiene información muy importante para entender las dinámicas del conflicto en el puerto, las cifras, impactos y daños pero detrás de esos conceptos están los proyectos de vida; la obra explora el cuerpo como archivo vivo de lo sucedido en Buenaventura, justamente hace aparecer el rostro de la gente, sus sentimientos, miedos y sueños, ellos son un espejo de los olvidados que son la gran mayoría de los bonaverenses”.

¿Cuál es su balance al trabajar con el semillero de teatro de Buenaventura?

“El balance es positivo, el semillero de teatro por la vida pasó de ser una acción artística a una iniciativa autónoma porque tomó vida propia, no solo se instalaron capacidades en las herramientas teatrales, también se empoderó a la comunidad, se reconstruyeron confianzas y se estrecharon lazos de hermandad y solidaridad”.  

 
Publicado en Noticias CNMH


Arte, Buenaventura, Música

Con luz de esperanza se lanzó el informe de Buenaventura

Noticia

Autor

Tatiana Peláez

Fotografía

César Romero

Publicado

09 Jun 2015


Con luz de esperanza se lanzó el informe de Buenaventura

Buenaventura amaneció sin luz el domingo 31 de mayo. Las Farc habían derribado la torre 17 que proveía de este servicio a la ciudad. El daño no era irreparable, pero sí llevaría cerca de tres días restaurar la energía. En la ciudad, de fondo, se oía el sonido de los motores de las plantas eléctricas, constante, ensordecedor.


Al ritmo de tambores más de 200 personas se unieron al coro “Todo el pueblo ay que ore”, y se dio inicio, a las 2:30 p.m. del 2 de junio, de la eucaristía presidida por monseñor Héctor Epalza en la Catedral de Buenaventura. En este acto litúrgico, con baile y música del Pacífico, Monseñor habló sobre cómo Buenaventura se ha convertido en un escenario de la barbarie contra la vida humana y resaltó cómo la comunidad continúa rechazando la cultura de la muerte.

Al finalizar la eucaristía, el Centro Nacional de Memoria Histórica entregó unas placas conmemorativas, en reconocimiento por su labor y su resistencia, a las organizaciones sociales de esta ciudad del Pacífico.

Al salir de la Catedral los asistentes marcharon a la plazoleta del CAN. Allí, las organizaciones Entretejiendo Voces y Madres por la Vida los esperaban con su plantón en honor a los desaparecidos de Buenaventura. Con fotografías, flores, velas y una canción que repetía “Tan solo la voz de un ángel nos da la consolación”, se exigió verdad, justicia y reparación.

“Buenaventura: un puerto sin comunidad”

Al finalizar el acto simbólico, las personas marcharon al auditorio de Confamar. La apertura del evento estuvo a cargo de Gonzalo Sánchez, Director del CNMH, quien reconoció la resistencia de la comunidad ante los hechos violentos y la grave situación humanitaria en la que viven, y aprovechó el espacio para hacer un llamado a romper con la indiferencia, no solo de las personas, sino de las instituciones estatales.

Constanza Millán, coordinadora de la investigación, agradeció a todas las personas y organizaciones sociales que ayudaron en la construcción del informe. Posteriormente, destacó los principales hallazgos de la investigación, como que la espiral de la violencia ascendió después de la desmovilización del Bloque Calima.

Monseñor Héctor Epalza, por su parte, mencionó que el título de esta publicación es desconcertante pero revela, de verdad, la situación que vive Buenaventura. “Buenaventura: un puerto sin comunidad no es una exageración, es una impresionante realidad que necesita atención afectiva y efectiva”, recalcó.

Pero quizá el momento más emotivo se vivió cuando Danelly Estupiñán, lideresa de la comunidad e integrante de la Minga por la Memoria, tomó el micrófono. Con el respaldo de todos los asistentes que la seguían detenidamente, y que en sus pausas la respaldaban con gritos de júbilo y porras, aseguró que los hijos e hijas de Buenaventura se niegan arrancar de su memoria todos los hechos violentos y violaciones a los derechos humanos ocurridos contra la población. Asimismo, mencionó que la estrategia de expansión portuaria es un generador de violencia en Buenaventura y que el informe hace parte de las pruebas que les permitirán lograr el acceso a la justicia. “Nosotros somos los dueños de esta tierra pues nuestros ancestros nos la han dejado”, mencionó.

Al terminar su discurso, una ola de esperanza, unión y fraternidad inundó el auditorio.

Fue entonces cuando Gonzalo Sánchez subió de nuevo al escenario para entregar unas placas conmemorativas a los líderes de la comunidad que se han destacado por su labor en la defensa de los derechos humanos.

Entrega de los archivos

Luego Gonzalo Sánchez entregó los archivos de Manuel Bedoya y Temístocles Machado a la comunidad de Buenaventura. Estos archivos dan cuenta de cómo era esta ciudad portuaria antes de que empezara el conflicto armado, cómo éste se fue intensificando con el paso de los años y de qué manera la comunidad ha resistido. Los archivos ya pueden ser consultados en Fundescodes y en el centro de documentación del CNMH.

Además, el Director del CNMH anunció el inicio de la intervención de uno de los fondos documentales más importantes, el de Narcilo Romero, que reúne las luchas sindicalistas de Colpuertos.

“Tocando la marea”

30 artistas del Semillero Teatral por la Vida entraron a escena para mostrar que la memoria está viva y que el arte es una posibilidad más para hacerle frente a la violencia. Después de un año de proceso, esta obra teatral expuso los planteamientos centrales del informe. Una prueba más de la capacidad que tienen las comunidades, y en especial los jóvenes, para entender su realidad, denunciar, resistir y reinterpretar sus vivencias a través de diferentes medios.

A las 7:00 p.m. y luego de una jornada extenuante, los asistentes recibieron el informe y partieron a sus hogares en medio de una oscuridad abrumadora, pero con una luz en sus ojos que ni el apagón más extenso logró opacar.



Buenaventura, Esperanza, Informes

Rechazamos feminicidio en Buenaventura

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

© Juan Arredondo.

Publicado

02 Sep 2015


Rechazamos feminicidio en Buenaventura

El pasado 16 de agosto fue asesinada y violentada sexualmente Sandra Patricia Angulo, familiar de una integrante de la Red Mariposas de Alas Nuevas, una organización que lucha contra las violencias hacia las mujeres en Buenaventura.


En un comunicado, la Red denunció que Sandra fue atacada con machetes en el sector del Dagua y  “fue cazada por 5 hombres, que  se unieron para degradarla, para hacerla sufrir, para, según ellos, darle un escarmiento”.

logo mariposaSandra tenía 27 años y era madre de una niña de 13 años, y de dos niños, de diez y cinco años. Sus parientes la recuerdan como una mujer alegre, perteneciente a una familia de cinco hermanas y quien trabajaba en casas de familia o vendiendo rifas en el barrio San Francisco de Asís.

Con esta muerte ya son tres feminicidios los que han tenido lugar en Buenaventura este año, por lo que la Red de Mariposas exige a la Fiscalía que este hecho sea investigado y que se haga justicia. El año pasado se registraron 180 feminicidios en todo el país, según datos de la consejería presidencial para la Equidad de la Mujer.

Los hechos

Las primeras indagaciones indican que Sandra se había ido a bailar al Dagua, un balneario de Buenaventura, el domingo 16 de agosto. Cuando ya se iba a regresar, junto a dos amigas, le pidieron a un mototaxista que las llevara, él llevó primero a dos y después volvió por Sandra. Al parecer, cuando regresó, ya Sandra estaba siendo atacada cerca de una discoteca.

La familia indica que el examen forense del cuerpo de Sandra demuestra que fue violada por cinco hombres, su cara fue golpeada y sus piernas fueron descoyuntadas. En sus uñas se encontraron rastros de un fuerte forcejeo.  

La red de mariposas

Este caso es visibilizado por la Red Mariposas de Alas Nuevas, un conjunto de organizaciones de mujeres que el año pasado recibieron el Premio Nansen de la Agencia para los Refugiados (Acnur). Ellas trabajan para reconstruir el tejido social de Buenaventura y sus alrededores mediante la recuperación de los valores ancestrales de las comunidades negras. Otra de las acciones que desempeñan esta organización es la de ayudar a las familias de los jóvenes asesinados o desaparecidos a elaborar su duelo, mediante el desarrollo de rituales de luto como las novenas y los alabaos.

El principal objetivo de la Red es lograr que las mujeres de Buenaventura puedan vivir una vida sin violencia, y para eso promueven encuentros que ellas llaman ‘lunadas’, donde quieren revivir el comadrazgo y la solidaridad entre las mujeres. “Aquí nos hemos convertido en hermanas, lo que le hicieron a Sandra, me lo hicieron a mí, porque se lo hicieron a una familiar de una mujer de la Red”, explica una de ellas.

Lea el comunicado completo acá.

 


Buenaventura, Feminicidio, Mujeres, Víctimas

Resistencias y memoria en Buenaventura

Noticia

Autor

Alexandra Gómez

Fotografía

María Luisa Moreno

Publicado

07 Jul 2016


Resistencias y memoria en Buenaventura

Durante el 9 y 10 de junio, ongs, organizaciones de la sociedad civil, investigadores, líderes afros y centros de pensamiento se reunieron en la Universidad del Pacifico en Buenaventura en el Foro -Taller Regional de Herramientas para la Paz: Desarraigo, resistencias y memorias en Buenaventura en el contexto de las transiciones.


Desde la perspectiva de la paz territorial planteada en la mesa de conversaciones de La Habana, Buenaventura supone varios desafíos que se evidenciaron en el foro- taller regional, como: hacer compatible los acuerdos con la administración propia de los territorios étnicos, generar políticas gubernamentales no racializadas, reafirmar el territorio como forma de vida en la mediación entre los proyectos económicos a gran escala, el fortalecimiento de las entidades públicas como garantes de derechos, y la memoria histórica en búsqueda de la verdad y la no repetición.   

Hamigton Valencia del Proceso de Comunidades Negras (PCN) sostiene que “entre el año 2000 y 2004 sucedieron las masacres más horrorosas que aún perviven en el subconsciente colectivo. Estas atormentan la mente y el espíritu de nuestra gente, masacres como la del Naya, las dos del Lleras, la de las Palmas, la de Punta del Este, entre otras que se dieron por una fuerte disputa territorial.

El conflicto armado ha significado un proceso de vaciamiento demográfico para facilitar la apropiación  e instalación de los macroproyectos que acompaña la profundización del modelo económico de enclave portuario en Buenaventura, entre algunos: la Terminal de contenedores, el proyecto Arquímedes, la construcción de la acuapista para el Pacifico. La respuesta a la crisis en Buenaventura desde el gobierno central ha sido de carácter militar, muy a pesar que la Defensoría del Pueblo, a través de alertas tempranas, acciones de seguimiento ha insistido en una respuesta integral que permita atender las situaciones críticas de la población”.

En el primer panel del foro-taller participaron varias iniciativas de memoria como la Capilla de la Memoria donde “las mujeres se encuentran a recodar y reconstruir los hechos del pasado para recuperar la dignidad y resignificar la vida individual y colectiva, ellas se reúnen ante un dolor común. Las mujeres en el Pacífico han hecho una propuesta de reparación simbólica a través de la construcción de relatos, el uso de fotografías de familiares, el arte y actos conmemorativos públicos, visibilizando sus realidades, y dan un punto de referencia al Estado para la garantía del derecho a la verdad”,  expresó  Mery Medina de Fundescodes quien acompaña esté proceso.

Florencia Arrechea, una de las impulsoras de la Capilla de la Memoria cuenta que “somos de allá de donde sube la marea y algunos vivimos en casa de palafitos, a mí me desaparecieron un sobrino el 4 de noviembre de 2003 en el barrio Lleras y comenzamos a reunirnos a orar, para nunca olvidar, y después fuimos llevando cositas. Con mi sobrino yo era alcahueta, él llegaba de trabajar y le gustaba que le sirviera la comida en una ollita la cual está en la Capilla de la Memoria con la cucharita con la que él comía. En estos momento tenemos 165 fotografías de nuestros desaparecidos y muertos”.

 

 

Fotografía por Alexandra Gómez.

 

El informe del CNMH Buenaventura: un puerto sin comunidad referencia que, conforme a los procesos organizativos afro y la construcción de comunidades emocionales —impulsadas por mujeres, jóvenes, laicos y organizaciones de base— ha sido posible sobrevivir en el territorio desde formas creativas, colectivas y de resistencia al conflicto armado.

“En el Pacífico esta memoria de lucha y resistencia, de creatividad artística y cultural ha mostrado la compleja realidad que viven estas comunidades ancestrales, por ejemplo la Escuela de Poetas de la Gloria han usado la poesía como un leguaje polifónico en esta memoria dolorosa, lejana y cercana. Las narraciones de esa poesía no son un pálido reflejo de la realidad que se vive si no han ayudado a ver esta realidad y entenderla de una manera profunda desde las entrañas de la comunidad y del Pacifico”, argumentó Edson Louidor del Instituto Pensar en su ponencia sobre el desarraigo.

El primer día cerró con la presentación de la obra de teatro Tocando la Marea  del proceso de pedagogización del informe del Centro Nacional de Memoria Histórica en Buenaventura. Al segundo día de la jornada se realizaron dos mesas de discusión en torno a los retos y posibilidades del desarraigo, la memoria histórica, las resistencias y la construcción de paz. En plenaria Marcos Oyaga de Codhes resaltó sobre Tocando la Marea que es “un ejercicio de memoria viva que permite dar cuenta de lo que ha pasado pero desde una perspectiva de futuro, donde están las abuelas, los jóvenes. A pesar de ser una obra del conflicto al final es muy esperanzador”.

En el período de transición de los acuerdos de paz, dice Helmer Quiñones —relator de las mesas de trabajo— que “la memoria va tener un papel trascendental en reconstruir lo qué paso, y por qué pasó, qué permitió que todo esto sucediera. Creo que nosotros como pueblo afrodescendiente debemos llegar a una reflexión muy profunda. Con el reto de la construcción dinámica de la memoria, pasará por entender esta historia de pasados trágicos para la no repetición”.   

 


Buenaventura, Memoria, Resistencia

La resistencia de Buenaventura

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

26 May 2017


La resistencia de Buenaventura

Dos años después de la publicación de “Buenaventura: Un puerto sin comunidad”, investigación del CNMH, llega un documental, con este mismo nombre, que hace explicita las problemáticas, que durante décadas, han sufrido los habitantes de esta ciudad anclada en la orilla del pacífico colombiano, al centro, un paraje alegre poblado en su mayoría por comunidades afrodescendientes.

Buenaventura, a más de cien kilómetros al occidente de Cali, capital del Valle del Cauca, el agua, que abunda alrededor por el océano, no es potable y los bonaverenses pareciera que acabaran de sobrevivir a un tsunami que arrasó con todo: educación, salud, trabajo y vivienda. Los jóvenes, en su mayoría, manejan un acento rápido, con ritmo musical, y es común escuchar en cada rincón del “puerto más importante del país” los sonidos estruendosos de canciones que evocan la felicidad de la región y hacen olvidar el abandono en que se encuentra esta urbe.  

El pasado sábado 20 de mayo de 2017, un día con cielo despejado, después de cinco días de paro cívico en Buenaventura, una de las regiones más afectadas por el conflicto armado, y la desigualdad social, en Colombia, sus habitantes marcharon por la calles de la ciudad reclamando las inversiones, que por la corrupción, nunca han llegado al territorio. Una protesta multitudinaria, con más de 80 organizaciones unidas, para exigir por condiciones dignas de vida, pero sobre todo, por un sistema de agua potable.

La apropiación cultural de los nativos muestra el amor al territorio. Constantemente están hablando de sus mayores logros que ha gestado desde que empezaron a poblar la zona. Para Harrison Moreno Ramos, líder comunitario, el territorio tiene un vínculo espiritual muy fuerte, al ser parte sustancial de ellos. “Cuando nacemos, nuestro ombligo es enterrado en la tierra”, dice. Por otro lado Milton Caicedo, recuerda que “poco a poco le fueron ganando terreno al mar, en continente e isla”, explicando la organización y colonización que se ha dado por parte de la comunidad afro en esta región de Colombia. 

Buenaventura es una historia constante de exclusión y marginación. Entre 1995 y 2013, según el CNMH, se realizaron 26 masacres, 20 de ellas se presentaron entre 2000 y 2003, en una ciudad donde 153000 personas han sido desplazadas desde 1990, siendo la ciudad con el mayor índice de desplazamiento interurbano de Colombia. Para Narcilo Rocero, líder comunitario, esto ha pasado porque “Buenaventura es una zona estratégica en el centro del pacifico, de donde se puede llegar para cualquier lado: está Panamá cerca, hay muchos ríos, cuencas y hay una comunicación directa con el centro del país para el narcotráfico, que se acento aquí, es un corredor muy importante”.  

La violencia en Buenaventura ha estado asociada a la realización de los megaproyectos, obligando, en algunos casos por ingenuidad, a las personas a abandonar sus casas atraídos por falsos beneficios portuarios. Temístocle Machado, también líder comunitario, dice que “donde se esté construyendo un proyecto, ahí se da el conflicto”.

Así, también recordamos el Archivo Virtual de Derechos Humanos y Memoria Histórica del CNMH, que cuenta con los fondos de archivos de la Asociación Nacional de Pescadores Artesanales de Colombia, ANPAC, y de Temístocles Machado. Consúltalos aquí: www.archivodelosddhh.gov.co 

Buenaventura ha sido testigo de diversas luchas en contra del conflicto, del despojo, del olvido. Procesos de reclamación de tierras de las comunas, hasta el reconocimiento legal de los aproximadamente 3500 pescadores artesanales que aún persisten, el puerto ha sido escenario constante de reclamos por los derechos humanos de sus habitantes.

Temístocles Machado, compila en el fondo de archivos, que lleva su mismo nombre, la documentación de la lucha por la tierra y las dificultades que ha sufrido tanto él como líder, como la propia comunidad, por parte de los actores armados del conflicto. De la misma manera, la Asociación Nacional de Pescadores Artesanales de Colombia, ANPAC, denuncia, a través de sus archivos, la falta de una política pesquera que los acoja y las dificultades a las que se han visto enfrentados a lo largo del conflicto. Conoce estos fondos de archivos y otros consultando el Archivo Virtual de Derechos Humanos y Memoria Histórica del CNMH: www.archivodelosddhh.gov.co 

Desde el CNMH, en sus diferentes proyectos, hacemos un llamado urgente para no permitir que Buenaventura siga naufragando en el olvido. Escuchar la diversidad de sus voces —visibles en este documental, en los archivos y diferentes iniciativas de memoria— nos muestra la perseverancia de su gente por no dejarse opacar.

Publicado en Noticias CNMH



Buenaventura

¿Y dónde es el partido?

Noticia

Autor

Harold García

Fotografía

CNMH

Publicado

01 Jun 2018


¿Y dónde es el partido?

El próximo 5 de junio se estrena por Señal Colombia la serie documental “¿Y dónde es el partido?”, donde se relata las historias de ocho comunidades del país  y sus resistencias en la guerra a través del fútbol.


Juan Reyes hace lo posible por ir gran parte de la semana al barrio Miramar, en Buenaventura, donde se desempeña como profesor deportivo, una labor que, advierte, “puede minimizar la violencia”. Porque a los jóvenes “se les inculca principios, valores y amor al deporte, para que puedan tener una oportunidad más adelante por medio de la disciplina deportiva”. Este hombre afro y sonrisa ancha, que fue jugador profesional en los años 90, reconoce que la ciudad de Buenaventura, una de las más violentas en el país, se puede transformar al crear espacios deportivos dignos donde los jóvenes puedan practicar y fomentar sus capacidades. “Si no tenemos escenarios donde los niños, niñas y adolescentes puedan jugar fútbol es muy difícil”.

Y es que el barrio Miramar, como muchos otros en el país, le otorgó a un rectángulo improvisado lleno de arena y polvo el nombre de cancha. Allí los niños corren tras la pelota aprendiendo de la mano del profesor Reyes cosas como el compromiso, el compañerismo y la amistad, obvio sin dejar nunca de divertirse, porque el fútbol es diversión, así sea sobre un tierrero asfixiante. Pero no siempre ha sido solo esparcimiento, o negocio, también el fútbol es utilizado, así como lo hace Juan Reyes, en una herramienta de organización comunitaria. Y sino que lo diga la serie documental ¿Y dónde es el partido?, que se emitirá entre el 5 al 15 de junio, de martes a viernes con repetición del 18 al 27 de junio a las 8:30 p.m. por Señal Colombia. Una producción audiovisual sobre ocho comunidades del país, donde se relatan sus historias de supervivencia en la guerra a través del fútbol.

Aquí los televidentes encontrarán en estas ocho historias soluciones alegres, porque el fútbol es felicidad, a problemas insolubles en la cotidianidad de las regiones: problemas de salud, falta de carreteras, exigencias de vías públicas, educación y justicia. Redimir las ausencias que les ha dejado el conflicto armado por medio de la organización social, que se ve catapultada en escenarios de integración como el fútbol, una adicción, patear la pelota como niños, que los ha llevado a construir procesos de concertación y unión.

Ocho capítulos conmovedores donde se ven las fortalezas de los sobrevivientes al conflicto armado por medio de un deporte tan popular como el fútbol. Hay dos capítulos de comunidades indígenas (Atshintujkua de la Sierra Nevada de Santa Marta y Bocas del Yí en Vaupés); dos de mujeres (Corocito en Arauca y Buenaventura); otro de la Asociación de Trabajadores Campesinos del Carare (ATCC), comunidad ganadora del Premio Nobel Alternativo de Paz en 1990; uno de un árbitro en El Tambo (Cauca); y otro sobre la Fuerza Pública en Bogotá. Un recorrido geográfico a través de la importancia del fútbol para hacerle frente a la violencia. 

Ni el fútbol se salvó de la guerra

A pesar que el mundo cada cuatro años, por esta época, entra en la fiesta del fútbol a causa del Mundial, en estos territorios el fútbol nunca deja de ser un motor de empuje en la resolución de los problemas, pero también ha sido un punto de ataque por parte de los grupos armados. Por ejemplo en Corocito (Arauca) la guerra llegó vestida de infamia la noche del 8 de febrero de 2003. Los paramilitares del Bloque Vencedores de Arauca, al mando de alias el ‘Cantante’ y ‘Cero Tres’, se tomaron el pueblo y –amenazando, golpeando sembrando miedo- desplazaron a la comunidad dejando a su paso 12 personas asesinadas, entre los que se encontraban, en su mayoría, integrantes del equipo de fútbol de Corocito. “La idea era clara: fragmentar la comunidad y acabar con lo que más nos unía”, dicen los sobrevivientes que retornaron de nuevo a sus tierras.  

Algo parecido, desgraciadamente, sucedió con 12 jóvenes en Punta del Este, Buenaventura, a pocos metros del barrio Miramar. Una masacre que enlutó a la comunidad el 19 de abril de 2005. Los muchachos fueron engañados para jugar un partido de fútbol, por el que le pagarían 200 mil pesos a cada uno, pero en vez de encontrar un balón para patear y divertirse, hallaron la muerte. Según un vídeo de la Fundación Rostros & Huellas, “esta masacre fue llevada a cabo por estructuras de la estrategia militar encubierta de tipo paramilitar cuando se aplicaba la política de Seguridad Democrática”. 

Los indígenas de Bocas de Yí, en Vaupés, también se vieron afectados. Su comunidad era un lugar de paso constante por parte de la guerilla de las Farc. Así aprovecharon su poder violento para reclutar a los jóvenes de la zona, lo que, de paso, generó que se creara el estigma de que esa comunidad indígena era afín al grupo armado.

Tal vez la guerra ha sacado los momentos más degradantes de nuestra historia. Masacres, violaciones a los derechos humanos, desapasiones forzadas, secuestros, niños que han dejado su infancia por empuñar armas. Pero tanto dolor y resistencia impulsó a comunidades como la ATCC en La India (Santander) a promover la paz, a dejar a los civiles fuera de la guerra: “Ni con ustedes, ni con ellos; nosotros solos”, es el lema que han difundido desde el 24 de mayo de 1987, que se reunieron con la guerrilla de las Farc, con el objetivo de dejarles claro que ellos no harían parte de su guerra. Acto que después repitieron con los paramilitares al igual que con el Ejército Nacional. Esta gesta los llevó a recibir el Premio Nobel de Paz Alternativo en 1990. 

Algo en común que tienen estas cuatro regiones del país es que han encontrado en el fútbol la manera de afrontar las dificultades que impuso la guerra. Se han reunido alrededor del balón para fortalecer sus organizaciones sociales y para solucionar las indiferencias porque siempre será mejor que lleguen balones para divertirse que armas para matarnos. Y esto es lo que veremos este año en la serie documental ¿Y dónde es el partido?

“Llegar a esta zona cargado de balones no cargado de armas, si yo pongo a escoger a los jóvenes ellos van a escoger el balón”, concluye Juan Reyes.

Publicado en Noticias CNMH



ATCC, Buenaventura, Cine, Fútbol

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