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Teatro Esquina Latina: 50 años de arte, memoria y comunidad para Cali

Teatro Esquina Latina: 50 años de arte, memoria y comunidad para Cali

Orlando Cajamarca, director del Teatro Esquina Latina. Foto: Cortesía Jair Cerón

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CNMH

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Orlando Cajamarca, director del Teatro Esquina Latina. Foto: Cortesía Jair Cerón

Publicado

12 julio 2023


Teatro Esquina Latina: 50 años de arte, memoria y comunidad para Cali

Como parte de la celebración de las cinco décadas de la compañía teatral, se realizó el lanzamiento de la multimedia «Jóvenes, teatro y comunidad», resultado de una iniciativa de memoria que acompañó el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH).

En el tradicional barrio San Fernando, de Cali, hay una edificación de tres pisos que se confunde con una casa convencional. Pero no es una casa cualquiera. Allí hay una cofradía que desde hace 50 años le infunde vitalidad a la escena cultural de la capital del Valle del Cauca. Es la sede del Teatro Esquina Latina, una de las compañías teatrales más importantes de Colombia, que germinó tras las reuniones informales de un grupo de estudiantes de la Universidad del Valle. «Queríamos simple y llanamente compartir nuestro tiempo libre como una actividad extracurricular», recuerda Orlando Cajamarca, su fundador y director.

Dada la nostalgia de una universidad que se había ido al barrio Meléndez —y que dejaba acá «el mosto de lo que había sido»—, y la efervescencia de un movimiento cultural continental que cuestionaba el establecimiento, Esquina Latina se convirtió en un grupo representativo que buscó hacer teatro y elevar la práctica académica. «Durante muchos años fuimos el resultado de la mezcla de Los Beatles y del Che Guevara de la época. La tempestad política de los setenta, esa convulsión en el Cono Sur, las dictaduras, la canción protesta, el rock and roll, el hipismo y la apertura… Todo era parte de la formación del momento y empezamos a querer interpretar esa letra muerta que decía que las artes tenían que estar en los sectores culturales», rememora Cajamarca.

 

Conoce más sobre los lugares de memoria histórica de Cali

 

Con ese ímpetu juvenil, que durante 25 años los mantuvo y los hizo pensar en el compromiso con la teatralidad y el espíritu del momento, los miembros de Esquina Latina se plantearon comenzar a vincularse con los sectores populares de Cali. Así, en la década de los ochenta empezó la relación con sectores como Aguablanca o Terrón Colorado, adonde llegaron actores y actrices con sociodramas. «Pero nos dimos cuenta de que la gente, más que les lleváramos cosas, querían era hacer teatro». La estimulación directa llegó con el programa «Jóvenes, teatro y comunidad».

De las calles a la web

Este mural está ubicado en la comuna 15 de Cali, en la fachada del Centro Cultural Abriendo Puertas. Foto: Cortesía Jair Cerón.
Este mural está ubicado en la comuna 15 de Cali, en la fachada del Centro Cultural Abriendo Puertas. Foto: Cortesía Jair Cerón.

 

El Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), a través de su Estrategia de Iniciativas de Memoria Histórica, acompañó a los animadores teatrales del programa «Jóvenes, teatro y comunidad» a contar estas dos décadas y media de trabajo mediante diferentes formatos y a verterlos en una multimedia que lleva el mismo nombre.

Esquina Latina llegó a los sectores populares presentando el teatro como una alternativa, como una opción de vida. «No hemos pretendido hacer teatro profesional, sino de aliento social; que el teatro sea un compañero para que chicos, chicas y adultos se apropien de esta herramienta de vida, para la creación de una ciudadanía pensante», explica Cajamarca. Paulatinamente se fue creando y consolidando una red de teatro que se ha expandido a las comunas 1, 13, 14, 15, 18 y 20 de Cali; a los municipios de Candelaria, Florida y Pradera, del sur del Valle del Cauca, y a los municipios de Buenos Aires, Corinto, Miranda y Puerto Tejada, en el norte del Cauca.

La metodología fue más o menos así: de estos lugares provenían los animadores teatrales de Esquina Latina, una suerte de líderes sectoriales que, a su vez, empezaron a liderar el proceso de «Jóvenes, teatro y comunidad» en sus lugares de origen. Ellos y ellas han pensado y aplicado diferentes metodologías participativas desde los doce grupos teatrales de base, conformados por 500 niños, niñas, adolescentes, jóvenes y algunos adultos, para promover proyectos de vida ligados al arte, la resistencia cultural, la construcción de paz y la reflexión de sus contextos, y así posibilitar una mirada al pasado desde la luz de la memoria crítica.

Ellos y ellas han salido a las calles de sus comunas y municipios para hacer memoria y mapear lugares representativos por medio de mapas parlantes y andantes, colchas de retazos e historias de vida. Los niños, niñas, adolescentes y jóvenes que levantaron estas cartografías han vivido violencias desde el conflicto armado, como la amenaza constante de reclutamiento y el desplazamiento forzado, y otras que se exacerbaron luego del estallido social, como la estigmatización.

A través de relatos escritos, pódcast, fotografías, mapas, videos y docudramas, los nuevos artistas reflexionan en la multimedia sobre la importancia del quehacer artístico, los impactos de la guerra, otras violencias en el territorio, los lugares y recorridos con memoria que han identificado y el plan de replicabilidad que se han propuesto para seguir promoviendo, desde un proceso cultural comunitario, la memoria histórica desde y para los territorios.

Camila Mojica, líder de la iniciativa de memoria histórica «Jóvenes, teatro y comunidad»; Yuranni Forero, coordinadora de la Estrategia de Iniciativas de Memoria Histórica del CNMH; Lucenith Castillo, coordinadora del programa  «Jóvenes, teatro y comunidad», y Lida Tascón, coordinadora de la Casa de las Memorias del Conflicto y la Reconciliación. Foto: Cortesía Jair Cerón.
Camila Mojica, líder de la iniciativa de memoria histórica «Jóvenes, teatro y comunidad»; Yuranni Forero, coordinadora de la Estrategia de Iniciativas de Memoria Histórica del CNMH; Lucenith Castillo, coordinadora del programa «Jóvenes, teatro y comunidad», y Lida Tascón, coordinadora de la Casa de las Memorias del Conflicto y la Reconciliación. Foto: Cortesía Jair Cerón.

Lo anterior se relaciona profundamente con las nuevas apuestas del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) y del Gobierno del cambio, como lo señaló Yuranni Forero, coordinadora de la Estrategia de Iniciativas de Memoria Histórica del CNMH, en el lanzamiento de la multimedia «Jóvenes, teatro y comunidad»: «Tenemos dos grandes desafíos: la transversalización y la territorialización; que el CNMH esté en contacto permanente con el territorio. Tenemos un eslogan-mandato: el territorio habla y el centro escucha. Hay que hacer un trabajo conjunto con las comunidades, hay que seguir fortaleciendo los procesos que se gestan en los territorios. El CNMH tiene que abocarse, desde sus diferentes instancias, a trabajar de manera conjunta para dar respuestas pertinentes y oportunas a las peticiones que nos hacen las comunidades».

Desde el 2020, en plena pandemia, el CNMH ha acompañado a los animadores teatrales y gestores de memoria de Esquina Latina por medio de una metodología pensada y aplicada desde la virtualidad, y mediante el uso de cajas de herramientas viajeras para consolidar la multimedia.

Otro lugar de memoria para Cali

En el marco del lanzamiento de la iniciativa de memoria histórica «Jóvenes, teatro y comunidad», la Alcaldía de Cali, por medio de la Casa de las Memorias del Conflicto y la Reconciliación, le entregó a Esquina Latina el reconocimiento como lugar de memoria de Cali «por su valioso aporte a la construcción de la memoria histórica de las comunidades del oriente y la ladera de la ciudad», como lo mencionó Lida Tascón Bejarano, coordinadora de dicha Casa.

Lida Tascón, coordinadora de la Casa de las Memorias del Conflicto y la Reconciliación, lee la declaratoria del Teatro Esquina Latina como lugar de memoria de Cali. Foto: Cortesía Jair Cerón.
Lida Tascón, coordinadora de la Casa de las Memorias del Conflicto y la Reconciliación, lee la declaratoria del Teatro Esquina Latina como lugar de memoria de Cali. Foto: Cortesía Jair Cerón.

«A partir de su apuesta escénica, [Esquina Latina] aporta a la construcción de nuevos imaginarios de país, de sentidos de vida esperanzadores y espacios de memoria de procesos comunitarios», dijo Tascón. Y agregó: «el aporte de Esquina Latina a la memoria de las comunidades lo convierte en un lugar de memoria porque, además de contribuir a una dimensión espacial que tiene una relación directa con el territorio, involucra una dimensión simbólica y pública para sensibilizar, desde el arte, a la sociedad en general».


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“En mis sueños te espero cada día”

Noticia

Autor

Ayda María Martínez.

Fotografía

Ayda María Martínez.

Publicado

05 Jun 2015


“En mis sueños te espero cada día”

Con zapatos de las víctimas, familiares de personas desaparecidas forzadamente en Cali conmemoraron el Día Internacional de Detenido Desaparecido para recordar que ellos siguen dando pasos por la región.


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    Marlene García decidió hablar después de 15 años de silencio sobre la desaparición de su hijo Jairo Iván.

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    Moraima Otero sigue soñando con el regreso de su esposo, Gustavo Armel Ramírez.

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    Delia Caicedo, directora de la Fundación Guagua junto con una de las familiares que participa con frecuencia en la galería de la memoria todos los últimos viernes de cada mes.

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    Olivia Delgado sigue tocando las puertas de los medios de comunicación de Buenaventura en sus intentos por encontrar a su mamá y hermana.

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    Nunca terminaré de luchar hasta no saber la verdad, hasta no tener sus restos”, Mireya, madre de Jason y Carlos Alberto.

Moraima Otero sigue soñando con el regreso de su esposo, Gustavo Armel Ramírez.

“Yo lo veía más delgado y acompañado de señores ancianos. Lo vi pero él no me respondió ni el saludo”. Para Moraima Otero, los sueños son el espacio en el que puede mantener la cotidianidad que se rompió el 12 de agosto de 2010. Ese día su esposo, Gustavo Armel Ramírez, un conductor de tractomula, desapreció en la ruta a Buenaventura con una carga de café que apareció intacta días después en una bodega de Cali y el automotor en un sitio entre Media Canoa y Picapiedra, pero de su esposo no se ha sabido nada. Desde ese día Moraima no ha cesado la búsqueda, ni en sus propios sueños.

“No sé qué me querrá decir, pero estoy aquí en la lucha por nuestros desparecidos. Hay muchas víctimas que se guardan su dolor y no denuncian. No podemos dejar a nuestros seres queridos desparecidos eternamente. Tenemos que luchar por el derecho de ellos de tener descanso y el de sus familias a tener un sitio dónde ir a llorar su ausencia”, medita Moraima al recordar su sueño más reciente con Gustavo. Mientras tanto mantiene su trabajo con la Fundación Nidia Erika Bautista para ayudar a otros que, como ella, están unidos por el mismo dolor.

Moraima fue una de las víctimas que participó en los eventos de conmemoración de la semana del detenido desaparecido el viernes 29 de mayo en la ciudad de Cali. Ese día, familiares de víctimas de desaparición forzada del departamento del Valle se reunieron desde la mañana para realizar una jornada especial en honor de sus familiares en la plazoleta de San Francisco. Si bien todos los últimos viernes de cada mes hacen la “Galería de la memoria Tiberio Fernández Mafla” en la que los caleños ven los carteles de las víctimas de desaparición forzada en el pasillo a lo largo de la iglesia, el viernes anterior contaron con la compañía de familiares provenientes de Buenaventura, Restrepo, El Zarzal y otros municipios del Valle del Cauca.

 

Delia Caicedo, directora de la Fundación Guagua junto con una de las familiares que participa con frecuencia en la galería de la memoria todos los últimos viernes de cada mes.

Y es que desde la desaparición de la ambientalista caleña, Sandra Viviana Cuéllar, el fenómeno de la desaparición forzada en el departamento es un motivo para llamar la atención de la sociedad. Desde esa fecha y de manera muy espontánea, los familiares de víctimas de desaparición forzada se dan cita en la plazoleta de San Francisco para recordar a sus seres queridos. A sabiendas que no mueren, mientras no los olviden.

Es en ese momento en el que nace la “Galería de la Memoria Tiberio Fernández Mafla”, impulsada por la Fundación Guagua, como una manera de visibilizar a las víctimas de crímenes de Estado y de mostrar la solidaridad con las familias de la región.

Delia Caicedo, directora de la Fundación Guagua recordó que a esta actividad se suma el “Carnaval por la vida, contra la desaparición forzada” con la idea de que “los desaparecidos nos duelan a todos”. Por ello, el plantón de cada último viernes de mes que recuerda que las víctimas de este delito de lesa humanidad supera la cifra de 3.400 personas sólo en Cali, que se suman a los más de 45 mil colombianos reconocidos como víctimas de este delito según el MOVICE.
“El problema no es de cifras, sino del impacto humano, del daño a las familias. Cuando se desaparece el sustento, el cambio de roles, las enfermedades a partir del dolor. Ningún ser humano está preparado para un crimen de lesa humanidad como la desaparición forzada. Es romper un ciclo, es el ritual que no se ha hecho a su ser querido, es el desconsuelo porque no lo encuentra y que quiere encontrarlo ya”, expresa Delia.

 

Olivia Delgado sigue tocando las puertas de los medios de comunicación de Buenaventura en sus intentos por encontrar a su mamá y hermana.

“Si están vivas que aparezcan y si están muertas también”

Las historias y modalidades son tan diversas como cada uno de los 45 mil desaparecidos que le duelen a Colombia. Para Olivia Delgado Angulo la desaparición de su mamá y su hermana, María Ángela y Luz Ángela Angulo, respectivamente, el 3 de junio del 2011, no sólo la invade de tristeza en su vida cotidiana, sino de enfermedades en sus articulaciones, riñones, pero sobre todo en su corazón. En Buenaventura no hay medio de comunicación que no la reconozca en su labor de búsqueda pues hasta allá ha llegado tratando de encontrarlas.

“Sigo guardando las esperanzas. Si están vivas que aparezcan y si están muertas también. Cada día que pasa es un dolor que no termina. Mucha gente me dice que las ha visto pero ya no le creo a la gente que lo dice. Espero encontrarlas ojalá vivas a las dos. Sueño con ese momento. Me da mucha tristeza, lloro, es duro”.

Nunca terminaré de luchar hasta no saber la verdad, hasta no tener sus restos”, Mireya, madre de Jason y Carlos Alberto.

Olivia está unida a Mireya Ortiz a través de ese hilo indetectable y delicado del destino que las puso en el mismo lugar, alrededor de tragedias similares. En Buenaventura dos hijos de Mireya desaparecieron en diferentes momentos. Su hijo mayor Jason en 1987 a los 7 años. 25 años después el mismo fenómeno tocaría la puerta de su casa con la desaparición de su hijo Carlos Alberto, quien tenía 21 años.

Ella es consciente que los actores armados han hecho presencia en diferentes momentos de la historia de Buenaventura, pero que sus hijos han sido víctimas del mismo delito. “Uno no puede decir quién fue, pero están las dudas. Es algo que le queda en la vida una zozobra que nunca puede descansar el corazón, pero nunca terminaré de luchar hasta no saber la verdad, hasta no tener sus restos. No pierdo la esperanza”.

Es el mismo caso de Sandra Milena Millán, que no cesa la búsqueda de su hermano Fernando Millán, desde aquel 21 de septiembre de 2010 cuando él salió a sus labores cotidianas de ganadería hacia la vereda de Río Bravo en el municipio de Restrepo, Valle. No volvió, aunque se conocieron llamadas de extorsión a la familia de Guillermo Bedoya con quien iba su hermano.

“En este momento no importa quién fue sino lo que hicieron con mi hermano. Llevo 5 años en una búsqueda incansable. Hay una madre clamando su presencia y lo peor es que no hay respuestas. Parece que al país no le interesara este fenómeno. Es muy difícil  buscar a un desaparecido, mantiene uno en un paseo institucional y no pasa nada”.

Marlene García decidió hablar después de 15 años de silencio sobre la desaparición de su hijo Jairo Iván.

El peor aliado es el silencio

Marlene García, tras la desaparición de su hijo el 16 de mayo de 1997, dejó que el silencio la inundara. Ella guardó por mucho tiempo la historia de Jairo Iván Hurtado, un fiscal sin rostro al servicio de la Fiscalía que estaba en riesgo por una investigación de corrupción. Él lo sabía y había preparado a su madre para un desenlace fatal. Se lo llevaron de la calle 47 en el barrio Salonia de Cali. Lo bajaron de un taxi y se llevaron al conductor también. Los dos desaparecieron.

“Él me preparó mucho, me dijo que si me pasaba algo no fuera a investigar porque me matarían. Pero siéntase orgullosa de tener un hijo verraco como yo que no se torció por ninguna plata. Estuve mucho tiempo callada por miedo, pero el dolor y saber que fue una persona que lo hizo todo con honestidad, no me dejaron quedar callada. A los 15 años de su desaparición dije voy a denunciar el caso. No voy a conseguir nada es solo visibilizar. Sólo quiero la verdad y que se reconozca que él si trabajo allí porque el sistema lo desapareció”.

La desaparición forzada no sabe de edad, género o momento. Es un delito que se sigue registrando a pesar de estar más visibilizado. Alexandra Herrera desapareció junto a su hija Luisa Fernanda Gómez el 26 de octubre del año pasado, su hermano Augusto Herrera, llegó con este caso para unirse al grupo de familiares de persisten en luchar por encontrar sus seres queridos. “Van 7 meses y no hemos tenido ningún resultado. Con derechos de petición queremos saber de resultados de la investigación. Se perdieron dos seres humanos y es como si se hubiera perdido cualquier cosa. Es muy duro llegar a la casa de los padres sin ninguna respuesta. Ver a los viejitos llorando a toda hora, no es vida. Solo pedimos que el caso no quede en el archivo y en la impunidad”, dice Augusto.

Olivia, Moraima, Delia, Mireya, Marlene y Augusto están unidos por ese lazo del destino que seguramente se extiende a toda la sociedad, la que también llora a sus desaparecidos porque finalmente, todos fueron puestos en el mismo sitio y alrededor de la misma tragedia. Ellos no paran su búsqueda, ni pierden las esperanzas. Tanto, que ni en sus sueños los dejan de buscar. La diferencia que sólo encuentran lo que esperan en sus sueños, porque es allí donde los ven un día tocar a la puerta de sus casas y estar de regreso al seno de sus familias.

 


Cali, Desaparición Forzada, Testimonios, Víctimas

Obra de teatro sobre líderes asesinados se estrenará en Cali

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Autor

CNMH

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CNMH

Publicado

28 Jul 2017


Obra de teatro sobre líderes asesinados se estrenará en Cali

Seis obras de teatro que hacen memoria y denuncian la violencia que han sufrido cientos de líderes sociales se presentarán en el Teatro Jorge Isaacs de Cali el lunes 31 de julio. Entrada libre.


Una de las principales apuestas del Museo Nacional de la Memoria del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) es el acompañamiento a iniciativas artísticas y culturales de memoria y construcción de paz. Hemos apoyado procesos que vienen desde organizaciones de víctimas, organizaciones sociales y sociedad civil en todo el país. Parte de ese apoyo se ha traducido en una gran programación de eventos —exposiciones, ciclos de cine, talleres de lectura, obras de teatro, performances, conciertos, conversatorios— que este año recorren distintos escenarios de Bogotá, Medellín y Cali. 

De ahí nació el proyecto Monólogos teatrales sobre líderes y lideresas sociales del Valle del Cauca, que venimos trabajando desde mayo con el Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice) capítulo Valle. El resultado ha sido una puesta teatral donde se representarán seis perfiles e historias de vida de defensores de derechos humanos del departamento: ambientalistas, estudiantes, políticos, defensores de derechos humanos. Así, se busca hacer eco de los cientos de líderes que han sido callados con violencia y reflexionar sobre la impunidad y el abandono que normalmente sufren las víctimas de estos crímenes. 

El 31 de julio de 1999 fue la primera arremetida de las AUC en el Valle del Cauca. Los paramilitares entraron por la zona rural de Tuluá y mataron a dos personas. Desde ese día han sido cientos los muertos y miles los desplazados en el departamento. Esa fecha se convirtió en un espacio de memoria, denuncia y demandas de justicia por parte de los vallecaucanos. 

La idea de hacer segmentos teatrales es agregarle un componente artístico a la memoria, buscar formas alternativas de denunciar y dar a conocer lo sucedido. Las obras se construyeron de forma participativa entre familiares de líderes asesinados y cuatro colectivos teatrales caleños: La Máscara, Laboractores, Sopa de piedras y la Facultad de Artes Escénicas de la Universidad del Valle. Cada colectivo escuchó las historias contadas por las familias y las interpretó a su manera: hay música, títeres, conversaciones, monólogos, audios de archivo, rituales. 

Perrin Capón, del colectivo Sopa de piedras, explica por ejemplo que hicieron uno de los monólogos con teatro de títeres porque: “Creíamos que no podíamos representar a esas personas que no conocimos y que desaparecieron, sino que con los títeres podíamos dar una presencia cercana a lo que los familiares nos contaron”. 

“…Por algo sería” es resistencia, lucha, grito de justicia, dolor y esperanza por los defensores y defensoras de derechos humanos víctimas del conflicto social, político, económico y armado que ha vivido el Valle del Cauca. Es también homenaje, celebración, reivindicación, canto y una voz que anima a quienes continúan trabajando por un cambio de país. 

La cita es en el Teatro Jorge Isaacs de Cali (carrera 3 #12-28), el próximo lunes 31 de julio a las 6:30 p.m. 
La entrada es libre. 

Publicado en Noticias CNMH



Asesinato, Cali

Cali: sede del diálogo sobre literatura y memoria

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Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

20 Sep 2017


Cali: sede del diálogo sobre literatura y memoria

Entre el 28 y el 29 de septiembre, con invitados internacionales y experiencias de comunidades en Colombia, se abrirá el debate sobre el papel de la lectura en la construcción de paz.


El jueves 28 y el viernes 29 de septiembre, en el Centro Cultural Comfandi de Cali, se hará el IV Encuentro Internacional de Bibliotecas “Cultura de paz, palabra y memoria”. El eje del evento, que apoya el Centro Nacional de Memoria Histórica, será el diálogo sobre la función de la cultura, las bibliotecas y otras formas de fomentar la lectura para construir paz y memoria.

Durante esos dos días se cruzarán en Cali representantes de centros de memoria y bibliotecas de nueve países, como la Red de Bibliotecas de Barcelona, el Fondo de Cultura Económica de México, Litword de New York, el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos de Chile y el Museo Nacional de la Memoria de Colombia, que hace parte del CNMH.

El jueves 28, a las 4:30 p.m., será el conversatorio “La literatura y la paz”, donde dos representantes de comunidades colombianas que han resistido al conflicto hablarán de la experiencia de contar sus historias a través de la literatura. Ellos son Rafael Gustavo Posso, de los Montes de María, con el libro “Del ñame espino al calabazo”, que narra anécdotas de los habitantes de Las Brisas y Tabaco, y Luis Fernando López, de Córdoba, con “Narrativas de vida y memoria”, que reconstruye historias de líderes en medio del conflicto. Los dos proyectos fueron apoyados por el equipo del Museo Nacional de la Memoria. Rafael y Luis Fernando hablarán en ese espacio con Pilar Lozano, periodista y escritora de literatura infantil.

En el evento, que organizan la Alcaldía de Cali, la secretaría de Cultura, la secretaría de Paz y Cultura Ciudadana, la Red de Bibliotecas Públicas y la Fundación Bibliotec, también tendrán ponencias María Emma Wills, del Centro Nacional de Memoria Histórica, Soledad Ríos de los Reyes, del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos de Chile, y Jacqueline Morales, de la Red de Memoria Histórica de El Salvador.

En el marco de este evento, entre el 25 de septiembre y el 15 de octubre, también en el Centro Cultural Comfandi, se abrirá al público la exposición Volver la mirada, una galería fotográfica que se encarga de mostrar cómo los niños, niñas y adolescentes han sufrido y resistido la guerra. La cara triste de un niño, zapatos abandonados, el reencuentro de una madre con su hijo, jóvenes encapuchados con armas largas colgadas al hombro. Las imágenes que recorren la exposición son duras y necesarias. Volver la mirada confronta sus espectadores, desde niños hasta adultos, y los invita a preguntarse qué tiene que ver con ellos la infancia en la guerra: si acaso como sociedad lo permitimos, si entendemos bien cómo y por qué ocurrió, cómo evitar que esto no vuelva a suceder.

La entrada a todos los eventos es gratuita y será certificada. Las inscripciones se hacen a través del formulario que aparece en la página www.fundacionbibliotec.org.

Publicado en Noticias CNMH



Cali, Memoria

Primer Plano: conversación sobre cine y memoria en Cali

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Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

07 Nov 2017


Primer Plano: conversación sobre cine y memoria en Cali

Cali

Lugar: Universidad del Valle – Meléndez, 
Auditorio Luis Ángel Zapata, Biblioteca Central
Fecha: miércoles 8 de noviembre de 2017 
Hora: 2:30 p.m. a 4:00 p.m. 
Entrada Libre

El próximo 8 de noviembre, como parte de la programación del noveno Festival Internacional de Cine de Cali, se llevará a cabo el último Primer Plano de 2017. Esta vez la conversación será sobre la relación entre cine y memoria. 

Primer Plano es un espacio de diálogo creado por el Museo Nacional de la Memoria del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH). Buscamos profundizar la relación del arte con la memoria histórica en el contexto de conflicto armado en Colombia y el proceso de construcción de paz que vive el país. 

Cada conversatorio reúne a representantes destacados en distintos campos del arte para que expongan y debatan sus planteamientos sobre los retos que hoy les plantea el contexto colombiano a los procesos de creación. Este año, Primer Plano estuvo en Bogotá hablando sobre teatro, y en Medellín, con una conversación sobre artes plásticas. 

En 2017, quien conduce las conversaciones es Sandro Romero Rey, autor, escritor y dramaturgo caleño, director del programa de Artes Escénicas de la ASAB en Bogotá. 

Primer Plano: cine busca abrir la discusión sobre la representación audiovisual en el terreno de la memoria. Nos interesa abordar temas que van desde la dimensión ética y estética de las imágenes que narran el conflicto armado hasta las formas de generar compromiso político por parte del espectador, pasando por los dilemas alrededor de las narrativas periodísticas y su posible incidencia en las dinámicas de violencia y construcción de paz. 

Los invitados a esta conversación son Guillermo Pérez La Rotta, filósofo y documentalista interesado en la identidad latinoamericana, y Manuel Silva Rodríguez, docente e investigador de temas relacionados con el cine, la estética y la literatura. 

Para aportar más elementos a la conversación, se proyectará el corto documental “La última trinchera”, de Ramón Campos Iriarte, que explora las razones, preocupaciones y contradicciones del ELN, la última guerrilla que sigue en armas en el continente y con quien el Gobierno colombiano adelanta un proceso de diálogos que logre la dejación de sus armas. 

Publicado en Noticias CNMH



Cali, Cine, Memoria

Presentación en Bogotá de: “El caso de la Asamblea del Valle: tragedia y reconciliación”

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Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

22 Nov 2018


Presentación en Bogotá de: “El caso de la Asamblea del Valle: tragedia y reconciliación”

  • Durante dos años las familias de los 12 diputados del Valle del Cauca secuestrados por la guerrilla de las FARC en abril del 2002, y posteriormente asesinados (el único sobreviviente fue Sigifredo López), se reunieron con investigadores del Centro Nacional de Memoria Histórica para realizar el primer ejercicio de memoria colectiva sobre este hecho.
  • El día 23 de noviembre, en Bogotá, se lanzará el libro “El caso de la Asamblea del Valle: tragedia y reconciliación”, que reconstruye las vidas de las víctimas y el minuto a minuto de aquella toma a la Asamblea del Valle. Además, se coprodujeron 16 cortos documentales con los familiares.

“Somos la unidad antiexplosivos del Batallón Primero Numancia (del Ejército). Por favor, damas y caballeros, desalojen los edificios para, así mismo, desactivar las bombas. Tomemos la dirección hacia el parque de la Gobernación (del Valle). Para los diputados hay un vehículo especial”. Utilizando este discurso, y vestidos con uniformes de la Fuerza Pública, el 11 de abril del 2002 un grupo de guerrilleros de las FARC ingresó a la Asamblea del Valle, en pleno corazón de Cali, y secuestró a doce diputados; en esta incursión murió el subintendente Carlos Alberto Cendales, quien vigilaba el edificio, y un conductor y un camarógrafo de RCN, que estaban cubriendo el hecho. Cinco años después, once de los diputados fueron asesinados en cautiverio.

 

“Este libro es un grito de defensa de la dignidad humana desde el dolor de las familias de los diputados del Valle del Cauca y desde el corazón de todos los impactados por uno de los hechos más desgarradores del conflicto armado colombiano”: 
Francisco de Roux, Presidente de la Comisión de Esclarecimiento de la Verdad


El CNMH presentará el próximo 23 de noviembre, en Bogotá, el primer ejercicio de memoria histórica sobre este hecho. “El caso de la Asamblea del Valle: tragedia y reconciliación”, es el nombre de este libro en el que los familiares de las víctimas, de la mano de investigadores del CNMH, reconstruyeron la memoria de sus seres queridos: de los 11 diputados asesinados en cautiverio el 2007 por las FARC (Alberto Quintero, Carlos Alberto Barragán, Carlos Alberto Charry, Edison Pérez, Francisco Javier Giraldo, Héctor Fabio Arizmendi, Jairo Javier Hoyos, Juan Carlos Narváez, Nacianceno Orozco, Ramiro Echeverry y Rufino Varela), del único sobreviviente de este hecho (Sigifredo López), y de las otras tres personas que murieron el día del secuestro (Carlos Alberto Cendales, Walter López y Héctor Sandoval) 

Este libro, como explica Gloria Restrepo, investigadora del CNMH, “es una creación participativa; es un conjunto de narraciones de familiares y amigos que desde la nostalgia reconstruyen las vidas de sus seres queridos ”. El texto transita por los testimonios de dolor de amigos y familiares, por el nuevo sentido que cobró sus vidas, por los desafíos que ha representado la búsqueda de la justicia y verdad, y por el acto de reconciliación que protagonizaron en el 2016, cuando las FARC les pidieron perdón por esta masacre. 

En “El caso de la Asamblea del Valle: tragedia y reconciliación”, está también su lucha por elevar este caso a un asunto de Gobierno y de país. Ellos fueron algunos de los abanderados de la propuesta de un acuerdo humanitario, que mantuviera viva la esperanza de la liberación de sus familiares, y lideraron innumerables movilizaciones ciudadanas con ese fin. En todos los escenarios, los familiares de los diputados siempre hicieron una invitación generosa a la reconciliación, y llevaron el reclamo interpelante de uno de los secuestrados: “no sé quiénes son más infames, si los que nos secuestran o los que nos olvidan”, dijo en cautiverio el diputado Juan Carlos Narváez.

 

“Durante el cautiverio de mi padre, las FARC también secuestraron nuestras vidas. Nuestros días cambiaron radicalmente. Mi madre siempre esperaba una llamada para reunirnos, para el acuerdo humanitario, o una llamada de mi papá”. 
Diana Echeverry, hija del diputado Ramiro Echeverry


Este libro es, también, un homenaje a la valentía de ellos, los sobrevivientes. Es una oportunidad de dignificar sus relatos, y de reconocer sus luchas y sus apuestas por el perdón, la resiliencia y la construcción de futuro. 

Este proceso de memoria histórica incluyó también la coproducción, con las familias, de 16 cortos documentales sobre las vidas de cada una de las víctimas. Además, se diseñó una galería que estará expuesta en la Asamblea del Valle desde el 10 de diciembre de 2018.

Publicado en Noticias CNMH



Cali, Diputados del Valle, Semana por la Memoria

Si los ríos y los árboles hablaran, ¿qué nos contarían sobre la guerra?

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Autor

María Luisa Moreno Rodríguez

Fotografía

María Luisa Moreno Rodríguez

Publicado

03 Nov 2018


Si los ríos y los árboles hablaran, ¿qué nos contarían sobre la guerra?

  • En la vereda Las Brisas de San Juan Nepomuceno, Bolívar, un árbol de tamarindo que era el lugar de encuentro y descanso de la comunidad, fue elegido por los paramilitares para masacrar a doce campesinos. Este es uno de los paisajes de la guerra que hizo parte de los recorridos realizados por un equipo de investigación del Centro Nacional de Memoria Histórica.
  • Los paisajes contienen historias que relatan o callan la memoria del conflicto armado. Esto aparece reflejado en el libro “Narrativas de la guerra a través del paisaje” y el especial web “Recorridos por los paisajes de la violencia en Colombia” que dan cuenta de los relatos alrededor de los árboles, los cuerpos de agua, las ruinas, los puentes y los caminos de varios rincones del país. El lanzamiento de estos productos tendrá lugar el 8 de noviembre en la ciudad de Cali.

En un pulso constante entre el recuerdo y el olvido, los antiguos campamentos de la guerrilla de las FARC negocian su supervivencia ante el avance de la naturaleza que día a día busca echar raíces sobre las ruinas que nos recuerdan un proceso de paz fallido. Actualmente, las antiguas moradas de alias “Joaquín Gómez”, “Adán Izquierdo” y el “Mono Jojoy” son espacios abandonados que si bien parecen silenciosos, contienen múltiples huellas del paso de la guerra por el territorio colombiano. 

Este es uno de los 12 escenarios por los que transita el proyecto “Recorridos por los paisajes de la violencia en Colombia”, una investigación del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) que aborda la construcción de la memoria a partir de los relatos alrededor de los cuerpos de agua, las ruinas, los puentes, los caminos y los árboles de varias regiones del país. Otro ejemplo de este trabajo lo encontramos en la vereda Las Brisas de San Juan Nepomuceno (Bolívar), donde el árbol de tamarindo, que suponía un lugar de encuentro, descanso, intercambio de productos, fiesta y juego para la comunidad, fue el lugar que el Bloque Héroes de los Montes de María eligió para torturar y masacrar a doce campesinos de la zona acusados de hacer parte de las filas de la insurgencia. 

Árbol de tamarindo, vereda Las Brisas del municipio de San Juan Nepomuceno (Bolívar), 2016. – Fotografía: Javier Díaz Melo para el CNMH. 

Los resultados de este proceso serán socializados el 8 de noviembre de 2018 en la ciudad de Cali, mediante el lanzamiento del especial web “Recorridos por los paisajes de la violencia en Colombia” y del libro “Narrativas de la guerra a través del paisaje”. Con estos insumos el CNMH espera mostrar, a partir de imágenes, ilustraciones, sonidos, videos, cartografías y relatos, que los paisajes han sido víctimas y testigos de la violencia en Colombia y que en ellos es posible hallar una valiosa herramienta para comprender los hechos ocurridos en el marco del conflicto armado, dignificar a las víctimas y poner en marcha medidas de reparación que tengan en cuenta las condiciones diferenciales de cada población y territorio.

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Publicado en Noticias CNMH



Cali, Semana por la Memoria

Iglesia La María, 20 años del secuestro del Eln

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Publicado

30 May 2019


Iglesia La María, 20 años del secuestro del Eln

El domingo 30 de mayo de 1999 en el sur de Cali, más exactamente en la iglesia La María, 194 personas fueron secuestradas por miembros del frente José María Becerra del Eln. Este hecho pasaría a la historia como el secuestro masivo más grande perpetrado en Colombia.


Como era usual, los feligreses acudían puntual a la eucaristía que se realizaba a las 10 a.m. cada domingo en la capilla de la iglesia La María, ubicada en el barrio Ciudad Jardín, entre la carrera 127 y la avenida Cañasgordas de la ciudad de Cali. Aquel 30 de mayo de 1999 no fue la excepción y casi 200 personas asistieron para escuchar la palabra de Dios a través de la voz del párroco Jorge Humberto Cadavid.

Los primeros 30 minutos de misa transcurrieron con normalidad, hasta que hombres armados y con uniformes del Ejército, irrumpieron con dos camiones tipo furgón, se presentaron como miembros del Gaula y alertaron sobre la pronta explosión de una bomba en el lugar, por lo que pedían que los 194 presentes ingresaran rápidamente a esos dos vehículos.

La mayoría, desconfiada, no obedeció la orden. Incluso, Yaslín Durán Córdoba, escolta de uno de los asistentes a la misa, se percató que las botas que utilizaban los supuestos integrantes del Gaula no eran parte de la indumentaria habitual. Cuando intentó reaccionar fue asesinado.

En ese momento los guerrilleros realizaron tiros al aire y obligaron, sin distinción alguna, que todos los presentes, incluidos niños, adultos mayores y hasta el párroco se subieran a los camiones. Pronto se reveló que aquellos hombres eran parte del frente José María Becerra del Eln. De esta forma inició el calvario de un secuestro que tendría como escenario las enredadas y boscosas montañas de los farallones de Cali.

La noticia del secuestro masivo más grande realizado en Colombia (hasta hoy) se expandió con rapidez. La conmoción se apoderó de la ciudad y el país. Horas más tarde, y gracias a la presión del Ejército, los secuestradores se vieron obligados a dejar en el camino a algunos de los secuestrados.

Al final del día, quedaron 93 personas en poder del Eln, ya que de las 194 secuestradas inicialmente, 86 fueron dejadas en el camino y 15 más escaparon de sus secuestradores. El Ejército se encargó de recogerlas y llevarlas al Batallón Pichincha de Cali para que pudieran encontrarse con sus familiares.

Con el liderazgo del arzobispo de Cali, Monseñor Isaías Duarte Cancino (Q.E.P.D.), la ciudadanía se movilizó y se tomó las calles para exigir la entrega inmediata de los secuestrados.

El 7 de junio de 1999 las voces de miles de caleños gritaban: “¡Los queremos libres, vivos y en paz!” en  la gran marcha que fue llamada “No más”, la primera de muchas que surgieron como expresión de rechazo al secuestro en el país. Además, monseñor Isaías Duarte excomulgó a los secuestradores y denunció las pretensiones económicas que tenía el Eln a cambio del intercambio de los plagiados.

En el transcurso de 6 meses y medio, todos los secuestrados fueron dejados en libertad. La entrega de las personas se daba en grupos pequeños. La fecha de la última liberación fue el 11 de diciembre de 1999. Años más tarde se sabría que las denuncias de monseñor Duarte eran ciertas, y que cada liberación tuvo su precio.

Arte, memoria y sanación

Para Juan Daniel Otoya Vernaza, quien estaba presente en la iglesia aquel 30 de mayo y fue secuestrado junto a su hermano, su padre y madre ese momento cambió su vida. Tenía 11 años y aún recuerda con precisión cada momento del plagio: estaba junto a su familia y fue obligado por miembros del Eln a separarse de ellos. Luego lo abandonaron en medio de la carretera.

Fue ahí cuando sintió que su mundo se iba en aquellos camiones que se dirigían a los farallones. Una mujer de un acento paisa muy marcado, también liberada en ese inhóspito lugar y cuyo nombre no recuerda, lo acogió y protegió hasta que llegaron al batallón.

Desde ese momento empezó a dibujar constantemente superhéroes hasta que su madre, Isabella Vernaza, fuera liberada, a principios de noviembre de 1999. Hoy entiende que esos dibujos representaban su anhelo de rescatar a su familia. El 13 noviembre se da la liberación de su padre, Alfredo Otoya y fue el fin de aquella historia. O por lo menos eso creía Juan Daniel.

Años más tarde, mientras estudiaba artes, se cuestionó su pasado y trató de buscar un sentido a lo que constantemente dibujaba. Veía cómo sus trazos eran el desahogo de un episodio que aún no había enfrentado del todo. Por esta razón empezó un proceso pictórico para representar sus recuerdos y a través de ellos contar la historia del secuestro de la iglesia La María.

Asegura que este proceso fue clave para sanar las heridas que aún no terminaban de cicatrizar. Pero lo que más le ayudó a superar todo lo relacionado con el aquel episodio fue hablar, en sus propias palabras, “hablar de mi experiencia y contar mis temores se convirtió en una manera de afrontarlos, de entenderlos y de sanar”. Compartir su memoria con otros fue la pieza final que le ayudó a superar aquel traumático secuestro.

Conmemoración del secuestro de la iglesia La María

Hoy jueves 30 de mayo, cuando  se cumplen 20 años de aquel secuestro, el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) acompaña a las víctimas y trabajará en la recuperación de sus memorias,  de la mano de un equipo liderado por Diego Arias, líder cívico de Cali.

De igual manera, el director del CNMH, Darío Acevedo, anunció que se adelantará un proceso con las víctimas del secuestro del kilómetro 18, también en Cali, acto que fue ejecutado por el Eln, meses después del acontecido en la iglesia La María.

Dada la relevancia de este hecho para la ciudad de Cali, para el país y para aquellos que vivieron aquel secuestro en carne propia, hoy jueves se realizará una eucaristía a las 5 de la tarde en la iglesia La María.

Esta acción conmemorativa se realiza, de acuerdo a las palabras entregas al noticiero regional NOTI5 por Víctor Manuel López, miembro de la Arquidiócesis de Cali, “para recordar este suceso y pedir  a la sociedad, no solo de esta ciudad, sino de Colombia entera, que cada día rechace todo acto de violencia”.

Además se presentará “Pintar para no olvidar. 20 años del secuestro en la iglesia la maría” la exposición que realizó Juan Daniel Otoya y que fue parte de su proceso de sanación para superar lo vivido durante su secuestro y el de su familia. La exhibición se abrirá después de la eucaristía y estará abierta hasta el 3 de junio.

Durante esta íntima ceremonia religiosa las víctimas del secuestro de La María y sus familiares harán presencia para dignificar la memoria de Yaslín Durán Córdoba, asesinado durante el secuestro, y hacerle frente al olvido de una sociedad que aún les debe reconocimiento y reparación.

 


Cali, Conflicto Armado, Eln, Iglesia La María, Iniciativas de Memoria, Secuestro, Víctimas

¡El Museo de Memoria recorre Colombia!

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Autor

María Paula Durán

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María Paula Durán

Publicado

10 Ago 2019


¡El Museo de Memoria recorre Colombia!

El Museo de Memoria de Colombia -MMEC- llegará este año a Cali, Cúcuta y Villavicencio, después de su gran acogida en Bogotá y Medellín con cerca de 100 mil visitantes. Desde agosto hasta noviembre, cientos de personas podrán hacer parte de la conversación que propone la exposición “Voces para transformar a Colombia” y participar de una variada programación artística, académica y cultural. Sus visitantes podrán resolver, hacer preguntas, proponer soluciones y profundizar sus conocimientos sobre conflicto armado, memoria, resiliencia y esperanza. Entérate cómo participar en tu ciudad en las redes y página web del CNMH.

Por Laura Cerón para el CNMH

Tres ciudades, tres conversaciones. Con el objetivo de acercar las historias, rostros y lecciones que han dejado más de 60 años de conflicto armado reciente, el Museo emprende un recorrido por nuevos lugares del territorio nacional, luego de la gran acogida que la exposición Voces para transformar a Colombia tuvo en la Feria del Libro de Bogotá y la Fiesta del Libro de Medellín, las cuales sumaron más de 100 mil visitantes en 2018.

El turno ahora es para Villavicencio, Cúcuta y Cali, que tendrán la oportunidad de conocer, escuchar, discutir y reconstruir las historias que el Museo quiere acercar con esta exposición a través de tres ejes temáticos: el agua, el cuerpo y la tierra. Historias que vienen de territorios como el Urabá, Norte de Santander, el Magdalena Medio, la Costa Pacífica, Putumayo y las ciénagas del Caribe Colombiano. Sus protagonistas son personas, colectivos, organizaciones sociales, líderes, familias colombianas que han hecho frente a olas de violencia en sus territorios.  Esta propuesta itinerante del Museo busca que personas de todas las edades puedan reconocer lo que nos ha pasado en medio de la guerra, para que generemos ideas y construyamos desde la esperanza un mejor país.

“Aquí estamos”, performance dirigido por Carolina Vivas y Maribel Ciodaro durante la Fiesta del Libro de Medellín 2018. – Fotografía: María Paula Durán

El Museo brindará también una amplia oferta cultural y académica durante su paso por cada una de las regiones. Obras de teatro, danza, conversatorios, talleres artísticos y literarios, actos conmemorativos, grafitti, conciertos y fotografía acercarán las memorias del conflicto a los colombianos desde la emoción, la autocrítica y el reconocimiento del otro.

El Museo La Tertulia de Cali, El Teatro La Vorágine de Villavicencio, y Juntos Aparte de la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de América del Sur -Bienal Sur- de Cúcuta acogerán el Museo de Memoria de Colombia que continúa en su proceso de creación. Junto a estos aliados, el Museo continúa dando pasos en pro de la reparación simbólica de y para las víctimas y consolidando un mensaje de esperanza sobre el cual construir una sociedad basada en la justicia, la paz y la no repetición.

CUÁNDO Y DÓNDE

VILLAVICENCIO
Dónde: Teatro La Vorágine
Cuándo: del 23 de agosto al 1 de septiembre

CÚCUTA
Dónde: Bienal Sur Juntos Aparte- Biblioteca Julio Pérez Ferrero
Cuándo: del 28 de septiembre al 16 de noviembre

CALI
Dónde: Museo La Tertulia
Cuándo: del 26 de septiembre al 27 de octubre

 


Cali, Cúcuta, Museo de Memoria de Colombia, Villavicencio, Voces para Transformar a Colombia

Así vivimos el Museo de Memoria de Colombia en Villavicencio

Noticia

Autor

Laura Cerón

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Laura Cerón

Publicado

17 Sep 2019


Así vivimos el Museo de Memoria de Colombia en Villavicencio

Durante 10 días, los habitantes de Villavicencio y sus alrededores tuvieron la oportunidad de conocer el Museo de Memoria de Colombia a través de la exposición itinerante de Voces para Transformar a Colombia y de las distintas actividades artísticas y pedagógicas que complementaron la exposición. Así ocurrió la llegada a los Llanos Orientales del primer museo nacional, vivo, dedicado a reparar simbólicamente a millones de víctimas del conflicto armado.


El teatro La Vorágine, ubicado en el complejo artístico y deportivo de Villavicencio, acogió del 23 de agosto al 1 de septiembre la exposición y las actividades que el Museo de Memoria de Colombia traía para miles de ciudadanos. La experiencia permitió la oportunidad de conocer un museo vivo, que comparte y que se hace preguntas y reflexiones con niños y niñas, jóvenes y adultos a través de la danza, las acciones memoriales, talleres de dramaturgia, entre otros.

La exposición Voces para transformar a Colombia fue la excusa para poner en la coyuntura cotidiana de los habitantes una dura, pero necesaria conversación sobre nuestra historia reciente, marcada principalmente por una cruda violencia que ha atacado zonas rurales, ciénagas, comunas, ríos y vidas de millones de colombianos, sin importar su edad, su género o su condición política.

En la inauguración participaron 650 personas que vivieron la obra Amor Puro de la compañía Sur Creación Escénica, que retrata, a través de la danza contemporánea y la música en vivo, el drama de las víctimas de desaparición forzada: la intranquilidad, el anhelo por el encuentro que no termina de llegar, la ausencia que no cesa y la lucha colectiva de mujeres y hombres alrededor del mundo que no dejan de buscar. Según registros del Observatorio de Memoria y Conflicto, son más de 83.000 familias en Colombia y 5.280 en Meta.

  • Distintas mujeres personificaron el drama que viven miles de mujeres con la desaparición forzada durante la inauguración. – Fotografía: Mauricio Ramírez para el CNMH

  • Cada muñeca simbolizaba una mujer desaparecida en el marco del conflicto armado, personificarlas carga sus vidas de humanidad. – Fotografía: Mauricio Ramírez para el CNMH

“Esto nos llena de orgullo y nos demuestra que temas como la memoria histórica son importantes para la población civil y las autoridades locales de los Llanos Orientales. Estamos complacidos por la cantidad de personas que se acercaron también para tener publicaciones del Centro Nacional de Memoria Histórica sobre la historia del conflicto en Meta y Vichada. Sin duda, esta primera itinerancia de 2019 marca un precedente para el Museo y motiva aún más nuestro recorrido que continúa en Cali y Cúcuta. Esperamos seguir acercando a todos los ciudadanos las historias de las víctimas y sobrevivientes del conflicto”, aseguró Rafael Tamayo, director del Museo de Memoria de Colombia.

Estudiantes de colegios y universidades también asistieron a talleres para fortalecer su comprensión del conflicto armado y la búsqueda de caminos de paz y esperanza. “El teatro cuenta la historia” fue un taller en el que actores y jóvenes líderes, a partir de la ficción y el teatro, crearon historias a partir de sus memorias. Tatiana Jiménez, de la Red de Paz de Jóvenes del Meta afirmó que “nos permitieron aprender mucho para la vida, como jóvenes es muy enriquecedor porque nos ayuda a entender la historia y seguir compartiéndolo con los más pequeños”.

El Tente es un grupo de mujeres que desde el arte busca dignificar a víctimas y familiares de desaparición forzada. Durante la exposición en Villavicencio, las mujeres brindaron un taller de muñecas de trapo liderado por Paulina Mahecha. Jóvenes y adultos hicieron un homenaje a las y los desaparecidos, al tiempo que creaban una red de apoyo entre los participantes y las mujeres de la organización. En el marco del Día Internacional del Detenido Desaparecido, varias organizaciones realizaron acciones conmemorativas en centros comerciales y parques públicos encaminadas a la búsqueda de la verdad, la memoria y la justicia para sus familiares. La itinerancia por Villavicencio deja la visita de más de mil personas que hicieron parte de la transformación que entre todos soñamos como país.

Ahora el turno es para Cúcuta, que tendrá la oportunidad de ver una muestra del  28 de septiembre al 16 de noviembre durante la exposición Juntos Aparte, que trata sobre arte, migración y exilio en la frontera colombo venezolana. De manera paralela, del 26 de septiembre al 27 de octubre, será inaugurada en Cali una muestra en gran formato de la exposición en el Museo La Tertulia, en el marco de la temporada Luz para la memoria.

 


Amor Puro, Cali, Cúcuta, Museo de Memoria de Colombia, Rafael Tamayo, Villavicencio, Voces para Transformar a Colombia

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