Buenaventura: Un puerto sin comunidad
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Buenaventura: Un puerto sin comunidad
Buenaventura atraviesa una de las situaciones sociales y humanitarias más difíciles del país. Por tratarse de una ciudad portuaria se ha convertido en el foco de todo tipo de violaciones a los derechos humanos, que ha afectado a todos sus habitantes pero, especialmente, a los jóvenes afrocolombianos.
• La investigación más completa sobre 15 años de horror e indiferencia por los que ha pasado el puerto del Pacífico.
• El primer estudio académico sobre la práctica de terror de las llamadas ‘casas de pique’.
• La gran paradoja: después de la desmovilización paramilitar, en 2004, todo ha sido peor; en especial, a partir de 2010.
• Por encima de la degradación de la violencia, se alza la voz de las víctimas y la cultura afro, con sus iniciativas de memoria y resistencia.
La falta de empleo y la mala remuneración es cotidiana y la prestación de los servicios públicos es muy escaza, especialmente del agua. Asimismo, en este municipio se han presentado todas las modalidades de violencia, registrando, por lo general, las cifras más altas del país: homicidios, desapariciones forzadas, desplazamiento forzado (particularmente el intraurbano), secuestros, entre otros.
En este informe investigadoras e investigadores del Centro Nacional de Memoria Histórica, en colaboración con un grupo de organizaciones sociales, étnicas y eclesiales de la región, analizan desde una perspectiva de memoria histórica en el periodo que va de 2000 a 2013, ¿cómo se ha conformado en este territorio un contexto que ha favorecido que grupos armados ilegales continúen ejecutando modalidades de victimización altamente degradadas hacia la población afrodescendiente, pese a los acuerdos de desmovilización establecidos en 2004 entre el Gobierno nacional y el Bloque Calima de las AUC?, ¿cuál es la lógica que subyace en la interrelación de diversas modalidades de victimización en este territorio urbano del Pacíco como desplazamientos forzados, homicidios, desapariciones forzadas, reclutamiento forzado a niños y niñas, abuso y acoso sexual a mujeres, enfrentamientos armados, asesinatos a líderes y lideresas, conformación de espacios de tortura y de cementerios clandestinos? También, ¿qué signicados y sentidos han otorgado las comunidades afrodescendientes urbanas a los diferentes periodos de disputa territorial que han vivido desde el año 2000? ¿Cómo han otorgado significado a los daĖos producidos en sus trayectorias vitales por los contextos de victimización? Y ¿cómo la población ha congurado plurales y creativos escenarios de resistencia para continuar habitando el territorio urbano pese a la imposición en el orden social de los repertorios violentos de desterritorialización, terror e invisibilización?