- Los participantes del documental ‘Víctimas anónimas’, junto a altos mandos de la Fuerza Aérea y el director del Centro Nacional de Memoria Histórica, conversaron acerca de esta iniciativa de memoria histórica, que busca dignificar la memoria de miembros de la FAC víctimas del conflicto armado.
“Los protagonistas de este evento son los cuatro miembros de la Fuerza Aérea Colombiana, cuyos familiares nos han ayudado a ver, a recordar, sin odio y sin venganza, con ánimo de reconciliación y la paz, los momentos trágicos que vivieron”. Con estas palabras, Darío Acevedo Carmona, director general del Centro Nacional de Memoria Histórica, abrió el evento de lanzamiento del documental Víctimas anónimas: los militares y civiles de la FAC y sus familias reconstruyéndose desde el dolor, que se llevó a cabo este martes 14 de diciembre en el Hotel Grand Park, en Bogotá.
Acevedo continuó su intervención citando el artículo 3 de la ley 1448 de 2011, es la Ley de Víctimas y Reparación, para explicar el alcance de la misma a la luz de las infracciones a los Derechos Humanos y al Derecho Internacional Humanitario. “Lo que se ve en este documental es la narrativa de cuatro miembros de la Fuerza Aérea que fueron afectados en materia grave. Secuestro, desaparición, tortura, asesinato fuera de combate, víctimas de artefactos explosivos incontrolables o indiferenciados, todos ellos están tipificados en el estatuto de la Corte Penal Internacional”, precisó.
Por su parte, el Brigadier General Alfonso Lozano Ariza, Comandante de Desarrollo Humano de la FAC, recordó una frase del Papa Francisco en su visita a Colombia para presentar los relatos del documental Víctimas anónimas. “Son historias de sufrimiento y amargura, pero, sobre todo, son historias de amor y perdón, que nos hablan de vida y esperanza’. Esta frase nos recuerda la importancia de recordar, de dignificar las memorias de las víctimas del conflicto armado colombiano, que nos recuerda el momento de transición que vive el país”, señaló.
El Brigadier General Lozano agregó que este producto de memoria que se estrenó, y que ya está disponible en el canal de Youtube del CNMH, aporta significativamente a la comprensión del conflicto armado. “Los hombres y mujeres que portamos el uniforme de la fuerza pública también somos amigos, vecinos, familiares, ciudadanos, por lo tanto, somos sujetos de derechos, debemos ser reconocidos”. Sus testimonios nos permiten conocer y comprender con mayor profundidad la dimensión y los embates del conflicto armado, además de “liberarnos de prejuicios que impiden que las víctimas cumplan su derecho a la verdad, a la no repetición”.
Víctimas anónimas, que se convierte en el primer documental de memoria histórica entre el Centro Nacional de Memoria Histórica y la Fuerza Aérea Colombiana, es también el primer producto audiovisual de la serie que actualmente adelanta el CNMH en conjunto con las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional.
Este hecho, entre otros, lo subrayó el Mayor Jorge Armando Landinez, Mayor Jefe Sección Estratégica Análisis, Contexto y Posconflicto de la FAC, al agradecer por la generosidad de cada familia “al compartir sus memorias y poder traducirlas y compartirlas en un producto de memoria”. Así mismo, destacó al trabajo de la Fuerza Aérea en temas de memoria y verdad, reflejado en los cinco informes que ha entregado la institución a la Comisión de la Verdad, al igual que los cuatro informes que buscan entregar a la Jurisdicción Especial para la Paz “para que hagan parte de la memoria del conflicto armado colombiano y seguir en la seda de trabajar en la visibilización, dignificación y reconocimiento de los integrantes de la FAC”.
Las voces de las víctimas
Las voces de Ana Yolanda Umbarila Rodríguez, Edwin Suárez, Guillermo Casanova Molina y Raúl Alejandro Castañeda Florián se escucharon por primera vez en el estreno del audiovisual, y cada uno dejó su mensaje con miras a la verdad y la no repetición. “Queremos la paz, pero una paz con verdad y justicia, donde se escuchen las voces de los integrantes de las Fuerzas Militares y sus familias víctimas del conflicto armado”, sostuvo Guillermo Casanova Molina, ingeniero civil, quien relata la historia de su tío, el Teniente Guillermo Enrique Molina Latorre, piloto de helicóptero de la Fuerza Aérea Colombiana, quien fue víctima de homicidio por parte de las FARC, en la zona de Chapinero, ubicada en el municipio de Planadas, Tolima, en el año 1964.
Por su parte, Raúl Alejandro Castañeda, hijo del Capitán Raúl Octavio Castañeda Cárdenas, piloto del avión Fantasma AC-47 de la Fuerza Aérea Colombiana, quien fue víctima de desaparición forzada, tortura y homicidio por parte de las FARC, en el municipio de Guaduas, Cundinamarca en el año 1991, señala que “es necesario que en la construcción de la memoria histórica del conflicto armado participen los integrantes de las Fuerzas Militares, toda vez que su voz es un aporte invaluable para conocer la verdad de lo ocurrido”.
“Solo se conocerá la verdad del conflicto armado si se construye una memoria plural e incluyente, donde participen los integrantes de la Fuerza Pública”. Ese es el mensaje que nos deja Ana Yolanda Umbarila, funcionaria civil activa de la Fuerza Aérea Colombiana, quien labora en la Dirección de Personal, y cuyo esposo fue víctima de secuestro y homicidio por parte del ELN, en el municipio del El Bordo, Cauca en el año 2001.
“Valientes aquellos que recogen sus propios pedazos y se arman solos para seguir adelante”. Esa es la frase que nos regala Edwin Suárez Corrales, quien se desempeñaba como tripulante de un helicóptero de la Fuerza Aérea Colombiana cuando fue derribado por la acción de un campo minado con artefactos explosivos improvisados, preparado por el frente noveno de las FARC en el año 2003, en el municipio de Granada, Antioquia.