En la Sierra Nevada, el Museo siguió construyendo memoria con los wiwa
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CNMH.
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CNMH
Publicado
27 de abril 2021
En la Sierra Nevada, el Museo siguió construyendo memoria con los wiwa
- El Museo de Memoria de Colombia acompañó la inauguración de la Casa Intercultural de los Saberes del pueblo wiwa en la Sierra Nevada de Santa Marta.
- Este proceso de memoria histórica aporta a la recuperación de los conocimientos y prácticas culturales indígenas que han sido afectadas por el conflicto armado.
El Shembuta, la ley de origen del pueblo wiwa, ordena el cuidado de los lugares sagrados, el territorio y la cultura en la Sierra Nevada de Santa Marta, que para ellos es el corazón del mundo. Durante décadas, el conflicto armado y otras formas de violencia han desestabilizado esa relación y hoy está en riesgo, pero los wiwa hacen memoria para sanar lo que ha sido afectado.
Entre el 9 y el 12 de abril, como un paso más en un proceso de acompañamiento que empezó en 2015, el Museo de Memoria de Colombia, del Centro Nacional de Memoria Histórica, participó en la inauguración de la Casa Intercultural de Saberes Ancestrales Kuimáku. En la cuenca del río Guachaca, a tres horas de Santa Marta, alrededor de cuarenta indígenas se reunieron en esos días para seguir tejiendo su memoria desde la palabra.
Afuera de la casa se presentó una expografía con páneles que explican algunos conceptos importantes en la cosmogonía wiwa. Uno de ellos habla del Ruama Shama, que es como llaman a su memoria histórica: “es un recordar constante, es volver al corazón, al origen, al principio de nuestras enseñanzas […] es analizar las causas que llevaron a involucrarnos en una guerra de la cual nunca quisimos hacer parte y llegó sin ser llamada”.
Para construir una memoria con esas características, la Organización Wiwa Golkushe Tayrona, que cobija a 7 mil de los más de 12 mil indígenas wiwa que hay en el país, está construyendo el CIFFEC: el Centro Integral de Formación y Fortalecimiento Espiritual y Cultural, una estrategia de reparación que promueve espacios culturales y educativos de transformación a partir de la identidad y las prácticas tradicionales wiwas.
En el acto inaugural de la casa, varias mujeres jóvenes y mayores vestidas de blanco con mantas rojas bailaron durante horas al ritmo de instrumentos propios. La música les permite comunicarse con los seres sobrenaturales que rigen la vida material y espiritual. “Cuando nosotras bailamos, estamos pagando a la madre tierra lo que consumimos”, dice Verónica Rodríguez, una joven en proceso de preparación para convertirse en saga, que es el rol femenino más alto en la comunidad.
Para los wiwa, el conflicto armado —y otros factores como la evangelización, la colonización, la guaquería, la bonanza cocalera y marimbera, la fumigación y los megaproyectos— ha puesto en riesgo su conocimiento y sus tradiciones. Se han desestabilizado los ciclos de la vida y se afectó a su territorio, que para ellos es otra víctima y debe sanarse.
En el auto 004 de 2009, la Corte Constitucional advirtió el riesgo de exterminio que enfrenta el pueblo wiwa, un tema que retomamos en el informe Tiempos de vida y muerte. Memorias y luchas de los pueblos indígenas en Colombia. Darío Acevedo, director del CNMH, recordó que “a los pueblos indígenas les han destrozado sus creencias, sus rituales, su relación con el territorio. Por eso buscamos trabajar con ellos y construir memorias que van a enriquecer el Museo de Memoria de Colombia”.
Una de las actividades centrales del encuentro en la Sierra, que contó con el apoyo del equipo del Museo, fue el planteamiento de un proyecto para construir un calendario propio que contribuya a restablecer el ordenamiento de su plan de vida. Ese calendario, que se pensará con la guía de las autoridades tradicionales, les permitirá preservar su conocimiento sobre los ciclos de lluvia, los tiempos de siembra, los pagamentos, entre otros.
El mamo Romualdo Gil, uno de los líderes de la comunidad, explicó que estos procesos de memoria histórica son importantes para mantener la transmisión de saberes entre generaciones, que se ha perdido a causa de las distintas formas de violencia: “Han muerto muchas abuelas y abuelos sabedores. Hace falta enseñanza para que los jóvenes gocen de su conocimiento y su cultura”.
El Museo tiene el mandato de construirse desde la diversidad. Este trabajo en la Sierra Nevada responde al compromiso de reconocer las necesidades y aportes de los grupos étnicos en la construcción de memoria. Fabio Bernal, director del MMC, anunció que “el trabajo con la comunidad wiwa continuará. El Museo será un aliado en el proceso de construcción del CIFFEC, que se convertirá en un punto de articulación para transmitir el conocimiento ancestral a futuras generaciones”.
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Memorial WIWA-Sierra Nevada – Mauricio Ramírez Vásquez
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Memorial WIWA-Sierra Nevada – Mauricio Ramírez Vásquez
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Memorial WIWA-Sierra Nevada – Mauricio Ramírez Vásquez
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Memorial WIWA-Sierra Nevada – Mauricio Ramírez Vásquez
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Memorial WIWA-Sierra Nevada – Mauricio Ramírez Vásquez
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Memorial WIWA-Sierra Nevada – Mauricio Ramírez Vásquez
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Memorial WIWA-Sierra Nevada – Mauricio Ramírez Vásquez
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