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“Por los retoños del árbol truncado”: memorias de las familias de la Fuerza Pública

Los diálogos por la pedagogía de la memoria inician con la comuna 13 de Medellín

Aunque Asviponalca tiene trabajo en distintos municipios, desarrolla labores en el municipio de Popayán. Foto: Julián Moreno para CNMH

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CNMH

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Foto: Julián Moreno para CNMH

Publicado

20 agosto 2020


“Por los retoños del árbol truncado”: memorias de las familias de la Fuerza Pública

La Asociación de Viudas de Agentes de la Policía Nacional del Cauca (Asviponalca) lanzará, con el apoyo del Centro Nacional de Memoria Histórica, el producto de su trabajo como iniciativa de memoria. Se trata de una agenda en la cual la Asociación nos cuenta sobre sus propósitos y desde la voz de las viudas y los hijos de agentes de la fuerza pública conoceremos las reminiscencias sobre los padres, amigos y esposos, así como las situaciones a las que se enfrentaron las viudas y cómo lograron salir adelante. 

El lanzamiento será el próximo 25 de agosto y ustedes podrán conectarse a través del facebook live del Centro Nacional de Memoria Histórica. Acompáñanos y conoce más sobre un grupo de familias que por más de 30 años se ha aferrado a la vida.

De acuerdo con el Observatorio de Memoria y Conflicto del Centro Nacional de Memoria Histórica, en Colombia entre 1958 y 2017, han sido afectados 23.086 miembros de la fuerza pública en acciones relacionadas con el conflicto armado en el país. Esta cifra nos invita a considerar no solo los efectos de la violencia en los uniformados, sino el sufrimiento y la incertidumbre que experimentan numerosas familias que se enfrentan a la ausencia, la afectación y el dolor ante lo sucedido con sus familiares. 

Asviponalca representa a algunas de estas familias. La asociación se originó el 10 de agosto de 1986 cuando ante la pérdida de sus esposos algunas viudas se comenzaron a acompañar en el proceso de duelo y en los trámites administrativos ante las entidades estatales. Su trabajo se ha forjado para promover colectivamente el conocimiento de las implicaciones que viven las familias de quienes, siendo miembros de las fuerzas armadas estatales, han sido heridos, asesinados, desaparecidos o han fallecido; también es una apuesta por el reconocimiento de los derechos que las familias tienen. 

“Por los retoños del árbol truncado” es el lema de la asociación, una metáfora que alude a los uniformados como árboles y a sus familias, especialmente a sus hijos, como sus retoños; este lema revela el eje de su trabajo: el bienestar de las familias de la fuerza pública, especialmente de quienes quedaron huérfanos. Atendiendo a ese propósito esta asociación no solo trabaja por quienes han sido afectados por el conflicto armado colombiano, sino por un universo amplio de familias que se enfrentan a la pérdida o lesión de sus esposos, hijos o padres. 

En el proceso de acompañamiento del Centro Nacional de Memoria Histórica que se realizó mediante el apoyo a Iniciativas de Memoria, además del reconocimiento de estos hombres como servidores de la patria, se reivindicaron sus roles en el hogar, su carácter y dimensión humana, que muchas veces están encubiertos por su vinculación con las fuerzas armadas.

Volver al pasado condujo además a reconocer la importancia que tiene Asviponalca para sus asociados, como el apoyo y lazo de amistad que se ha gestado entre ellos les ha permitido seguir adelante con sus vidas. De acuerdo con Nancy Sánchez, participante del proceso, “la cercanía con la asociación ha sido para mí un apoyo importante; he sentido que no soy la única que pasa por eso”. En particular, la asociación ha jugado un papel definitivo en la búsqueda de condiciones de bienestar para las familias, en especial en relación con la salud, educación y vivienda.

‘Unas verdaderas heroínas’

El proceso promovió una comprensión amplia de la memoria, que reviste de relevancia cómo se vive el impacto de la pérdida o lesión, cómo se afrontó ese hecho y las formas que las viudas se inventaron para dar continuidad a la vida en medio de la pérdida y el sufrimiento. Así, no solo se hizo memoria sobre los uniformados como protagonistas de esta historia, sino que cada uno de los participantes del proceso habló de sí mismo, esto abrió el camino para que a través de la memoria reivindicaran su fortaleza, capacidad de gestión y resistencia. 

 “Reconocimos la dificultad, la enfrentamos y la asumimos. (…) No fuimos flojas y prácticamente solas logramos salir adelante ante todos los embates de la vida” cuenta Ana Ruth Lemus, quien enviudó en 1986. 

Asviponalca se ha convertido en una red de apoyo y amistad para sus miembros. Foto:Julián Moreno para CNMH.

Asviponalca se ha convertido en una red de apoyo y amistad para sus miembros. Foto:Julián Moreno para CNMH.

Los hijos reconocieron a sus mamás como heroínas incansables que con paciencia, amor y valentía lograron criarlos y hacer el papel de madre y padre en los hogares. “Mi mamá es una superhéroe. Yo a ella siempre la he visto trabajando y hoy agradezco esa fortaleza que tiene para luchar y trabajar en favor de las víctimas”, agrega Adriana Nievas, hija de un agente de policía fallecido. 

Estas memorias están plasmadas en la agenda “Por los retoños del árbol truncado” que se materializó y será presentada públicamente con el apoyo de la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo (ACCD). Pueden conocer este producto en el evento de lanzamiento que se llevará a cabo el próximo 25 de agosto a partir de las 6pm, en el cual escucharemos a las protagonistas de estas historias y sus experiencias construyendo memoria.

El evento se transmitirá mediante el facebook live del Centro Nacional de Memoria Histórica. Pueden participar y seguir la campaña de comunicación mediante los hashtags #LaMemoriaReivindica y #TerritoriosyMemorias 

El lanzamiento será el próximo 25 de agosto y ustedes podrán conectarse a través del facebook live del Centro Nacional de Memoria Histórica. Acompáñanos y conoce más sobre un grupo de familias que por más de 30 años se ha aferrado a la vida.

Para mayor información sobre el lanzamiento de la Iniciativa puede contactarse con:

Julieta Castiblanco (Estrategia de Comunicaciones del CNMH): 3168202740

Juan Pablo Esterilla (Estrategia de Comunicaciones del CNMH): 3125730785


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Cauca, Derechos, Fuerza Pública, Memoria, Mujeres, Paz, Policía, Popayán

“Los países se edifican sobre la memoria de las personas mayores”: Conchita Ramírez

Los diálogos por la pedagogía de la memoria inician con la comuna 13 de Medellín

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CNMH

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CNMH

Publicado

19 agosto 2020


“Los países se edifican sobre la memoria de las personas mayores”: Conchita Ramírez

En el Mes del Envejecimiento y la Vejez, promovido por la administración distrital de Bogotá, entrevistaremos semanalmente a líderes y lideresas mayores para escuchar sus experiencias y entender cuáles son sus necesidades y sus propuestas. La primera entrevista fue con el periodista Héctor Tabares y la pueden leer aquí.

 

Hoy hablamos con María Conchita Fernanda Ramírez, una mujer de 75 años que en 2012 ayudó a conformar el Consejo Local de Sabios de Chapinero y desde 2016 coordina el Consejo Distrital de Sabios de la ciudad. En ese espacio —ella dice que, a punta de ser ruidosos, escandalosos y no tragar entero— ha logrado influir en el diseño y veeduría de la política pública de personas mayores en los ámbitos local, distrital y nacional.

 

Desde su trabajo con el Consejo Distrital de Sabios, ¿cuál ha visto que es la situación de las personas mayores en Bogotá?

“Cuando trabajé con el Consejo Local de Sabios de Chapinero, empecé a conocer el gran problema de la población mayor desplazada en Bogotá, que es muy fuerte en los estratos más bajos. Entendí que la persona mayor es una persona sin voz, sin presencia, invisible, muchas veces estorbosa. Y, si lo son las personas que tienen una casa, así sea pequeña o sencilla, ¿cómo lo serán las personas que son desarraigadas de sus tierras, desprendidas de sus hogares y luego desplazadas? Luego la Agencia de Reincorporación y Normalización nos invitó a definir la política pública de las personas mayores reincorporadas, y me encontré con otro panorama dramático”.

 

¿Cuáles son los mayores problemas de las personas mayores desplazadas por la violencia?

“Sus arraigos son mínimos. No es lo mismo que tú seas desplazado y llegues con menos de 40 años: tus posibilidades de volver a hacer un entorno social son muchas. Tienen posibilidad de conseguir un trabajo. Los niños se acomodan en las escuelas. Los jóvenes hacen nuevamente amigos. Las personas mayores no. Es muy difícil reiniciar una vida. Y empezamos a ver, entre los mayores, una población muy fuerte de habitantes de calle o vendedores informales. Muchos también llegan como cabezas de familia a un ambiente que no entienden. La salud empieza a ser un problema para ellos, que estaban acostumbrados a la enfermera o al curandero de su pueblo, o a los viejos remedios que les enseñaron”.

 

¿Y con las personas mayores reincorporadas de grupos armados?

“El drama de la población mayor reincorporada es muy doloroso, porque son personas que estuvieron alejadas de sus hogares por 40 años. No son tantos, porque muchos murieron. Pero los que vuelven, lo hacen absolutamente vacíos. Los desplazados se desplazan en grupo. Pero los reincorporados, cuando vuelven a buscar lo que dejaron, no encuentran reconocimiento, porque muchas familias los culpan de sus desgracias, o quienes los conocían ya no están, o la sociedad los prejuzga”.

 

Nuestro conflicto armado ha tenido una larga duración y las personas mayores han vivido gran parte del mismo. ¿Por qué es importante escuchar sus memorias?

“Todos tienen una historia que contar. Los países se edifican sobre la memoria de las personas mayores. Sin ellas no hay historia. Desde los estratos bajos hasta los altos, desde las etnias, desde la diversidad: ahí está la historia. La cuentan quienes la construyeron. Ese es uno de los grandes desafíos del Centro Nacional de Memoria Histórica: tienen la responsabilidad de obtener de esas fuentes primarias lo que ha pasado en sus territorios. Debería definirse un programa de recuperación de esa memoria, donde se les escuche de manera seria. Sentarse con grupos de viejos dos meses, tres meses, a que cuenten sus experiencias. Nosotros somos quienes tenemos la historia. Puede que no nos guste el presente, o que no alcancemos a vislumbrar el futuro, pero lo que sí tenemos claro es el pasado”.

 

Una de las formas de lograr esa visibilidad es a través de la organización. ¿Qué retos han visto las personas mayores a la hora de organizarse?

“El obstáculo está en la invisibilidad. Uno coge cualquier política pública y ve que tiene un gran énfasis en el apoyo a la niñez, a la juventud, a la mujer, a la población LGBT, pero uno se pregunta: ¿dónde están mencionados los ancianos? Si ni siquiera aparecen en las políticas públicas, es muy difícil que encuentren recursos para organizarse. No los escuchan. O no se esfuerzan por comprenderlos. Entonces hay dificultades, pero también te quiero contar que, si uno va más a fondo, y se adentra en las localidades y busca a los referentes de vejez a través de los consejos de sabios, se van a dar cuenta de que sí existen organizaciones sencillas, elementales, que se reúnen para hacer ejercicio, para jugar, para bailar, y allí están las historias. Hay que sentarse a hablar con ellos y mostrarse humilde frente al conocimiento que pueden entregar”.

 

¿Qué se está haciendo en este momento para garantizar los derechos de las personas mayores?

“Si tú miras la Constitución, hay derechos explícitos para ciertas poblaciones, pero no para los mayores. Sin embargo, hace 15 días el Congreso aprobó la Convención Interamericana de Derechos Humanos de la Persona Mayor, que fue propuesta por la OEA en 2015. Esa convención trae 27 nuevos derechos de la persona mayor. Entonces aquí llegó en 2016 y tuvo que hacer un recorrido por todos los ministerios, porque hay derechos que tienen que ver con trabajo, educación, cultura, desarrollo económico. El año pasado, desde el Consejo de Sabios, invitamos a la Cepal y presionamos al Gobierno, y se presentó por fin el proyecto al Congreso. Este salió aprobado el 28 de julio. Ahora está para la firma del presidente de la República. Esa ley tendrá nivel estatutario. Entonces fíjate cómo hemos dado un salto gigantesco: de no tener nada a tener tanto”.

 

Esa discusión sobre los derechos de los mayores también se ha dado en el marco de la pandemia, donde son la población más vulnerable. ¿Qué hacer para cuidar su salud y garantizar a la vez sus otros derechos?

“No nos digamos mentiras: las personas mayores tenemos que quedarnos en casa. Estamos poniendo la mayoría de los muertos. Pero, como te decía, hay una gran población mayor que vive de las ventas informales o ambulantes, de donde derivan su sustento, su vivienda, su alimentación. Muchos son desplazados y ven por su familia. ¿Cómo le digo yo a esa población, de la cual más del 70 % no tiene pensión, que se quede en la casa? Pues tendría que traerle un mercado semanal, velar por sus medicamentos, que el médico los llame con frecuencia. Si yo no puedo garantizar eso, las personas mayores tienen que salir. Y si los mayores salen, se dispara la muerte. ¿Eso a la sociedad le importa?”


acuerdos de paz, postconflicto, inversión, internacional


Conchita Ramírez, Derechos, Memoria, Personas Mayores, Sabios de la ciudad

Lanzamiento de nuevo informe: Derecho a la justicia

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CNMH

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CNMH

Publicado

13 May 2016


Lanzamiento de nuevo informe: Derecho a la justicia

El lanzamiento del informe El derecho a la justicia como garantía de no repetición se llevará a cabo el 17 de mayo a las 9:00 a.m. en el auditorio D-200 de la Universidad Externado de Colombia


El derecho a la justicia como garantía de no repetición, la nueva investigación del Centro Nacional de Memoria Histórica, presenta el panorama de las víctimas de este país en la búsqueda de la justicia. Indaga, desde la experiencia de las víctimas, las organizaciones sociales y de derechos humanos cómo ha sido la relación entre estas luchas por la justicia y las respuestas judiciales.

El informe hace mención de ciertos factores que se constituyen en brechas grandes y complejas que, en muchos casos, impiden dar cuenta de una experiencia de reconocimiento, como por ejemplo: el lenguaje en que se consolida todo el modelo de administración de justicia que inicia desde la forma en que se redactan las normas; la manera como se construyen las decisiones judiciales; la forma como se las comunica a los destinatarios; las lógicas de la estructura del proceso judicial en tiempos, momentos y expectativas que no coinciden con las de las víctimas; la distancia física de las autoridades judiciales, unida a la precariedad de recursos y las dificultades de tiempos de las víctimas, entre otras. 

El deber que tiene el Estado y sus autoridades de satisfacer el derecho a la justicia de las víctimas mediante procedimientos que conduzcan al esclarecimiento de los hechos, la identificación, investigación, juzgamiento y sanción de los responsables, es la premisa sobre la que se centra esta investigación del CNMH para presentar algunas de las respuesta que ha dado el Estado colombiano a quienes han sido víctimas de graves violaciones a los derechos humanos. 

Aunque el Estado ha ido incorporando diversos mecanismos e instrumentos que en ocasiones han hecho frente a las demandas de las víctimas y sus familiares y ha mostrado resultados positivos cuando se trata de sancionar a los responsables, continúa siendo insuficiente para las víctimas quienes, en su mayoría, han estado excluidas y marginadas del proceso que lleva a esos resultados. Es por ese motivo que las decisiones no dan respuestas a preguntas y expectativas centrales que las víctimas tienen en la búsqueda de justicia: ¿por qué?, ¿dónde está? 

El informe está dividido en dos volúmenes. El primero, ‘Graves violaciones de derechos humanos: luchas sociales y cambios normativos e institucionales 1985 – 2012’, reconstruye la historia de la lucha de los movimientos sociales y de víctimas por la defensa de los derechos humanos y contra la impunidad en diálogo con los cambios de las normas y regulaciones en ese campo en Colombia en esos 30 años y los contextos cambiantes en los que todo esto tuvo lugar. 

El segundo, ‘Casos de víctimas de violaciones a los derechos humanos en búsqueda de la justicia y de la satisfacción del derecho a la justicia’, reúne con gran detalle los relatos de seis víctimas y familiares de distintas violaciones, ubicadas en varios lugares del país, que exponen las debilidades, los avances y las contradicciones entre las normas, su interpretación y su aplicación y los desafíos enfrentados en el acceso de las víctimas a la justicia 

LAS HISTORIAS

Los seis casos que recoge esta publicación están relacionados directamente con cuatro violaciones de derechos humanos: desaparición forzada, ejecuciones arbitrarias, tortura y violencia sexual. Allí se indagó la manera como las víctimas buscaron, construyeron y enfrentaron caminos de búsqueda de la justicia. 

Tarcisio Medina Charry

El estudiante de la Universidad Surcolombiana, Tarcisio Medina Charry, fue detenido por la policía ante testigos y luego desapareció. Llevaba en su mochila el periódico Voz Proletaria del Partido Comunista. El hecho sucedió en Neiva el 19 de febrero del año con más desapariciones forzadas en Colombia: 1988 (307 desapariciones forzadas según cifras oficiales y 380 según las organizaciones de familiares). Esta es la historia de una familia que ha pasado 26 años en la búsqueda de justicia. 

Lisandro Vargas y Alfredo Correa de Andréis

Las denuncias de corrupción en la universidad por parte del profesor y sindicalista Lisandro Vargas lo llevaron a sufrir allanamientos y estigmatización hasta su asesinato el 23 de febrero de 2001. 

Pese al reconocimiento como investigador y a su actividad a favor de causas comunitarias y sociales, el profesor Alfredo Correa fue detenido por el DAS el 18 de junio de 2004 acusado de ser ideólogo de las FARC. Un mes más tarde fue liberado, aunque la investigación siguió. El 17 de septiembre él y su escolta fueron asesinados en Barranquilla.

Henry Molina

Como estudiante de derecho en la Universidad del Atlántico, Henry Molina participó en la creación de la Federación de Estudiantes Universitarios en 2005. La noche del 18 de octubre fue retenido y llevado a la SIJIN donde fue torturado física y sicológicamente. El motivo: ser señalado de guerrillero. 

Los 12 jóvenes de Punta del Este

El 19 de abril de 2005 11 jóvenes del barrio Punta del Este fueron invitados a jugar un supuesto partido de fútbol en otro barrio. El premio era de 200.000 pesos. Al final todos terminaron amarrados con los cordones de sus tenis, asesinados y arrojados al agua en un hecho que conmocionó a Buenaventura. Ese año en la ciudad se cometieron 324 homicidios según Medicina Legal. 

Dos adolescentes y su madre

Dos mujeres adolescentes fueron raptadas por los paramilitares, quienes se las llevaron una noche y las abusaron sexualmente. Las liberaron en la madrugada en un marco de violencia generalizada en el Putumayo. Su madre, pese a la situación de vulnerabilidad en que se encontraba, se empeñó en alentar y apoyar a sus hijas para que lo ocurrido no quedara en el silencio. 

Los seis relatos son elocuentes sobre las dificultades de las víctimas para encontrar satisfacción de sus derechos en el sistema judicial y sobre las dificultades y contradicciones de la justicia para relacionarse con ellas, sin embargo, sus luchas muestran que, aunque en las primeras aproximaciones algunos familiares expresaron no haber logrado incidir en las autoridades para obtener una efectiva búsqueda de justicia, el proceso de diálogo establecido y las formas como sortearon las dificultades y retos los convirtió en verdaderos agentes de construcción de caminos de búsqueda de justicia. Algunos de ellos lograron tener incidencia en la construcción de mecanismos o herramientas legales y otros se convirtieron en movilizadores de otras iniciativas de personas que se encontraban en similares circunstancias. 

 


Derechos, justicia, Lanzamiento. Informe

El deber y el derecho a la memoria

Noticia

Autor

Carolina Moreno, periodista del CNMH

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CNMH

Publicado

31 May 2016


El deber y el derecho a la memoria

Este jueves 2 de junio se llevará a cabo la audiencia pública “El deber de memoria del Estado, y el derecho a la memoria de los pueblos, en el Salón Boyacá del Congreso de la República, entre las 8 de la mañana y la 1 de la tarde.


La Red Colombiana de Lugares de Memoria quiere poner en debate público el papel que jugarán los lugares de memoria y conciencia que existen en Colombia en un escenario de posacuerdos de paz, sobre las fuentes de financiación y la autonomía que garantizarán su existencia.

En diferentes países de América Latina y Europa, los lugares de memoria y conciencia con relación a conflictos armados y violaciones a derechos humanos, se han construido como mandatos de las comisiones de la verdad una vez finalizados los conflictos. En Colombia, sin embargo, cerca de veinte lugares de memoria se han desarrollado por el esfuerzo de las organizaciones de víctimas y de la sociedad civil, aún en medio del conflicto armado. Estos lugares llevan años educando en el respeto a los derechos humanos, generando conciencia de que lo pasó, para la no repetición.

La mayoría de ellos, sin embargo, no cuentan con financiación o reconocimiento estatal que garantice su existencia en el futuro (Ver Hacia una legislación para los lugares de memoria) ¿Cómo responder al derecho a la memoria de los pueblos, desde el deber de memoria del Estado?

La agenda que se desarrollará en la Audiencia Pública buscará debatir cuál será “el papel que cumplen los lugares de memoria en los contextos de conflicto, de tránsito hacia la paz y en la materialización de los acuerdos de paz”. (Ver agenda de la Audiencia Pública)

Para asistir a la audiencia pública puede inscribirse desde este formulario.

 


Deber, Derechos, Memoria

Por el derecho al voto de víctimas en el exterior

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

05 Sep 2016


Por el derecho al voto de víctimas en el exterior

La Agenda Internacional de Iniciativas por la Paz, que está conformada por diferentes organizaciones de víctimas que se encuentran en condición de exilio, algunos ciudadanos en situación de protección especial que han debido radicarse fuera del país por amenazas y organizaciones sociales de colombianos en el exterior, solicitaron por medio de un derecho de petición al Gobierno Nacional que se habilite a todos los colombianos radicados fuera del país hacer efectivo su derecho al voto en el plebiscito que se realizará el próximo 2 de octubre.

El Centro Nacional de Memoria Histórica, CNMH, en cabeza de su director general Gonzalo Sánchez, considera importante esta petición y por solicitud de esta plataforma de la sociedad civil extendemos de manera respetuosa este llamado al Consejo Nacional Electoral y al Registrador Nacional, para que se permita incluir la decisión de estos compatriotitas en este proceso democrático para la finalización de uno de los conflictos armados más largos de la historia.

A la fecha, con el proyecto Voces del Exilio, el CNMH trabaja en el acercamiento con las víctimas en el exterior, que según la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados-ACNUR, registra 413.325 personas aproximadamente que se encuentran fuera de las fronteras por algún hecho victimizante.

Es así que dada la transcendencia histórica de este proceso de refrendación, las víctimas de este conflicto armado, y quienes muchas se encuentra en situación de exilio y refugio por el mismo, le solicitan a las autoridades disponer de un mecanismo excepcional que les permita manifestar su posición sobre los acuerdos de paz alcanzados entre el Gobierno y la guerrilla de las FARC.

Comunicación al Consejo Nacional Electoral

Comunicación al Registrador Nacional

Derecho de petición de víctimas en el exterior

Publicado en Noticias CNMH



Derechos, exterior, Víctimas, voto

Estas entidades apuestan a cooperar con el CNMH para trabajar por las víctimas

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Autor

Juan Sebastián Sanabria

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Juan Sebastián Sanabria

Publicado

10 Jun 2019


Estas entidades apuestan a cooperar con el CNMH para trabajar por las víctimas

  • Directivas del CNMH se reunieron con el Alto Consejero para los Derechos de las Víctimas, la Paz y la Reconciliación, y el Coordinador del Centro de Memoria Paz y Reconciliación.
  • El trabajo conjunto, y la dignificación de las víctimas, fueron los ejes centrales de la primera reunión entre las tres instituciones.

El trabajo conjunto es indispensable al momento de reparar y apoyar a las víctimas en sus procesos de construcción de  memoria colectiva. En ese propósito, directivas del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), se reunieron este viernes con Gustavo Quintero, Alto Consejero para los Derechos de las Víctimas, la Paz y la Reconciliación del Distrito, y Carlos Arturo Charria, Coordinador del Centro de Memoria Paz y Reconciliación de Bogotá, para  identificar las líneas de cooperación y trabajo conjunto entre las tres instituciones.

Como lo expresó Juan Daniel Salazar, del Equipo de Cooperación y Alianzas Estratégicas del CNMH, “Los mandatos misionales de estas instituciones tienen muchos puntos en común, y a partir de estos encuentros queremos construir espacios en los que sean incluidas narrativas plurales y diversas de las víctimas, pues ellas son lo más importante de nuestros procesos y a las que nos debemos como instituciones y como país”.

Por su parte, el Coordinador del Centro de Memoria Paz y Reconciliación de Bogotá, resaltó la importancia de continuar trabajando de manera conjunta por la dignificación del relato de las víctimas.

“Es muy importante buscar estrategias de manera conjunta para que los cuidadanos puedan comprender e involucrarse con los relatos, reconociendo a las víctimas del conflicto armado y dignificando su voz, más allá de un instrumento político”, agregó Charria.

De igual forma, el Alto Consejero para los Derechos de las Víctimas, la Paz y la Reconciliación, Gustavo Quintero, destacó la importancia del trabajo conjunto y la forma como este es un ejemplo nacional.

“Estamos enviando un mensaje para que todas las organizaciones y las víctimas se unan a este tipo de iniciativas que antes de juzgar y de crear algún tipo de estereotipo, lo que tenemos que hacer como sociedad y como país es caminar de la mano y construir conjuntamente desde las distintas miradas y respetando al otro, entendiendo los distintos dolores de cada uno de los protagonistas del conflicto, también entendiendo que es conjuntamente que se puede, no solamente hacer ejercicios de construcción de memoria, sino también esa tan anhelada reconciliación que necesita el país”, concluyó Quintero.

 


Alto Consejero, Bogotá, Centro de Memoria Paz y Reconciliación, CNMH, Cooperación Internacional, Darío Acevedo Director, Derechos, Paz, Víctimas, víctimas paz y la reconciliación

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