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Así están construyendo memoria y paz los maestros y estudiantes de Colombia

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Publicado

12 Oct 20189


Así están construyendo memoria y paz los maestros y estudiantes de Colombia

Desde el miércoles 17 de octubre estarán reunidos en Bogotá unos 350 estudiantes y profesores de colegios y universidades de 21 departamentos, para dialogar sobre cómo están trabajando el tema de la memoria como aliada de la paz, desde estrategias pedagógicas e investigativas.


Desde hace aproximadamente cinco años, el Equipo de Pedagogía del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) viene diseñando una serie de estrategias que, desde pedagogías socio críticas, aporten a la reflexión en torno a la investigación y a la enseñanza de la historia reciente de Colombia en escuelas y universidades. Esto, a partir de ejercicios que esclarezcan y dignifiquen a las personas que han sido víctimas del conflicto armado colombiano.

En este caminar, el Equipo de Pedagogía ha emprendido diálogos con docentes, estudiantes e investigadores universitarios que consideran que la memoria histórica en las escuelas y en las universidades del país es una aliada fundamental para la construcción de paz. Todos estos públicos, con quienes se vienen desarrollando trabajos diferenciados, se reunirán del 17 al 19 de octubre en Bogotá en “Memorias que transforman: Encuentro Nacional de redes y experiencias educativas para la construcción de paz”. ¿Qué puede surgir de este encuentro de docentes de colegios de diversos territorios, con docentes universitarios que adelantan en sus regiones ejercicios de esclarecimiento de la mano de las víctimas? ¿Qué tienen por decir y compartir los y las estudiantes que han estado acercándose a la memoria histórica del conflicto armado en sus aulas?

“Memorias que transforman” reúne a 350 docentes, investigadores y jóvenes estudiantes de diferentes Instituciones Educativas, de territorios urbanos y rurales y de diferentes procedencias étnico raciales. Uno de estos, es un joven bogotano que a partir de su encuentro con la “Caja de Herramientas: Un Viaje por la Memoria Histórica. Aprender la Paz, Desaprender la guerra”, un instrumento pedagógico creado por el CNMH, decidió convocar a sus compañeros y compañeras para la creación de una red de estudiantes en su localidad. Estarán también una profesora de Nariño quien, con sus estudiantes, construyó un museo de la memoria de puertas abiertas para la comunidad; y un investigador del caribe que ha diseñado estrategias metodológicas para reconstruir la memoria de manera participativa, entre muchas otras experiencias. 

Este es el primer año en el que el Equipo de Pedagogía impulsa un evento de esta magnitud y se espera que este no sea solo un espacio de encuentro y diálogo, sino un escenario para fortalecer acciones territoriales en torno a la memoria y a la paz que logre integrar los esfuerzos que se están llevando a cabo en escuelas y universidades. 

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    VI Seminario de Grupos Regionales de Memoria Histórica realizado en julio 2018 en la Universidad de la Amazonía. Florencia, Caquetá. 

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    Después de graduarse, Cristian decidió seguir trabajando en clave de memoria fuera de las aulas, y propuso crear una red de estudiantes para crear espacios de debate y generación de propuestas. 

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    Desde el 2015, más de 200 estudiantes del Liceo Central de Nariño han trabajado con los materiales pedagógicos de la Caja de Herramientas.

Uno de los participantes al encuentro será Cristian Fabián Espinosa, un joven de 18 años egresado de la Institución Educativa La Giralda, ubicada en el barrio Las Cruces de Bogotá. Siendo estudiante tuvo la oportunidad de trabajar en los textos propuestos por la “Caja de Herramientas”, en particular “El Salado. Los Montes de María. Tierra de luchas y contrastes”, que se construyó a partir del informe del Centro Nacional de Memoria Histórica “El Salado. Esa guerra no era nuestra”. Según Cristian, trabajar en el aula de clase con la “Caja de Herramientas” les permitió a él y a sus compañeros acercarse por primera vez a los efectos del conflicto armado en los Montes de María. Después de graduarse, Cristian decidió seguir trabajando la memoria histórica por fuera de las aulas, y propuso crear una red de estudiantes para generar espacios de debate y formular propuestas, que permitan transformar positivamente las cotidianidades de su barrio. “Nos falta saber, conocer y tener mayor sentido de pertenencia”, dice Cristian. 

Otra invitada al encuentro es Janeth Rosero, docente de Ciencias Sociales del Liceo Central de Nariño de Pasto. Desde allí, en el sur de Colombia, los estudiantes del grado once han venido desarrollando pedagogías de memoria y paz, que les han permitido recorrer sus historias y las realidades del conflicto armado colombiano. 

“A partir del año 2015 comenzamos nuestro andar, construyendo paso a paso una visión crítica y propositiva de la realidad colombiana. Son más de 200 estudiantes los que han participado en este recorrido, los que animados por las actividades de la ‘Caja de Herramientas. Un viaje por la Memoria Histórica’ (este material pedagógico está disponible en el sitio web del CNMH), llevan en su pensamiento y en su corazón, el dolor de la guerra y la esperanza de la reconciliación y la paz”, asegura Janeth Rosero. 

Desde el Caribe colombiano, también llegan iniciativas de memoria transformadoras. La reconstrucción participativa de la memoria colectiva en Cartagena es uno de los objetivos que persiguen 10 investigadores, 30 integrantes de semilleros de investigación y 130 gestores locales de memoria, que hacen parte del Grupo Regional de Memoria Histórica de la Universidad Tecnológica de Bolívar. Esta iniciativa se creó formalmente en el 2015 pero viene caminando desde el 2011, cuando se conformó el semillero. 

“Durante los últimos tres años hemos centrado nuestras actividades en los Montes de María. Ahora nuestro reto es construir puentes entre diversos ámbitos y actores, para propiciar diálogos que permitan afianzar, desde la memoria, los procesos de construcción de paz y desarrollo humano que avanzan en nuestros territorios”, explica el investigador Pablo Abitbol. 

Este grupo regional, que hará parte del encuentro “Memorias que Transforman”, ha comenzado además a recrear desde el arte, la performatividad y la pedagogía, espacios y momentos de memoria viva que invitan a la reflexión, la imaginación y la innovación social. El mercado campesino y la huerta de intercambio de saberes, que funcionan en el campus de la Universidad Tecnológica de Bolívar, son ejemplo de ello.

El Equipo de Pedagogía del Centro Nacional de Memoria Histórica espera que este encuentro posibilite diálogos, reflexiones, debates y, sobre todo, que genere la consolidación de acciones conjuntas entre docentes de colegios, estudiantes y docentes e investigadores de universidades.

Están todas y todos invitados a conocer cómo los profesores, estudiantes e investigadores están trabajando la memoria desde sus lugares de trabajo y desde sus experiencias de vida, y cómo estos esfuerzos que hacen día a día están aportando a la paz del país.

Descargue aquí la agenda

Horarios y Fechas: 

  • Miércoles, 17 de octubre: 7:00 a.m. a 5:00 p.m.
  • Jueves, 18 de octubre: 8:00 a.m. a 5:00 p.m.
  • Viernes, 19 de octubre: 8:00 a.m. a 12:30 p.m. 

Lugar: Hotel Habitel Centro de Convenciones, Avenida El Dorado 100 – 97, Bogotá

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Caja de Herramientas, Conflicto, Educación, Encuentro de maestros, Memoria, Paz, Pedagogía

“En los zapatos de los Embera Chamí”: una iniciativa contra la discriminación

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Rubiela Castelblanco

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Rubiela Castelblanco

Publicado

16 Nov 2018


“En los zapatos de los Embera Chamí”: una iniciativa contra la discriminación

Con este proyecto de memoria histórica, la profesora Rubiela Castelblanco logró que sus alumnos Embera Chamí del Instituto Puerto Pinzón, de Puerto Boyacá, tejieran relaciones de confianza con sus compañeros, y les enseñara el valor de la diversidad.


Si hubiera que darle nuevas definiciones a la palabra voluntad, quizás una de ellas sería Rubiela Castelblanco. Esta mujer, nacida en Boyacá y licenciada en ciencias sociales de la educación de la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Tunja, está poniendo su granito de arena en la construcción de paz en el municipio de Puerto Boyacá, a través de la memoria histórica. Su finalidad: contribuir, como lo dice su proyecto de aula, a que “nos pongamos en los zapatos del otro”, en los zapatos de los niños, niñas y adolescentes de la comunidad Embera Chamí que habitan el corregimiento de Puerto Pinzón, en Puerto Boyacá (Boyacá).

Luego de un largo proceso con la Secretaría de Educación de Puerto Boyacá, Rubiela fue seleccionada hace cinco años para ser el reemplazo de un colega que dictaba clases en la Institución Educativa Puerto Pinzón. Una vez empezó a tener contacto con sus alumnos, la profesora se dio cuenta de la situación de discriminación por la que pasaban los estudiantes Embera Chamí, quienes diariamente tienen que recorrer un camino de dos horas para llegar al centro educativo.

En esos encuentros iniciales surgió “En los zapatos del otro”, un proyecto de aula que busca que los estudiantes de esta comunidad indígena puedan salvaguardar sus memorias y que sus compañeros (a quienes los Embera llaman, con cariño, “los blancos”), comprendan el valor de la diversidad y aprendan a respetar la diferencia.

Su iniciativa tomó fuerza cuando empezó a trabajar con algunas de las publicaciones compiladas en la “Caja de Herramientas: Un viaje por la memoria histórica: aprender la paz y desaprender la guerra”, un conjunto de metodologías y de secuencias pedagógicas creada por el Área de Pedagogía del Centro Nacional de Memoria Histórica, que tienen como objetivo abrir discusiones sobre la memoria histórica del conflicto armado colombiano en el ámbito escolar.

Uno de los libros clave para el proyecto de la profesora Rubiela fue “Portete: el camino hacia la paz, el reconocimiento de nuestra diversidad”. Con él, ha hecho un proceso de reconstrucción de memorias plurales, complejas, y a veces contenciosas, que ha contribuido a que sus estudiantes reconozcan la riqueza étnica que hay en nuestro país y los factores que ponen en riesgo la supervivencia material y cultural de los pueblos étnicos.

Las memorias de los alumnos Embera de la profesora Rubiela dan cuenta de las formas de exclusión y violencias que, durante más de 60 años del conflicto armado, padecieron de manera más aguda los pueblos indígenas. “Muchos de ellos o sus familias han vivido el desplazamiento y la violencia en departamentos como Risaralda y Chocó. Es duro escuchar esas voces de desarraigo de la tierra, de las afectaciones por la minería; de familias separadas porque los padres decidieron enviar a sus hijos a otras partes, para que no sean reclutados o no tenga que sembrar coca”, asegura Rubiela.

Con “Ponte en mis zapatos” la profesora Rubiela quiere fortalecer la empatía en sus estudiantes, para que puedan establecer lazos de confianza con ella y sus compañeros, y se sientan libres de compartir sus costumbres, vivencias, arraigos, las marcas que les ha dejado el conflicto y las formas que han encontrado para resistirlo. En palabras de Rubiela, este proyecto de aula lleva implícito el mensaje de que “todos somos diferentes, pero, al fin y al cabo, hermanos”.

Actualmente en la institución educativa hay 15 niños Embera: once en primaria, tres en grado sexto y Dagoberto, el único estudiante Embera de grado noveno. “Todos lo respetan. De cariño le decimos ‘el líder’ y es nuestro intérprete. Me parece valioso que él nos dicte clases a nosotros en su lengua”, sostiene Rubiela.

“Esos niños que antes se sentían excluidos, tienen muchos conocimientos y aportes para convertirse en agentes de paz”, afirma la profesora Rubiela Castelblanco, sobre sus alumnos Embera.

 

En el ánimo de seguir retroalimentando su iniciativa, la profesora Rubiela Castelblanco asistió a “Memorias que transforman: encuentro nacional de redes y experiencias educativas para la construcción de paz”, un evento que reunió en Bogotá a más de 350 estudiantes y profesores de colegios y universidades de 21 departamentos, para compartir iniciativas sobre construcción de paz y memoria, utilizando estrategias pedagógicas e investigativas.

Fue en ese espacio -que duró tres días-, que Rubiela me compartió un llamado que otros participantes también sugirieron: es necesario que los ejercicios de memoria histórica y construcción de paz, impulsados en las escuelas, estén acompañados por estrategias de cuidado emocional. La docente recuerda que en una oportunidad decidió hacer una mesa redonda con sus estudiantes de grado noveno. En ella, cada uno de los alumnos debía sugerir a quién querían perdonar en sus vidas: desde su círculo familiar, pasando por ellos mismos y por personas a las que no les conocen el rostro, pero que les causaron daño a ellos o a sus familias. Allí, la profe Rubiela entendió la necesidad de utilizar mecanismos para que no se abran nuevas heridas.

La profesora Rubiela ha hecho constantes viajes al resguardo indígena Embera para familiarizarse con las costumbres Chamí y con sus principios, como la armonía con la naturaleza. Así, ha recogido más herramientas para facilitar la interacción con sus alumnos que, antes de este proceso, se sentían discriminados por sus compañeros. Hoy el escenario es otro. Los indígenas están ganando espacios de liderazgo, con actividades como enseñarles a otros estudiantes a fabricar manillas y collares. En últimas, lo que esta docente espera, es contribuir a que jóvenes como Dagoberto y los demás Embera puedan convertirse en la nueva generación de dirigentes de su comunidad.

 

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Caja de Herramientas, Desplazamiento, Educación, Embera Chamí, Memoria Histórica, Pedagogía, Portete, Puerto Boyacá

La voz de los niños se debe escuchar

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Publicado

27 Abr 2019


La voz de los niños se debe escuchar

Hace tres años los colegios Francisco I de la localidad Barrios Unidos y el Colegio Alemania Unificada –IED- de la localidad San Cristóbal, iniciaron un proceso de memoria con 25 niños, niñas y adolescentes por cada institución educativa. De este surgió la herramienta metodológica Monumento Sonoro por la Memoria: Tu voz es mi voz, la escucho, la siento y la cuento.


La herramienta está basada en la obra musical “La historia de los Colibríes y las Langostas”, compuesta por nueve canciones, las cuales narran las experiencias de niños, niñas y adolescentes en contextos de conflicto armado, así como sus sueños y esperanzas de vivir en un país en paz.

Hoy, día en el que en Colombia se celebra el Día de los Niños, queremos compartirles qué ha surgido de esos espacios de interacción que han tenido los niños y niñas, a través de la historia del proceso del Colegio Francisco I.

  • La herramienta incluye una serie de piezas musicales que relacionan temáticas cotidianas de niños, niñas y adolescentes que habitan territorios afectados por la violencia. El territorio, la identidad, los miedos y los sueños; son algunas de ellas.

  • La presentación mostró las experiencias que los alumnos vivieron alrededor de cada una de las canciones del Monumento Sonoro y la manera en la que ellos sueñan un país diferente. El país necesita comprometerse con la paz y ellos lo están haciendo a través del Monumento Sonoro”.

COLEGIO FRANCISCO I

Jorge Mario López llegó hace tres años al colegio Francisco I S.S. (IED) de Bogotá. La misión inicial encomendada: “echar a andar” la cátedra de paz y en general todo el proyecto de ciudadanía y convivencia de la institución.

Desde allí, en la localidad de Barrios Unidos, el profesor encontró la necesidad de descubrir una herramienta con la que sus alumnos pudiesen no solo comprender las afectaciones que ha dejado el conflicto armado colombiano, sino también la importancia de participar en la construcción de paz.

En ese ejercicio de búsqueda, el profesor Jorge Mario conoció el Monumento Sonoro por la Memoria: Tu voz es mi voz, la escucho, la siento y la cuento, herramienta metodológica que creó en 2017 el enfoque diferencial de niños, niñas y adolescentes del Centro Nacional de Memoria Histórica, y que invita a contribuir a la realización de procesos de memoria histórica teniendo en cuenta a esta población. “La herramienta es vital. Durante los años que llevaba como profesor no había podido conocer una iniciativa de construcción de memoria histórica que partiera de las experiencias de los niños, niñas y adolescentes en el conflicto armado”, asegura López.

Ingresar a una de las clases de ciudadanía y convivencia del profesor Jorge Mario es evidenciar las ganas y el esfuerzo detenido por presentarles a sus alumnos diferentes realidades. Según él, la manera en que estas son presentadas resulta clave para garantizar la empatía de sus estudiantes hacia las historias condensadas en la herramienta. A través de vídeos y otras estrategias, los alumnos conocieron y se conectaron más sentimentalmente con fenómenos como el hostigamiento, reclutamiento forzoso y el desplazamiento.

Así pues, desde el 2017, estudiantes de grados terceros, cuartos, quintos, sextos, séptimo y octavo se acercaron a un lenguaje artístico que involucra la música y la narrativa a modo de fábula para narrar experiencias en contextos de guerra.

“Básicamente intento ser lo más fiel posible a la herramienta, preparo las actividades, pienso mucho en mis chicos cuando la van a hacer y digo aquí hay que hacerlo de esta manera porque por ejemplo tenemos chicos con discapacidades cognitivas y motrices. A veces matizo un poco las actividades y en otros momentos preparo material que, aunque no está en la herramienta, sé que en ellos va a funcionar, en particular porque el Monumento Sonoro lo implementó con niños desde los 10 años hasta de 17”.

Durante el desarrollo del instrumento, tanto profesor como alumnos conocieron historias que antes no habían salido a flote en el aula; historias de niños, niñas y adolescentes que junto a sus familias también habían sido desplazadas y con historias de violencia detrás.

Quizás, esas realidades que ahora son aprehendidas como cercanas, son las que han facilitado que los alumnos no solo quieran conocer las historias de las víctimas del conflicto armado colombiano, sino que ahora quieren crear actitudes de paz.

 

“Los cambios no se han hecho esperar; ellos han asimilado que conociendo ya las barbaries que se han vivido en el país, es imperdonable que ellos mismos repitan actitudes violentas. Además, ahora son más sensibles hacia el otro”, asegura López.

Producto de estas transformaciones positivas y de todo el trabajo desarrollado, este proceso, bajo la guía del profesor Jorge Mario López y el acompañamiento técnico del enfoque diferencial de niños, niñas y adolescentes del CNMH, ganó el xx, concurso con el que el Distrito buscaba exaltar a los máximas procesos de construcción de paz y reconciliación en la capital.

El premio se convirtió además en una excelente oportunidad para materializar la intención de los alumnos por concebirse como actores que participan activamente de la transformación del país. Fue así como surgió la idea de realizar una acción de memoria -artística-, en la que se dignifique y se le invitara a niños, niñas y adolescentes (víctimas del conflicto armado), a “seguir adelante”.

El pasado 8 de noviembre, 534 alumnos del colegio Francisco I S.S., actuaron, danzaron e interpretaron canciones como la versión orquestal e inédita de la canción “José Colibrí”. La acción de memoria se llamó “Cantar para Soñar” e hizo parte de la programación oficial de la XI Semana por la Memoria del Centro Nacional de Memoria Histórica. Además, al evento pudieron asistir representantes de las víctimas de Jambaló, Cauca.

En esta institución, la cual recibe todos los niveles de inclusión, los alumnos han disminuido significativamente las expresiones de violencia y la apatía que anteriormente tenían hacia valores como el perdón. Para el profesor, ha sido por el conocimiento que han tenido los chicos de ciertos casos, -y en los cuales se evidencia que la confrontación armada no ha sido la solución para resolver las diferencias entre las personas-, que ellas y ellos han empezado a asumir que sus problemas personales no pueden ser confrontados con la violencia. “A mí me satisface cómo los chicos han tenido actitudes de reconciliación muy grandes”, concluye López.

 

Publicado en Noticias CNMH

 



Conflicto Armado, Educación, Memoria Histórica, Niños y Niñas, Paz, Tu voz es mi voz

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