Etiqueta: Medellín

Carta a una sombra

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Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

16 Jul 2015


Carta a una sombra

“Es una de las paradojas más tristes de mi vida: casi todo lo que he escrito lo he escrito para alguien que no puede leerme, y esto no es otra cosa que la carta a una sombra”. Héctor Abad Faciolince.


El 25 de agosto de 1987 en Medellín, el médico, ensayista y político antioqueño Héctor Abad Gómez es asesinado. Su familia, en una de esas escenas crudas que ha dejado tantos años de violencia en Colombia, rodea su cuerpo sin vida y entre llanto y desesperación trata de buscar una explicación.

28 años después, en el documental “Carta a una sombra”, la escena se repite. Aunque esta vez su familia se reúne para recordar la vida y memoria del esposo y padre que tanto les enseñó sobre la vida, los valores y los derechos humanos.

Dirigido por Daniela Abad –su nieta- y Miguel Salazar, Carta a una Sombra hace un recorrido por la vida de Héctor Abad Gómez a través de los testimonios de su familia y amigos cercanos, como el recientemente fallecido Carlos Gaviria. “De mi papá aprendí algo que los asesinos no saben hacer. A poner en palabras la verdad para que esta dure más que su mentira” recuerda en el film Héctor Abad Faciolince, su único hijo hombre.

Inspirado en el libro El olvido que seremos, Carta a una Sombra es nuestro recomendado de esta semana en Cine + Memoria.

“No he querido nunca la violencia, soy un médico. Quiero la vida, quiero la salud y por lo tanto los derechos humanos, la libertad, la justicia y la paz”. Héctor Abad Gómez.


Publicado en Cine + memoria



Cine+Memoria, Conflicto, Medellín, Olvido

Memoria para todos

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Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

10 Ago 2015


Memoria para todos

Cada vez más la memoria histórica alcanza nuevos sitios y se abre a más públicos. Después del lanzamiento en la Feria Internacional del Libro de Bogotá, los productos accesibles del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) se presentarán en varias regiones del país, garantizando así el derecho a la información que tienen las víctimas y la población en general, teniendo en cuenta especialmente a aquellas personas en situación de discapacidad.


Medellín, Popayán y Santa Marta serán las tres ciudades a las que el CNMH llegará en este segundo semestre del año 2015 para la presentación de sus productos accesibles, una colección de materiales para que las personas con discapacidad visual puedan conocer de primera mano las historias y memorias del conflicto armado colombiano. 

La serie radial “La vida cuenta” en braille, y las versiones en braille, libro hablado y macrocaracteres del informe Basta ya! Colombia: memorias de guerra y dignidad son los primeros productos de esta colección que se empezará a distribuir en diferentes bibliotecas del país con programas para personas en situación de discapacidad. La presentación y divulgación de la línea de productos accesibles se hace gracias al apoyo logístico y trabajo conjunto con laOrganización Internacional para las Migraciones (OIM) y USAID.

“Con estas visitas queremos empezar a conectar con algunas regiones el accionar del CNMH, especialmente con las personas en situación de discapacidad, para que conozcan y tengan acceso directo a materiales sobre memoria histórica y conflicto armado en formatos creados específicamente para ellos” expresa Nayibe Sánchez delenfoque de discapacidad del CNMH.

La Biblioteca Pública Departamental Rafael Maya en Popayán (13 de agosto), la Biblioteca de la Universidad de Antioquia (22 de septiembre) y la Biblioteca Cajamag en Santa Marta (26 de septiembre), además de en la Fiesta del Libro y la Cultura de Medellín (octubre), serán los lugares en los que presentaremos y entregaremos algunos productos de la colección de materiales accesibles.

Actividades con entrada libre hasta completar el aforo del auditorio.

El subtitulaje de los productos audiovisuales y la inclusión del lenguaje de señas para los documentales del CNMH, son otros de las herramientas que próximamente se ofrecerán para que cada vez más personas conozcan, se acerquen y se empoderen de una memoria histórica de más de 50 años de conflicto, que nos pertenece a todos.

 


Derechos Humanos, Medellín, Memoria, Popayán, Santa Marta

No olvidamos a Héctor Abad Gómez

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Autor

CNMH

Fotografía

pajareradelmedio.blogspot.com

Publicado

27 Ago 2015


No olvidamos a Héctor Abad Gómez

El 25 de agosto de 1987 fue asesinado el médico Héctor Abad Gómez. En el centro de Medellín un sicario silenció su vida, la de este hombre que tanto luchó por la defensa de los derechos humanos en Antioquia y el país. Su asesinato habría sido perpetrado por fuerzas oscuras del Estado y el paramilitarismo. Veintiocho años después lo recordamos a través de un fragmento del libro “El olvido que seremos”, escrito por su hijo Héctor Abad Faciolince.


“Todos estamos condenados al polvo y al olvido, y las personas a quienes yo he evocado en este libro o ya están muertas o están a punto de morir como mucho morirán quiero decir, moriremos- al cabo de unos años que no pueden contarse en siglos sino en decenios. ‘Ayer se fue, mañana no ha llegado, / hoy se está yendo sin parar un punto, / soy un fue, y un será, y un es cansado…’ decía Quevedo al referirse a la fugacidad de nuestra existencia, encaminada siempre ineluctablemente hacia ese momento en que dejaremos de ser.

Sobrevivimos por unos frágiles años, todavía, después de muertos, en la memoria de otros, pero también esa memoria personal, con cada instante que pasa, está siempre más cerca de desaparecer. Los libros son un simulacro de recuerdo, una prótesis para recordar, un intento desesperado por hacer un poco más perdurable lo que es irremediablemente finito.

Todas estas personas con las que está tejida la trama más entrañable de mi memoria, todas esas presencias que fueron mi infancia y mi juventud, o ya desaparecieron, y son solo fantasmas, o vamos camino de desaparecer, y somos proyectos de espectros que todavía se mueven por el mundo. En breve todas estas personas de carne y hueso, todos estos amigos y parientes a quienes tanto quiero, todos esos enemigos que devotamente me odian, no serán más reales que cualquier personaje de ficción, y tendrán su misma consistencia fantasmal de evocaciones y espectros, y eso en el mejor de los casos, pues de la mayoría de ellos no quedará sino un puñado de polvo y la inscripción de una lápida cuyas letras se irán borrando en el cementerio.

Visto en perspectiva, como el tiempo del recuerdo vivido es tan corto, si juzgamos sabiamente, “ya somos el olvido que seremos”, como decía Borges. Para él este olvido y ese polvo elemental en el que nos convertiremos eran un consuelo “bajo el indiferente azul del Cielo”. Si el cielo, como parece, es indiferente a todas nuestras alegrías y a todas nuestras desgracias, si al universo le tiene sin cuidado que existan hombres o no, volver a integrarnos a la nada de la que vinimos es, sí, la peor desgracia, pero al mismo tiempo, también, el mayor alivio y el único descanso, pues ya no sufrimos con la tragedia, que es la conciencia del dolor y de la muerte de las personas que amamos.

Aunque puedo creerlo, no quiero imaginar el momento doloroso en que también las personas que más quiero -hijos, mujeres, amigos, parientes- dejarán de existir, que será el momento, también, en que yo dejaré de vivir, como recuerdo vívido de alguien, definitivamente. Mi padre tampoco supo, ni quiso saber, cuándo moriría yo. Lo que sí sabía, y ese, quizá, es otro de nuestros frágiles consuelos, es que yo lo iba a recordar siempre, y que lucharía por rescatarlo del olvido al menos por unos cuantos años más, que no sé cuánto duren, con el poder evocador de las palabras.

Si las palabras transmiten en parte nuestras ideas, nuestros recuerdos y nuestros pensamientos -y no hemos encontrado hasta ahora un vehículo mejor para hacerlo, tanto que todavía hay quienes confunden lenguaje y pensamiento-, si las palabras trazan un mapa aproximado de nuestra mente, buena parte de mi memoria se ha trasladado a este libro, y como todos los hombres somos hermanos, en cierto sentido, porque lo que pensamos y decimos se parece, porque nuestra manera de sentir es casi idéntica, espero tener en ustedes, lectores, unos aliados, unos cómplices, capaces de resonar con las mismas cuerdas en esa caja oscura del alma, tan parecida en todos, que es la mente que comparte nuestra especie.

‘¡Recuerdo el alma dormida!’, así empieza uno de los mayores poemas castellanos, que es la primera inspiración de este libro, porque es también un homenaje a la memoria y a la vida de un padre ejemplar. Lo que yo buscaba era eso: que mis memorias más hondas despertaran. Y si mis recuerdos entran en armonía con algunos de ustedes, y si lo que yo he sentido (y dejaré de sentir) es comprensible e identificable con algo que ustedes también sienten o han sentido, entonces este olvido que seremos puede postergarse por un instante más, en el fugaz reverberar de sus neuronas, gracias a los ojos, pocos o muchos, que alguna vez se detengan en estas letras”.

 


Conmemorar para no olvidar, Medellín

Medellín ¡Basta ya! finaliza su primera fase

Medellín ¡Basta ya! finaliza su primera fase

Autor

Sandra Riveros, periodista del CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

12 Feb 2016


Medellín ¡Basta ya! finaliza su primera fase

Desde julio de 2015 se viene trabajando en el informe investigativo “Medellín ¡Basta ya!” el cual involucra a la población del territorio urbano como muestra de que la ciudad no está exenta de la guerra. Otro objetivo de este trabajo es que el reconocimiento y la construcción de memoria a través de diferentes narrativas y relatos permitan garantizar la no repetición de la violencia.


Teniendo en cuenta los avances que de la primera fase de investigación del proyecto, que finalizó en diciembre de 2015, lo que viene para 2016 es la sistematización, codificación, análisis y consolidación de la información que se recogió.

Camila Medina, directora de Construcción de la Memoria Histórica del CNMH, hace un balance positivo del desarrollo de “Medellín ¡Basta ya!” en cuanto a la recepción de la población desde su lanzamiento. “Lo que tuvimos el año pasado fue una acogida muy grande de distintos sectores y actores de la ciudad, reaccionando y participando activamente en los talleres de memoria, en los espacios convocados y en los diálogos ciudadanos”.

Gracias al interés de las organizaciones de víctimas y sociales, la Alcaldía de Medellín, Corporación Región y el Centro Nacional de Memoria Histórica, empezó la reconstrucción de la memoria histórica en la ciudad.

Y es que Medellín ha sufrido las consecuencias de la violencia por parte de diferentes actores armados y a través de este informe se podrá reconocer que no solo el territorio rural ha sido afectado por el conflicto, sino que la ciudad también ha sido víctima de actos violentos, un aporte significativo para la reparación integral, la justicia y las garantías de no repetición.

En esta primera fase se realizaron 20 talleres de memoria con diferentes poblaciones (víctimas, funcionarios públicos, maestros, periodistas, adultos, jóvenes) en los que se pudo establecer los imaginarios y los lugares de miedo reconocidos por ellos como espacios significativos por estar marcados con hechos de violencia. Asimismo, se realizaron 13 grupos focales dirigidos a sectores más específicos de la población como sindicalistas, grupos de derechos humanos, de la rama judicial, entidades y personas relacionadas con el desarrollo de políticas públicas, víctimas de secuestro, personas desmovilizadas, Ejército, Policía, entre otros.

Desde el lanzamiento del proyecto en julio de 2015 en el Museo Casa de la Memoria en Medellín, el proceso de investigación ha tenido importantes avances.

  • En primer lugar, se ha hecho la revisión del estado y la viabilidad de las fuentes bibliográficas y se han buscado nuevas fuentes importantes para la consolidación de los datos de la investigación. Entre ellas hay algunas versiones libres de jefes paramilitares, versiones y archivos de fuentes organizacionales y sociales.
  • En segundo lugar, se trabajó en una tarea que se había planteado sobre la construcción y revisión de los archivos de prensa. Se pudo consolidar una base de prensa de 2.048 registros de diferentes medios periodísticos.  Con el fin de dar cuenta de los artículos, cubrimientos e historias que han hecho los medios de comunicación en cuanto a los actos violentos ocurridos en Medellín entre 1980 y 2013.
  • Por último, se avanzó en el trabajo de campo en Medellín, que consistió en hacer las preguntas de qué pasó, cómo pasó, por qué pasó y cuándo pasó a diferentes grupos sociales con el fin de recoger los hechos más significativos.

Paralelo a ello y como parte de la estrategia comunicativa y de divulgación, se realizaron también diálogos ciudadanos que consistieron en 15 conversatorios dirigidos a la sociedad en los que se pudiera evidenciar de qué manera los ha marcado la violencia y poder hacer un recorrido por toda la ciudad identificando estas situaciones.

También se ideó una estrategia para que los ciudadanos pudieran contar sus historias de hechos específicos por medio de cartas que hacían llegar en físico o a través de una aplicación creada en el sitio web del ¡Basta Ya! Gracias a esto se logró recoger alrededor de 350 cartas.

Además, bajo la dirección de Natalia Botero, experta en álbumes de memoria, se realizó la construcción de relatos por medio de dibujos fotográficos que permitieron innovar en la manera en la que se cuentan las experiencias de violencia.

Otro evento importante de participación y divulgación del proyecto fue la realización de talleres de stop motion con jóvenes estudiantes. Allí los jóvenes pudieron contar desde su perspectiva, a través de videos, temas de violencia que identificaron en la ciudad.

Camila Medina afirma que es muy importante continuar con el convenio interadministrativo que se estableció con la Alcaldía de Medellín, Corporación Región y el Ministerio del Interior para el desarrollo de este proyecto, además de contar con el apoyo del Museo Casa de la Memoria de Medellín que es la casa del ¡Basta Ya!

Dentro de la segunda etapa que inició este 2016 se profundizará más en los casos que la ciudad ha identificado y reconocido como hechos y lugares emblemáticos marcados por la violencia. Es el caso de las bombas de La Macarena, del Parque Lleras, los asesinatos a líderes políticos, el asesinato de Héctor Abad Gómez, entre otros que destaca Marta Villa, coordinadora general del proyecto y directora de la Corporación Región.

Se espera que el consolidado final de toda la investigación se entregue en el último trimestre del presente año y la publicación del informe se haga pública en 2017.

 


ciudad, Medellín, Memoria, reconstrucción, Violencia

Reparación colectiva a Mesa Diversa de Comuna 8 de Medellín

Reparación colectiva a Mesa Diversa de Comuna 8 de Medellín

Autor

Laura Angélica Cerón
Periodista del CNMH

Fotografía

Mesa Diversa de Comuna 8

Publicado

19 Feb 2016


Reparación colectiva a Mesa Diversa de Comuna 8 de Medellín

La Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas incluyó en el Registro Único de Víctimas a este colectivo el pasado 25 de enero. Este sería el primer caso en Colombia en el que una comunidad LGBTI es reconocida ante el Estado como víctima del conflicto armado.


En el documento, la Unidad de Víctimas recopiló las declaraciones hechas por líderes de la Mesa ante la Defensoría del pueblo en Medellín y reconoció la violación de derechos que sufrieron tanto los integrantes del grupo como la organización desde 2010. El derecho a la seguridad, al ambiente sano, a la libre asociación y a la autonomía organizativa fueron unos de ellos. Tras la resolución dada por la Unidad fueron notificados los miembros de la mesa y la Defensoría del pueblo Regional Antioquia. 

La Mesa Diversa LGTBI se consolidó en el 2009 y después de realizar diferentes actividades, empezaron las amenazas y hostigamientos por parte de grupos armados ilegales hacia sus integrantes. “Mientras planeábamos el Carnaval por la diversidad nos dijeron que si lo llegábamos a realizar nos iban a tirar una bomba, que iban a volar plumas y sangre”, afirmó Andrés Gutiérrez, líder de la Mesa. La persecución hizo que dos de sus líderes, entre ellos Andrés, se desplazaran de la Comuna.

El colectivo, que ha venido trabajando desde 2007, se ha centrado en varios objetivos. Por un lado, buscan la apropiación de lugares en los que la comunidad no ha podido visibilizarse. Por el otro, han creado espacios de participación y formación en el que distintos integrantes han aprendido sobre asuntos de género e identidad. “Ellos han mantenido una fuerte articulación con distintos espacios de derechos humanos, empoderamiento barrial y con grupos juveniles de diferentes Comunas, que se han encargado de resignificar territorios olvidados por el conflicto armado” explicó Pablo Bedoya, investigador de enfoque de género del Centro Nacional de Memoria Histórica. 

Tras el desplazamiento los líderes y lideresas de la Mesa Diversa decidieron retomar las actividades que estaban realizando y optaron por acudir ante la Unidad de Víctimas. “Tuvimos un periodo de tres meses en el que buscamos información necesaria para evidenciar la existencia de la mesa, cuáles fueron los hechos victimizantes y evidenciar que lo que nos había pasado respondía a unos hechos sistemáticos realizados por una organización criminal paramilitar asentada y que realmente respondían a un patrón, a una serie de acciones”, comentó Jhon Restrepo, líder de la Mesa Diversa.  Tras recopilar las pruebas necesarias  presentaron su declaración el 2 de octubre de 2015.

Ahora, queda por realizar el plan de reparación: “Queremos que las acciones no se limiten exclusivamente a lo simbólico sino a acciones contundentes. Esperamos recuperar ese ideal colectivo de poder transformar las situaciones adversas, hay zonas a las que no podemos entrar y a las que es imposible visibilizar a la población. Nuestro principal objetivo es recuperar esa fuerza, ese empoderamiento político, que para la población LGBTI hayan medidas de prevención y protección en estos territorios”, afirmó Jhon.

La Mesa Diversa fue uno de los grupos que participaron en el informe final Aniquilar la diferencia: Lesbianas, gays, bisexuales y transgeneristas en el marco del conflicto armado colombiano [Descargar informe] publicado en el 10 de diciembre del 2015 por el Centro Nacional de Memoria Histórica. 

Resolución de la Unidad de Víctimas

 


Conflicto Armado, LGBTI, Medellín, Reparación

El archivo de una mujer que se arriesgó a dejar huella

Noticia

Autor

Viviana Pineda Periodista del CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

18 Sep 2015


El archivo de una mujer que se arriesgó a dejar huella

Una base de datos construida puerta a puerta y a mano, historias de vida escritas por mujeres desplazadas de la Comuna III de Medellín, carpetas con derechos de petición y solicitudes a la Alcaldía. Estos son algunos de los elementos que componen el archivo de Luz Danelia Guarín Ocampo, presidenta de la Asociación de Familias Desplazadas en Búsqueda de Felicidad, Asfadesfel.


Su archivo ya hace parte del Registro Especial de Archivos de Derechos Humanos (READH) y testimonia la lucha de una mujer antioqueña que reclama el “derecho a la ciudad” de los desplazados del barrio Manrique de Medellín.

La idea de crear Asfadesfel empezó con un problema de salud de Luz Danelia. Necesitaba una cirugía y el Sisben se negaba a hacérsela, porque ella era nivel tres. Esto la puso a investigar qué podía hacer para solucionar su problema, hasta que alguien le dijo que, por su condición de desplazada, ella debía ser nivel cero, y que su cirugía debía ser cubierta. Esta situación la hizo descubrir la Ley 387 de 1997, la cual regulaba la atención y protección de los desplazados internos del país.

Desde ese momento, Luz Danelia se ha dedicado a ganarse espacios para los desplazados de su barrio, como el día que la invitaron a una reunión de la Acción Comunal a discutir el logo que tendría el plan de desarrollo. “En el logo aparecía una pareja bailando tango porque la comuna es reconocida por esto; estaban los adultos mayores porque estaban muy organizados; estaban unos deportistas, etc. Entonces yo dije ‘pero ahí no se ven representados los desplazados y en este barrio hay varios asentamientos’, entonces tuvieron que poner a un campesino sembrando la tierra y ahí sí yo quedé contenta”, cuenta.

Una investigadora social

Una de las principales tareas que Luz Danelia tuvo que desarrollar en estos años de líder comunitaria fue demostrar que en Manrique sí había desplazados, y para eso, se puso en la tarea de tocar puertas en su barrio, preguntando quién era desplazado. “A veces los reconocía en la calle, los veía que venían del campo, les veía la cara aburrida y les  preguntaba si eran desplazados. Muchos me respondían ¿y qué es ser desplazados? Yo les explicaba, y a veces se ponían a llorar y me decían: ‘entonces sí, yo soy uno de esos’”.

Ese censo que Luz Danelia hizo a mano y en hojas de block, le sirvió para demostrar a los líderes de su barrio que en la comuna había una población importante de víctimas del conflicto que no estaban siendo atendidas y con eso logró hacer varias jornadas de atención para ellas, incluso que algunas fueran apoyadas con proyectos productivos.

Su cercanía con las familias desplazadas del barrio le permitió darse cuenta de que todas coincidían en una gran nostalgia por su tierra, así que se inventó los “Encuentros de colonias y memorias”, que el próximo 20 de septiembre tendrá su cuarta edición. Estos eventos buscan que quienes vienen de otros lugares del departamento puedan encontrarse con sus coterráneos, recordar sus costumbres del campo y, desde ese espacio, reclamar su derecho a la ciudad.

El archivo de Luz Danelia refleja todo este proceso de lucha y resistencia y por eso quiso registrarlo en el READH. “Todo lo que hemos hecho no puede quedarse en el limbo, tiene que dejar huella para la historia”, afirma.

Si usted desea inscribir su archivo de derechos humano en el READH o recibir más información al respecto escríbanos al correo readh@centrodememoriahistorica.gov.co, o llámenos al teléfono (1)7965060 ext. 165, en Bogotá.

 


Archivos, Medellín, Mujeres

Medellín ¡Basta ya! finaliza su primera fase

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

12 Feb 2016


Medellín ¡Basta ya! finaliza su primera fase

Desde julio de 2015 se viene trabajando en el informe investigativo “Medellín ¡Basta ya!” el cual involucra a la población del territorio urbano como muestra de que la ciudad no está exenta de la guerra. Otro objetivo de este trabajo es que el reconocimiento y la construcción de memoria a través de diferentes narrativas y relatos permitan garantizar la no repetición de la violencia.

 

Teniendo en cuenta los avances que de la primera fase de investigación del proyecto, que finalizó en diciembre de 2015, lo que viene para 2016 es la sistematización, codificación, análisis y consolidación de la información que se recogió.

Camila Medina, directora de Construcción de la Memoria Histórica del CNMH, hace un balance positivo del desarrollo de “Medellín ¡Basta ya!” en cuanto a la recepción de la población desde su lanzamiento. “Lo que tuvimos el año pasado fue una acogida muy grande de distintos sectores y actores de la ciudad, reaccionando y participando activamente en los talleres de memoria, en los espacios convocados y en los diálogos ciudadanos”.

Gracias al interés de las organizaciones de víctimas y sociales, la Alcaldía de Medellín, Corporación Región y el Centro Nacional de Memoria Histórica, empezó la reconstrucción de la memoria histórica en la ciudad.

Y es que Medellín ha sufrido las consecuencias de la violencia por parte de diferentes actores armados y a través de este informe se podrá reconocer que no solo el territorio rural ha sido afectado por el conflicto, sino que la ciudad también ha sido víctima de actos violentos, un aporte significativo para la reparación integral, la justicia y las garantías de no repetición.

En esta primera fase se realizaron 20 talleres de memoria con diferentes poblaciones (víctimas, funcionarios públicos, maestros, periodistas, adultos, jóvenes) en los que se pudo establecer los imaginarios y los lugares de miedo reconocidos por ellos como espacios significativos por estar marcados con hechos de violencia. Asimismo, se realizaron 13 grupos focales dirigidos a sectores más específicos de la población como sindicalistas, grupos de derechos humanos, de la rama judicial, entidades y personas relacionadas con el desarrollo de políticas públicas, víctimas de secuestro, personas desmovilizadas, Ejército, Policía, entre otros.

 

Desde el lanzamiento del proyecto en julio de 2015 en el Museo Casa de la Memoria en Medellín, el proceso de investigación ha tenido importantes avances.

  • En primer lugar, se ha hecho la revisión del estado y la viabilidad de las fuentes bibliográficas y se han buscado nuevas fuentes importantes para la consolidación de los datos de la investigación. Entre ellas hay algunas versiones libres de jefes paramilitares, versiones y archivos de fuentes organizacionales y sociales.
  • En segundo lugar, se trabajó en una tarea que se había planteado sobre la construcción y revisión de los archivos de prensa. Se pudo consolidar una base de prensa de 2.048 registros de diferentes medios periodísticos.  Con el fin de dar cuenta de los artículos, cubrimientos e historias que han hecho los medios de comunicación en cuanto a los actos violentos ocurridos en Medellín entre 1980 y 2013.
  • Por último, se avanzó en el trabajo de campo en Medellín, que consistió en hacer las preguntas de qué pasó, cómo pasó, por qué pasó y cuándo pasó a diferentes grupos sociales con el fin de recoger los hechos más significativos.

Paralelo a ello y como parte de la estrategia comunicativa y de divulgación, se realizaron también diálogos ciudadanos que consistieron en 15 conversatorios dirigidos a la sociedad en los que se pudiera evidenciar de qué manera los ha marcado la violencia y poder hacer un recorrido por toda la ciudad identificando estas situaciones.

También se ideó una estrategia para que los ciudadanos pudieran contar sus historias de hechos específicos por medio de cartas que hacían llegar en físico o a través de una aplicación creada en el sitio web del ¡Basta Ya! Gracias a esto se logró recoger alrededor de 350 cartas.

Además, bajo la dirección de Natalia Botero, experta en álbumes de memoria, se realizó la construcción de relatos por medio de dibujos fotográficos que permitieron innovar en la manera en la que se cuentan las experiencias de violencia.

Otro evento importante de participación y divulgación del proyecto fue la realización de talleres de stop motion con jóvenes estudiantes. Allí los jóvenes pudieron contar desde su perspectiva, a través de videos, temas de violencia que identificaron en la ciudad.

Camila Medina afirma que es muy importante continuar con el convenio interadministrativo que se estableció con la Alcaldía de Medellín, Corporación Región y el Ministerio del Interior para el desarrollo de este proyecto, además de contar con el apoyo del Museo Casa de la Memoria de Medellín que es la casa del ¡Basta Ya!

Dentro de la segunda etapa que inició este 2016 se profundizará más en los casos que la ciudad ha identificado y reconocido como hechos y lugares emblemáticos marcados por la violencia. Es el caso de las bombas de La Macarena, del Parque Lleras, los asesinatos a líderes políticos, el asesinato de Héctor Abad Gómez, entre otros que destaca Marta Villa, coordinadora general del proyecto y directora de la Corporación Región.

Se espera que el consolidado final de toda la investigación se entregue en el último trimestre del presente año y la publicación del informe se haga pública en 2017.

Publicado en Noticias CNMH


Medellín


Medellín

Medellín resiste desde la diversidad

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

04 Ago 2016


Medellín resiste desde la diversidad

El viernes 5 de agosto se llevará a cabo la presentación del trabajo de memoria realizado por la Mesa Diversa de la Comuna 8, en Medellín. La iniciativa ha buscado visibilizar y generar elementos comunicativos sobre la experiencia de las personas de sectores sociales LGBT en el conflicto armado.


Desde 2009 la Mesa Diversa de la Comuna 8, en Medellín, quienes son el primer caso en Colombia donde una comunidad LGBT es reconocida ante el Estado como víctima del conflicto armado, ha realizado acciones que conducen a visibilizar y así resistir a las violencias que han sufrido en esta ciudad.

A pesar de que el colectivo sufriera experiencias de victimización por parte de grupos armados, pos desmovilización paramilitar, sus integrantes no han dejado de trabajar para ser un canal por el medio del cual, las personas de sectores sociales LGBT pudieran hacer que sus historias fueran escuchados.

Así, como parte de esta labor, entre el 2015 y el 2016, la Mesa Diversa de la Comuna 8 en Medellín adelantó una iniciativa de memoria histórica, “Memorias Diversas”, apoyada por el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), USAID y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Allí buscan crear diversos productos que dieran cuenta de una realidad que históricamente ha sido invisibilizada.

Para lograr este objetivo se realizaron tres encuentros con personas víctimas y con familiares de personas lesbianas, gays, bisexuales o transgeneristas que hubieran sido victimizadas por causa del conflicto armado, para reconstruir su memoria y sus experiencias en medio de la violencia. A partir de esos encuentros se determinó que sería valioso realizar varios productos que, con una propuesta estética innovadora, pudieran difundir estas memorias. El resultado final, fue la realización de postales, una exposición, la creación de una canción, y de algunos videos con historias de vida de integrantes del colectivo.

Todos estos productos serán presentados este viernes 5 de agosto, a las 2:00 p.m. en el Museo Casa de la Memoria, de Medellín. La entrada al evento es gratuita.

Para más información: nancy.prada@centrodememoriahistorica.gov.co

 


Diversidad, Medellín

Un día para que nos vean

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

11 Abr 2017


Un día para que nos vean

En diferentes espacios de Medellín se conmemoró el #9deAbril. En el Cementerio Universal fue entregado el único mausoleo dedicado a las víctimas de desaparición forzada.


Algunos grupos de víctimas de Medellín decidieron adelantar los eventos de conmemoración del Día Nacional de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas para el pasadoviernes 7 de abril. Sabían que para el Domingo de Ramos (9 de abril)la gente estaría dispersa y en modo vacaciones. Por eso, ese día, la programación comenzó desde temprano en el parque de San Ignacio, uno de los más concurridos en el centro de la ciudad.

Su rutina de viernes se vio interrumpida con una tarima, un poco más de 100 sillas y varios pendones con fotos de las víctimas. A pesar de que allí hay una sede de la Universidad de Antioquia, no es usual que haya eventos o manifestaciones públicas. Por eso,algunos peatones pararon para escuchar a las personas que tomaban el micrófono.

“Eso es lo que queremos, que la gente nos vea y nos escuche”, dijo Yolanda Perea, víctima de Riosucio, Chocó.Su frase resume no solo la razón por la cual eligieron ese espacio del centro sino el objetivo de tener un día para conmemorarlas a ellas y a las historias del conflicto armado en Colombia. 

 

A diferencia de otras conmemoraciones del 9 de abril en Medellín (con discursos sobre el dolor de la guerra o sobre los acuerdos de paz), este año el mensaje estuvoenfocado ala solidaridad. “Queremos que la gente entienda que nosotras, las víctimas, también tenemos una vida después de la tragedia. Muchas veces lo único que necesitamos es una mano amiga que nos ayude en nuestro proyecto de vida”, dijo Noelba Correa, de la Mesa de Víctimas Municipal.

Esa mañana en el parqueno hubo discursos oficiales, sólo testimonios de víctimas emprendedoras, músicos de las comunas y una obra teatro con un mansaje de protesta sobre las dificultades que tienen algunas personas desplazadas en Medellín para obtener ayudas por parte de las instituciones.

Pasadas las tres de la tarde, un bus trasladó a varios de los asistentes hasta el norte de la ciudad, al Cementerio Universal, donde sería entregado “Ausencias que se nombran”, un mausoleo exclusivo para víctimas de desaparición forzada y que hace parte del Plan Integral de Búsqueda de Personas de Desaparición Forzada, cuya unidad fue conformada la primera semana de abril, de 2017, tras la firma presidencial. 

El evento se alargó hasta el anochecer y aunque tuvo un tinteoficial (discursos de funcionarios), fue aprovechado por varias organizaciones para protestar porque en algunos casos de desaparición forzada y crímenes de Estado, la institucionalidad no ha cumplido: “Yo sé de compañeras que no tienen donde vivir o que están con problemas de salud y no tienen cómo ir donde un médico”, dijo Luz Elena Galeano, una de las asistentes.

En la medida en que los familiares de personas desaparecidas llegabanal cementerio, se acercaron al mausoleo con la foto de su ser querido y, uno a uno, la ubicófrente a la bóveda. Al final, el lugar se convirtió en una galería con los rostros de hombres y mujeres que llevan años resistiendo el olvido. Aunque el mausoleo puede albergar 180 restos, en los próximos días serán trasladados 49 que ya fueron identificadospero están en otro cementerio.

Publicado en Noticias CNMH


Medellín


Medellín

Memoria para niños, niñas y adolescentes llega a Medellín

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Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

19 Jul 2017


Memoria para niños, niñas y adolescentes llega a Medellín

En el Planetario y en bibliotecas públicas habrá talleres de lectura, ciclos de cine y una exposición de fotografías, de julio a septiembre, para reflexionar sobre la relación entre los niños y el conflicto armado.


Los niños entienden el mundo de forma particular: son más receptivos. Su mirada no ha sido ajena al conflicto armado colombiano. El Registro Único de Víctimas dice que cerca de 3 millones de niños han sufrido la guerra en este país. Desplazados, reclutados a la fuerza, mutilados por minas, agredidos sexualmente, desaparecidos, asesinados.

La experiencia de un niño que carga un fusil es especial. También la de uno que tiene que dejar su colegio, su casa y sus amigos para irse a otra ciudad. Incluso, yendo más lejos, es especial la interpretación que tiene de la guerra, de lo que oye, de lo que ve en televisión, un niño que nunca se ha cruzado con ella de frente. Las afectaciones que sufren son diferentes a las de los adultos. Por eso sus voces deben ser escuchadas y atendidas. 

Las personas e instituciones que trabajan en la construcción de memoria del conflicto han fijado la mirada en las necesidades y posibilidades que hay alrededor del trabajo diferenciado con niños, niñas y adolescentes. Para ayudar a entender esa dimensión del conflicto, el Museo Nacional de la Memoria (MNM) del Centro Nacional de Memoria Histórica dedicará parte de su programación territorial de julio a los niños, niñas y adolescentes. Medellín será el centro de esa reflexión, que pasará por el Planetario y recorrerá 12 bibliotecas públicas de esa ciudad. Habrá cine, literatura y fotografía al servicio de la memoria.

Entre julio y hasta septiembre, en el primer piso del Planetario, estará expuesta Volver la mirada, una galería fotográfica que se encarga de mostrar cómo los niños, niñas y adolescentes han sufrido y resistido la guerra. La cara triste de un niño, zapatos abandonados, el reencuentro de una madre con su hijo, jóvenes encapuchados con armas largas colgadas al hombro. Las imágenes que recorren la exposición son duras y necesarias. Volver la mirada confronta sus espectadores, desde niños hasta adultos, y los invita a preguntarse qué tiene que ver con ellos la infancia en la guerra: si acaso como sociedad lo permitimos, si entendemos bien cómo y por qué ocurrió, cómo evitar que esto no vuelva a suceder.

En la biblioteca del Planetario se presentará también el ciclo de cine Mirada al sur: un proyecto del MNM que busca difundir y debatir material audiovisual sobre derechos humanos producido en Latinoamérica. Y  Esta vez el ciclo está dedicado a reflexionar sobre el drama de los niños, niñas y adolescentes en la guerra. Se presentarán películas y documentales como Los colores de la montaña, Pueblo sin tierra, Los Piakwesx, Las niñas en la guerra, Memorias del silencio y El jardín de la amistad.Este escenario también acogerá dos sesiones de lectura en julio.

Otras 12 bibliotecas públicas de Medellín serán sede durante todo julio de talleres de lectura. Para aprovechar los espacios que ya tienen las bibliotecas para niños y adolescentes, el MNM se alió con los programas de Estudios Literarios y Licenciatura en Inglés-Español, y el grupo de estudios “Aquenarre” de la Universidad Pontificia Bolivariana para programar actividades que articulen la lectura y la memoria pensada para niños, niñas y adolescentes.

El Museo Nacional de la Memoria busca fomentar en los niños y las niñas una cultura de rechazo a la violencia y a la violación de sus derechos, partiendo de la premisa de que tienen capacidad de comprender y construir su propia historia. Las actividades buscan generar reflexiones sobre violencia y construcción de paz sin necesidad de generar preocupaciones o responsabilidades que sean acordes a las edades de los participantes.

Programación

Publicado en Noticias CNMH



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