Etiqueta: Memoria Histórica

«Festival de la vida»: una iniciativa de resistencia en La Gabarra

«Festival de la vida»: una iniciativa de resistencia en La Gabarra

Durante los días 27, 28 y 29 de junio, el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) desarrolló un taller en el corregimiento La Gabarra, en Tibú (Norte de Santander), con el objetivo de adelantar la creación de un micrositio sobre su iniciativa «Festival de la vida».

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Tres libros para la memoria histórica desde Antioquia, con apoyo del CNMH

El CNMH y la Mesa Nacional de Víctimas fortalecen su trabajo para promover la participación de las víctimas del conflicto CNMH, Víctimas, MNPEV, Mesa Nacional de Participación Efectiva de las Víctimas, Memoria, Territorialización

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La Memoria Vive Y Resiste

el papel de la memoria en la construcción de la paz

Con ocasión de la conmemoración del 9 de abril, destacamos las voces que resuenan en cada rincón del territorio y que le apuestan a la Paz Total.

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Operación Orión: El Museo de Memoria del CNMH participó en la conmemoración de los 21 años

Operación Orión: El Museo de Memoria del CNMH participó en la conmemoración de los 21 años

Operación Orión: El Museo de Memoria del CNMH participó en la conmemoración de los 21 años

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CNMH

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Memorial de la ausencia, en honor a las víctimas de la Operación Orión ubicado en el Cementerio La América de la Comuna 13 de Medellín. Fotografía de Ángela María Muñoz, de la dimensión territorial del Museo de Memoria.
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Publicado

24 octubre 2023


Operación Orión: El Museo de Memoria del CNMH participó en la conmemoración de los 21 años

En un emotivo acto de recordación y reflexión, durante los días 16 y 17 de octubre se realizaron en Medellín los actos de conmemoración por los 21 años de la Operación Orión, aquel trascendental operativo militar que dejó una profunda huella en la comunidad que habita en la Comuna 13 de la capital antioqueña.

 

La dirección del Museo de Memoria de Colombia del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) acompañó las actividades de conmemoración realizadas durante el 16 y el 17 de octubre en los cementerios La América y El Universal. Su participación se debe a que el CNMH, la Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad (CEV) y la Corporación Jurídica Libertad han documentado los impactos de la Operación Orión, entre los que destacan el registro de 17 personas ejecutadas por la fuerza pública, 71 asesinadas por paramilitares, 12 que sufrieron torturas, 92 desaparecidas y más de 80 heridas. Estos datos reflejan las dimensiones del sufrimiento vivido por la comunidad durante aquel oscuro período de la historia de la ciudad.

Además, se ha conocido que Medellín cuenta con más de 740.000 víctimas del conflicto armado, según el Registro Único de Víctimas con datos actualizados hasta el 31 de agosto de 2023. 

¿Qué sucedió durante la conmemoración?

Operación Orión: El Museo de Memoria del CNMH participó en la conmemoración de los 21 añosTaller de escritura realizado en el marco de la conmemoración por los 21 años de la Operación Orión. Fotografía de Ángela María Muñoz, de la dimensión territorial del Museo de Memoria.

La conmemoración se inició el lunes 16 de octubre a las 9:00 a. m. en el Cementerio La América de la Comuna 13 con una emotiva eucaristía y la instalación del memorial de la ausencia, en honor a las víctimas de la Operación Orión. Además, en el transcurso del día, la comunidad compartió un sancocho comunitario que reunió a todos en un gesto de unidad. Y se realizaron talleres de escritura, con los que se brindó a los asistentes la oportunidad de expresar sus vivencias y reflexiones sobre el conflicto. Ese día la jornada culminó con presentaciones artísticas que transmitieron mensajes de esperanza y resiliencia.

Las actividades continuaron el martes 17 de octubre en el Jardín Cementerio Universal. Allí se llevó a cabo un ritual simbólico en memoria de las víctimas del conflicto en Medellín. Luego, se realizó un recorrido por ese lugar, que se ha convertido en un espacio fundamental de memoria, albergando las historias de muchas víctimas.

 

Conoce también nuestra estrategia «Naturaleza y territorio en el marco del conflicto armado» 

 

Finalmente, se desarrolló un conversatorio sobre la importancia de las memorias en la ciudad, en el que participaron el proceso «Hacemos Memoria», de la Universidad de Antioquia, la Subsecretaría de Derechos Humanos, la Mesa Distrital de Víctimas y el Museo Casa de la Memoria. 

Acerca de la fecha conmemorativa

Operación Orión: El Museo de Memoria del CNMH participó en la conmemoración de los 21 añosLas personas acuden al Cementerio La América de la Comuna 13 para iniciar los actos de conmemoración por los 21 años de la Operación Orión. Fotografía de Ángela María Muñoz, de la dimensión territorial del Museo de Memoria.

En Medellín, los antioqueños eligieron realizar el 16 y 17 de octubre de cada año,  actividades de memoria como consecuencia de la Operación Militar Orión ocurrida en el año 2002, una intervención militar que lamentablemente estuvo marcada por graves violaciones a los derechos humanos de los habitantes de la Comuna 13.

La conmemoración del Día de la Memoria y los 21 años de la Operación Orión son un recordatorio de la importancia de honrar a las víctimas del conflicto y trabajar juntos para construir un futuro más justo y pacífico en Medellín. La memoria es un pilar fundamental en el camino hacia la reconciliación y la paz.


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Antioquia, CNMH, Machuca, Memoria, Memoria Histórica, Segovia

Machuca, el pueblo que lo soportó todo y aún vive para contarlo

Machuca, el pueblo que lo soportó todo y aún vive para contarlo

Laboratorio colaborativo: «Naturaleza y territorio en el marco  del conflicto armado»

Autor

CNMH

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Ilustración del CNMH sobre los habitantes de Machuca.
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Publicado

19 octubre 2023


Machuca, el pueblo que lo soportó todo y aún vive para contarlo

Este 18 de octubre se cumplen 25 años de la masacre que sacudió a este corregimiento antioqueño, luego de que el ELN hiciera explotar un oleoducto y el fuego incinerara a 84 personas.

De sobrevivir sí que saben los habitantes de Machuca, el único corregimiento que tiene el municipio de Segovia, en el nordeste antioqueño. Aunque su nombre real es Fraguas —que tomó de una finca en los años cuarenta, cuando comenzó a llegar población afrodescendiente al territorio—, pasó a llamarse coloquialmente Machuca porque ese era el nombre de una mina que estaba cerca de la quebrada Machuquita.

En Colombia todos conocieron al corregimiento como Machuca por la misma razón por la que han sido conocidos tantos otros territorios de la geografía nacional: por la violencia. Fue el 18 de octubre de 1998. La explosión del oleoducto que pasaba por el corregimiento, propiedad del Oleoducto Central de Colombia (Ocensa), dejó 84 víctimas mortales —la mitad de ellas niños— y la certeza de dónde quedaba aquel lugar. La madrugada de ese día, el ELN dinamitó el tubo, lo que ocasionó que el petróleo se derramara sobre el río Pocuné. Luego, al dinamitar un puente, el río ardió.

Desde dos días antes, los habitantes del pueblo venían escuchando rumores que advertían sobre el hecho. Algunos lugareños, como Maribel Agualimpia, recuerdan el temor y la zozobra, el no saber qué hacer ante el no saber qué esperar. «La masacre nos impactó mucho porque este es un corregimiento muy pequeño, donde todos nos conocemos. Quizás no somos familia, pero nos duele todo lo que les pase a los demás», cuenta en su testimonio.

Pie de foto: Portada del pódcast Machuca: más allá de la violencia.

Pie de foto: Portada del pódcast Machuca: más allá de la violencia.

La voz de ella, como la de otros habitantes y sobrevivientes de Machuca, narra la historia de este pueblo colombiano antes, durante y después del conflicto armado. Particularmente, lo hacen los estudiantes de la Institución Educativa Rural Fray Martín de Porres que pertenecían al semillero de Radio y Memoria de Machuca, vinculado a la emisora escolar. Ellos y ellas crearon Machuca: más allá de la violencia, una iniciativa de memoria acompañada por el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) que derivó en una serie radial. Se trata de un proceso de memoria que permitió un diálogo intergeneracional entre los habitantes del corregimiento de Fraguas.

A lo largo de cinco episodios, se escuchan las memorias de una comunidad pluriétnica comprometida con su corregimiento, que insiste en afirmar el carácter pacífico de su territorio. Es una invitación para los colombianos a conocer un territorio rodeado de vegetación, ríos, fiestas, sueños e historias.

Una historia única de resistencia

Cuatro fechas marcaron la vida de los machuqueños: 1998, 2001, 2002 y 2015. De la primera fecha han pasado ya dos décadas y media. Todo comenzó cerca de las 2 a. m.; así lo recuerdan quienes vivieron ese suceso que marcó un antes y un después en la historia del corregimiento.

Pie de foto: Ilustración del CNMH sobre el renacer de Machuca.

Pie de foto: Ilustración del CNMH sobre el renacer de Machuca.

Tras aquella madrugada de fuego, las incursiones de grupos armados no dieron tregua. Los enfrentamientos entre paramilitares, guerrillas y Ejército cesaron por temporadas y se acrecentaron en otras, como en 2015, probablemente el año más violento para Machuca, incluso más que 2001, cuando los paramilitares cometieron una masacre, o 2002, cuando el ELN retornó. En ambas ocasiones, los grupos armados se levantaron en asonada y señalaron a algunos de sus habitantes para luego masacrarlos.

Así que Machuca ha sabido caerse y levantarse. Sus habitantes saben de sobrevivir, de sobreponerse a los más grandes temores. Dos décadas y media después de ese 18 de octubre, cuando ardió el corregimiento, Machuca sigue contando su historia y creando sus memorias. Su resistencia es única


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La comunidad de San Andrés de Pisimbalá eligió varios lugares marcados por la guerra para resignificarlos con una exposición de memoria. Foto: Felipe Alarcón, CNMH.

San Andrés de Pisimbalá siembra su «Jardín de Hierbas para la Memoria»

La comunidad de San Andrés de Pisimbalá eligió varios lugares marcados por la guerra para resignificarlos con una exposición de memoria. Foto: Felipe Alarcón, CNMH.

Autor

CNMH

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La comunidad de San Andrés de Pisimbalá eligió varios lugares marcados por la guerra para resignificarlos con una exposición de memoria. Foto: Felipe Alarcón, CNMH.

Publicado

18 julio 2023


San Andrés de Pisimbalá siembra su «Jardín de Hierbas para la Memoria»

Este corregimiento de Inzá, en el departamento del Cauca, ha sanado los dolores de la guerra tomando lo que da la tierra: las plantas han sido aliciente para curar los males corporales y espirituales. Así lo narra el más reciente lugar de memoria que echó raíces en este territorio.

En San Andrés de Pisimbalá todo es de guadua: las camas, las mesas, el bahareque que sostiene las casas, las ventanas, las sillas del parque y los bosques húmedos de guaduales hundidos en la cordillera de los Andes. La guadua soporta el corregimiento entero, que está conformado por cuatro veredas y donde hay una profunda conexión con la tierra.

Y si la guadua lo sostiene todo en este corregimiento famoso por albergar el Parque Arqueológico de Tierradentro, el verde de las hierbas y las plantas adorna todo Inzá, el municipio que lo acoge, muy cerca al nudo cordillerano andino del macizo colombiano, donde nacen los ríos Cauca y Magdalena. El romero se derrama sobre las macetas; la sábila crece como una corona; la desvanecedora muestra su forma de corazón y el orozú luce sus capullos de minúsculas flores.

La simbiosis con la tierra ha mantenido de pie a la comunidad campesina que comparte el territorio con varios pueblos indígenas, y que ha sembrado y usado hierbas y plantas para sanar los dolores corporales, pero también para curar las heridas que dejó la guerra, una guerra que llegó hasta allí por la conveniencia de su geografía y que ha permanecido en el territorio.

 

Los enfrentamientos entre la guerrilla y la fuerza pública, tan devastadores en distintos lugares, también lo fueron en Pisimbalá. Allí todos recuerdan las ráfagas de fuego y el sonido de las balas del 17 de marzo de 1967. «Nosotros teníamos como cinco años, no sabíamos qué era un helicóptero. Ese día bajaba una chiva y, según [los lugareños], ahí venían unos policías, y los policías miraron a los que venían a pie, y esos empezaron a dispararles a los de la chiva», recuerda Leticia Findicue, quien vive justo sobre el punto donde la guerrilla decidió ultimar a los heridos. «A esta gruta los trajeron amarrados y los mataron», cuenta, sentada sobre los escalones que conducen a la gruta de las Siete Cruces que instaló allí la comunidad para recordar a los asesinados.  Las balas alcanzaron a varios líderes de la vereda Brisas de Ullucos, así como a dos hermanas misioneras de la Madre Laura.

Otros males para curar

El reclutamiento forzado también alcanzó a Pisimbalá. Desde hace varias décadas, las familias campesinas han visto cómo las antiguas FARC-EP venían por sus hijos y nietos; hoy lo hacen las disidencias de ese grupo guerrillero. Veían cómo los arrancaban de la tierra y subían montaña arriba, hasta perderse en las estribaciones de la cordillera. Algunos de ellos regresaron como fugitivos y le fueron arrebatados de nuevo, para siempre, a la tierra, al campo, a la familia.

En la escuela de la vereda El Parque lo recuerdan, porque en ese lugar acabaron con los sueños de una adolescente que había sido alumna. Su retrato está allí ahora, en el nuevo lugar de memoria extendido del corregimiento, llamado «Jardín de Hierbas para la Memoria». Como no podía ser de otra manera, la guadua soporta la estructura de los paneles que conforman una exhibición que se integra a través de una ruta expositiva de ocho módulos ubicados a lo largo de las cuatro veredas del corregimiento: San Andrés Centro Poblado, El Parque, Segovia y Brisas de Ullucos.

 

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Cada uno de los dispositivos expositivos está sembrado en algún lugar que —de acuerdo con la elección de sus habitantes— debe ver nacer nuevos recuerdos. Así lo planteó el Plan Integral de Reparación Colectiva (PIRC) creado para esta comunidad campesina, que estuvo acompañado por el Centro Nacional de Memoria Histórica a través de su Estrategia de Reparaciones y que enfatiza en la necesidad de «resignificar los sitios de terror presentes en el territorio». De este modo, donde antes los cuerpos cayeron, hoy está presente su memoria a través de una exposición que transita por el contexto histórico de cada vereda, por los hechos victimizantes vividos en ese lugar exacto y por las plantas que la comunidad ha sembrado para curarse colectivamente.

El 9 de julio se llevó a cabo la inauguración de la exposición «Jardín de Hierbas para la Memoria» en las cuatro veredas de Pisimbalá. Aquí, los líderes de la vereda Segovia. Foto: Felipe Alarcón, CNMH.
El 9 de julio se llevó a cabo la inauguración de la exposición «Jardín de Hierbas para la Memoria» en las cuatro veredas de Pisimbalá. Aquí, los líderes de la vereda Segovia. Foto: Felipe Alarcón, CNMH.

«El objetivo es buscar un alivio a tanto dolor que hemos tenido como víctimas. Cada planta que hay dentro de esa resignificación la hemos tomado para poder dormir, para poder estar más tranquilos, para poder, en algún momento, olvidarnos de tanto dolor que ha ocasionado la guerra. Plantas para sanar el alma», explica María Pencue, sentada sobre una banca de guadua en la escuela de la vereda El Parque, a pocos metros de donde sus vecinos ayudan a levantar el lugar de memoria. «Muchas veces yo sé que hemos tenido acompañamiento psicológico y eso nos ha servido muchísimo, pero en el fondo lo que nos ha aliviado a nosotros son las plantas», agrega la lideresa.

Traigo la ruda, la albahaca, la paz…

En San Andrés de Pisimbalá, las hierbas tienen un significado especial, porque han curado dolores que no pasaron antes por la cabeza de nadie. La albahaca, por ejemplo, ha sido la aliada en los momentos de tristeza: «Cuando usted siente que no puede dormir, que siente angustia, se toma un té de albahaca», refiere Pencue. El toronjil ayuda con los dolores del corazón y las taquicardias, y la hierbabuena se usa para tranquilizarse.

«La ruda tiene muchos usos. Por ejemplo, si hay una persona que falleció y hay niños pequeños, la tradición antigua es que, si voy al velorio de una persona, hay hielo, y voy a llevar al niño de hielo. Entonces si voy al velorio me llevo una matica de ruda, porque dicen que la ruda cura el hielo». Lo dice Fernando Perdomo, líder de la vereda Segovia.

Ese vademécum incluye bebidas que, por supuesto, son hechas a base de hierbas, como el chirrinchi de menta, que promete aliviar la gripa; o como la panela orgánica de limoncillo o maracuyá, producto del trabajo con la caña de azúcar, que los pisimbaleños procesan en los patios y terrenos abiertos.

«Algunos van al hospital, otros van adonde los yerbateros, pero a la mayoría le gustan las plantas, porque, como dicen por ahí, y yo soy uno de ellos, si una planta no le hace bien, tampoco le va a caer mal; pero si una pasta le cura una cosa, le perjudica otra». A esa tradición se encomienda Fernando, que tomaba paico —una aromática que hacía su mamá— cuando tenía dolor de estómago.

Tomando lo que la tierra les ofrece, los lugareños de San Andrés de Pisimbalá se han mantenido en pie, han construido sus casas y parques, y han sanado sus dolores; de allí que, para ellos, no haya mejor receta que la tierra misma. Su conexión vital pasa por entender lo que nace de ella, tomarlo y usarlo con respeto. Saben de la paz porque conocen los secretos de la despensa asombrosa que los rodea, de la armonía en la que habitan. Se han sostenido entendiendo que hay que sembrar lo que sana para cosechar alegrías.

Los pisimbaleños han transmutado los dolores del cuerpo y del alma gracias a las plantas, esas mismas que vienen del campo que cuidan y cosechan. El jardín de hierbas que riegan día a día es la memoria viva de su resistencia.


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Conferencia Normatividad archivistica

El CNMH realizará la 8.ª jornada de formación virtual en archivos vinculados con DD.HH., Memoria Histórica y Conflicto Armado

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CNMH

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Publicado

7 de septiembre de 2021


El CNMH realizará la 8.ª jornada de formación virtual en archivos vinculados con DD.HH., Memoria Histórica y Conflicto Armado

  • La jornada, que tendrá énfasis en normatividad archivística vigente y transparencia, tendrá como expositor a Jhonatta Hoyos Sepúlveda, abogado con experiencia profesional de 14 años en temas de derechos humanos y Derecho Internacional Humanitario.
  • Las inscripciones se realizarán hasta el 15 de septiembre de forma gratuita en el siguiente enlace: https://forms.gle/3mHnGP9PCQtczqtK7
  • Consulte todos los contenidos de las jornadas virtuales en: https://n9.cl/y7msu

Los archivos son una herramienta indispensable para el funcionamiento del Estado, así como de la sociedad, al cumplir un papel central para el ejercicio y goce de los derechos fundamentales y humanos, lo que hace necesario que su gestión, conservación, preservación y acceso sean garantizados. 

De acuerdo con la Ley General de Archivos (Ley 594 de 2000), los archivos tienen por objetivo esencial “el de disponer de la documentación organizada, en tal forma que la información institucional sea recuperable para su uso de la Administración en el servicio al ciudadano y como fuente de la Historia” ¹. Por este motivo, se hace necesario establecer reglas que contribuyan a la organización, servicio y administración de los documentos desde su producción, circulación, acceso, uso, control, conservación, preservación y difusión de los testimonios documentales.

De esta manera, la adecuada gestión documental es una condición necesaria para el ejercicio del derecho de acceso a la información pública, el cual tiene como objetivo que “la información en posesión, custodia o bajo control de cualquier entidad pública, órgano y organismo del Estado colombiano, persona natural o jurídica de derecho privado que ejerza función pública delegada, reciba o administre recursos de naturaleza u origen público o preste un servicio público, esté a disposición de todos los ciudadanos e interesados de manera oportuna, veraz, completa, reutilizable y procesable, y en formatos accesibles” ².  

El Centro Nacional de Memoria Histórica CNMH, a través de la Dirección Técnica de Archivos de los Derechos Humanos, realizará el 17 de septiembre de 2021 de 9:00 a. m. a 11:00 a. m. una nueva jornada virtual de formación en archivos vinculados con DD.HH., memoria histórica y conflicto armado; en esta ocasión con énfasis en normatividad archivística vigente y transparencia. 

El objetivo de esta jornada es generar un espacio de fortalecimiento para la implementación de la política pública y protocolo de gestión documental de archivos de DD.HH., memoria histórica y conflicto armado, en el que se permita conocer las principales normas y conceptos aplicables a la gestión y procesos archivísticos en Colombia, presentar la relación entre el deber constitucional de la adecuada gestión y administración de archivos, la transparencia y el derecho de acceso a la información pública e identificar las responsabilidades de los servidores públicos frente a información, documentos y archivos.

Las inscripciones se realizarán hasta el 15 de septiembre de forma gratuita en el siguiente enlace: https://forms.gle/3mHnGP9PCQtczqtK7 

Si desea consultar todos los contenidos de las anteriores jornadas virtuales ingrese a: https://n9.cl/y7msu


¹ Ley 594 de 2000, artículo 4.°.

² ABC Ley de transparencia y acceso a la información pública: http://www.secretariatransparencia.gov.co/observatorio-anticorrupcion/Documents/ABC%20ley%201712%20editado.pdf

 


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