Autor: comunicaciones cnmh

Museo de Memoria Histórica del Valle del Cauca: tejiendo la verdad

Libro

Museo de Memoria Histórica del Valle del Cauca: tejiendo la verdad


Museo de Memoria Histórica del Valle del Cauca: Tejiendo la verdad, es un cuadernillo que promueve el trabajo pedagógico y la visibilización del conflicto armado desde la memoria de las víctimas en la búsqueda de la verdad y la no repetición.

 

Esta iniciativa de memoria histórica acompañada por el Centro Nacional de Memoria Histórica, CNMH, fue impulsada por el Museo de Memoria Histórica del Valle del Cauca, y liderado por profesionales y colaboradores de las siguientes organizaciones: Asociación Escuelas de Cambio, Corporación Arte Joven, Asociación Fortaleza Unida Campesina, Verdad y Cultura, Asociación La Casa de Todos y Todas y Corporación Museo.


Descargue Aqui

El carnaval de La Gigantona: ritual, memoria y resistencia en el Nordeste antioqueño

Libro

El carnaval de La Gigantona: ritual, memoria y resistencia en el Nordeste antioqueño


El carnaval de La Gigantona. Ritual, memoria y resistencia en el Nordeste antioqueño es un informe de investigación del Centro Nacional de Memoria Histórica, CNMH, que visibiliza esta actividad inscrita dentro de las Fiestas de la Virgen del Carmen, el Oro y la Minería que se celebran en el mes de julio en el municipio de Segovia (Antioquia).

 

El Precarnaval y Carnaval de La Gigantona constituyen una muestra de la idiosincrasia e identidad de estas tierras mineras del Nordeste antioqueño, los cuales se celebran desde hace cuatro décadas y expresan las prácticas ancestrales del barequeo, el machuqueo y la explotación artesanal e industrial del oro, principal recurso dinamizador de la economía regional.

 

¿Qué es La Gigantona?

Es una especie de celebración que se hace todos los años, para recordar los muertos, con un recorrido y bailes. Vea, eso es una muñeca grandísima, de madera y varillas, se mete una persona por debajo que es quien la va manejando. Eso se hace en el marco de las fiestas patronales, de la Virgen del Carmen, pero ahí se echan moresco, y van bailando y cantando.

¿Y por qué La Gigantona tiene que ver con la memoria?

Porque ahí es como una forma de que la gente recuerde a sus muertos, porque cada año se la dedican a uno o varios muertos de allá.

¿En qué consiste?

Esa celebración está muy presente en las víctimas de la masacre de Segovia de 1988. De ahí en adelante como que cobró mayor importancia. Pero se celebra desde mucho antes. Es un recorrido. Desde el cementerio, incluso antes del cementerio, desde el parque La Madre, van por toda la Reina, hasta llegar al parque principal. (CNMH. Entrevista 1. Hombre y mujer adultos, desplazados. Medellín, 2021)

 

Para las comunidades de Remedios y Segovia, La Gigantona también es el medio y el pretexto para expresar a través de la cultura y la memoria sus agenciamientos y emprendimientos para rememorar a las víctimas del conflicto, para continuar luchando, resistiendo y viviendo en medio de un contexto hostil, para la transformación de las violencias y los conflictos persistentes y aún no resueltos.

 

Es un evento que recoge como toda esa euforia que durante el año no se manifiesta, no se dice, no se siente, cierto, porque igual durante el año aparecen varias cosas que son como muy tesas también… Es el único momento del año eufórico para hacerle un huequito a la tristeza, porque es que la verdad que estos municipios se mantienen tan golpeados, que incluso toda la gente se mete ahí… A recordar y pagar promesas… No solo se hace para recordar a los fallecidos del pueblo o muertos muy cercanos a la comunidad, también para recordar a las mujeres barequeras, al minero, a las mujeres luchadoras del cáncer de mama, también el tema de la niñez. Y eso es muy bonito porque viene gente de todas partes, es que yo me he quedado sorprendido cuando empiezo a escuchar acentos de Bogotá, de Cali, del eje, de la Costa, metidos en La Gigantona, ¿cierto?… Y que uno pueda decir que hubo una calle que es una de las más largas de aquí de Segovia, La Reina, que ha estado de punta a punta, ¡repleta de gente!, o sea, no son parches, ¿me entendés?, sino una columna completa de personas que uno tranquilamente podría decir: ahí hay más de diez mil personas, porque esa calle da para eso. ¿Usted se imagina lo que podría hacer algo más grande? Es decir, ¿qué sean más gigantonas? Eh, Ave María, se enloquece este pueblo… (CNMH. Entrevista 6. Hombre adulto. Segovia, 2022)

 

La Gigantona, en tanto muestra representativa del repertorio cultural ancestral y como iniciativa de la memoria social, es un mediador para continuar recuperando y transmitiendo la memoria, el debate y la deliberación colectiva y plural acerca del pasado traumático, para seguir resistiendo a los embates de las violencias y los conflictos, para confrontar y retar condiciones y marcos adversos para la emergencia de la memoria colectiva y plural, para mantener viva la memoria y la dignidad de sus víctimas, para emprender la anhelada construcción de paz en el territorio.

 

¿Qué aprendemos los colombianos de La Gigantona?

Pues, vea, ante todo, la alegría, sanar la tristeza. Porque esta es una forma extraordinaria de recordar, una memoria viva simbólica que se siente, que no tiene límites, que le hace un huequito a la tristeza, porque ella sana colectivamente todas esas heridas. Y también, un poder político, porque ella activa procesos de pedagogía, recupera la memoria oculta de Segovia, para que sea un libro abierto. (Diario de Campo, 2022)

 

La Gigantona permite transitar del conflicto y la guerra hacia la reparación, la reconciliación y la no repetición a través de la relación entre memoria, ritual, resistencia y territorio. Se trata de una práctica e iniciativa memorial de raíces ancestrales y en constante transformación que propugna por el reconocimiento y la dignificación de las comunidades del Nordeste antioqueño, como sujetos protagonistas de la restauración de los daños e impactos y los tejidos sociales de su región.

Libro Blanco de Yarumal: Rastros de vida

Libro

Libro Blanco de Yarumal: Rastros de vida


El libro blanco de Yarumal es una iniciativa de memoria histórica promovida por la organización Madres por la Vida, y acompañada por el Centro Nacional de Memoria Histórica –  CNMH, durante los años 2021 y 2022.

 

Este acompañamiento tuvo como objetivo recopilar once relatos de personas representativas de Yarumal —tanto de su cabecera municipal como de sus veredas y corregimientos— para visibilizar no solo los daños e impactos que dejó el conflicto armado desde sus propias vivencias, sino resaltar la riqueza cultural, productiva y social del municipio y sus habitantes, así como la resistencia de sus líderes y lideresas en pro de la defensa de la vida, como formas de reivindicación de un territorio que por muchos años fue estigmatizado por la presencia de diversos actores armados.

El libro contiene en su interior, códigos QR que permiten acceder a podcasts con ilustraciones animadas. Es un recurso complementario a las historias de vida que permite ampliar el universo de lo que se está leyendo.


Descargue Aqui

Fotopaseo de la memoria histórica de Potosí, Ciudad Bolívar

Libro

Fotopaseo de la memoria histórica de Potosí, Ciudad Bolívar


Foto paseo de la memoria histórica de Potosí, Ciudad Bolívar es una Iniciativa de Memoria Histórica  liderada por el colectivo Gestores de Paz de Potosí y acompañada por el Centro Nacional de Memoria Histórica –  CNMH.

 

Su publicación, presenta a través de narraciones sensibles y refrescantes, los resultados de sistematización de los procesos de diversos colectivos del barrio Potosí en Ciudad Bolívar.

 

Es un foto libro que documenta ejercicios de memoria de la comunidad en relación con su desarrollo urbanístico y social, así como su  afrontamiento de la violencia. A su vez, da cuenta de la experiencia vital de construcción del tejido de la comunidad a partir de la resistencia y esperanza de sus habitantes, especialmente de las nuevas generaciones.

 

En esta iniciativa no solo tienen voz los habitantes, sino también la naturaleza, la montaña, los animales y los diversos escenarios de Potosí, quienes relatan sus vivencias, interacciones y experiencias, en un texto enriquecido que contribuye a reconstruir y consolidar la memoria histórica de sus habitantes.


DESCARGUE AQUI

Puerto Saldaña : caminos de paz y esperanza

Libro

Puerto Saldaña: caminos de paz y esperanza


Puerto Saldaña: caminos de paz y esperanza es una Iniciativa de memoria histórica impulsada por la Corporación Casa Teatro Antonio Camacho, y un grupo de diecisiete estudiantes y profesores de la Institución Educativa Luis Ernesto Vanegas Neira con el acompañamiento por el Centro Nacional de Memoria Histórica –  CNMH.

 

Visibiliza diversas perspectivas de resiliencia de los habitantes y en particular, aporta reflexiones para el autorreconocimiento y redescubrimiento del territorio, desde una perspectiva de reconocimiento y respeto para encontrar alternativas para la construcción de paz.

 

El foto libro construye un autorretrato colectivo e intergeneracional de Puerto Saldaña, un corregimiento en Rioblanco, Tolima, ubicado a 225 kilómetros de la ciudad de Ibagué que históricamente fue opacado por acciones violentas de distintos grupos armados, pero que trasciende mediante nuevas miradas, relatos y encuadres fotográficos que representan la materialización de un esfuerzo conjunto para reconstruir tejido y esperanza.


Descargue Aqui

El caso de la finca La Galleta: agresión de responsabilidad estatal contra excombatientes en reincorporación

Libro

El caso de la finca La Galleta: agresión de responsabilidad estatal contra  excombatientes en reincorporación


El 23 de enero de 2000 el Ejército retuvo forzosamente en la finca La Galleta (Montebello, Antioquia) a Uberney Giraldo y a José Evelio Gallo, integrantes de la Sociedad Agropecuaria Horizontes Ltda. Sus cuerpos fueron encontrados al día siguiente en El Carmen de Viboral (Antioquia) y presentados como guerrilleros muertos en combate. Los demás socios y sus familias tuvieron que desplazarse de manera forzada, pues sus vidas corrían peligro.

 

La Sociedad Agropecuaria Horizontes Ltda. la conformaban trece excombatientes de la Corriente de Renovación Socialista (CRS) que se acogieron al Acuerdo de Paz firmado entre el gobierno Nacional y ese grupo armado el 9 de abril de 1994 en el corregimiento de Flor del Monte (Ovejas, Sucre), quienes decidieron comprar la finca La Galleta para empezar un proyecto productivo que le apostara a la paz.

 

Veinte años después, el 7 de mayo de 2020, el Juzgado Primero Civil del Circuito Especializado en Restitución de Tierras de Antioquia profirió la Sentencia 013 (011), en la que amparó el derecho fundamental a la restitución de tierras a la Sociedad Agropecuaria Horizontes Ltda. Este libro nace a partir de dicha sentencia con el objetivo de dignificar el buen nombre de los integrantes de esta colectividad y de mantener vivas las memorias de aquellos que fueron asesinados mientras trabajaban por un país en paz.


Descargue Aqui

Nacer dos veces Voces de vida y resistencia en Arboleda

Libro

Nacer dos veces
Voces de vida y resistencia en Arboleda


Bienvenidos y bienvenidas sean todas las personas que quieran conocer este libro de historias que se construyó con las experiencias y los testimonios de quienes habitamos este territorio, el corregimiento de Arboleda. Son seis relatos sobre los tiempos difíciles de la violencia, desde finales de los años ochenta, cuando se escuchó hablar con mayor fuerza de la presencia de la guerrilla de las FARC-EP, hasta la primera década del nuevo siglo, viviendo los abusos y señalamientos del Ejército, junto con el rumor de la presencia y accionar de los paramilitares. Pero eso sí, con la misma severidad que nos golpeó, así igualito, a ese mismo nivel resistimos, luchamos y aguantamos.

¿Que si sufrimos? ¡Claro!, como muchos no podrán imaginarse y como nosotros a veces ni queremos recordar. Pero entre lo que nos dejó este terror también está la memoria que se niega a apagarse, que nos recuerda lo mucho de lo que somos capaces y, sobre todo, les dice a quienes les somos desconocidos que la intención, al enseñarles nuestras cicatrices por medio de las palabras, es que esperamos que algo dentro ustedes se mueva hacia una reflexión profunda, algo que les permita decir junto a nosotros: que no se repita.


Descargue aquí

GUERRA SIN FRONTERAS, RESISTENCIAS SIN LÍMITES – Memorias de sobrevivientes al Bloque Catatumbo. Tomo II

Libro

GUERRA SIN FRONTERAS, RESISTENCIAS SIN LÍMITES
Memorias de sobrevivientes al Bloque Catatumbo.
Tomo II


La presente investigación hace parte de la serie “Informes sobre el origen y la actuación de las agrupaciones paramilitares en las regiones”, que responde, en primer lugar, a las funciones misionales del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) establecidas en la Ley 1448 de 2011 y, en segundo lugar, a la obligación entregada a la Dirección de Acuerdos de la Verdad (DAV) en la aplicación de la Ley 1424 de 2010.

La unidad de análisis de este estudio es la estructura armada denominada Bloque Catatumbo (BC) de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), que operó entre 1999 y 2004 en 30 municipios de Norte de Santander. El marco espacial de este estudio no es la totalidad del Catatumbo (porque este grupo solo operó en cinco de sus municipios), ni únicamente esta subregión del departamento (porque dicha estructura operó en otras zonas). De este modo, el presente informe no es un análisis departamental del fenómeno paramilitar en tanto no se refiere a los demás grupos que allí actuaron.


«Al comercio de Alejandría lo hice bajar a la zona mía a hablar conmigo, [a] todos los dueños de locales. Yo citaba y la gente bajaba, citaba a los dueños de las bombas, a los de las carnicerías […]. Bajaban 200, 300 personas a una reunión. […] “Bájenme el sector de los mineros de carbón”. […] Después ya seguían bajando, bajaban a tomar whisky, […] a que uno fuera el padrino de los hijos»
(CNMH, CV, Laverde, postulado, 2021, 24 de marzo).
*
«Ahora ni plátano consigue uno en las fincas porque todo el mundo se dedica a sembrar coca. Eso era lo que le interesaba a los paramilitares, el billete. Ese era el conflicto y por eso hubo tanto muerto»
(Mujer comerciante, La Gabarra, 2021, 2 de febrero).
*
«Había gente que los reclutaban para que entraran a trabajar con las autodefensas, los uniformaban, les colocaban un fusil viejo […] y el Ejército los mataba y hacía que sí le estaban peleando [a] las autodefensas, […] se llamaban falsos positivos»
(CNMH, MNJCV, 2014, 21 de mayo).
*
«Hubo un momento que el sector campesino se salió de la región por la matanza que se presentaba. La única comunidad que se quedó allá fue la comunidad barí. […] Lo único que tenemos es el resguardo. Esa es nuestra casa, por eso decimos es que la tierra es nuestra madre. Vivimos y cuidamos en ella, no tenemos más lugares a dónde ir, entonces nos quedamos ahí»
(Hombre líder indígena barí, Tibú, 2020, 19 de noviembre).
*
«No permitimos que ningún grupo al margen de la ley se vincule o esté directamente trabajando con la Junta de Acción Comunal de nuestro caserío»
(Hombre docente, Petrólea, 2021, 24 de marzo).
*
«Entonces vienen [grupos armados] y pintan algo y ellos [los líderes] van y le dicen: “Si quieren vivir en el pueblo, entren y salgan, pero no queremos verlos con armas, ni que nos pinten las casas”»
(Grupo focal, Pacelli, 2021, 3 de febrero).


Descargue aquí

PORTADA BCB_TOMO III

EL ESTALLIDO DE UN TRUENO AJENO – Memorias de sobrevivientes al Bloque Catatumbo. Tomo I

Libro

EL ESTALLIDO DE UN TRUENO AJENO
Memorias de sobrevivientes
al Bloque Catatumbo.
Tomo I


La presente investigación hace parte de la serie de informes sobre el origen y actuación de las agrupaciones paramilitares en las regiones, que responde, en primer lugar, a las funciones misionales del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) establecidas en la Ley 1448 de 2011 y, en segundo lugar, a la obligación conferida a la Dirección de Acuerdos de la Verdad (DAV) en la aplicación de la Ley 1424 de 2010.

La unidad de análisis en este estudio es la estructura armada ilegal denominada Bloque Catatumbo (BC), de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), que operó entre 1999 y 2004 en treinta municipios de Norte de Santander. Es decir, que el marco espacial de este estudio no es la totalidad del Catatumbo (porque este grupo solo operó en cinco de sus municipios), ni únicamente esta subregión del departamento (porque dicha estructura operó en otras zonas), por tanto, tampoco es un análisis departamental del fenómeno paramilitar, ya que no se refiere a los demás grupos que allí actuaron.


«Hemos confesado más de cinco mil homicidios»
(CNMH, CV, Laverde, postulado, Medellín, 2021, 24 de marzo).
*
«Iban como unos cinco camiones […] si usted arranca de Montería a Cúcuta, hay un buen trayecto, y es mucho los retenes que va a encontrarse […] Y nada, todo mundo pasó»
(CNMH, MNJCV, 2014, 22 de mayo).
*
«Fueron tantos los muertos que hubo, que la sangre en el pueblo, o sea, la fetidez, duró mucho tiempo»
(CNMH, MNJCV, 2017, 15 de septiembre).
*
«Cuando quemaron acá Filogringo […] Alcanzábamos a mirar cómo se prendían las casitas. Esto quedó desolado»
(Mujer líder, adulta mayor, víctima, Filogringo, 2021, 4 de febrero).
*
«¿Y qué le tocó hacer a la población? Salir, no esperarlo, porque los que esperaron los mataron. En este pueblo apenas quedaron cinco personas»
(Hombre víctima, Luis Vero, 2021, 16 de febrero).
*
«Con solo decirle a usted: “vamos pa Juan Frío”, usted ya sabía que lo iban a matar y que iba pa los hornos»
(Grupo focal, familia afrocolombiana, Villa del Rosario, 2021, 16 de febrero).
*
«Para mí era terrible tener que pagar [vacuna], y cada vez que les pagaba tenía que llorar, porque decía “[les] tengo que pagar [tras] el hecho de que los hayan asesinado”»
(Dos mujeres víctimas, Cúcuta, 2021, 17 de febrero).
*
«Se entregó el armamento más viejo y el más podrido que había en la organización. El armamento bueno nunca lo entregaron, […] de resto se sacó el mejor armamento y se encaletó, […] ¿a manos de quién fue a dar?»
(CNMH, MNJCV, 2014, 21 de mayo).


Descargue aquí

Personaje del mes – octubre

Operación Orión: El Museo de Memoria del CNMH participó en la conmemoración de los 21 años

Autor

CNMH

Foto

Leidy Bibiana Patiño Amaya.
Una madre ejemplar, una contadora destacada y una mujer que prioriza su familia por encima de todo.

.

Publicado

Octubre 2023


Una madre ejemplar, una contadora destacada y una mujer que prioriza su familia por encima de todo.

Leidy Bibiana Patiño Amaya

Nació el 25 de julio de 1982 en Facatativá. Es hija de José Alberto Patiño Giraldo y Ana María Amaya Rodríguez. Tiene dos hermanos: Alejandra, su hermana mayor, es bacterióloga y actualmente trabaja en el Instituto Nacional de Salud (INS); su hermano menor, Jaime, es director de un proyecto de tecnología en el Ministerio de Educación. También tiene una sobrina, Juliana, de 4 años, con quien comparte muchos momentos en familia. De Juan Camilo Bravo Patiño, su hijo de 15 años, próximo a terminar el bachillerato, habla con amor, orgullo e ilusión.

Leidy Bibiana estudió su primaria y bachillerato en Facatativá y realizó un técnico en Contabilidad y Finanzas de noche; luego, con mérito entró a la Fuerza Aérea. Allí había un convenio con la Universidad Central para realizar su pregrado y ella aprovechó y estudio Contaduría Pública en el año 2000. A los dos años le propusieron un trabajo en el Centro Administrativo Nacional (CAN) en Bogotá y se fue a estudiar y trabajar a la capital colombiana. En 2006, Bibiana tuvo el privilegio ir a Estados Unidos durante 45 días a un viaje de trabajo; al regresar a Colombia quedó en embarazo y volvió a Facatativá para estar cerca de su familia.

 

 

 

Ella está convencida de que, como le dijo a un amigo, «los hijos traen el pan bajo el brazo»: cuando Juan Camilo llegó a su vida, empezó a tener grandes oportunidades. La ascendieron en la Fuerza Aérea, volvió a viajar a Estados Unidos por temas laborales y, por coincidencias de la vida, integrantes del Ministerio de Defensa conocieron su trabajo y la invitaron a hacer parte del equipo donde inició como contratista y luego ascendió a coordinadora financiera. En el Ministerio duró dieciséis años, tiempo en el que tuvo grandes aprendizajes personales y laborales. Luego pasó al Ministerio de Ciencias, donde trabajó seis años.

Trabajó mucho: «Me quería comer el mundo a nivel laboral», dice. Sin embargo, llegó un momento en que buscó tener más tiempo de calidad con su hijo y brindarle mayor estabilidad, por lo que se presentó al concurso de carrera administrativa del Centro Nacional de Memoria Histórica. «Traje el cargo con el pensamiento. Vi que el examen era para mí, era como si me lo hubieran puesto», dice Bibiana, quien obtuvo el primer lugar en las pruebas funcionales.

 

 

Siempre se ha destacado por su rigor y disciplina tanto académica como laboral. Es detallista. Sale de su casa a las 4:30 a. m. para llegar a las instalaciones del CNMH a las 7:00 a. m. y regresa a su hogar antes de las 7:00 p. m. para compartir tiempo con su hijo.

Leidy Bibiana tiene muchos sueños y uno de ellos es ejercer la docencia: «Llevo 23 años trabajando en el tema financiero, pero me gustaría dedicarme algún día a enseñar». También le gustaría hacer un curso de fotografía, una de sus grandes pasiones escondidas. Piensa que el tiempo ideal para «vivir la vida» es cuando su hijo termine el colegio.

Y es que para ella lo más importante es compartir con Juan Camilo: él pudo conocer durante la pandemia lo que ella hacía en el trabajo y a partir de ese momento los dos fortalecieron más su relación de complicidad. En sus tiempos libres, lo acompaña a montar en bicicleta, una de sus grandes pasiones. También le gusta ir al cine, ver series españolas y armar rompecabezas, sudokus y todas las actividades relacionadas con la destreza de la mente. Leidy Bibiana es inteligente y siente fascinación por los números, además de tener una facilidad con ellos.

Busca un equilibrio en su vida y dice: «No puedes pedir resultados siempre. Hay que valorar a la gente, no todos tenemos la misma capacidad de aprendizaje, comunicación y habilidades. Tienes que aprender a distinguir eso. Ya pasé por un proceso donde lloré, reí y la gente me hizo ver que estaba fallando». Leidy Bibiana busca seguir formándose como persona y profesional en el CNMH, entidad en la que el pasado 12 de septiembre cumplió un año de haberse posesionado. «Si vas a estar 8 horas en el trabajo, tienes que ver algo positivo en la gente, en el chiste que te cuentan y hacer sentir bien a los que tienes a tu alrededor. Y si hay alguna diferencia laboral, entender que es solo eso: una diferencia laboral, y luego seguir adelante, poder tomar onces o almorzar con tranquilidad», dice. Formar lazos de amistad en el trabajo terminó siendo algo inesperado para ella, pero que aprecia bastante: incluso, por primera vez salió de viaje con sus compañeras de trabajo del CNMH.

Prefiere escuchar pódcast que oír música. Cree en Dios y fue catequista de niña; a su hijo le diría: «Me has enseñado a ser valiente. Me has dado ese motivo para nunca decaer, para siempre ver los lados positivos de las cosas, para poder buscar una salida, para seguir creciendo. Quiero que seas extremadamente feliz. Al final, la felicidad lo es todo».

No hay que hablar mucho con ella para darse cuenta de la calidad humana que tiene. Además de ser una gran profesional, sin duda es una buena persona. A Leidy Bibiana le agradecemos por su generosidad, solidaridad, profesionalismo y amor por la entidad.

 


acuerdos de paz, postconflicto, inversión, internacional


Volver arriba