Autor: CNMH

La tierra en disputa. Memorias del despojo y resistencias campesinas en la costa Caribe (1960 – 2010)

Libro

La tierra en disputa. Memorias del despojo y resistencias campesinas en la costa Caribe (1960 – 2010)


Este informe recoge las memorias de despojo de tierras y resistencias campesinas en los departamentos de Córdoba, Sucre y en los Montes de María. Asimismo, analiza los procesos organizativos del campesinado y la memoria institucional de políticas agrarias en la región, con particular énfasis en el papel de las mujeres como víctimas y a la vez líderes.

Memoria Histórica presentó esta investigación el lunes 27 de septiembre 2010, durante la III Semana por la Memoria, en el Auditorio Galán de la Universidad Javeriana de Bogotá. Su lanzamiento oficial fue realizado el lunes 22 de noviembre de 2010 en Sincelejo, Sucre.

En apoyo a este trabajo han sido presentados la multimedia La tierra ya no es pa’l que la trabaja y el libro  Luchas campesinas y reforma agraria: memorias de un dirigente de la ANUC en la costa caribe, del líder campesino Jesús María Pérez.


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La masacre de El Salado: esa guerra no era nuestra

Libro

La masacre de El Salado: esa guerra no era nuestra


Informe presentado al público en la II Semana por la Memoria de septiembre de 2009.

La masacre de El Salado es una de las más atroces del conflicto contemporáneo de Colombia. Fue perpetrada entre el 16 y el 21 de febrero del 2000 por 450 paramilitares, que apoyados por helicópteros, dieron muerte a 60 personas en estado de total indefensión. Tras la masacre se produjo el éxodo de toda la población, convirtiendo a El Salado en un pueblo fantasma. Hasta el día de hoy solo han retornado 730 de las 7,000 personas que lo habitaban. Este suceso hace parte de la más sangrienta escalada de eventos de violencia masiva ocurridos en Colombia entre 1999 y el 2001. En ese período en la región de los Montes de María, donde está ubicado El Salado, la violencia se materializó en 42 masacres que dejaron 354 víctimas fatales.

El informe hace una rigurosa reconstrucción de los hechos y pone en evidencia las consecuencias funestas de la estigmatización de la población civil atrapada en la lucha de los actores armados por el control de territorios. Este informe es a su vez una invitación a la sociedad a reconocer y reconocerse en lo sucedido, a solidarizarse y movilizarse por las demandas de verdad, justicia y reparación de las víctimas de esta masacre inenarrable.


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Memorias en tiempo de Guerra

Libro

Memorias en tiempo de Guerra


El informe  Memorias en tiempo de guerra establece una tipología de iniciativas de memoria y analiza algunos casos de organizaciones y comunidades que han trabajado desde esta perspectiva.

La investigación estuvo dedicada al estudio de algunos procesos de construcción y formalización de memorias acerca del conflicto armado, las comunidades involucradas y los recursos expresivos utilizados. Las personas afectadas han reconstruido su cotidianidad en medio del conflicto armado y han contribuido a modificar los imaginarios que atizan la violencia.

Un conjunto de productos complementan el presente informe: el Multimedia Memorias expresivas recientes. Resistencias al olvido; una base de datos de iniciativas sociales de memoria y el documental  Mampuján: Crónica de un desplazamiento.


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Recordar y narrar el conflicto

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Recordar y narrar el conflicto


Herramientas para reconstruir memoria histórica

“La caja de herramientas” no es propiamente un informe de Memoria Histórica, es una herramienta pedagógica que ofrece instrumentos conceptuales, metodológicos, éticos y psicosociales para que desde distintas voces y lugares de la sociedad, se impulsen procesos autónomos locales y regionales de esclarecimiento de la verdad y construcción de las memorias. Está dirigido a personas interesadas en formarse como gestores de memoria que pueden ser hombres y mujeres con liderazgo en sus comunidades, maestros, funcionarios, periodistas, jóvenes y trabajadores culturales.

El propósito de este material, el cual fue presentado durante la II Semana por la Memoria (septiembre de 2009), es ofrecer herramientas para reconstruir memoria histórica que permitan explorar y entender modos de empoderamiento de las voces silenciadas, subordinadas y suprimidas en el ámbito de la memoria recogiendo sus experiencias como víctimas de vejaciones específicas, pero también como actores sociales y políticos con capacidad transformativa.


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El Despojo de tierras y territorios. Aproximación conceptual

Libro

El Despojo de tierras y territorios. Aproximación conceptual


Este documento se ha elaborado con varios propósitos. El primero busca aportar elementos de reflexión frente al vacío bibliográfico existente sobre el concepto de despojo de tierras y territorios.

Se presenta un marco teórico, que a priori y de manera preliminar, permite ordenar la información acopiada por la Línea de Investigación Tierra y Conflicto del Área de Memoria Histórica (MH) de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación CNRR, para cada uno de los estudios de caso definidos por dicha Área. La construcción de este marco se realizó a partir de la racionalización académica de la experiencia de los investigadores en el tema rural y agrario, complementado con los aportes recopilados en entrevistas efectuadas a víctimas de la violencia, y consultas de información documental de artículos de prensa.

Para cumplir con este objetivo se propone una defi nición o concepto inicial del despojo dentro del contexto del conflicto armado interno colombiano, así como una posible matriz de clasificación de las distintas modalidades del despojo de tierras y territorios. En esta lógica se identifi can dos ejes o criterios como punto de partida para la construcción de esta clasifi cación: el primero está asociado a los medios utilizados por los perpetradores para conseguir el despojo, y el segundo se liga al aprovechamiento o uso de la tierra y el territorio despojados.


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La masacre de Trujillo: una tragedia que no cesa

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La masacre de Trujillo: una tragedia que no cesa


Este informe es el primer gran informe de Memoria Histórica, lanzado en la I Semana por la Memoria en 2008.

El municipio de Trujillo (Valle del Cauca) ha sido escenario de una violencia múltiple y continuada. Entre 1988 y 1994 se registraron, según los familiares y organizaciones humanitarias, 342 victimas de homicidio, tortura y desaparición forzada. Actores de todo tipo confluyeron para representar un espectáculo de horror que aún hoy sacude la conciencia de sus pobladores, en medio de la más aberrante impunidad.

Este caso de estudio fue el primero que abordó el Grupo de Memoria Histórica. El informe, titulado “Trujillo: Una tragedia que no cesa”, fue publicado en el marco de la I Semana por la Memoria (septiembre de 2008) e Ilustra el impacto desarticulador del terror que han vivido tantas comunidades y las dinámicas perversas del conflicto armado interno en todo el país. La memoria histórica que reconstruye este informe sigue teniendo numerosos rasgos de presente.

El documental Trujillo: Una tragedia que no cesa y la exposición fotográfica Destino: Memoria, así como las recomendaciones hechas por MH para la construcción de una política pública centrada en las víctimas, hacen parte integral del informe.


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Libro

El Tigre no es como lo
pintan. Estigmatización y
conflicto armado en el bajo
Putumayo. Una historia
ilustrada


“Los estigmas y señalamientos también han sido colectivos, es decir,
han afectado a pueblos y comunidades enteras. Sus agresores los han
calificado como guerrilleros o colaboradores de los paramilitares o del
Ejército. Comunidades como las de Remedios, Segovia, El Salado, El
Tigre, San Carlos, y la Comuna 13, por ejemplo, fueron señaladas por
los victimarios como comunidades de guerrilleros o de paramilitares.

Por mucho tiempo, el riesgo y el rechazo que produjo esta estigmatiza-
ción les impidió circular libremente por el territorio, emplearse cuando

se desplazaron, matricular a sus hijos e hijas en los centros educativos
e, incluso, asentarse en nuevos barrios o municipios”.

¡BASTA YA! Colombia: Memorias de guerra y dignidad (CNRR-GMH,
2013)
La noche del 9 de enero de 1999, el casco urbano de la inspección de Policía de El Tigre,
ubicado a menos de treinta minutos de La Hormiga (Valle del Guamuez), fue escenario de

un acto de barbarie, cuando un grupo de hombres armados que se identificó como inte-
grantes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) asesinó a 28 hombres, desapare-
ció a un número no determinado de personas e incineró los bienes y enseres de algunos

habitantes.


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Respecto del lanzamiento de la publicación sobre sindicato de industria del aceite de palma

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Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

28 May 2019


Respecto del lanzamiento de la publicación sobre sindicato de industria del aceite de palma

El Centro Nacional de Memoria Histórica, CNMH, avanza en la publicación y lanzamiento de sus investigaciones, relatos e informes, como parte esencial de su actividad misional, y en ningún momento, por razones ajenas a temas logísticos y presupuestales, ha detenido alguno de esos procesos.


Uno de los productos publicados, entre 2017 y 2018, fue el informe Y a la vida por fin daremos todo, en el que se establecen diversas problemáticas que han afectado a miembros de diferentes organizaciones sindicales de la industria del aceite de palma en Cesar.

De este informe fueron entregadas varias copias a organizaciones relacionadas en él para que lo distribuyeran entre miembros e interesados. De igual manera, como parte de la divulgación que hizo el CNMH de la investigación, se publicaron podcasts en la página de internet de la entidad.

En febrero pasado, a la llegada de la actual dirección al CNMH, se encontraron dos solicitudes: una, de Fedepalma, gremio empresarial que representa el sector, señalado en el informe, y quienes reclamaban que en la investigación no fueron tenidos en cuenta sus testimonios, por lo que solicitaban poder expresar tales puntos de vista.

El director general del CNMH, Darío Acevedo, le respondió la petición a este gremio afirmándoles que no es de su competencia realizar modificaciones o añadiduras a una investigación, de tiempo atrás, que ya fue publicada. Sin embargo, invitó a los representantes de Fedepalma a que plantearan sus consideraciones frente al informe y a analizar si estas podrían estar incluidas en unas memorias del mismo.

La otra solicitud llegó al CNMH por cuenta del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Industria del Cultivo y Procesamiento de Aceites y Vegetales (Sintraproaceites), seccional San Alberto (Cesar). Esta petición fue respondida, el 12 de marzo pasado, por nuestro director, Darío Acevedo, en el sentido de que la publicación del informe en mención, que ya se les había entregado, era para ellos y estaba a disposición y en manos de las organizaciones relacionadas en él.

El CNMH, en voz de su director, Darío Acevedo, enfatiza que “nunca hubo un rechazo a la promoción y divulgación del libro, lo que se dio fue una petición (de Sintraproaceites) para asistir al lanzamiento en tres municipios del Cesar, y no pudimos aceptar, porque estábamos recién llegados, en labores de empalme, no teníamos operador logístico, que es el que proporciona los tiquetes, y las comisiones de viaje. Pero nunca utilizamos la palabra rechazo o negativa”.

Respecto al lanzamiento de dicha publicación, este martes 25 de mayo, por parte del Centro de Memoria y Reconciliación del Distrito y la Universidad de los Andes, el CNMH aclara que nunca se recibió ninguna nota de invitación por parte del sindicato, que es el receptor de la publicación y a quien se había encargado de la distribución del libro, que además es gratuita. Agrega el director Acevedo, que “esto era un acto de cortesía que se debía tener, con nosotros por ser los promotores de la publicación e investigación”.

“Ese libro, cabe anotar, lo recibió nuestra dirección y fue un legado de la dirección anterior, que lo publicó en diciembre, entonces nos parece descortés que estas dos entidades, una Universidad y un Centro de Reconciliación y Memoria, amigo nuestro, no nos haya preguntado”, recalca el director del CNMH.

Vale recordar que el CNMH cumple con un intenso cronograma de lanzamientos de publicaciones, como el del pasado jueves 11 de abril, del informe El Caso de la Asamblea del Valle, Tragedia y Reconciliación, donde estarán, además de directivas de la entidad, autoridades regionales y familiares de víctimas.

El director Acevedo, como lo ha expresado a diferentes medios de comunicación, ratifica que “las víctimas de violencia antisindical hacen parte del universo plural de víctimas y por tanto son parte de nuestros trabajos de memoria”.

 


Aceite de Palma, Conflicto Armado, Darío Acevedo Carmona, ExDirector CNMH, Informes, Uniandes, Víctimas, Y a la vida por fin daremos todo

Iglesia La María, 20 años del secuestro del Eln

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Publicado

30 May 2019


Iglesia La María, 20 años del secuestro del Eln

El domingo 30 de mayo de 1999 en el sur de Cali, más exactamente en la iglesia La María, 194 personas fueron secuestradas por miembros del frente José María Becerra del Eln. Este hecho pasaría a la historia como el secuestro masivo más grande perpetrado en Colombia.


Como era usual, los feligreses acudían puntual a la eucaristía que se realizaba a las 10 a.m. cada domingo en la capilla de la iglesia La María, ubicada en el barrio Ciudad Jardín, entre la carrera 127 y la avenida Cañasgordas de la ciudad de Cali. Aquel 30 de mayo de 1999 no fue la excepción y casi 200 personas asistieron para escuchar la palabra de Dios a través de la voz del párroco Jorge Humberto Cadavid.

Los primeros 30 minutos de misa transcurrieron con normalidad, hasta que hombres armados y con uniformes del Ejército, irrumpieron con dos camiones tipo furgón, se presentaron como miembros del Gaula y alertaron sobre la pronta explosión de una bomba en el lugar, por lo que pedían que los 194 presentes ingresaran rápidamente a esos dos vehículos.

La mayoría, desconfiada, no obedeció la orden. Incluso, Yaslín Durán Córdoba, escolta de uno de los asistentes a la misa, se percató que las botas que utilizaban los supuestos integrantes del Gaula no eran parte de la indumentaria habitual. Cuando intentó reaccionar fue asesinado.

En ese momento los guerrilleros realizaron tiros al aire y obligaron, sin distinción alguna, que todos los presentes, incluidos niños, adultos mayores y hasta el párroco se subieran a los camiones. Pronto se reveló que aquellos hombres eran parte del frente José María Becerra del Eln. De esta forma inició el calvario de un secuestro que tendría como escenario las enredadas y boscosas montañas de los farallones de Cali.

La noticia del secuestro masivo más grande realizado en Colombia (hasta hoy) se expandió con rapidez. La conmoción se apoderó de la ciudad y el país. Horas más tarde, y gracias a la presión del Ejército, los secuestradores se vieron obligados a dejar en el camino a algunos de los secuestrados.

Al final del día, quedaron 93 personas en poder del Eln, ya que de las 194 secuestradas inicialmente, 86 fueron dejadas en el camino y 15 más escaparon de sus secuestradores. El Ejército se encargó de recogerlas y llevarlas al Batallón Pichincha de Cali para que pudieran encontrarse con sus familiares.

Con el liderazgo del arzobispo de Cali, Monseñor Isaías Duarte Cancino (Q.E.P.D.), la ciudadanía se movilizó y se tomó las calles para exigir la entrega inmediata de los secuestrados.

El 7 de junio de 1999 las voces de miles de caleños gritaban: “¡Los queremos libres, vivos y en paz!” en  la gran marcha que fue llamada “No más”, la primera de muchas que surgieron como expresión de rechazo al secuestro en el país. Además, monseñor Isaías Duarte excomulgó a los secuestradores y denunció las pretensiones económicas que tenía el Eln a cambio del intercambio de los plagiados.

En el transcurso de 6 meses y medio, todos los secuestrados fueron dejados en libertad. La entrega de las personas se daba en grupos pequeños. La fecha de la última liberación fue el 11 de diciembre de 1999. Años más tarde se sabría que las denuncias de monseñor Duarte eran ciertas, y que cada liberación tuvo su precio.

Arte, memoria y sanación

Para Juan Daniel Otoya Vernaza, quien estaba presente en la iglesia aquel 30 de mayo y fue secuestrado junto a su hermano, su padre y madre ese momento cambió su vida. Tenía 11 años y aún recuerda con precisión cada momento del plagio: estaba junto a su familia y fue obligado por miembros del Eln a separarse de ellos. Luego lo abandonaron en medio de la carretera.

Fue ahí cuando sintió que su mundo se iba en aquellos camiones que se dirigían a los farallones. Una mujer de un acento paisa muy marcado, también liberada en ese inhóspito lugar y cuyo nombre no recuerda, lo acogió y protegió hasta que llegaron al batallón.

Desde ese momento empezó a dibujar constantemente superhéroes hasta que su madre, Isabella Vernaza, fuera liberada, a principios de noviembre de 1999. Hoy entiende que esos dibujos representaban su anhelo de rescatar a su familia. El 13 noviembre se da la liberación de su padre, Alfredo Otoya y fue el fin de aquella historia. O por lo menos eso creía Juan Daniel.

Años más tarde, mientras estudiaba artes, se cuestionó su pasado y trató de buscar un sentido a lo que constantemente dibujaba. Veía cómo sus trazos eran el desahogo de un episodio que aún no había enfrentado del todo. Por esta razón empezó un proceso pictórico para representar sus recuerdos y a través de ellos contar la historia del secuestro de la iglesia La María.

Asegura que este proceso fue clave para sanar las heridas que aún no terminaban de cicatrizar. Pero lo que más le ayudó a superar todo lo relacionado con el aquel episodio fue hablar, en sus propias palabras, “hablar de mi experiencia y contar mis temores se convirtió en una manera de afrontarlos, de entenderlos y de sanar”. Compartir su memoria con otros fue la pieza final que le ayudó a superar aquel traumático secuestro.

Conmemoración del secuestro de la iglesia La María

Hoy jueves 30 de mayo, cuando  se cumplen 20 años de aquel secuestro, el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) acompaña a las víctimas y trabajará en la recuperación de sus memorias,  de la mano de un equipo liderado por Diego Arias, líder cívico de Cali.

De igual manera, el director del CNMH, Darío Acevedo, anunció que se adelantará un proceso con las víctimas del secuestro del kilómetro 18, también en Cali, acto que fue ejecutado por el Eln, meses después del acontecido en la iglesia La María.

Dada la relevancia de este hecho para la ciudad de Cali, para el país y para aquellos que vivieron aquel secuestro en carne propia, hoy jueves se realizará una eucaristía a las 5 de la tarde en la iglesia La María.

Esta acción conmemorativa se realiza, de acuerdo a las palabras entregas al noticiero regional NOTI5 por Víctor Manuel López, miembro de la Arquidiócesis de Cali, “para recordar este suceso y pedir  a la sociedad, no solo de esta ciudad, sino de Colombia entera, que cada día rechace todo acto de violencia”.

Además se presentará “Pintar para no olvidar. 20 años del secuestro en la iglesia la maría” la exposición que realizó Juan Daniel Otoya y que fue parte de su proceso de sanación para superar lo vivido durante su secuestro y el de su familia. La exhibición se abrirá después de la eucaristía y estará abierta hasta el 3 de junio.

Durante esta íntima ceremonia religiosa las víctimas del secuestro de La María y sus familiares harán presencia para dignificar la memoria de Yaslín Durán Córdoba, asesinado durante el secuestro, y hacerle frente al olvido de una sociedad que aún les debe reconocimiento y reparación.

 


Cali, Conflicto Armado, Eln, Iglesia La María, Iniciativas de Memoria, Secuestro, Víctimas

CNMH y ex secuestrados de La María inician ruta de trabajo para recopilar sus memorias

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Autor

Victor Álvarez

Fotografía

Victor Álvarez

Publicado

31 May 2019


CNMH y ex secuestrados de La María inician ruta de trabajo para recopilar sus memorias

La reconstrucción de los hechos que enmarcaron el secuestro, por parte del Eln, de 194 personas que asistían a una eucaristía en la iglesia de La María de Cali, hace 20 años, los aprendizajes y secuelas, son insumos que recoge el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) para iniciar un proceso que conlleve a la elaboración conjunta de sus memorias.


Este jueves 30 de mayo, luego del homenaje de conmemoración y la presentación de la exposición de la obra “Pintar para no olvidar”, de Juan Daniel Otoya, artista plástico y víctima de este secuestro, Darío Acevedo, director del CNMH; Rafael Tamayo, director del Museo de Memoria Histórica de Colombia (MMHC) y Susana Correa, directora del Departamento de Prosperidad Social manifestaron a las víctimas su compromiso para adelantar un proceso de iniciativa de memoria y escucharon propuestas para lograr el trabajo que se espera, esté listo a finales de este año.

“El Gobierno Nacional se solidariza con las víctimas del secuestro del Eln en La María y, precisamente, esta reunión es para que nos ayuden a reconstruir las memorias”, indicó la directora de Prosperidad Social.

Por su parte, el director del CNMH manifestó que la entidad tiene por objeto misional la recuperación y conservación de la memoria de las víctimas de las violencias políticas que han sacudido al país desde 1985 para contribuir al esclarecimiento de lo ocurrido.

“El ejercicio de recordar el secuestro de muchos de ustedes no tiene la finalidad de estimular un sentimiento de venganza ni de alimentar el odio contra los responsables de estos crímenes de lesa humanidad que no fueron actos aislados que se puedan calificar como errores. Se practicaron sistemáticamente, con plena conciencia, y total cinismo justificatorio”, dijo Acevedo.

Rosana Ramírez, una de las víctimas del secuestro de La María, destacó la importancia de reconstruir la memoria de lo sucedido para que nuevas generaciones conozcan los hechos y los aprendizajes.

“Todos nos preguntan qué nos dejó el secuestro: fueron cosas dolorosas, las familias las más golpeadas, porque no saben cómo está uno allá, en el cautiverio. También situaciones hermosas: aquí están las diferencias de todas las orillas, pero eso al momento que nos encontramos se deja a un lado y el abrazo es con todo el corazón”, apuntó.

Añadió que “las nuevas generaciones no saben que hubo un secuestro masivo, que nos sacaron de una iglesia. Por eso la memoria es fundamental, a través del arte, la cultura, los diálogos. Un pueblo sin memoria está declarado a repetir todo lo malo que le pasó”, enfatizó.

En ese sentido, Patrick Martínez, otro de los secuestrados de La María, aceptó que después de 5 meses en esa condición aprendió que lo más importante que quedó fue la amistad.

“Ya no somos exsecuestrados, sino amigos, familia”, resaltó y anotó que es importante reconstruir la memoria, porque “uno se olvida de tantas cosas y lo vivido queda atrás, pero tiene que servir como base para crear un futuro y las generaciones que vienen tienen que conocer todas las posiciones, los actores, cuál era el pensamiento de cada una de las personas involucradas en esta guerra que hubo y hacer sus propias ideas”, concluyó.

 


Darío Acevedo, Ex Secuestrados, ExDirector CNMH, Iglesia La María, Memoria, Secuestro, Víctimas

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