Autor: CNMH

CNMH. Etiqueta

No olvidarlos, una manera de rendir homenaje a víctimas de la toma de las Farc a la Asamblea del Valle

Publicado 21 Oct 2019

  • •Familiares recordaron a los miembros de la Asamblea, los empleados de RCN y al subintendente de la policía, acribillados durante los hechos que hicieron parte de un secuestro colectivo.

  • •El CNMH presentó en Cali un memorial en el marco de la exposición Voces para Transformar a Colombia del Museo de Memoria de Colombia.

Los globos blancos se esparcieron sobre el Museo la Tertulia de Cali. Aquella noche del pasado 4 de octubre el recuerdo se hizo aplausos y la memoria sonrisas. ¡Siguen vivos! es el clamor que aún se escucha tras 17 años del secuestro y posterior asesinato de los 11 diputados del Valle, así como los homicidios de un policía y dos empleados de RCN, a manos de la exguerrilla de las Farc.

El memorial presentado por el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) esa cálida noche en el oeste de la capital del Valle del Cauca, en el marco de la exposición Voces para Transformar a Colombia, fue un motivo más para que familiares de las víctimas se abrazaran y expresaran sentimientos de reconciliación y el anhelo de no repetición.

Alrededor de la ofrenda floral y una placa en homenaje a los políticos, el subintendente y los periodistas, instalada en la plazoleta central del Museo La Tertulia, parientes, amigos y público en general  conversaron sobre aspectos como la importancia de hacer memoria y el por qué los diputados de la Asamblea asesinados “son más que 11”.

“Somos más que 11, porque las víctimas son millones de colombianos desde el momento en que se cercenó la democracia con el secuestro, el 11 de abril de 2002 (…) No podemos dejarlos en el olvido. Son mártires de la democracia y tenemos que luchar por renovar, a partir de eso, los pasos que nos dejaron”, exclamó, Juan Sebastián Pérez, hijo del diputado Édison Pérez.

Las heridas pueden no haber cerrado del todo, pero, coinciden varios familiares de los diputados, el ánimo de un país que transite caminos de reconciliación, el recuerdo vivo de sus seres queridos y sus aportes a la paz son aliciente para nunca olvidarlos y relatar, una y otra vez, sus historias.

A  Laura Charry, hija del corporado Carlos Alberto Charry, aún se le quiebra la voz. Afirma con vehemencia que “al secuestrarlos a ellos también secuestraron a sus familias, a sus hogares, sus sueños, proyectos de vida. Atentaron (las Farc) contra una institución como la Asamblea del Valle (…)” y añade que  “no solo es contarlos a ellos (los diputados), sino a las familias que por más de 5 años se echaron al hombro las marchas para solicitar una salida del cautiverio”.

No olvidarlos

Para Fabiola Perdomo, esposa del asesinado, Juan Carlos Narváez, “los diputados representan la entrega, sacrificio y lucha, y así quiero que los recuerden, más que una cifra, como aquellos que dieron sus vidas para que otros pudieran recobrar su libertad, para que el Gobierno y la guerrilla de las Farc se sentaran a dialogar y construir un acuerdo de fin al conflicto”.

Los relatos sobre lo sucedido no deben escatimar la barbarie de la que fueron víctimas su esposo y compañeros, considera, Luz Helena Grajales, quien acota que “toda Colombia se debe enterar de lo que sucedió durante el transcurso del secuestro hasta la muerte de los diputados, de cómo fueron los maltratos que recibieron, lo que les tocó padecer mientras estuvieron secuestrados, porque muchas veces ellos no solamente sufrían por lo que les hacía la guerrilla, sino también los familiares”.

Con “el Caso de la Asamblea tragedia y reconciliación”, el informe que hizo parte de la serie documental del mismo nombre, el CNMH, de tiempo atrás,  ha venido trabajando un proceso de memoria con las víctimas de la toma de la Asamblea y el asesinato de los secuestrados por parte de las Farc.

De igual manera, en abril pasado, la entidad presentó la exposición “Suenan por ti”, instalada en la sede de la Asamblea del Valle, en tributo a los diputados asesinados, Rufino Varela, Carlos Barragán, Jairo Javier Hoyos, Alberto Quintero, Juan Carlos Narváez, Edinson Pérez, Nacianceno Orozco, Carlos Charry, Francisco Giraldo, Ramiro Echeverry y Héctor Arismendy.

Así mismo, en la muestra se rinde homenaje al subintendente de la Policía, Carlos Alberto Cendales, así como a Walter López y Héctor Sandoval, conductor y camarógrafo de la cadena RCN, también víctimas en el hecho perpetrado por el grupo guerrillero.

Darío Acevedo, director del Centro Nacional de Memoria Histórica, apunta que “los diputados de la Asamblea del Valle asesinados son mártires de la democracia” y añade que “los colombianos no merecimos nunca tanto daño, tantas tragedias, tanto dolor, tanto sufrimiento, tantos millones de viudas, huérfanos y de hogares destruidos. “Terminamos siendo víctimas de paramilitares y guerrilleros que se solazaron con la tragedia”.

 

Lanzamiento: “Detrás del uniforme”

Publicado 05 Nov 2019
Modificado por última vez en 07 Nov 2019

¿Qué se siente ser parte del conflicto? ¿Por qué muchos militares no se atreven a relatar sus memorias? ¿Cuáles son los sueños y anhelos de los soldados en medio de la violencia? A estas preguntas responde el especial transmedia, del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), “Detrás del uniforme”, un trabajo basado en las narrativas y memorias de aquellos soldados que nos compartieron sus experiencias de gratitud por el Ejército, pero también de esos momentos difíciles.

“Detrás del uniforme” hace parte de la serie de trabajos hechos desde 2014 por el CNMH con víctimas de la fuerza pública y surge como respuesta a esas historias de recuerdos íntimos de soldados, suboficiales y oficiales fuera y dentro de sus áreas de operaciones.

Este es un especial que nos permitió conocer desde distintas conversaciones, en los batallones de Villavicencio (Meta), de Florencia (Caquetá) y Tolemaida, que para estos militares era la primera vez que hablaban de sus vivencias. Por ejemplo, la vida de Elizabeth Vélez, oficial herida en combate.

De igual forma es el reconocimiento a las memorias de los hombres y mujeres que están detrás del uniforme, como Wilson Roa quien fue abandonado por su mamá en San José del Guaviare cuando tenía 5 años de edad (ella lo arrojó a un río); a los 7 –porque su madrastra lo humillaba y lo golpeaba con objetos– huyó de la casa y comenzó una travesía que terminó una década después, cuando un amigo le propuso prestar servicio militar.

“Yo sentía que mi vida iba a medias en todo y pensé que siendo soldado algo podría cambiar”, dice el soldado profesional hoy pensionado de la fuerza pública.

Estas son historias que reflejan las marcas de la violencia, vista desde los integrantes de la fuerza pública. Una oportunidad para tejer caminos más allá de las cifras, para construir, por medio de sus relatos, la humanización del conflicto.

“Detrás del uniforme resume el corazón del conflicto en Colombia. Se habla de la soledad y del silencio ante la muerte, de los recuerdos antes de empuñar un fusil, del honor de vestir el camuflado y de los anhelos por volver a casa”, explica el especial que estará disponible en la web del CNMH y en una cartilla impresa.

El evento de lanzamiento contará con la presentación de varios militares, sus historias de vida y la explicación de cómo se forjó la construcción de este trabajo. Además presentaremos apartes de la multimedia.

Lanzamiento Detrás del uniforme

Hora: 5:00 p.m.
Fecha: 6 de noviembre
Lugar: HotelTequendama, salón Monserrate, Carrera 10 #26 – 21, Bogotá
* Entrega gratuita hasta llenar aforo – Entrada libre

 

Álbumes familiares de Bojayá: para siempre recordar a las víctimas

Publicado 18 Nov 2019

  • •El Centro Nacional de Memoria Histórica, entregó 40 piezas que compendian información genealógica de núcleos y parentescos de las personas que murieron en la masacre de mayo de 2002, a partir de relatos familiares.  Estas piezas se produjeron con el apoyo del Programa de Alianzas para la Reconciliación (PAR) de ACDI VOCA / USAID, quienes, además apoyaron la realización del mural en homenaje a los niños y niñas víctimas del hecho violento.

  • •Este proceso, en el que se trabajó durante más de dos años con las comunidades, es un componente de reparación simbólica y es emblemático dentro de la reconstrucción de memoria en el país.

Tal y como lo solicitó la comunidad de Bojayá, dentro del proceso de reparación simbólica, componente adicional al compromiso de exhumación que se adelantaba desde 2015 con Fiscalía y con Medicina Legal, el Centro Nacional de Memoria Histórica, CNMH, entregó a habitantes de ese municipio del Chocó colombiano, este domingo, 17 de noviembre, 40 álbumes familiares.

Los álbumes, que fueron entregados a las familias en cajas de madera, contienen imágenes y relatos de cada una de las víctimas de la masacre, y fueron producidos con apoyo del Programa de Alianzas para la Reconciliación de ACDI VOCA / USAID y se trabajaron con la metodología de encuentros familiares, encuentros permanentes de investigadores, gestores locales de memoria, diseñadores y parientes, un trabajo mancomunado.

En la construcción de las piezas, que se constituyen en un nodo para tramitar el dolor de la comunidad, se destaca la labor del Comité por los Derechos de las Víctimas, gestores locales de memoria y el equipo local de Comunucaciones.

Según Tania Helena Gómez, del equipo de Enfoque Étnico del CNMH, estas piezas permiten recordar a los familiares fallecidos, reconstruir sus historias de vida, el árbol familiar, genialógico de madres, abuelos, tíos, historias de vida conmemorativas en homenaje a las personas que fallecieron en la masacre.

“Los álbumes se vuelven un referente para las nuevas generaciones de bojaceños que no conocieron a sus padres, abuelos, tíos. Es la forma de darles a conocer a las nuevas generaciones, lo sucedido”, explica.

El CNMH se comprometió con la elaboración de las Historias de Vida y Albumes Familiares como parte de todo el Sistema Nacional de Atención y Reparación a las víctimas, para ser, también, parte de este proceso en lo que tiene que ver con la repacion simbólica de las víctimas de Bojayá.

Gómez, añade que “la comunidad de Bojayá había enterrado los muertos, en su momento, en fosas comunes, pero tenía la necesidad de darles cristiana sepultura con el ritual mortorio propio de la comunidad afro del Atrato y por eso  inició este proceso de exhumación y reconocimiento de familiares fallecidos, el cual terminaría en la posterior entrega digna de los cuerpos, inhumación y despedida espiritual de las víctimas de la masacre del 2 de mayo de 2002 en la iglesia”.

Igualmente, el CNMH respondiendo a las solicitudes de la comunidad y a los compromisos asumidos en las Asambleas, realizó recientemente junto con habitantes de Bellavista y Pogue, un mural en homenaje a los niñas y niños fallecidos en la masacre, y reconstruyó un mural de la memoria muy significativo para la comunidad elaborado en el 2004 en la Escuela de Bellavista viejo.

 

XII Semana por la memoria “La memoria la construimos todos y todas”

Publicado 18 Nov 2019
Modificado por última vez en 18 Nov 2019

  • •El Informe Nacional de Pueblos Indígenas y el Análisis Cuantitativo del Paramilitarismo en Colombia, hacen parte de cinco lanzamientos de publicaciones que realizará el Centro Nacional de Memoria durante la Semana por la Memoria.

  • •Las actividades, que se desarrollarán en diferentes lugares del país entre el 18 al 29 de noviembre, concentran esfuerzos articulados de academia, organizaciones de víctimas, organizaciones civiles, ONG’s, cooperantes, sector público y privado.

Una variada agenda, de la que hacen parte lanzamientos de investigaciones, talleres con víctimas y conversatorios, tendrá el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) en el marco de la Decimosegunda Semana por la Memoria: “La memoria la construimos todos”, que comienza este lunes 18 de noviembre y se extiende hasta el 29 del mismo mes.

Se trata del evento en el que se desarrollan y promueven espacios de debate público para hacer difusión masiva en torno a las temáticas de memoria histórica y los testimonios de las víctimas de todos los actores armados.

Esta fecha, además, concentra los esfuerzos articulados de academia, organizaciones de víctimas, organizaciones civiles, ONG’s, cooperantes, sector público y privado que trabajan con la entidad para que, a través de diferentes lenguajes y actividades, se acerquen a iniciativas de reparación simbólica y construcción de memoria.

Durante esta semana, el CNMH busca visibilizar los trabajos que demuestran la pluralidad y diversidad en todas las voces de las víctimas y la participación efectiva de diversas poblaciones.

La agenda académica dará inicio este lunes 18 de noviembre con el lanzamiento del Informe, de la Organización Nacional Indígena de Colombia y el CNMH, “Tiempos de Vida y Muerte: Memorias y Luchas de los Pueblos Indígenas en Colombia”, el primer informe nacional de memoria histórica de los 102 pueblos indígenas que tiene el país.

Se destaca, también, el foro ¿Qué sabemos del paramilitarismo en Colombia?, 10 años de la Ley 1424, en el que representantes de entidades gubernamentales y expertos académicos conversarán sobre los hallazgos del Mecanismo no Judicial de Contribución a la Verdad.

Siguiendo con las actividades de la Semana por la Memoria, tendremos el lanzamiento del “Análisis Cuantitativo del Paramilitarismo en Colombia”, en el que el CNMH, a través de su Dirección de Acuerdos de la Verdad, presenta los resultados de la investigación sobre las 39 estructuras paramilitares identificadas por el Mecanismo No Judicial de Contribución a la Verdad. Es el estudio de mayor representatividad estadística para la comprensión del fenómeno paramilitar en Colombia.

De igual manera, con ocasión de la XII Semana por la Memoria, se hará el lanzamiento del informe “Ser Marica en medio del conflicto armado, memorias de sectores LGBT en el Magdalena Medio”, un trabajo que se da como respuesta a la primera sentencia contra Autodefensas Campesinas de Puerto Boyacá (ACPB), por crímenes cometidos contra esta población.

Esta es la agenda completa de la Semana por la Memoria:

Publicado en Noticias CNMH


Juglares de la Memoria de los Montes de María

Publicado 05 Dic 2019
Modificado por última vez en 05 Dic 2019

Este es un trabajo que visibiliza el apego de las personas montemarianas a su territorio, la diversidad de sus voces, sus tradiciones culturales y las aleccionadoras vivencias a modo de canto que acompañan este ejercicio de construcción de memoria histórica y de paz en la región.

Este jueves, 5 y 6 de diciembre, en San Onofre, Sucre, se presenta el documental Juglares de la Memoria de los Montes de María, en el III Festival de la Reconciliación de los Montes de María, el cual tiene como objetivo general consolidarse como un espacio que por medio del arte, las tradiciones, la cultura y el diálogo, busca propiciar la reconciliación entre los diversos actores del territorio, las comunidades, las instituciones, y las organizaciones de los quince municipios de Montes de María, en aras de fortalecer los procesos de sanación colectiva y reparación del tejido social de la región. Y cuyo lema para esta tercera edición es: “Reconciliación, buen vivir y defensa del agua”

 “Caramba qué, hasta las estrellas se están desplazando” . Esta metáfora la dice Julio Cárdenas en Juglares de la Memoria, al explicar que vio pasar una estrella fugaz, y lo primero que pensó fue en el destierro que estaban viviendo a causa de la violencia. Una analogía que refleja, de manera poética, el sentir de los montemarianos y montemarianas, en medio del conflicto armado.

Contar el conflicto a través del canto, para narrar el pasado en el presente, es uno de los tantos recursos narrativos que se muestran en el documental,realizado desde 2018 por el equipo de investigación ¡Basta Ya! Montes de María (BYMM) del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) y el Espacio Regional de Construcción de Paz de los Montes de María (ERCPMM). Una pieza audiovisual, dividida en dos capítulos, que nos invita a dialogar sobre la cultura montemariana desde el arte, un arte que cuestiona la guerra.

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Así, desde la diversidad de sus cantos, mezclando sonidos y composiciones que nos hacen vibrar el cuerpo y el espíritu; se ven expresiones sonoras que llevan al espectador a explorar, por medio de canciones, los caminos que facilitan la construcción de paz y la reconciliación.

“Sangre inocente, corre, muerte en veredas, mi pobre patria sola se acaba, no se oye el canto de los turpiales, solo se escucha un coro de balas” . Es la composición de Rafael Posso, líder comunitario de Las Brisas (San Juan Nepomuceno, Bolívar), realizador, también, de Buscando Huellas, una serie de 14 pinturas a lápiz que plasman la historia de desplazamiento forzado y la masacre del 10 de marzo de 2000 en Las Brisas:

Al paso con la crudeza de este canto, Rafael Posso nos comparte confesiones que normalmente sólo surgen en espacios de diálogo y confianza, precisamente como los que auspicia el ERCPMM con el festival, señalando“Antes se le cantaba al amor, a la esperanza. Pero nunca, jamás, pensé que se le podía cantar a la violencia”.

Así, Juglares de la Memoria muestra los rostros y voces de los hombres y mujeres de los Montes de María, las afectaciones por la violencia, su resiliencia, su búsqueda constante por dar a conocer sus reclamos, y las organizaciones y colectivos que forjaron para construir memoria histórica viva desde el territorio. El apego a sus tradiciones, que se ven afectadas, como todo, por la desdicha que genera el conflicto armado.  

“Ya nos tocó bajar la guardia, dejar de asistir a muchos festivales porque acá se hablaba de zona roja, entonces eso nos cohibió de hacer trabajo de campo, porque esta música tiene eso que uno la consigue no tanto en la biblioteca, en la emisoras, sino allá donde está el juglar, meterse en la montaña, y allá están los actores armados. Entonces eso nos cohibía de hacer procesos de investigación”, explica Rafael Gil en el documental.  

En este contexto, de igual manera, se crearon canciones para exigir la visibilidad de los derechos individuales y colectivos. Es el caso de Dina Cruz Peña de Ovejas, Sucre, que canta: “Escúcheme bien comadre los derechos que tiene usted. Derechos nos son regalos, le pertenecen a usted, si no luchamos por ellos no los podemos tener. Las campanas dicen dan, mujeres decimos den. Preferimos las campanas porque dan sin que les den”.

Si bien en Juglares de la Memoria vemos las voces de los sobrevivientes del conflicto armado en el territorio, lo que verdaderamente presenciamos, gracias al arte y la cultura, es la diversidad de las expresiones artísticas que son muy propias de la región. Por ejemplo la décima, que tiene una manera de contar muy autóctona y poética, que los campesinos y campesinas han usado para interpretar la historia desde su vida cotidiana, desde sus quehaceres diarios. En los jornales, o conversando en una hamaca sanjacintera mientras se balancean con la brisa que golpea las montañas de los Montes de María.

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¡Basta Ya! Montes de María y Cancionero

El documental hace parte de la investigación ¡Basta Ya! Montes de María (BYMM), un proyecto de memoria histórica que busca atender las demandas de las organizaciones de víctimas en la región, para la construcción de una memoria histórica viva, dando cuenta de los acumulados construidos por los procesos de memoria local en relación con los contextos y lógicas de violencia, las formas de victimización individual y colectiva, los impactos poblacionales y territoriales de la guerra, así como las respuestas y resistencias que han generado los pobladores de la región; todo en perspectiva diferencial. Las memorias expresadas a través de la música pretenden aportar a la identidad regional montemariana, a la construcción de paz territorial y al desarrollo rural regional.

De este proyecto también hace parte un cancionero que es la recopilación de todas las canciones que aparecen en los dos capítulos del documental Juglares de la Memoria, como un esfuerzo adicional que busca compartirles la enorme fuerza narrativa de estas expresiones que lastimosamente no pudieron incluirse en su toda extensión, que nos cuenta no sólo sus experiencias en el conflicto armado de los Montes de María, también la diversidad de ser montemariana y montemariano, de sus añoranzas de paz.

Vea acá los dos capítulos del documental Juglares de la Memoria:


Agradecimientos especiales:

El CNMH agradece al personal del Colegio Santa Clara del municipio de San Onofre, Sucre por habernos facilitado muy generosamente sus instalaciones y  equipos para proyectar el lanzamiento del documental. Así mismo, a las personas del municipio por su cálido recibimiento y a las gestiones internas que se realizaron desde el mismo ERCPMM para que esto ocurriera.

 

Gran acogida tuvo durante la Semana las presentaciones los informes de Pueblos indígenas, Cuantitativo del paramilitarismo y Ser marica en medio del conflicto.

 Lizeth Sanabria


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Asesinato. Etiqueta

No olvidarlos, una manera de rendir homenaje a víctimas de la toma de las Farc a la Asamblea del Valle

Publicado 21 Oct 2019

  • •Familiares recordaron a los miembros de la Asamblea, los empleados de RCN y al subintendente de la policía, acribillados durante los hechos que hicieron parte de un secuestro colectivo.

  • •El CNMH presentó en Cali un memorial en el marco de la exposición Voces para Transformar a Colombia del Museo de Memoria de Colombia.

Los globos blancos se esparcieron sobre el Museo la Tertulia de Cali. Aquella noche del pasado 4 de octubre el recuerdo se hizo aplausos y la memoria sonrisas. ¡Siguen vivos! es el clamor que aún se escucha tras 17 años del secuestro y posterior asesinato de los 11 diputados del Valle, así como los homicidios de un policía y dos empleados de RCN, a manos de la exguerrilla de las Farc.

El memorial presentado por el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) esa cálida noche en el oeste de la capital del Valle del Cauca, en el marco de la exposición Voces para Transformar a Colombia, fue un motivo más para que familiares de las víctimas se abrazaran y expresaran sentimientos de reconciliación y el anhelo de no repetición.

Alrededor de la ofrenda floral y una placa en homenaje a los políticos, el subintendente y los periodistas, instalada en la plazoleta central del Museo La Tertulia, parientes, amigos y público en general  conversaron sobre aspectos como la importancia de hacer memoria y el por qué los diputados de la Asamblea asesinados “son más que 11”.

“Somos más que 11, porque las víctimas son millones de colombianos desde el momento en que se cercenó la democracia con el secuestro, el 11 de abril de 2002 (…) No podemos dejarlos en el olvido. Son mártires de la democracia y tenemos que luchar por renovar, a partir de eso, los pasos que nos dejaron”, exclamó, Juan Sebastián Pérez, hijo del diputado Édison Pérez.

Las heridas pueden no haber cerrado del todo, pero, coinciden varios familiares de los diputados, el ánimo de un país que transite caminos de reconciliación, el recuerdo vivo de sus seres queridos y sus aportes a la paz son aliciente para nunca olvidarlos y relatar, una y otra vez, sus historias.

A  Laura Charry, hija del corporado Carlos Alberto Charry, aún se le quiebra la voz. Afirma con vehemencia que “al secuestrarlos a ellos también secuestraron a sus familias, a sus hogares, sus sueños, proyectos de vida. Atentaron (las Farc) contra una institución como la Asamblea del Valle (…)” y añade que  “no solo es contarlos a ellos (los diputados), sino a las familias que por más de 5 años se echaron al hombro las marchas para solicitar una salida del cautiverio”.

No olvidarlos

Para Fabiola Perdomo, esposa del asesinado, Juan Carlos Narváez, “los diputados representan la entrega, sacrificio y lucha, y así quiero que los recuerden, más que una cifra, como aquellos que dieron sus vidas para que otros pudieran recobrar su libertad, para que el Gobierno y la guerrilla de las Farc se sentaran a dialogar y construir un acuerdo de fin al conflicto”.

Los relatos sobre lo sucedido no deben escatimar la barbarie de la que fueron víctimas su esposo y compañeros, considera, Luz Helena Grajales, quien acota que “toda Colombia se debe enterar de lo que sucedió durante el transcurso del secuestro hasta la muerte de los diputados, de cómo fueron los maltratos que recibieron, lo que les tocó padecer mientras estuvieron secuestrados, porque muchas veces ellos no solamente sufrían por lo que les hacía la guerrilla, sino también los familiares”.

Con “el Caso de la Asamblea tragedia y reconciliación”, el informe que hizo parte de la serie documental del mismo nombre, el CNMH, de tiempo atrás,  ha venido trabajando un proceso de memoria con las víctimas de la toma de la Asamblea y el asesinato de los secuestrados por parte de las Farc.

De igual manera, en abril pasado, la entidad presentó la exposición “Suenan por ti”, instalada en la sede de la Asamblea del Valle, en tributo a los diputados asesinados, Rufino Varela, Carlos Barragán, Jairo Javier Hoyos, Alberto Quintero, Juan Carlos Narváez, Edinson Pérez, Nacianceno Orozco, Carlos Charry, Francisco Giraldo, Ramiro Echeverry y Héctor Arismendy.

Así mismo, en la muestra se rinde homenaje al subintendente de la Policía, Carlos Alberto Cendales, así como a Walter López y Héctor Sandoval, conductor y camarógrafo de la cadena RCN, también víctimas en el hecho perpetrado por el grupo guerrillero.

Darío Acevedo, director del Centro Nacional de Memoria Histórica, apunta que “los diputados de la Asamblea del Valle asesinados son mártires de la democracia” y añade que “los colombianos no merecimos nunca tanto daño, tantas tragedias, tanto dolor, tanto sufrimiento, tantos millones de viudas, huérfanos y de hogares destruidos. “Terminamos siendo víctimas de paramilitares y guerrilleros que se solazaron con la tragedia”.

 

¡Que cese la violencia contra los pueblos indígenas!

Publicado 18 Nov 2019
Modificado por última vez en 26 Nov 2019

  • • Según la Organización Nacional Indígena, 136 indígenas han sido asesinados en el último año y medio. Los pueblos Nasa, Awá, Senú, Kamëntsá, Emberá y los pertenecientes a la Sierra Nevada de Santa Marta, son algunos de los que se han visto más amenazados por acciones violentas e intimidaciones.

  • • Desde el pasado 29 de octubre hasta la fecha, se ha registrado el asesinato de 20 hombres y mujeres indígenas.

  • • Además de asesinatos, los pueblos indígenas hoy se enfrentan a dinámicas de confinamiento, desplazamiento y desaparición que han sido advertidas por diferentes entidades como la Defensoría del Pueblo y la Procuraduría General de la Nación.

A propósito de los recientes hechos contra integrantes de los pueblos indígenas, el Centro Nacional de Memoria Histórica expresa:

Tal y como lo hemos aprendido de autoridades tradicionales como Gil Farekatde, del pueblo Murui, es importante que “endulcemos la palabra”, es decir, que todo lo hagamos con el corazón dulce y con estimación al otro. Consideramos que este es el camino oportuno para que entre todos construyamos un país en paz que reconoce su diversidad.

Reiteramos la necesidad de que se respete el rol que ejercen líderes, lideresas y autoridades tradicionales, ya que ellos -en especial-, son primordiales en la preservación de los saberes y principios propios de los pueblos indígenas: unidad, territorio, cosmogonía, autonomía y cultura.

De esta forma, hacemos un llamado a las entidades del Estado respectivas para que cada uno de estos casos sean investigados con el mayor rigor posible, se identifique a los responsables y se tomen los correctivos necesarios para que líderes y lideresas de derechos humanos no se vean sometidos a ninguna clase de intimidación y violencia por la labor que realizan.

También llamamos a los organismos y organizaciones de Derechos Humanos para que, en trabajo conjunto con las entidades del gobierno, acompañen a estas poblaciones para garantizar su protección, seguridad y su derecho a la vida.

La Organización Nacional Indígena de Colombia y el CNMH están próximos a lanzar el informe “Tiempos de Vida y Muerte: Memorias y Luchas de los Pueblos Indígenas en Colombia”, el primer informe nacional de memoria histórica de los diversos pueblos indígenas del país, que recoge sus experiencias, memorias y afectaciones sufridas en la larga duración de conflicto, y que surgió con el objetivo -entre otros- de que las violencias contra sus pueblos cesen.

Proteger la vida de los pueblos indígenas, nuestros más antiguos ancestros, es un deber urgente, ellos no tendrían por qué estar sometidos a las lógicas y conflictividades ajenas a sus cosmogonías.

 

Gran acogida tuvo durante la Semana las presentaciones los informes de Pueblos indígenas, Cuantitativo del paramilitarismo y Ser marica en medio del conflicto.

 Lizeth Sanabria


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XII Semana por la memoria “La memoria la construimos todos y todas”

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El Museo de Memoria de Colombia llega a Cúcuta

Publicado 27 Sep 2019
Modificado por última vez en 27 Sep 2019

  • • Cúcuta recibe la instalación del Museo de Memoria de Colombia en el marco de Juntos Aparte, la segunda versión del encuentro internacional de arte, pensamiento y fronteras.

  • • Con esta apuesta, el Museo de Memoria de Colombia busca unirse a una gran conversación sobre tránsito y migraciones en la frontera colombo-venezolana.

  • • La exposición estará abierta del 28 de septiembre al 16 de noviembre, de lunes a viernes de 8 am a 12 pm y de 2pm a 7pm. Sábados hasta el mediodía. Entrada gratis.

Desde el 28 de septiembre al 16 de noviembre, el Museo de Memoria de Colombia abre sus puertas en Cúcuta para recordar las historias de vida de quienes han tenido que migrar por la frontera colombo-venezolana. Esta instalación busca ser un escenario para el encuentro, en donde todos podamos plasmar nuestros recuerdos a través del dibujo, la costura y la pintura. Queremos conocer las memorias detrás de un plato, las preparaciones gastronómicas que han pasado de generación en generación, rescatar aquellos platos que nos hacen sentir en casa. ¿Qué plato te recuerda tu hogar? ¿Cuáles son los ingredientes y los pasos para prepararlo? ¿Qué emociones te evoca? La instalación será una casa que entre todos podremos construir con nuestros recuerdos.

La biblioteca Julio Pérez Ferrero será la sede principal. Con otros edificios y lugares emblemáticos, la biblioteca complementa el circuito de arte creado para la segunda edición de Juntos Aparte, la versión en Colombia de la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de América del Sur (Bienalsur).

Al ser Cúcuta la frontera más dinámica de América Latina y ante la crisis migratoria vista con mayor intensidad en los últimos años, se hace necesario compartir las historias de violencia y dolor, pero ante todo de dignidad y fortaleza que ha dejado el conflicto armado.El eje central son las millones de víctimas, personas y comunidades que han sido vulneradas durante muchos años, pero que aún en silencio han construido caminos de paz y esperanza.

Rafael Tamayo, director del Museo de Memoria de Colombia, resalta la importancia de participar en este tipo de eventos: “Es una oportunidad para que las personas comprendan y apropien las acciones culturales, artísticas y de memoria como expresiones de paz. Es la primera vez que el Museo llega a Cúcuta y esperamos sea el inicio de un intercambio permanente con las iniciativas y proyectos de una ciudad tan importante para nuestro país”.

Dos actividades marcarán el paso del Museo por Cúcuta: la primera será la Caravana Juntos Aparte, que inicia el sábado 28 de septiembre a las 6:00am desde el Puente Internacional Simón Bolívar hasta el Centro Cultural Quinta Teresa, donde tendrá lugar un acto poético. Se harán varios performances a lo largo del trayecto y el Museo de Memoria de Colombia estará acompañado por una obra artística, hecha por el artista local Jeider Sánchez, que será posteriormente instalada en la Biblioteca.

La segunda se tratará de un evento el día 2 de octubre a las 6:30 pm en la biblioteca Julio Pérez Ferrero que buscará acercarse a la memoria sensorial más íntima de los participantes a través de la música y la comida. Una memoria que cambia cuando debemos migrar a otro lugar por un mejor futuro. “Vivir en la frontera: arte y gastronomía” quiere ser un espacio en el que reconozcamos las tensiones, miedos, anhelos y nostalgias que guardan los alimentos, pero que al tiempo nos unen con las demás personas.

Durante esta última experiencia multisensorial, Jacobo Sharon, quien viene del Catatumbo, participará con la preparación de un postre típico de la región elaborado con ingredientes que se han ido perdiendo por la expansión de los monocultivos en la zona. Laura Sierra, cucuteña de nacimiento pero venezolana de corazón, compartirá el plato con el que  ha unido a su familia en los momentos más difíciles. Finalmente, nos acompañará Camila Rangel, líder de los talleres de costura y tejido en Villa del Rosario, para compartir la experiencia del tejido en la frontera. El inicio estará a cargo de la agrupación 5ta con 5ta Crew, que a través del hip hop, el grafiti y el breakdance le ha apostado a la convivencia y al desarrollo comunitario en la región de Norte de Santander.

El Museo de Memoria de Colombia es un escenario vivo, abierto, incluyente y participativo para las víctimas y la sociedad en general, que aporta a la consolidación del papel de la memoria histórica como derecho y patrimonio público, reconociendo la pluralidad de las memorias del conflicto armado y promoviendo una cultura democrática para la no repetición.


Para mayor información

Laura Angélica Cerón
Comunicaciones Museo de Memoria de Colombia
301 706 3841
laura.ceron@cnmh.gov.co

 

“Hay que tener un museo conectado con las exigencias actuales”, una conversación con Francisco Estévez

Publicado 03 Oct 2019
Modificado por última vez en 03 Oct 2019

Francisco Estévez durante su presentación en la Fiesta del Libro de Medellín.

Hablamos con Francisco Estévez, director del Museo de Memoria y los Derechos Humanos de Chile, sobre la creación y apropiación de uno de los lugares de memoria más importantes de Latinoamérica, luego de casi 10 años de su inauguración.

Por Laura Cerón para el CNMH

Francisco Estévez, director del Museo de Memoria y los Derechos Humanos de Chile, acompañó la instalación que el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) tuvo en la Fiesta del Libro de Medellín. Este espacio, compartido con el Museo Casa de la Memoria de Medellín, amplió las reflexiones sobre creación y protección de la memoria histórica en Colombia y Latinoamérica desde distintos ámbitos: periodísticos, educativos, culturales, artísticos y museísticos.

En una charla junto a Rafael Tamayo, director del Museo de Memoria de Colombia, y Catalina Sánchez, directora del Museo Casa de la Memoria de Medellín, Estévez compartió nuevas miradas frente a la construcción de memoria. Bajo su dirección, el Museo de Memoria y los Derechos Humanos de Chile ha tomado como bandera la visibilización y protección de las víctimas que dejó la dictadura y ha buscado convertirse en un espacio donde las luchas actuales de la sociedad chilena puedan ser leídas bajo una mirada crítica. Aquí compartimos sus reflexiones.

¿Cómo surge la necesidad de crear un museo de memoria en Chile?

El museo se crea a partir de los informes de las comisiones de verdad y reconciliación, que se elaboran con el objetivo de contribuir al esclarecimiento de las principales violaciones de los derechos humanos cometidas entre el 11 de septiembre de 1973 y el 11 de marzo de 1990. Estos informes cuentan con mucho detalle cómo ocurrió la represión en esos años, se identifican también las víctimas y se señalan las circunstancias de su ejecución o desaparición. Los informes establecen una verdad transversalmente aceptada, no unánime, de lo que pasó en esos años, y casi como una recomendación de estos informes surge la necesidad de construir un museo de la memoria. Empieza su construcción en el 2008 y termina 2010, desde entonces ya han pasado diez años.

¿Cómo se ha apropiado la ciudadanía del Museo?

Considerando que Chile tiene menos población que Colombia (18 millones vs. 49 millones), recibimos al año 200.000 personas. Para Chile es bastante y su número incrementó a partir de una ofensiva negacionista que hubo contra el Museo. Eso afirmó la necesidad de su existencia. Un tercio son estudiantes de distintos liceos y colegios, el otro tercio son turistas, particularmente de América Latina, y la otra parte es público general.

¿Cómo logra el Museo en Chile que la gente sienta empatía por las historias presentes en él?

El Museo es un lugar de mediación con el derecho a la memoria que tienen todos los ciudadanos. Para mí la clave de la empatía es que la persona sienta que tiene el derecho natural de hacer uso de la memoria y sentirse dueño, no materialmente, sino simbólicamente del lugar donde está. Esa, a mí juicio, es la base de la empatía.

¿Cómo alcanza su legitimidad el Museo de Chile?

A nivel parlamentario se acaba de formar un grupo de amistad parlamentaria con el Museo. En él hay de todas las posiciones políticas. También hay una buena relación con los ministerios y no es fácil porque este es un museo que podría vincular más a la oposición respecto al actual gobierno. Sin embargo, entendemos que este museo debe estar situado más allá de ese conflicto y es la identidad de la memoria y la prioridad de la defensa de los Derechos Humanos y de la democracia. Hay otras formas de lograr legitimidad y es reconocer a las personas que visitan el Museo como ciudadanos de la memoria.

El relato que cuenta el Museo en Chile parte de un consenso. ¿Ese relato puede llegar a cambiar con el tiempo o es algo fijo que a partir de ahí marca otras perspectivas?

Tiene que cambiar porque el relato también está situado históricamente. Lo que no cambia es la identificación de las víctimas y de las violaciones a los derechos humanos que se cometieron en relación a esas víctimas. El relato tiene que introducir nuevas perspectivas, va tomando elementos del tiempo presente que son indispensables para que el Museo tenga también un significado de actualidad.

Por ejemplo, ante la emergencia del movimiento feminista de América Latina y el mundo surge la pregunta: ¿De qué modo está verdaderamente visibilizada la lucha de las mujeres en el corazón de la democracia y los derechos humanos? Durante la marcha de ‘Ni una menos’ vi el lienzo de los familiares de ejecutados políticos, liderado principalmente por mujeres que pertenecen a esa agrupación de familiares. Eso demuestra que su demanda como familiares de víctimas de la dictadura también tiene diálogo presente y actual con las demandas feministas. Eso te obliga a tener un museo conectado con las exigencias actuales y te obliga a repensar también la muestra.

¿Cómo trabaja el Museo con otros lugares de memoria de Chile?

Si uno recorre el país se encuentra muchos lugares y sitios de memoria. Eso es un desafío porque un museo de la memoria solo se puede entender en red. Un sitio muy emblemático es lo que se conoce como Villa Grimaldi, hoy día Parque por la Paz, ubicado en la zona oriente de la ciudad de Santiago. El presidente de ese sitio de memoria es integrante del directorio del Museo. Entonces, sí hay líneas de cooperación para hacer exposiciones; es una relación que debe construirse, que no estaba de por sí, pero es indispensable ver que la memoria es una, que se construye socialmente y que se construye más allá de las individualidades y de los intereses de una u otra institución.

¿Qué va a ocurrir con la construcción del Museo de la Democracia, que busca contar otro relato distinto al del Museo de Memoria y los Derechos Humanos?

Sí existió por parte del gobierno actual la idea de un museo de la democracia y no sé cómo se va a concretar. Es complejo, porque quienes proponen ese museo lo que buscan es justificar el golpe. Decir que había una crisis tan grande durante la democracia en Chile, con el gobierno de Allende, que el golpe fue inevitable. También quieren hablar de la recuperación de la democracia, pero entonces, ¿cómo van hablar de la democracia saltándose todo el período de la dictadura? Las contradicciones están.

¿Cómo han hecho al interior del Museo para defender los derechos humanos cuando existen posiciones políticas que pueden estar en contra de este relato?

No hay una receta, pero sí hay una visión y es que esta no es cualquier memoria, es una memoria que está en diálogo con la democracia y los derechos humanos. Sí hay personas que no tienen una posición democrática o que relativizan la importancia de los derechos humanos. Lo que nos interesa es convocar a aquellas personas para quienes la democracia y los derechos humanos son importantes y no importa la posición política que tengan, si es de centro o es de derecha o izquierda.

¿De qué forma dialoga el Museo con las nuevas generaciones?

Un dato importante es que el Museo está vinculado a la malla curricular. Cuando estudian historia hablan también de derechos humanos y voluntariamente muchos profesores deciden traer a sus estudiantes al Museo. Un componente clave del Museo es la educación y como en general los profesores tienen una conciencia más crítica informan en el colegio que desean ir al Museo de la Memoria. Hay distintas formas: conciertos, actividades que la gente puede encontrar para relacionarse con el Museo y el Museo es hoy en día una institución social muy reconocida.

 

Museos para la reconciliación: comunidades, pedagogías y memorias

Publicado 03 Oct 2019
Modificado por última vez en 03 Oct 2019

El Consejo Internacional de Museos (ICOM), el Centro Nacional de Memoria Histórica e ICOM Colombia realizarán el primer taller de capacitación en Latinoamérica, desde el 7 hasta el 11 de octubre en El Museo La Tertulia en Cali, Colombia, en el marco de la exposición Voces para Transformar a Colombia del Museo de Memoria de Colombia.

El programa contará con la participación de los talleristas: Marilia Bonas, directora de ICOM Brasil y coordinadora del Memorial da Resistência de Sâo Paulo, Brasil y Armando Perla, gerente de Desarrollo de Museos y Asociaciones Estratégicas en el Museo de los Movimientos en Malmo, Suecia, además asistirán profesionales de museos de varios países latinoamericanos.

En el programa se promoverá la reflexión sobre los retos museológicos y pedagógicos que los museos latinoamericanos contemporáneos enfrentan al desarrollar proyectos y actividades ligados a la construcción de memorias, los conflictos, los procesos de resistencia y resiliencia, el diálogo y la reconciliación.

Este taller busca establecer miradas contemporáneas sobre el quehacer de los museos con miras a que la ciudadanía comprenda estos espacios como lugares para el encuentro y el intercambio de ideas, en donde los visitantes pueden ampliar su entendimiento de diversos hechos y conflictos en diversos contextos latinoamericanos.

Al tratarse del primer taller de este tipo que se realiza en la región, se espera que surjan nuevas ideas y formas de hacer para consolidar a los museos latinoamericanos como espacios de múltiples voces, democráticos e inclusivos donde se aborda el pasado y el futuro de manera crítica y se construyen de manera participativa con las comunidades.


Para más información

Julián Roa
Junta Directiva ICOM Colombia
Correo electrónico: icom.colombia@gmail.com

 

“La música nos ha mantenido unidos”, Hugo Candelario

Publicado 09 Oct 2019
Modificado por última vez en 10 Oct 2019

Hugo Candelario, director del Grupo Bahía, interpretando “Remanso inicial” en el marco de Voces para transformar a Colombia.

El pasado viernes 27 de septiembre, el Grupo Bahía, uno de los mayores representantes de la música tradicional del Pacífico, se presentó en el Bulevar del Río de Cali para interpretar algunos de sus éxitos y hablar sobre la importancia de la música para las comunidades negras de la región.

De acuerdo al maestro Hugo Candelario González, director de la agrupación, los ritmos del Pacífico además de ser parte de la riqueza cultural del país han cumplido un papel fundamental “no únicamente desde los procesos emocionales o psicológicos de cada ser humano, sino también ayudando a mantener la unión de las comunidades” y no solo durante el conflicto colombiano sino desde tiempos inmemoriales.

Sin embargo, esa unión que produce la música también ha sido afectada por el conflicto. Algunos grupos armados prohibían que se realizaran los cantos tradicionales durante los rituales funerarios. Además, la minería ilegal, la contaminación de los ríos y la deforestación indiscriminada de los bosques ha disminuido la producción de la palma de chonta, elemento fundamental para la construcción de instrumentos musicales como la marimba.

Al final, el maestro Hugo agradeció la invitación del Museo de Memoria de Colombia para ser parte de la exposición Voces para transformar a Colombia, y la describió como una iniciativa necesaria para la ciudad, la región y el país.

 

Ritmo del Este: música para la memoria y la paz en Buenaventura

Publicado 16 Oct 2019
Modificado por última vez en 22 Oct 2019

El Museo de Memoria de Colombia inauguró su exposición “Voces para Transformar a Colombia” en Cali con música de Ritmo del Este de Yurumanguí, un lugar donde la memoria, el dolor, la esperanza, el baile y el canto se convierten en uno solo. Un evento lleno de tradición, emotividad y el mensaje de una comunidad que se arraiga a su tierra a través de las expresiones culturales tradicionales.

Por: Mónica Iza y Juan Camilo Acosta

El lanzamiento de la exposición “Voces para transforma a Colombia en Cali” nos permitió reconocer algunas de las manifestaciones culturales tradicionales del Pacifico colombiano, traídas desde Buenaventura y el río Yurumanguí. Los alabaos y los arrullos eran parte de un proceso de memoria que recoge a generaciones adultas que se desplazaron hacia Buenaventura en épocas de violencia. Ahora, junto a sus renacientes, representan a través de la música, los ejercicios de reconstrucción de la memoria que aportan a la reconciliación de una sociedad herida por el conflicto armado.

La comunidad negra de Yurumanguí vive entrando en lancha por el río a unos 60 kilómetros. La primera vereda es Barranco y la última Juntas, a 120 kilómetros de Buenaventura. Han afrontado diferentes hechos victimizantes: desplazamientos forzados para salvaguardar su vida de los enfrentamientos armados; confinamientos al no poder desplazarse libremente por el río para desarrollar sus actividades económicas, y asesinatos selectivos a sus líderes y representantes más importantes. Hechos que han dejado huellas dolorosas en su memoria colectiva.

Uno de los hechos que más los marcó como comunidad fue la masacre de la vereda El Firme, en donde el Bloque Calima de las AUC asesinó a siete personas de la comunidad y quemó sus casas, lo cual repercutió en la desaparición total de esta en el río.

Algunos de los miembros de este grupo paramilitar aceptaron, en versión libre, que el objetivo era desviar la atención de las Fuerzas Militares, por una masacre que ya habían cometido días antes en el río Naya y en la cual resultaron capturados algunos de sus integrantes. A través de mensajes en las paredes de la vereda quisieron culpar a las Farc de lo ocurrido.

Así, en medio de este contexto, la música se convierte en una herramienta de defensa del territorio y  salvaguarda sus tradiciones. En Yurumanguí afirman que la música es una de las cosas que el conflicto no les ha podido arrebatar. Al contrario, se ha fortalecido como una estrategia de resistencia y visibilización de sus vivencias en el territorio.

Alba Elena Aramburo, reconocida matrona de Yurumanguí, desde que llegó desplazada al barrio Punta del Este en Buenaventura se propuso enseñar en las nuevas generaciones que crecían lejos de su río, el amor por su territorio y sus prácticas tradicionales. Durante años ha creado agrupaciones musicales con niños y jóvenes, miembros de su familia cercana y extensa, hijos, nietos, sobrinos y vecinos, todos de origen yurumanguereño, a quienes ha transmitido a través de sus letras, sus vivencias en el río para que nunca olviden su arraigo a este territorio.

Niños, niñas y jóvenes se forman para aprender los ritmos y bailes del Pacífico Colombiano. – Fotografía: Juan José Toro/CNMH

Hoy en día, doña Alba Elena sigue siendo parte del Consejo Comunitario de la Cuenca del Río Yurumanguí. También cuenta con un semillero musical llamado Mar Abierto. De pequeños desarrollan sus habilidades musicales y aprenden sobre la historia de su comunidad y territorio. Ya convertidos en jóvenes pasan a ser parte de Ritmo del Este, una reconocida agrupación musical que ha participado en importantes festivales como Cantores de río en Buenaventura, el Petronio Álvarez en Cali, y otros escenarios como en esta oportunidad, en la exposición Voces para Transformar del Museo de Memoria de Colombia en el Museo La Tertulia. Una manera de llevar su voz, sus historias y su cultura a través de la música en el Valle del Cauca y el país.

Una de las interpretaciones más importantes de Ritmo del Este es “En memoria de mis muertos”, una canción que narra los hechos victimizantes vividos en el territorio, la cual se convierte en un homenaje a aquellos que ya no están. Néstor Castro Aramburo, director de Ritmo del Este e hijo de Alba Elena Aramburo conto que “es una manera de no olvidar lo sucedido y de recordar a quienes ya no están en vida, pero que su memoria nos sigue acompañando”.

Alba Elena Aramburo durante la presentación en el Museo La Tertulia, en Cali. – Fotografía: Juan José Toro/CNMH

Entonan también con especial cariño “Colonia Yurumanguireña”, que refleja el lazo afectivo que permanece entre el rio y la zona urbana y la profunda conexión con su paraíso en la tierra. Doña Alba busca que su música lleve un mensaje de paz y de transformación para la protección de su pueblo, y por eso entona “Paz para Colombia”, una solicitud formal que hacen al Estado colombiano para ponerle un alto a la violencia y avanzar en la construcción y mantenimiento de la paz en los territorios.

Estas iniciativas de memoria, que se han gestado autónomamente en los territorios, son la base de una relación en doble vía establecida por el Museo de Memoria de Colombia. Acciones que permiten comprender y expresar públicamente la memoria que las víctimas han reconstruido en sus regiones, trascendiendo al ámbito nacional e internacional.

El Museo de Memoria de Colombia es un proyecto de país, pues trasciende sus propuestas museográficas, culturales, educativas, artísticas y comunicativas por toda Colombia, a través de la integración y relacionamiento constante con las comunidades y sus  esfuerzos por contar lo que han vivido y transformarlo en mensajes de paz y esperanza.

Experiencias como esta siguen motivando la construcción del Museo y nos brindan aprendizajes que aportan a la creación de escenarios de visibilización y transformación social, liderados por las víctimas.

Si quieren participar de eventos similares, consulten la programación completa.
 

“No queremos repetir los errores de los adultos”

Publicado 13 Nov 2019
Modificado por última vez en 13 Nov 2019

La forma en que los niños, niñas y adolescentes han vivido -y viven- contextos de violencia muchas veces no es representada y escuchada. Sus historias pasan desapercibidas en contextos donde la hostilidad también les incluye. En el Museo de Memoria de Colombia, los más pequeños tienen un lugar para hablar, encontrarse y pedir que la sociedad los proteja.

Por Laura Cerón para el CNMH

¿Qué tienen los niños, niñas y adolescentes que decir respecto al conflicto armado colombiano? ¿Cómo lo viven? ¿De qué forma lo cuentan y lo superan? Cinco iniciativas de memoria del Distrito de Aguablanca y dos propuestas de Caloto, Cauca y Bogotá fueron presentadas por ellos y ellas en el marco de la exposición Voces para transformar a Colombia en la Casa Obeso, en Cali.

El enfoque de niños, niñas y adolescentes del Centro Nacional de Memoria Histórica, junto con el apoyo del equipo educativo del Museo de Memoria de Colombia y Save the Children -fundación que promueve los derechos de la niñez- reunió a más de treinta niños, niñas y adolescentes del Distrito de Aguablanca, para que contaran sus historias y proyectos a partir de sus experiencias alrededor de la violencia y cómo entienden la construcción de paz. Junto a ellos estuvieron los Abrasitos Nasa, de Caloto, Cauca y niños que han participado de la estrategia Atrapasueños, de la Secretaría de Integración Social de Bogotá.

Obra de teatro presentada por el grupo Danza teatral contra los feminicidios. – Fotografía: Laura Cerón/CNMH

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Youtubers, locutores, niñas y adolescentes futboleras, pintores, actrices y bailarinas mostraron cómo el arte y las nuevas tecnologías han sido empleadas por las nuevas generaciones para crear sus recuerdos. Sus obras plasman a sus familiares, a sus hermanos y hermanas, en las historias que se construyeron con sus antepasados en la cotidianidad de barrios como Potrero Grande y Llano Verde del Distrito de Aguablanca y analizan los asuntos de actualidad que son significativos en sus colegios.

Por medio de cuadros, videos, partidos de fútbol y obras de teatro, los niños y las niñas contaron cómo viven en ambientes donde es recurrente la violencia de género, el desplazamiento forzado, la violencia intrafamiliar y las fronteras invisibles de sus barrios.

Conversatorio ‘Los niños y niñas aportan a la memoria histórica’. – Fotografía: Laura Cerón/CNMH

“Nos encargamos de pintar las historias que nos ocurren, también hablamos con adultos mayores porque ellos han vivido muchas cosas y podemos relatar sus historias a través del arte. Fueron seis clases de cinco horas cada una, en cada clase contábamos la historia, nos ayudaban a encontrar símbolos y colores para representar las emociones. Pudimos entender cómo hablar y cómo restaurar las heridas del pasado”, afirmó Jarlin Castillo, artista e invitado al conversatorio.

Los Abracitos Nasa es un proyecto que nace en el resguardo indígena de Huellas, Caloto y que acompaña a niños entre los 4 y 14 años ofreciendo talleres psicosociales y socioculturales que refuerzan sus lazos con su cultura y su ancestralidad, aún en medio de brotes de violencia contra ellos -como el reclutamiento forzado- y contra sus cuidadores.

Cartografía del territorio nasa hecha por niños y niñas de la región. – Fotografía: Laura Cerón/CNMH

Cuando les preguntaron para qué sirve la memoria y recordar eventos o situaciones del pasado, varios contaron que es una forma de no repetir los mismos errores, romper ciclos de violencia y pensar espacios tranquilos y seguros.

“La paz empezaría por cada uno de nosotros y de nuestras familias. Mi madre me abandonó cuando tenía cinco años y me dejó con mi papá. Trabajando esas herramientas, me di cuenta que si mi mamá me dejó abandonada yo cuando crezca no lo haría porque tengo que cortar la cadena”, contó Adismar Burbano del resguardo de Huellas.

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A pesar de que la violencia subyace en sus colegios, barrios y casas, pensar en un futuro distinto como sociedad debería incluir sus relatos y los planes que tienen para sus familias y comunidades. Garantizar que crezcan en entornos seguros, donde sean escuchados y protegidos es una prioridad en un país que se piensa una transición hacia la paz.

 

Así vivimos el Museo de Memoria de Colombia en Cali

Publicado 19 Nov 2019

Luego de haber presentado durante un mes la exposición Voces para transformar a Colombia en Cali, el Museo de Memoria de Colombia se prepara para su construcción física que iniciará en el 2020 en Bogotá.

Acercar las historias de vida de millones de víctimas de conflicto, así como las formas en que han podido sobrellevarlo, es uno de los mandatos misionales del primer museo a nivel nacional que está destinado para la reparación simbólica de la víctimas de un conflicto de más de 60 años. Bajo esta premisa, Cali vivió la exposición “Voces para transformar a Colombia”  que junto a una programación artística, académica y cultural, tuvo lugar en el Museo La Tertulia en el marco de la temporada ‘Luz para la memoria’.

Durante un mes, más de 10.000 asistentes pudieron conocer en las instalaciones del museo más importante de arte moderno de Cali, una exposición que contó las voces de personas que habitan regiones como el Catatumbo, la Sierra Nevada de Santa Marta, el Magdalena Medio, Cauca, Caquetá y Putumayo. En esta edición, la Costa Pacífica tomó gran protagonismo, pues cantantes, narradores, muralistas, actores y bailarines compartieron la forma en que entienden su historia, su territorio y sus comunidades a través de lenguajes propios.

Concierto ‘Cantos ancestrales para la vida’. – Fotografía por: Camilo Lozano

El cierre de la exposición, que inició el 26 de septiembre y finalizó el 27 de octubre, mostró cómo el hip hop puede ser una herramienta que visibiliza y protege los derechos humanos. Artistas como El Escribiente de Tumaco, Miller Landy &  Xnew de Lloró, Chocó; El Javi & Valentina de Buenaventura y Cynthia Montaño y su banda de Cali le cantaron a la vida, a la esperanza, contra el racismo y la violencia sobre las mujeres. Más de 200 asistentes participaron de este concierto.

Un museo para los colombianos

Conversatorio ‘Cuando la memoria incomoda. Arte e instituciones culturales”. – Fotografía por: Mauricio Ramírez

Más de 53 eventos compartieron el mensaje de un museo vivo, inclusivo y participativo. Conversatorios con invitados nacionales e internacionales, muestras audiovisuales, obras de teatro, narración oral, muralismo, cantos y poesías fueron la excusa por la cual miles de ciudadanos, artistas y víctimas clamaron a la sociedad por un alto al conflicto armado. El Museo de Memoria de Colombia es un escenario en donde los relatos se vuelven una polifonía por la paz.

“Las actividades pedagógicas y culturales que se desarrollaron en los 32 días de la exposición reflejaron la diversidad de la región, dieron espacio a diálogos plurales e hicieron que los visitantes se divirtieran, y al mismo tiempo se cuestionaran y reflexionaran sobre las dinámicas violentas y las posibilidades que tenemos como sociedad para superarlas.  El buen balance que realiza el Museo de Memoria fue posible al gran compromiso de varios equipos de trabajo y el apoyo de muchas personas e instituciones; nos alegra profundamente que la colaboración en la diversidad incluyó tanto aquello que vimos y vivimos, como aquello que no se observa a primera vista de la exposición”, afirmó Rafael Tamayo, director del Museo de Memoria de Colombia.

Las organizaciones de víctimas fueron quienes en su mayoría impulsaron estos eventos. Los familiares de los diputados del Valle, Santa María Fundación,  Asociación de Familiares de Víctimas de Trujillo, el  Colectivo Rostros y Huellas y la  agrupación Teatro por la Vida de Buenaventura, el  Teatro por la Paz Tumaco, Representantes del Consejo comunitario de Yurumanguí de Buenaventura, la Minga Muralista del Pueblo Nasa, los Guardianes del Río Atrato, Agrupación Integración Pacífica y la Casa Cultural del Chontaduro fueron solo algunos de quienes participaron en acciones memoriales, conversatorios y muestras artísticas.

Somos más que 11. Conmemoración en memoria de los diputados del Valle. – Fotografía por: Daniel Sarmiento

“Trabajar junto al Museo de la Tertulia fue determinante, pues permitió que la relación entre el arte, la memoria y las expresiones culturales locales tuvieran una plataforma donde visibilizar proyectos de largo aliento. “Es una exposición muy rica en recursos narrativos que nos muestra una Colombia narrada desde las mismas víctimas y su diversidad. Los museos tenemos un papel muy importante, hay que resaltar cómo el artista de hoy habla y tiene un discurso alrededor de lo que lo toca: el medioambiente, las problemáticas sociales. Desde La Tertulia es una apuesta misional, somos un museo que contribuye a la transformación y el diálogo desde el arte, desde la reflexión crítica que nos compete como seres humanos”, afirmó Ana Lucía Llano directora del Museo La Tertulia.

Un museo para la educación

Mediación con colegios de ‘El Tesoro Escondido’. – Fotografía por: Mauricio Ramírez

Poner en discusión la memoria como un tema transversal en distintos contextos abre la posibilidad de mirar el pasado, reflexionar y conversar sobre lo que está en nuestras manos, en el presente, para construir un futuro distinto. Colegios de distintas comunas y estudiantes universitarios participaron en recorridos guiados en los que se tuvo en cuenta de forma diferenciada sus edades. Con ellos se emplearon distintas estrategias para comprender cómo han vivido el conflicto armado, luego cómo lo han vivido otras personas y cómo podemos proponer ideas para la construcción de paz.

“Asistieron en promedio unos 3.000 estudiantes con 300 profesores acompañando. Es una zona que hace mucho requería una exposición que abordara estos temas, con la vocación del Museo pudimos escucharnos y aquí reside su valor”, afirmó Juan Ricardo Barragán, coordinador del equipo de educación de Museo.

El futuro del Museo de Memoria de Colombia

Después de una caravana por Colombia, en la que recorrimos Villavicencio, Cúcuta y Cali, el museo seguirá trabajando para poder ofrecer una experiencia similar en la Costa Caribe colombiana, además de construir su edificio sobre la Calle 26 en Bogotá y abrir sus puertas en 2021. Este será un corazón que desde Bogotá se conectará con otros sitios y lugares de memoria del país, trabajará de la mano con colegios, universidades, centros de pensamiento, organizaciones sociales y líderes sociales. En él, víctimas, sobrevivientes del conflicto y ciudadanos podrán encontrar un espacio en el que la conversación, el disenso y la reflexión sean mecanismos que permitan pasar uno de los capítulos más duros como nación.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Gran acogida tuvo durante la Semana las presentaciones los informes de Pueblos indígenas, Cuantitativo del paramilitarismo y Ser marica en medio del conflicto.

 Lizeth Sanabria


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El Museo de Memoria de Colombia llega a Cúcuta

Publicado 27 Sep 2019
Modificado por última vez en 27 Sep 2019

  • • Cúcuta recibe la instalación del Museo de Memoria de Colombia en el marco de Juntos Aparte, la segunda versión del encuentro internacional de arte, pensamiento y fronteras.

  • • Con esta apuesta, el Museo de Memoria de Colombia busca unirse a una gran conversación sobre tránsito y migraciones en la frontera colombo-venezolana.

  • • La exposición estará abierta del 28 de septiembre al 16 de noviembre, de lunes a viernes de 8 am a 12 pm y de 2pm a 7pm. Sábados hasta el mediodía. Entrada gratis.

Desde el 28 de septiembre al 16 de noviembre, el Museo de Memoria de Colombia abre sus puertas en Cúcuta para recordar las historias de vida de quienes han tenido que migrar por la frontera colombo-venezolana. Esta instalación busca ser un escenario para el encuentro, en donde todos podamos plasmar nuestros recuerdos a través del dibujo, la costura y la pintura. Queremos conocer las memorias detrás de un plato, las preparaciones gastronómicas que han pasado de generación en generación, rescatar aquellos platos que nos hacen sentir en casa. ¿Qué plato te recuerda tu hogar? ¿Cuáles son los ingredientes y los pasos para prepararlo? ¿Qué emociones te evoca? La instalación será una casa que entre todos podremos construir con nuestros recuerdos.

La biblioteca Julio Pérez Ferrero será la sede principal. Con otros edificios y lugares emblemáticos, la biblioteca complementa el circuito de arte creado para la segunda edición de Juntos Aparte, la versión en Colombia de la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de América del Sur (Bienalsur).

Al ser Cúcuta la frontera más dinámica de América Latina y ante la crisis migratoria vista con mayor intensidad en los últimos años, se hace necesario compartir las historias de violencia y dolor, pero ante todo de dignidad y fortaleza que ha dejado el conflicto armado.El eje central son las millones de víctimas, personas y comunidades que han sido vulneradas durante muchos años, pero que aún en silencio han construido caminos de paz y esperanza.

Rafael Tamayo, director del Museo de Memoria de Colombia, resalta la importancia de participar en este tipo de eventos: “Es una oportunidad para que las personas comprendan y apropien las acciones culturales, artísticas y de memoria como expresiones de paz. Es la primera vez que el Museo llega a Cúcuta y esperamos sea el inicio de un intercambio permanente con las iniciativas y proyectos de una ciudad tan importante para nuestro país”.

Dos actividades marcarán el paso del Museo por Cúcuta: la primera será la Caravana Juntos Aparte, que inicia el sábado 28 de septiembre a las 6:00am desde el Puente Internacional Simón Bolívar hasta el Centro Cultural Quinta Teresa, donde tendrá lugar un acto poético. Se harán varios performances a lo largo del trayecto y el Museo de Memoria de Colombia estará acompañado por una obra artística, hecha por el artista local Jeider Sánchez, que será posteriormente instalada en la Biblioteca.

La segunda se tratará de un evento el día 2 de octubre a las 6:30 pm en la biblioteca Julio Pérez Ferrero que buscará acercarse a la memoria sensorial más íntima de los participantes a través de la música y la comida. Una memoria que cambia cuando debemos migrar a otro lugar por un mejor futuro. “Vivir en la frontera: arte y gastronomía” quiere ser un espacio en el que reconozcamos las tensiones, miedos, anhelos y nostalgias que guardan los alimentos, pero que al tiempo nos unen con las demás personas.

Durante esta última experiencia multisensorial, Jacobo Sharon, quien viene del Catatumbo, participará con la preparación de un postre típico de la región elaborado con ingredientes que se han ido perdiendo por la expansión de los monocultivos en la zona. Laura Sierra, cucuteña de nacimiento pero venezolana de corazón, compartirá el plato con el que  ha unido a su familia en los momentos más difíciles. Finalmente, nos acompañará Camila Rangel, líder de los talleres de costura y tejido en Villa del Rosario, para compartir la experiencia del tejido en la frontera. El inicio estará a cargo de la agrupación 5ta con 5ta Crew, que a través del hip hop, el grafiti y el breakdance le ha apostado a la convivencia y al desarrollo comunitario en la región de Norte de Santander.

El Museo de Memoria de Colombia es un escenario vivo, abierto, incluyente y participativo para las víctimas y la sociedad en general, que aporta a la consolidación del papel de la memoria histórica como derecho y patrimonio público, reconociendo la pluralidad de las memorias del conflicto armado y promoviendo una cultura democrática para la no repetición.


Para mayor información

Laura Angélica Cerón
Comunicaciones Museo de Memoria de Colombia
301 706 3841
laura.ceron@cnmh.gov.co

 

No olvidarlos, una manera de rendir homenaje a víctimas de la toma de las Farc a la Asamblea del Valle

Publicado 21 Oct 2019

  • •Familiares recordaron a los miembros de la Asamblea, los empleados de RCN y al subintendente de la policía, acribillados durante los hechos que hicieron parte de un secuestro colectivo.

  • •El CNMH presentó en Cali un memorial en el marco de la exposición Voces para Transformar a Colombia del Museo de Memoria de Colombia.

Los globos blancos se esparcieron sobre el Museo la Tertulia de Cali. Aquella noche del pasado 4 de octubre el recuerdo se hizo aplausos y la memoria sonrisas. ¡Siguen vivos! es el clamor que aún se escucha tras 17 años del secuestro y posterior asesinato de los 11 diputados del Valle, así como los homicidios de un policía y dos empleados de RCN, a manos de la exguerrilla de las Farc.

El memorial presentado por el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) esa cálida noche en el oeste de la capital del Valle del Cauca, en el marco de la exposición Voces para Transformar a Colombia, fue un motivo más para que familiares de las víctimas se abrazaran y expresaran sentimientos de reconciliación y el anhelo de no repetición.

Alrededor de la ofrenda floral y una placa en homenaje a los políticos, el subintendente y los periodistas, instalada en la plazoleta central del Museo La Tertulia, parientes, amigos y público en general  conversaron sobre aspectos como la importancia de hacer memoria y el por qué los diputados de la Asamblea asesinados “son más que 11”.

“Somos más que 11, porque las víctimas son millones de colombianos desde el momento en que se cercenó la democracia con el secuestro, el 11 de abril de 2002 (…) No podemos dejarlos en el olvido. Son mártires de la democracia y tenemos que luchar por renovar, a partir de eso, los pasos que nos dejaron”, exclamó, Juan Sebastián Pérez, hijo del diputado Édison Pérez.

Las heridas pueden no haber cerrado del todo, pero, coinciden varios familiares de los diputados, el ánimo de un país que transite caminos de reconciliación, el recuerdo vivo de sus seres queridos y sus aportes a la paz son aliciente para nunca olvidarlos y relatar, una y otra vez, sus historias.

A  Laura Charry, hija del corporado Carlos Alberto Charry, aún se le quiebra la voz. Afirma con vehemencia que “al secuestrarlos a ellos también secuestraron a sus familias, a sus hogares, sus sueños, proyectos de vida. Atentaron (las Farc) contra una institución como la Asamblea del Valle (…)” y añade que  “no solo es contarlos a ellos (los diputados), sino a las familias que por más de 5 años se echaron al hombro las marchas para solicitar una salida del cautiverio”.

No olvidarlos

Para Fabiola Perdomo, esposa del asesinado, Juan Carlos Narváez, “los diputados representan la entrega, sacrificio y lucha, y así quiero que los recuerden, más que una cifra, como aquellos que dieron sus vidas para que otros pudieran recobrar su libertad, para que el Gobierno y la guerrilla de las Farc se sentaran a dialogar y construir un acuerdo de fin al conflicto”.

Los relatos sobre lo sucedido no deben escatimar la barbarie de la que fueron víctimas su esposo y compañeros, considera, Luz Helena Grajales, quien acota que “toda Colombia se debe enterar de lo que sucedió durante el transcurso del secuestro hasta la muerte de los diputados, de cómo fueron los maltratos que recibieron, lo que les tocó padecer mientras estuvieron secuestrados, porque muchas veces ellos no solamente sufrían por lo que les hacía la guerrilla, sino también los familiares”.

Con “el Caso de la Asamblea tragedia y reconciliación”, el informe que hizo parte de la serie documental del mismo nombre, el CNMH, de tiempo atrás,  ha venido trabajando un proceso de memoria con las víctimas de la toma de la Asamblea y el asesinato de los secuestrados por parte de las Farc.

De igual manera, en abril pasado, la entidad presentó la exposición “Suenan por ti”, instalada en la sede de la Asamblea del Valle, en tributo a los diputados asesinados, Rufino Varela, Carlos Barragán, Jairo Javier Hoyos, Alberto Quintero, Juan Carlos Narváez, Edinson Pérez, Nacianceno Orozco, Carlos Charry, Francisco Giraldo, Ramiro Echeverry y Héctor Arismendy.

Así mismo, en la muestra se rinde homenaje al subintendente de la Policía, Carlos Alberto Cendales, así como a Walter López y Héctor Sandoval, conductor y camarógrafo de la cadena RCN, también víctimas en el hecho perpetrado por el grupo guerrillero.

Darío Acevedo, director del Centro Nacional de Memoria Histórica, apunta que “los diputados de la Asamblea del Valle asesinados son mártires de la democracia” y añade que “los colombianos no merecimos nunca tanto daño, tantas tragedias, tanto dolor, tanto sufrimiento, tantos millones de viudas, huérfanos y de hogares destruidos. “Terminamos siendo víctimas de paramilitares y guerrilleros que se solazaron con la tragedia”.

 

Lanzamiento: “Detrás del uniforme”

Publicado 05 Nov 2019
Modificado por última vez en 07 Nov 2019

¿Qué se siente ser parte del conflicto? ¿Por qué muchos militares no se atreven a relatar sus memorias? ¿Cuáles son los sueños y anhelos de los soldados en medio de la violencia? A estas preguntas responde el especial transmedia, del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), “Detrás del uniforme”, un trabajo basado en las narrativas y memorias de aquellos soldados que nos compartieron sus experiencias de gratitud por el Ejército, pero también de esos momentos difíciles.

“Detrás del uniforme” hace parte de la serie de trabajos hechos desde 2014 por el CNMH con víctimas de la fuerza pública y surge como respuesta a esas historias de recuerdos íntimos de soldados, suboficiales y oficiales fuera y dentro de sus áreas de operaciones.

Este es un especial que nos permitió conocer desde distintas conversaciones, en los batallones de Villavicencio (Meta), de Florencia (Caquetá) y Tolemaida, que para estos militares era la primera vez que hablaban de sus vivencias. Por ejemplo, la vida de Elizabeth Vélez, oficial herida en combate.

De igual forma es el reconocimiento a las memorias de los hombres y mujeres que están detrás del uniforme, como Wilson Roa quien fue abandonado por su mamá en San José del Guaviare cuando tenía 5 años de edad (ella lo arrojó a un río); a los 7 –porque su madrastra lo humillaba y lo golpeaba con objetos– huyó de la casa y comenzó una travesía que terminó una década después, cuando un amigo le propuso prestar servicio militar.

“Yo sentía que mi vida iba a medias en todo y pensé que siendo soldado algo podría cambiar”, dice el soldado profesional hoy pensionado de la fuerza pública.

Estas son historias que reflejan las marcas de la violencia, vista desde los integrantes de la fuerza pública. Una oportunidad para tejer caminos más allá de las cifras, para construir, por medio de sus relatos, la humanización del conflicto.

“Detrás del uniforme resume el corazón del conflicto en Colombia. Se habla de la soledad y del silencio ante la muerte, de los recuerdos antes de empuñar un fusil, del honor de vestir el camuflado y de los anhelos por volver a casa”, explica el especial que estará disponible en la web del CNMH y en una cartilla impresa.

El evento de lanzamiento contará con la presentación de varios militares, sus historias de vida y la explicación de cómo se forjó la construcción de este trabajo. Además presentaremos apartes de la multimedia.

Lanzamiento Detrás del uniforme

Hora: 5:00 p.m.
Fecha: 6 de noviembre
Lugar: HotelTequendama, salón Monserrate, Carrera 10 #26 – 21, Bogotá
* Entrega gratuita hasta llenar aforo – Entrada libre

 

¡Que cese la violencia contra los pueblos indígenas!

Publicado 18 Nov 2019
Modificado por última vez en 26 Nov 2019

  • • Según la Organización Nacional Indígena, 136 indígenas han sido asesinados en el último año y medio. Los pueblos Nasa, Awá, Senú, Kamëntsá, Emberá y los pertenecientes a la Sierra Nevada de Santa Marta, son algunos de los que se han visto más amenazados por acciones violentas e intimidaciones.

  • • Desde el pasado 29 de octubre hasta la fecha, se ha registrado el asesinato de 20 hombres y mujeres indígenas.

  • • Además de asesinatos, los pueblos indígenas hoy se enfrentan a dinámicas de confinamiento, desplazamiento y desaparición que han sido advertidas por diferentes entidades como la Defensoría del Pueblo y la Procuraduría General de la Nación.

A propósito de los recientes hechos contra integrantes de los pueblos indígenas, el Centro Nacional de Memoria Histórica expresa:

Tal y como lo hemos aprendido de autoridades tradicionales como Gil Farekatde, del pueblo Murui, es importante que “endulcemos la palabra”, es decir, que todo lo hagamos con el corazón dulce y con estimación al otro. Consideramos que este es el camino oportuno para que entre todos construyamos un país en paz que reconoce su diversidad.

Reiteramos la necesidad de que se respete el rol que ejercen líderes, lideresas y autoridades tradicionales, ya que ellos -en especial-, son primordiales en la preservación de los saberes y principios propios de los pueblos indígenas: unidad, territorio, cosmogonía, autonomía y cultura.

De esta forma, hacemos un llamado a las entidades del Estado respectivas para que cada uno de estos casos sean investigados con el mayor rigor posible, se identifique a los responsables y se tomen los correctivos necesarios para que líderes y lideresas de derechos humanos no se vean sometidos a ninguna clase de intimidación y violencia por la labor que realizan.

También llamamos a los organismos y organizaciones de Derechos Humanos para que, en trabajo conjunto con las entidades del gobierno, acompañen a estas poblaciones para garantizar su protección, seguridad y su derecho a la vida.

La Organización Nacional Indígena de Colombia y el CNMH están próximos a lanzar el informe “Tiempos de Vida y Muerte: Memorias y Luchas de los Pueblos Indígenas en Colombia”, el primer informe nacional de memoria histórica de los diversos pueblos indígenas del país, que recoge sus experiencias, memorias y afectaciones sufridas en la larga duración de conflicto, y que surgió con el objetivo -entre otros- de que las violencias contra sus pueblos cesen.

Proteger la vida de los pueblos indígenas, nuestros más antiguos ancestros, es un deber urgente, ellos no tendrían por qué estar sometidos a las lógicas y conflictividades ajenas a sus cosmogonías.

 

Llegó el lanzamiento del primer Informe de Pueblos Indígenas

Publicado 18 Nov 2019
Modificado por última vez en 18 Nov 2019

ONIC y CNMH lanzan Tiempos de Vida y Muerte: Memorias y Luchas de los Pueblos Indígenas en Colombia – Informe Nacional de Memoria Histórica de los Pueblos Indígenas

Este lunes, 18 de noviembre, la Organización Nacional Indígena de Colombia y el Centro Nacional de Memoria Histórica presentarán Tiempos de Vida y Muerte: Memorias y Luchas de los Pueblos Indígenas en Colombia, el primer informe de memoria histórica de los 102 pueblos indígenas que tiene el país. En este se recogen, no solamente las violencias que han padecido, sino también sus alternativas de vida para enfrentarlas.

Cuando en abril de 2017 se decidió materializar la propuesta de construir un Informe Nacional de Pueblos Indígenas, rápidamente se consideró que una publicación de estas magnitudes, debía hacerse directamente con los pueblos y con sus organizaciones. Esto como un verdadero ejercicio de reparación simbólica en el que sean ellos mismos quienes cuenten sus memorias, su propia historia.

Un equipo de 15 personas, entre integrantes de la ONIC, investigadores contratados e investigadores del Enfoque Étnico del CNMH, posicionó el Informe en los sitios de pagamento de los pueblos indígenas. Durante dos días lo expusieron ante los mamos de la comunidad de Ramalito -en la Sierra- para recibir sus orientaciones espirituales.

Un informe que nos presenta las dinámicas y las situaciones del movimiento indígena colombiano, que reconoce unas afectaciones diferenciadas y que contempla las violencias que han recibido desde una perspectiva de larga duración.

Y es que desde el Auto 004 de 2009 hasta la fecha, la Corte Constitucional ha estimado que por lo menos 39 pueblos indígenas están en riesgo de extinción física y cultural. “Queremos que el país escuche esa otra historia que no ha sido narrada”, explica ÓscarMontero, Indígena del Pueblo Kankuamo, al referirse a este primer Informe Nacional de Pueblos Indígenas.

Bogotá: 18 de noviembre
Lugar: Teatro Colón
Hora: 4:00 p.m.

* Entrega gratuita del libro – ENTRADA LIBRE

 


Juglares de la Memoria de los Montes de María

Publicado 05 Dic 2019
Modificado por última vez en 05 Dic 2019

Este es un trabajo que visibiliza el apego de las personas montemarianas a su territorio, la diversidad de sus voces, sus tradiciones culturales y las aleccionadoras vivencias a modo de canto que acompañan este ejercicio de construcción de memoria histórica y de paz en la región.

Este jueves, 5 y 6 de diciembre, en San Onofre, Sucre, se presenta el documental Juglares de la Memoria de los Montes de María, en el III Festival de la Reconciliación de los Montes de María, el cual tiene como objetivo general consolidarse como un espacio que por medio del arte, las tradiciones, la cultura y el diálogo, busca propiciar la reconciliación entre los diversos actores del territorio, las comunidades, las instituciones, y las organizaciones de los quince municipios de Montes de María, en aras de fortalecer los procesos de sanación colectiva y reparación del tejido social de la región. Y cuyo lema para esta tercera edición es: “Reconciliación, buen vivir y defensa del agua”

 “Caramba qué, hasta las estrellas se están desplazando” . Esta metáfora la dice Julio Cárdenas en Juglares de la Memoria, al explicar que vio pasar una estrella fugaz, y lo primero que pensó fue en el destierro que estaban viviendo a causa de la violencia. Una analogía que refleja, de manera poética, el sentir de los montemarianos y montemarianas, en medio del conflicto armado.

Contar el conflicto a través del canto, para narrar el pasado en el presente, es uno de los tantos recursos narrativos que se muestran en el documental,realizado desde 2018 por el equipo de investigación ¡Basta Ya! Montes de María (BYMM) del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) y el Espacio Regional de Construcción de Paz de los Montes de María (ERCPMM). Una pieza audiovisual, dividida en dos capítulos, que nos invita a dialogar sobre la cultura montemariana desde el arte, un arte que cuestiona la guerra.

Le puede interesar: Recorridos por los paisajes de la violencia en Colombia: sección Montes de María 

Así, desde la diversidad de sus cantos, mezclando sonidos y composiciones que nos hacen vibrar el cuerpo y el espíritu; se ven expresiones sonoras que llevan al espectador a explorar, por medio de canciones, los caminos que facilitan la construcción de paz y la reconciliación.

“Sangre inocente, corre, muerte en veredas, mi pobre patria sola se acaba, no se oye el canto de los turpiales, solo se escucha un coro de balas” . Es la composición de Rafael Posso, líder comunitario de Las Brisas (San Juan Nepomuceno, Bolívar), realizador, también, de Buscando Huellas, una serie de 14 pinturas a lápiz que plasman la historia de desplazamiento forzado y la masacre del 10 de marzo de 2000 en Las Brisas:

Al paso con la crudeza de este canto, Rafael Posso nos comparte confesiones que normalmente sólo surgen en espacios de diálogo y confianza, precisamente como los que auspicia el ERCPMM con el festival, señalando“Antes se le cantaba al amor, a la esperanza. Pero nunca, jamás, pensé que se le podía cantar a la violencia”.

Así, Juglares de la Memoria muestra los rostros y voces de los hombres y mujeres de los Montes de María, las afectaciones por la violencia, su resiliencia, su búsqueda constante por dar a conocer sus reclamos, y las organizaciones y colectivos que forjaron para construir memoria histórica viva desde el territorio. El apego a sus tradiciones, que se ven afectadas, como todo, por la desdicha que genera el conflicto armado.  

“Ya nos tocó bajar la guardia, dejar de asistir a muchos festivales porque acá se hablaba de zona roja, entonces eso nos cohibió de hacer trabajo de campo, porque esta música tiene eso que uno la consigue no tanto en la biblioteca, en la emisoras, sino allá donde está el juglar, meterse en la montaña, y allá están los actores armados. Entonces eso nos cohibía de hacer procesos de investigación”, explica Rafael Gil en el documental.  

En este contexto, de igual manera, se crearon canciones para exigir la visibilidad de los derechos individuales y colectivos. Es el caso de Dina Cruz Peña de Ovejas, Sucre, que canta: “Escúcheme bien comadre los derechos que tiene usted. Derechos nos son regalos, le pertenecen a usted, si no luchamos por ellos no los podemos tener. Las campanas dicen dan, mujeres decimos den. Preferimos las campanas porque dan sin que les den”.

Si bien en Juglares de la Memoria vemos las voces de los sobrevivientes del conflicto armado en el territorio, lo que verdaderamente presenciamos, gracias al arte y la cultura, es la diversidad de las expresiones artísticas que son muy propias de la región. Por ejemplo la décima, que tiene una manera de contar muy autóctona y poética, que los campesinos y campesinas han usado para interpretar la historia desde su vida cotidiana, desde sus quehaceres diarios. En los jornales, o conversando en una hamaca sanjacintera mientras se balancean con la brisa que golpea las montañas de los Montes de María.

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¡Basta Ya! Montes de María y Cancionero

El documental hace parte de la investigación ¡Basta Ya! Montes de María (BYMM), un proyecto de memoria histórica que busca atender las demandas de las organizaciones de víctimas en la región, para la construcción de una memoria histórica viva, dando cuenta de los acumulados construidos por los procesos de memoria local en relación con los contextos y lógicas de violencia, las formas de victimización individual y colectiva, los impactos poblacionales y territoriales de la guerra, así como las respuestas y resistencias que han generado los pobladores de la región; todo en perspectiva diferencial. Las memorias expresadas a través de la música pretenden aportar a la identidad regional montemariana, a la construcción de paz territorial y al desarrollo rural regional.

De este proyecto también hace parte un cancionero que es la recopilación de todas las canciones que aparecen en los dos capítulos del documental Juglares de la Memoria, como un esfuerzo adicional que busca compartirles la enorme fuerza narrativa de estas expresiones que lastimosamente no pudieron incluirse en su toda extensión, que nos cuenta no sólo sus experiencias en el conflicto armado de los Montes de María, también la diversidad de ser montemariana y montemariano, de sus añoranzas de paz.

Vea acá los dos capítulos del documental Juglares de la Memoria:


Agradecimientos especiales:

El CNMH agradece al personal del Colegio Santa Clara del municipio de San Onofre, Sucre por habernos facilitado muy generosamente sus instalaciones y  equipos para proyectar el lanzamiento del documental. Así mismo, a las personas del municipio por su cálido recibimiento y a las gestiones internas que se realizaron desde el mismo ERCPMM para que esto ocurriera.

 

Escuche la entrevista al director del CNMH en UNRadio

Publicado 06 Dic 2019
Modificado por última vez en 06 Dic 2019

UNRadio

Escuche a el director del CNMH, Darío Acevedo, quien habla de los retos y desafíos de esta entidad y las diferentes controversias que se han generado desde su llegada a esta institución encargada de recuperar, procesar y publicar la memoria de las víctimas del conflicto armado con fines de sanación y reconciliación.

UNRADIO

 


Nuestra Semana por la Memoria reunió las miradas plurales

Publicado 06 Dic 2019
Modificado por última vez en 06 Dic 2019

  • • Lanzamientos, conversatorios y más de 2.000 publicaciones entregadas hicieron parte de esta conmemoración.

  • • Gran acogida tuvo durante la Semana las presentaciones los informes de Pueblos indígenas, Cuantitativo del paramilitarismo y Ser marica en medio del conflicto.

Un ritual del Pueblo Nasa dio apertura un acto sin precedentes. En el teatro Colón, el pasado 18 de noviembre, en Bogotá, más de 700 personas fueron testigos del lanzamiento del informe Tiempos de Vida y Muerte: Memorias y Luchas de los Pueblos Indígenas en Colombia”, resultado de una investigación del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), con la Organización Nacional Indígena de Colombia.

Este multitudinario evento, el cual fue acompañado por nuestro director, Rubén Darío Acevedo, también marcó el inicio de la decimosegunda Semana por la Memoria, en la que visibilizamos los trabajos que demuestran la pluralidad y diversidad en todas las voces de las víctimas y la participación de las poblaciones.

En total, a las 10 actividades desarrolladas en Bogotá, Medellín, Valledupar, Timbiquí (Cauca) y La Hormiga (Putumayo) asistieron más de 2.500 personas y entregamos 2.100 publicaciones.

Fotografía: Alexander Castellanos/CNMH

Fotografía: Alexander Castellanos/CNMH

¿Qué sabemos del paramilitarismo en Colombia?, 10 años de la Ley 1424, fue el foro, encabezado por  la directora de la Dirección de Acuerdos de la Verdad (DAV), Jenny Lopera, en el que investigadores, representantes de entidades gubernamentales y expertos académicos conversaron sobre los hallazgos del Mecanismo no Judicial de Contribución a la Verdad.

Fotografía: Alexander Castellanos/CNMH

Así mismo, la DAV presentó ante la opinión pública el “Análisis Cuantitativo del Paramilitarismo en Colombia”, en el que el CNMH expone los resultados de la investigación sobre las 39 estructuras paramilitares identificadas por el Mecanismo No Judicial de Contribución a la Verdad. Es el estudio de mayor representatividad estadística para la comprensión del fenómeno paramilitar en Colombia.

Fotografía: Daniel Sarmiento/CNMH

Otro evento de gran acogida, con más de 600 asistentes, fue el lanzamiento de “Ser Marica en medio del conflicto armado, memorias de sectores LGBT en el Magdalena Medio”, un trabajo que se da como respuesta a la primera sentencia contra Autodefensas Campesinas de Puerto Boyacá (ACPB), por crímenes cometidos contra esta población.

Fotografía: Lizeth Sanabria/CNMH

La Semana por la Memoria también tuvo el lanzamiento de Empresarios, memorias y guerra. “Testimonios desde el Pacífico Colombiano”, en el Museo de Arte Moderno de Bogotá. Esta publicación reúne relatos y testimonios de emprendedores y empresarios del Pacífico colombiano sobre sus experiencias durante el conflicto armado en la región.

El director del CNMH, Rubén Darío Acevedo, expresó que las memorias de empresarios como otras publicaciones de la entidad presentada muestran que “hay una historia que registrar y recuperar para que el país tenga una visión más completa y clara de las memorias de todas las víctimas, una visión plural y diversa, de que la memoria no es única, no es homogénea, y vale la pena contar que cada sector de la sociedad expresa de diversas maneras el sufrimiento a manos de distintos victimarios”.

Fotografía: Lizeth Sanabria/CNMH

Publicado en Noticias CNMH

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Gran acogida tuvo durante la Semana las presentaciones los informes de Pueblos indígenas, Cuantitativo del paramilitarismo y Ser marica en medio del conflicto.

 Lizeth Sanabria


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UNRADIO

 


Nuestra Semana por la Memoria reunió las miradas plurales

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  • • Lanzamientos, conversatorios y más de 2.000 publicaciones entregadas hicieron parte de esta conmemoración.

  • • Gran acogida tuvo durante la Semana las presentaciones los informes de Pueblos indígenas, Cuantitativo del paramilitarismo y Ser marica en medio del conflicto.

Un ritual del Pueblo Nasa dio apertura un acto sin precedentes. En el teatro Colón, el pasado 18 de noviembre, en Bogotá, más de 700 personas fueron testigos del lanzamiento del informe Tiempos de Vida y Muerte: Memorias y Luchas de los Pueblos Indígenas en Colombia”, resultado de una investigación del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), con la Organización Nacional Indígena de Colombia.

Este multitudinario evento, el cual fue acompañado por nuestro director, Rubén Darío Acevedo, también marcó el inicio de la decimosegunda Semana por la Memoria, en la que visibilizamos los trabajos que demuestran la pluralidad y diversidad en todas las voces de las víctimas y la participación de las poblaciones.

En total, a las 10 actividades desarrolladas en Bogotá, Medellín, Valledupar, Timbiquí (Cauca) y La Hormiga (Putumayo) asistieron más de 2.500 personas y entregamos 2.100 publicaciones.

Fotografía: Alexander Castellanos/CNMH

Fotografía: Alexander Castellanos/CNMH

¿Qué sabemos del paramilitarismo en Colombia?, 10 años de la Ley 1424, fue el foro, encabezado por  la directora de la Dirección de Acuerdos de la Verdad (DAV), Jenny Lopera, en el que investigadores, representantes de entidades gubernamentales y expertos académicos conversaron sobre los hallazgos del Mecanismo no Judicial de Contribución a la Verdad.

Fotografía: Alexander Castellanos/CNMH

Así mismo, la DAV presentó ante la opinión pública el “Análisis Cuantitativo del Paramilitarismo en Colombia”, en el que el CNMH expone los resultados de la investigación sobre las 39 estructuras paramilitares identificadas por el Mecanismo No Judicial de Contribución a la Verdad. Es el estudio de mayor representatividad estadística para la comprensión del fenómeno paramilitar en Colombia.

Fotografía: Daniel Sarmiento/CNMH

Otro evento de gran acogida, con más de 600 asistentes, fue el lanzamiento de “Ser Marica en medio del conflicto armado, memorias de sectores LGBT en el Magdalena Medio”, un trabajo que se da como respuesta a la primera sentencia contra Autodefensas Campesinas de Puerto Boyacá (ACPB), por crímenes cometidos contra esta población.

Fotografía: Lizeth Sanabria/CNMH

La Semana por la Memoria también tuvo el lanzamiento de Empresarios, memorias y guerra. “Testimonios desde el Pacífico Colombiano”, en el Museo de Arte Moderno de Bogotá. Esta publicación reúne relatos y testimonios de emprendedores y empresarios del Pacífico colombiano sobre sus experiencias durante el conflicto armado en la región.

El director del CNMH, Rubén Darío Acevedo, expresó que las memorias de empresarios como otras publicaciones de la entidad presentada muestran que “hay una historia que registrar y recuperar para que el país tenga una visión más completa y clara de las memorias de todas las víctimas, una visión plural y diversa, de que la memoria no es única, no es homogénea, y vale la pena contar que cada sector de la sociedad expresa de diversas maneras el sufrimiento a manos de distintos victimarios”.

Fotografía: Lizeth Sanabria/CNMH

Publicado en Noticias CNMH


No olvidarlos, una manera de rendir homenaje a víctimas de la toma de las Farc a la Asamblea del Valle

Publicado 21 Oct 2019

  • •Familiares recordaron a los miembros de la Asamblea, los empleados de RCN y al subintendente de la policía, acribillados durante los hechos que hicieron parte de un secuestro colectivo.

  • •El CNMH presentó en Cali un memorial en el marco de la exposición Voces para Transformar a Colombia del Museo de Memoria de Colombia.

Los globos blancos se esparcieron sobre el Museo la Tertulia de Cali. Aquella noche del pasado 4 de octubre el recuerdo se hizo aplausos y la memoria sonrisas. ¡Siguen vivos! es el clamor que aún se escucha tras 17 años del secuestro y posterior asesinato de los 11 diputados del Valle, así como los homicidios de un policía y dos empleados de RCN, a manos de la exguerrilla de las Farc.

El memorial presentado por el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) esa cálida noche en el oeste de la capital del Valle del Cauca, en el marco de la exposición Voces para Transformar a Colombia, fue un motivo más para que familiares de las víctimas se abrazaran y expresaran sentimientos de reconciliación y el anhelo de no repetición.

Alrededor de la ofrenda floral y una placa en homenaje a los políticos, el subintendente y los periodistas, instalada en la plazoleta central del Museo La Tertulia, parientes, amigos y público en general  conversaron sobre aspectos como la importancia de hacer memoria y el por qué los diputados de la Asamblea asesinados “son más que 11”.

“Somos más que 11, porque las víctimas son millones de colombianos desde el momento en que se cercenó la democracia con el secuestro, el 11 de abril de 2002 (…) No podemos dejarlos en el olvido. Son mártires de la democracia y tenemos que luchar por renovar, a partir de eso, los pasos que nos dejaron”, exclamó, Juan Sebastián Pérez, hijo del diputado Édison Pérez.

Las heridas pueden no haber cerrado del todo, pero, coinciden varios familiares de los diputados, el ánimo de un país que transite caminos de reconciliación, el recuerdo vivo de sus seres queridos y sus aportes a la paz son aliciente para nunca olvidarlos y relatar, una y otra vez, sus historias.

A  Laura Charry, hija del corporado Carlos Alberto Charry, aún se le quiebra la voz. Afirma con vehemencia que “al secuestrarlos a ellos también secuestraron a sus familias, a sus hogares, sus sueños, proyectos de vida. Atentaron (las Farc) contra una institución como la Asamblea del Valle (…)” y añade que  “no solo es contarlos a ellos (los diputados), sino a las familias que por más de 5 años se echaron al hombro las marchas para solicitar una salida del cautiverio”.

No olvidarlos

Para Fabiola Perdomo, esposa del asesinado, Juan Carlos Narváez, “los diputados representan la entrega, sacrificio y lucha, y así quiero que los recuerden, más que una cifra, como aquellos que dieron sus vidas para que otros pudieran recobrar su libertad, para que el Gobierno y la guerrilla de las Farc se sentaran a dialogar y construir un acuerdo de fin al conflicto”.

Los relatos sobre lo sucedido no deben escatimar la barbarie de la que fueron víctimas su esposo y compañeros, considera, Luz Helena Grajales, quien acota que “toda Colombia se debe enterar de lo que sucedió durante el transcurso del secuestro hasta la muerte de los diputados, de cómo fueron los maltratos que recibieron, lo que les tocó padecer mientras estuvieron secuestrados, porque muchas veces ellos no solamente sufrían por lo que les hacía la guerrilla, sino también los familiares”.

Con “el Caso de la Asamblea tragedia y reconciliación”, el informe que hizo parte de la serie documental del mismo nombre, el CNMH, de tiempo atrás,  ha venido trabajando un proceso de memoria con las víctimas de la toma de la Asamblea y el asesinato de los secuestrados por parte de las Farc.

De igual manera, en abril pasado, la entidad presentó la exposición “Suenan por ti”, instalada en la sede de la Asamblea del Valle, en tributo a los diputados asesinados, Rufino Varela, Carlos Barragán, Jairo Javier Hoyos, Alberto Quintero, Juan Carlos Narváez, Edinson Pérez, Nacianceno Orozco, Carlos Charry, Francisco Giraldo, Ramiro Echeverry y Héctor Arismendy.

Así mismo, en la muestra se rinde homenaje al subintendente de la Policía, Carlos Alberto Cendales, así como a Walter López y Héctor Sandoval, conductor y camarógrafo de la cadena RCN, también víctimas en el hecho perpetrado por el grupo guerrillero.

Darío Acevedo, director del Centro Nacional de Memoria Histórica, apunta que “los diputados de la Asamblea del Valle asesinados son mártires de la democracia” y añade que “los colombianos no merecimos nunca tanto daño, tantas tragedias, tanto dolor, tanto sufrimiento, tantos millones de viudas, huérfanos y de hogares destruidos. “Terminamos siendo víctimas de paramilitares y guerrilleros que se solazaron con la tragedia”.

 

Palabras del director del CNMH, en apertura del Seminario de Archivos de DDHH, Memoria Histórica y Transparencia

Publicado 10 Oct 2019
Modificado por última vez en 10 Oct 2019

Apreciadas Señoras y Señores

Representantes del Gobierno Central, demás ramas Y organismos autónomos
Invitados internacionales
Entidades de La Rama Ejecutiva
Víctimas, organizaciones sociales Y sociedad civil.

Les damos la bienvenida al Primer Seminario de Archivos de Derechos Humanos, Memoria Histórica y Transparencia realizado por el CNMH

En primer lugar, quiero hacer un reconocimiento muy especial a la Doctora MARCELA INÉS RODRÍGUEZ, directora técnica de la unidad de Archivos y Derechos Humanos del CNMH, por su liderazgo y capacidad organizativa sin las cuales este evento no habría tenido lugar.

De igual manera, quiero agradecer a todas dependencias, directivos y funcionarios del CNMH que aportaron su esfuerzo a este proyecto.

Señoras y señores, Colombia es un país afectado por violencias de diversa naturaleza que han perjudicado su desarrollo económico, el bienestar y la seguridad de sus habitantes e incluso han puesto en entredicho sus tradiciones democráticas.

Sin embargo, nuestro país ha demostrado con creces una inmensa capacidad de resistencia y de superación frente a las desgracias vividas. A pesar de la gravedad innegable de acontecimientos trágicos ocurridos en las últimas décadas, nuestras gentes prosiguen sus vidas, encaran el dolor, realizan sus duelos y son capaces de seguir adelante. El nuestro, aunque no lo parezca, es un pueblo trabajador, honrado y emprendedor que no se arredra ante las dificultades.

Aunque no podemos negar que las violencias desatadas en el marco del conflicto armado entre el Estado y grupos armados ilegales, como guerrillas de inspiración comunista y socialista, paramilitares o autodefensas, bandas criminales y de narcotraficantes, dan la imagen de un país al borde del caos, en guerra civil, en el que sus habitantes se agreden por cualquier motivo, y del que hasta ciertos intelectuales dicen que “este un país de asesinos, edificado sobre la violencia”, lo cierto del caso es que las violencias que sufrimos no han involucrado a la mayor parte de la sociedad, no estamos divididos entre guerreristas o violentos y pacifistas pues la inmensa mayoría es pacífica, no ha militado en favor de unos u otros grupos armados ilegales.

Vale la pena que se tenga en cuenta y se reconozca que el estado colombiano habiendo reinstaurado la democracia en 1958 después de 5 años de interrupción, ha seguido un derrotero reformista y ajeno a experiencias dictatoriales o militaristas. Por ejemplo, el Frente Nacional durante el cual hubo algunas restricciones de tipo electoral fue útil en el restablecimiento de la paz y la convivencia entre liberales y conservadores, tuvo, además, una vigencia limitada a 16 años. Al final de este, el país inició un período de aperturas que refrescó la vida política y enriqueció los certámenes electorales.

Hacia fines de los años ochenta y comienzos de los noventa Colombia cambió su constitución política por una que aún nos rige y que fue bautizada como progresista y reconocedora de derechos fundamentales, así como la constitución de la paz. De manera casi simultánea se dio comienzo a una experiencia que incrementó el interés y la participación ciudadana en los destinos de sus localidades, me refiero a las elecciones para alcaldes y gobernadores.

Pero, este camino, que presento de modo muy ajustado, no estuvo exento de conflictos sociales, contradicciones profundas, enfrentamientos armados, surgimiento de grupos guerrilleros y paramilitares, cuestionamientos de la democracia. No es la ocasión para brindar interpretaciones acerca de una situación tan contradictoria que nos deja ver dos caras opuestas de una sociedad, por un lado, pujante, con niveles de crecimiento aceptables, sin grandes crisis financieras, con oportunidades y reformas, y de otra parte, el nacimiento y auge de organizaciones que pretendían la toma del poder por la vía de las armas.

Sin duda, el narcotráfico que surgió en los años setenta del siglo pasado y posteriormente tuvo un auge inusitado, se puede considerar como el factor más desestructurante del país, de los lazos sociales, de la institucionalidad, de la política, de la economía y de la cultura. Los opíparos recursos del dinero maldito circularon por todos los poros de la sociedad y cumplieron el papel de gasolina para el surgimiento y consolidación de los grupos armados ilegales de todo tipo.

El Estado colombiano que en principio prestó poca atención al fenómeno guerrillero corrigió esa actitud hacia fines de los años setenta cuando fue creada la primera Comisión de Paz. Luego, bajo la presidencia de Belisario Betancur se dio inicio a la búsqueda de una solución negociada del conflicto armado entre el Estado y los grupos guerrilleros. Desde entonces, todos los presidentes han proseguido en esta política, unos con mayor éxito que otros. La estrategia negociadora del estado colombiana no ha sido, en mi parecer, suficientemente reconocida por organismos y agencias multilaterales y de derechos humanos.

Los gobiernos colombianos no han negado la existencia de una realidad que ha motivado la mirada de organismos internacionales. Me refiero al problema que hoy nos sigue preocupando y que es, en parte, motivo de este evento, la violación en materia grave de los derechos humanos por parte de agentes del estado. El asunto estuvo y aún lo está, orientado a ubicar como único o principal responsable al estado colombiano no obstante que la mayor parte de la culpa de las atrocidades ha corrido por cuenta de los grupos armados ilegales.

Desde los años ochenta y hasta el presente, el Estado colombiano ha respondido al clamor justificado de la opinión nacional e internacional por el respeto de los Derechos Humanos creando entidades que incorporan en sus misiones la defensa, promoción y respeto de los Derechos Humanos. También ha aceptado, a pesar de muchos fallos injustos, las sanciones de cortes internacionales y ha procedido a reparar a las víctimas y a sus familiares por las violaciones.

Quiero resaltar, en síntesis, dos hechos positivos del estado colombiano que hablan bien de su proceder en el contexto de este conflicto armado y de tantas atrocidades sufridas por diversos sectores de la población. De un lado, la persistencia en la política de buscar una solución negociada con grupos armados ilegales, aún al precio de sacrificar una buena dosis de justicia, y de otro, la implantación de políticas en materia de derechos humanos que cruzan distintas instancias y entidades de la vida nacional como la escuela, las Fuerzas Militares, los Medios, los órganos de la Justicia, el Congreso, los partidos políticas, las iglesias. No nos hemos librado totalmente de los males de las violencias y de la violación de los derechos fundamentales por parte de los grupos ilegales, pero nuestra sociedad, nuestro estado y los distintos gobiernos han ido fortaleciendo, legitimando y posicionando los derechos humanos como fundamento esencial de nuestra convivencia.

Ahora bien, el Centro Nacional de Memoria Histórica creado en 2011 por la Ley de Víctimas 1448 tiene como una de sus misiones la de recuperar, acopiar, clasificar, resguardar y proteger los archivos de las organizaciones de víctimas que les han sido entregados en calidad de préstamo o donación y con dicho material forjar una política de derechos humanos en interrelación con otras entidades estatales.

En el marco normativo vigente, los denominados archivos de derechos humanos, comprenden agrupaciones documentales de diversas naturaleza, fechas y soportes materiales, reunidas o preservadas por personas, entidades públicas o privadas, del ámbito nacional e internacional, y cuyos documentos testimonian y contribuyen a caracterizar las graves violaciones a los Derechos Humanos, las infracciones al Derecho Internacional Humanitario y los hechos relativos al conflicto armado interno, así como sus contextos, referidos a:

  1. Graves violaciones a los derechos humanos e infracciones el Derecho Internacional Humanitario.
  2. Acciones institucionales derivadas de la denuncia de tales violaciones o de la reclamación de medidas de atención humanitaria y de las reparaciones materiales y simbólicas.
  3. El contexto local, regional o nacional, del desarrollo del conflicto y sus impactos diferenciados en la población.
  4. Perpetradores de las violaciones a los Derechos Humanos e Infracciones al DIH y su modus operandi.
  5. Acciones de exigibilidad de garantía a los derechos humanos de parte de la sociedad y de las víctimas.
  6. Respuestas institucionales frente a las violaciones a los derechos humanos o de la reclamación de las reparaciones.
  7. Modos de vida, proyectos familiares, sociales, políticos y comunitarios afectados por la dinámica del conflicto armado interno.

En este contexto, el archivo personal de un líder social desaparecido, el archivo de una ONG que busca cooperar con la paz del país, los archivos de las entidades públicas o privadas que tienen en su función el ejercicio de los derechos humanos, son fundamentales para reconstruir la memoria histórica del conflicto armado interno de Colombia.

Por lo anterior, en el marco de la construcción participativa que se viene trabajando en el Centro Nacional de Memoria Histórica y, en particular desde la Dirección de Archivo de los Derechos Humanos, en cumplimiento de las disposiciones de la Ley 1448 de 2011 y decretos reglamentarios y complementarios, se han creado instrumentos que reconocen la importancia de los archivos de Derechos Humanos en el país, como lo son el Registro Especial de Archivos de derechos Humanos y Memoria Histórica, el Protocolo de Gestión Documental y el Archivo Virtual de Derechos Humanos, Memoria Histórica y Conflicto, encargados de reconocerles la importancia a estos archivos como herramienta fundamental contra la impunidad y la garantía de derechos para las víctimas.

Para llevar a cabo el desarrollo de estos instrumentos, el Centro Nacional de Memoria Histórica, reafirma su interés de trabajar en acciones para el fortalecimiento de la Gestión documental en materia de archivos de derechos humanos, memoria histórica y transparencia, para dar cumplimiento a la ley de víctimas y a sus decretos reglamentarios y, de esta manera, dar continuidad a las acciones programadas, entre ellas, la jornada que hoy nos convoca.

Realizar el Primer Seminario de Archivos de Derechos Humanos, Memoria Histórica y Transparencia es de gran importancia para todos los participantes en este evento, por cuanto permitirá interpretar y comprender criterios, normas técnicas, jurídicas y la metodología requeridas para hacer efectiva la creación, organización, transferencia, conservación de los archivos de derechos humanos basados en la  correcta aplicación de las normas y el cumplimiento de la Ley de Víctimas (1448 de 2011) y la Ley General de Archivos (594 de 2000).

De la misma forma, es importante enunciar que en lo concerniente al Registro Especial de Archivos de derechos Humanos y Memoria Histórica, el Protocolo de Gestión Documental y el Archivo Virtual de Derechos Humanos, Memoria Histórica y Conflicto, en el Centro Nacional Memoria Histórica esperamos contar con su apoyo para su fortalecimiento y actualización.

En relación con el Registro Especial de Archivos de derechos Humanos y Memoria Histórica, que inició su implementación el año 2015, al día de hoy, se han elaborado más de 2.546 registros de archivos, en 26 departamentos y 342 municipios, lo cual muestra un universo incipiente frente a la meta fijada como país.

Sobre el Protocolo de Gestión Documental, oficializado a través de la Resolución 031, del 6 de febrero de 2017, es un documento de vital importancia por cuanto cumple con las disposiciones de la Ley 1448 de 2011, que establece los criterios y las medidas que se deben seguir para la identificación, protección, y garantías de acceso a la información de archivos de derechos humanos, memoria histórica y conflicto armado.

Finalmente, para dar inicio a la presentación de los expositores, desde el CNMH queremos comunicarles que continuamos trabajando en la perspectiva de proteger, preservar y poner al servicio de la sociedad los diferentes documentos, archivos, testimonios y, en general, todos los documentos e informaciones que integran el Archivo de Derechos Humanos con el que hoy cuenta el CNMH y con el objeto de avanzar en la garantía del derecho a la verdad, del que son titulares las víctimas. Continuamos nuestra labor de registro, acopio, custodia, preservación y protección de los diferentes documentos que puedan aportar a la comprensión de lo que nos ha pasado como sociedad en estos más de 50 años de conflicto.

A ustedes, todo nuestro agradecimiento por acompañarnos en esta jornada y cuenten con nuestra asistencia en pro de fines comunes como son la protección y salvaguarda de los archivos y de aquellos relacionados con los derechos humanos.

DARÍO ACEVEDO CARMONA
Director General
Centro Nacional de Memoria Histórica
Bogotá, D.C., 9 de octubre de 2019

Para mayor información, lo invitamos a visitar el micrositio del Seminario de Archivos de Derechos Humanos: Memoria histórica y transparencia.
 

El Museo de Memoria de Colombia llega a Cúcuta

Publicado 27 Sep 2019
Modificado por última vez en 27 Sep 2019

  • • Cúcuta recibe la instalación del Museo de Memoria de Colombia en el marco de Juntos Aparte, la segunda versión del encuentro internacional de arte, pensamiento y fronteras.

  • • Con esta apuesta, el Museo de Memoria de Colombia busca unirse a una gran conversación sobre tránsito y migraciones en la frontera colombo-venezolana.

  • • La exposición estará abierta del 28 de septiembre al 16 de noviembre, de lunes a viernes de 8 am a 12 pm y de 2pm a 7pm. Sábados hasta el mediodía. Entrada gratis.

Desde el 28 de septiembre al 16 de noviembre, el Museo de Memoria de Colombia abre sus puertas en Cúcuta para recordar las historias de vida de quienes han tenido que migrar por la frontera colombo-venezolana. Esta instalación busca ser un escenario para el encuentro, en donde todos podamos plasmar nuestros recuerdos a través del dibujo, la costura y la pintura. Queremos conocer las memorias detrás de un plato, las preparaciones gastronómicas que han pasado de generación en generación, rescatar aquellos platos que nos hacen sentir en casa. ¿Qué plato te recuerda tu hogar? ¿Cuáles son los ingredientes y los pasos para prepararlo? ¿Qué emociones te evoca? La instalación será una casa que entre todos podremos construir con nuestros recuerdos.

La biblioteca Julio Pérez Ferrero será la sede principal. Con otros edificios y lugares emblemáticos, la biblioteca complementa el circuito de arte creado para la segunda edición de Juntos Aparte, la versión en Colombia de la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de América del Sur (Bienalsur).

Al ser Cúcuta la frontera más dinámica de América Latina y ante la crisis migratoria vista con mayor intensidad en los últimos años, se hace necesario compartir las historias de violencia y dolor, pero ante todo de dignidad y fortaleza que ha dejado el conflicto armado.El eje central son las millones de víctimas, personas y comunidades que han sido vulneradas durante muchos años, pero que aún en silencio han construido caminos de paz y esperanza.

Rafael Tamayo, director del Museo de Memoria de Colombia, resalta la importancia de participar en este tipo de eventos: “Es una oportunidad para que las personas comprendan y apropien las acciones culturales, artísticas y de memoria como expresiones de paz. Es la primera vez que el Museo llega a Cúcuta y esperamos sea el inicio de un intercambio permanente con las iniciativas y proyectos de una ciudad tan importante para nuestro país”.

Dos actividades marcarán el paso del Museo por Cúcuta: la primera será la Caravana Juntos Aparte, que inicia el sábado 28 de septiembre a las 6:00am desde el Puente Internacional Simón Bolívar hasta el Centro Cultural Quinta Teresa, donde tendrá lugar un acto poético. Se harán varios performances a lo largo del trayecto y el Museo de Memoria de Colombia estará acompañado por una obra artística, hecha por el artista local Jeider Sánchez, que será posteriormente instalada en la Biblioteca.

La segunda se tratará de un evento el día 2 de octubre a las 6:30 pm en la biblioteca Julio Pérez Ferrero que buscará acercarse a la memoria sensorial más íntima de los participantes a través de la música y la comida. Una memoria que cambia cuando debemos migrar a otro lugar por un mejor futuro. “Vivir en la frontera: arte y gastronomía” quiere ser un espacio en el que reconozcamos las tensiones, miedos, anhelos y nostalgias que guardan los alimentos, pero que al tiempo nos unen con las demás personas.

Durante esta última experiencia multisensorial, Jacobo Sharon, quien viene del Catatumbo, participará con la preparación de un postre típico de la región elaborado con ingredientes que se han ido perdiendo por la expansión de los monocultivos en la zona. Laura Sierra, cucuteña de nacimiento pero venezolana de corazón, compartirá el plato con el que  ha unido a su familia en los momentos más difíciles. Finalmente, nos acompañará Camila Rangel, líder de los talleres de costura y tejido en Villa del Rosario, para compartir la experiencia del tejido en la frontera. El inicio estará a cargo de la agrupación 5ta con 5ta Crew, que a través del hip hop, el grafiti y el breakdance le ha apostado a la convivencia y al desarrollo comunitario en la región de Norte de Santander.

El Museo de Memoria de Colombia es un escenario vivo, abierto, incluyente y participativo para las víctimas y la sociedad en general, que aporta a la consolidación del papel de la memoria histórica como derecho y patrimonio público, reconociendo la pluralidad de las memorias del conflicto armado y promoviendo una cultura democrática para la no repetición.


Para mayor información

Laura Angélica Cerón
Comunicaciones Museo de Memoria de Colombia
301 706 3841
laura.ceron@cnmh.gov.co

 

Lanzamiento: “Detrás del uniforme”

Publicado 05 Nov 2019
Modificado por última vez en 07 Nov 2019

¿Qué se siente ser parte del conflicto? ¿Por qué muchos militares no se atreven a relatar sus memorias? ¿Cuáles son los sueños y anhelos de los soldados en medio de la violencia? A estas preguntas responde el especial transmedia, del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), “Detrás del uniforme”, un trabajo basado en las narrativas y memorias de aquellos soldados que nos compartieron sus experiencias de gratitud por el Ejército, pero también de esos momentos difíciles.

“Detrás del uniforme” hace parte de la serie de trabajos hechos desde 2014 por el CNMH con víctimas de la fuerza pública y surge como respuesta a esas historias de recuerdos íntimos de soldados, suboficiales y oficiales fuera y dentro de sus áreas de operaciones.

Este es un especial que nos permitió conocer desde distintas conversaciones, en los batallones de Villavicencio (Meta), de Florencia (Caquetá) y Tolemaida, que para estos militares era la primera vez que hablaban de sus vivencias. Por ejemplo, la vida de Elizabeth Vélez, oficial herida en combate.

De igual forma es el reconocimiento a las memorias de los hombres y mujeres que están detrás del uniforme, como Wilson Roa quien fue abandonado por su mamá en San José del Guaviare cuando tenía 5 años de edad (ella lo arrojó a un río); a los 7 –porque su madrastra lo humillaba y lo golpeaba con objetos– huyó de la casa y comenzó una travesía que terminó una década después, cuando un amigo le propuso prestar servicio militar.

“Yo sentía que mi vida iba a medias en todo y pensé que siendo soldado algo podría cambiar”, dice el soldado profesional hoy pensionado de la fuerza pública.

Estas son historias que reflejan las marcas de la violencia, vista desde los integrantes de la fuerza pública. Una oportunidad para tejer caminos más allá de las cifras, para construir, por medio de sus relatos, la humanización del conflicto.

“Detrás del uniforme resume el corazón del conflicto en Colombia. Se habla de la soledad y del silencio ante la muerte, de los recuerdos antes de empuñar un fusil, del honor de vestir el camuflado y de los anhelos por volver a casa”, explica el especial que estará disponible en la web del CNMH y en una cartilla impresa.

El evento de lanzamiento contará con la presentación de varios militares, sus historias de vida y la explicación de cómo se forjó la construcción de este trabajo. Además presentaremos apartes de la multimedia.

Lanzamiento Detrás del uniforme

Hora: 5:00 p.m.
Fecha: 6 de noviembre
Lugar: HotelTequendama, salón Monserrate, Carrera 10 #26 – 21, Bogotá
* Entrega gratuita hasta llenar aforo – Entrada libre

 

Bogotá y Medellín se unen por la memoria histórica como elemento de estudio en las escuelas

Publicado 12 Nov 2019
Modificado por última vez en 19 Nov 2019

Estudiantes de Medellín presentando sus iniciativas de memoria en la Fiesta del Libro y la Cultura de Medellín 2019.

Estudiantes y docentes de grados décimo y once de ambas ciudades presentarán los resultados de iniciativas escolares interdisciplinarias que han venido desarrollando durante el 2019.

Las iniciativas escolares de memoria histórica serán el puente que entre el 14 y el 16 de noviembre unirá a Bogotá y Medellín. En ambas ciudades se realizarán muestras destinadas a presentar los resultados de trabajos escolares de estudiantes de grados décimo y once que han incorporado a sus ejercicios de clase la Caja de Herramientas: un viaje por la memoria histórica, diseñada por el Equipo de Pedagogía del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH).

La actividad de Medellín, denominada Segunda muestra creativa de experiencias en pedagogía de la memoria, se realizará el jueves 14 de noviembre en las instalaciones del Centro de Innovación del Maestro (MOVA), mientras que la Muestra de iniciativas escolares de memoria histórica de Bogotá será el sábado 16 del mismo mes en el Hotel Tequendama.

“Estas muestras darán cuenta de las reflexiones de los estudiantes sobre la memoria histórica del conflicto armado desde distintos lenguajes, mostrando cómo el análisis sobre el pasado adquiere relevancia y significado en contextos puntuales”, afirmó María Andrea Rocha, Líder del Equipo de Pedagogía CNMH, quien además explicó que “cada ciudad, e incluso cada institución educativa, vivió procesos y recorrió caminos diferentes aunque todas hayan trabajado con la Caja de Herramientas: un viaje por la memoria histórica como un referente”.

Las iniciativas escolares de memoria son el resultado del trabajo interdisciplinario y transversal que hacen estudiantes y docentes de los grados décimo y once del país, quienes incorporan la memoria histórica, a partir de los casos puntuales de Portete y El Salado, en clases como ciencias sociales, ética, danza, artes plásticas, música, deportes y filosofía.

Según expresó el profesor Elkin Ospina, de la Institución Educativa Juan de la Cruz Posada de Medellín “esa transversalidad es la que permite resultados tan diversos, pues los estudiantes no solo aprenden los conceptos en clases de democracia, derechos humanos y ciudadanía, sino que se ven obligados a reinterpretar, analizar y empatizar con el conflicto armado y sus víctimas a través de distintas formas de expresión como la pintura, fotografía, video, poesía, artes plásticas y el performance, la danza y cualquier otro medio artístico”.

En el caso de Bogotá una de las iniciativas que llama la atención es el Museo Escolar de Memoria Histórica del Colegio La Giralda, ubicado en el barrio de Las Cruces, donde los estudiantes y docentes llevan varios “años explorando estrategias que les permitan expresar, sensibilizar y transformar a partir de las experiencias propias de los estudiantes y sus interacciones con la comunidad, pues existen muchos estigmas y barreras invisibles frente a quienes viven en este barrio”, dijo la profesora Nydia Pérez.

De hecho, desde La Giralda y su Museo Escolar van a presentar iniciativas que fusionan la tecnología mediante el uso de dispositivos móviles con las reflexiones de los estudiantes a través del performance. En palabras de la profesora de danzas Laura Alejandra Suárez, “se trata de una pieza de baile en tres actos inspirada en las comunidades Wayuu de Portete y la forma en que fueron victimizadas: utilizaremos elementos de la danza contemporánea para despertar en los estudiantes sensaciones que los llevarán a reflexionar acerca de estos sucesos y su aporte como colombianos para la construcción de paz”.

En total, las dos ciudades presentarán más de 30 iniciativas escolares, que en el caso de Medellín integrarán a municipios como Carepa, Rionegro, Abejorral, Heliconia, San Vicente, Itagüi y Bello; mientras en Bogotá la actividad se realizará con los colegios de la Alianza Educativa.

 

Álbumes familiares de Bojayá: para siempre recordar a las víctimas

Publicado 18 Nov 2019

  • •El Centro Nacional de Memoria Histórica, entregó 40 piezas que compendian información genealógica de núcleos y parentescos de las personas que murieron en la masacre de mayo de 2002, a partir de relatos familiares.  Estas piezas se produjeron con el apoyo del Programa de Alianzas para la Reconciliación (PAR) de ACDI VOCA / USAID, quienes, además apoyaron la realización del mural en homenaje a los niños y niñas víctimas del hecho violento.

  • •Este proceso, en el que se trabajó durante más de dos años con las comunidades, es un componente de reparación simbólica y es emblemático dentro de la reconstrucción de memoria en el país.

Tal y como lo solicitó la comunidad de Bojayá, dentro del proceso de reparación simbólica, componente adicional al compromiso de exhumación que se adelantaba desde 2015 con Fiscalía y con Medicina Legal, el Centro Nacional de Memoria Histórica, CNMH, entregó a habitantes de ese municipio del Chocó colombiano, este domingo, 17 de noviembre, 40 álbumes familiares.

Los álbumes, que fueron entregados a las familias en cajas de madera, contienen imágenes y relatos de cada una de las víctimas de la masacre, y fueron producidos con apoyo del Programa de Alianzas para la Reconciliación de ACDI VOCA / USAID y se trabajaron con la metodología de encuentros familiares, encuentros permanentes de investigadores, gestores locales de memoria, diseñadores y parientes, un trabajo mancomunado.

En la construcción de las piezas, que se constituyen en un nodo para tramitar el dolor de la comunidad, se destaca la labor del Comité por los Derechos de las Víctimas, gestores locales de memoria y el equipo local de Comunucaciones.

Según Tania Helena Gómez, del equipo de Enfoque Étnico del CNMH, estas piezas permiten recordar a los familiares fallecidos, reconstruir sus historias de vida, el árbol familiar, genialógico de madres, abuelos, tíos, historias de vida conmemorativas en homenaje a las personas que fallecieron en la masacre.

“Los álbumes se vuelven un referente para las nuevas generaciones de bojaceños que no conocieron a sus padres, abuelos, tíos. Es la forma de darles a conocer a las nuevas generaciones, lo sucedido”, explica.

El CNMH se comprometió con la elaboración de las Historias de Vida y Albumes Familiares como parte de todo el Sistema Nacional de Atención y Reparación a las víctimas, para ser, también, parte de este proceso en lo que tiene que ver con la repacion simbólica de las víctimas de Bojayá.

Gómez, añade que “la comunidad de Bojayá había enterrado los muertos, en su momento, en fosas comunes, pero tenía la necesidad de darles cristiana sepultura con el ritual mortorio propio de la comunidad afro del Atrato y por eso  inició este proceso de exhumación y reconocimiento de familiares fallecidos, el cual terminaría en la posterior entrega digna de los cuerpos, inhumación y despedida espiritual de las víctimas de la masacre del 2 de mayo de 2002 en la iglesia”.

Igualmente, el CNMH respondiendo a las solicitudes de la comunidad y a los compromisos asumidos en las Asambleas, realizó recientemente junto con habitantes de Bellavista y Pogue, un mural en homenaje a los niñas y niños fallecidos en la masacre, y reconstruyó un mural de la memoria muy significativo para la comunidad elaborado en el 2004 en la Escuela de Bellavista viejo.

 

¡Que cese la violencia contra los pueblos indígenas!

Publicado 18 Nov 2019
Modificado por última vez en 26 Nov 2019

  • • Según la Organización Nacional Indígena, 136 indígenas han sido asesinados en el último año y medio. Los pueblos Nasa, Awá, Senú, Kamëntsá, Emberá y los pertenecientes a la Sierra Nevada de Santa Marta, son algunos de los que se han visto más amenazados por acciones violentas e intimidaciones.

  • • Desde el pasado 29 de octubre hasta la fecha, se ha registrado el asesinato de 20 hombres y mujeres indígenas.

  • • Además de asesinatos, los pueblos indígenas hoy se enfrentan a dinámicas de confinamiento, desplazamiento y desaparición que han sido advertidas por diferentes entidades como la Defensoría del Pueblo y la Procuraduría General de la Nación.

A propósito de los recientes hechos contra integrantes de los pueblos indígenas, el Centro Nacional de Memoria Histórica expresa:

Tal y como lo hemos aprendido de autoridades tradicionales como Gil Farekatde, del pueblo Murui, es importante que “endulcemos la palabra”, es decir, que todo lo hagamos con el corazón dulce y con estimación al otro. Consideramos que este es el camino oportuno para que entre todos construyamos un país en paz que reconoce su diversidad.

Reiteramos la necesidad de que se respete el rol que ejercen líderes, lideresas y autoridades tradicionales, ya que ellos -en especial-, son primordiales en la preservación de los saberes y principios propios de los pueblos indígenas: unidad, territorio, cosmogonía, autonomía y cultura.

De esta forma, hacemos un llamado a las entidades del Estado respectivas para que cada uno de estos casos sean investigados con el mayor rigor posible, se identifique a los responsables y se tomen los correctivos necesarios para que líderes y lideresas de derechos humanos no se vean sometidos a ninguna clase de intimidación y violencia por la labor que realizan.

También llamamos a los organismos y organizaciones de Derechos Humanos para que, en trabajo conjunto con las entidades del gobierno, acompañen a estas poblaciones para garantizar su protección, seguridad y su derecho a la vida.

La Organización Nacional Indígena de Colombia y el CNMH están próximos a lanzar el informe “Tiempos de Vida y Muerte: Memorias y Luchas de los Pueblos Indígenas en Colombia”, el primer informe nacional de memoria histórica de los diversos pueblos indígenas del país, que recoge sus experiencias, memorias y afectaciones sufridas en la larga duración de conflicto, y que surgió con el objetivo -entre otros- de que las violencias contra sus pueblos cesen.

Proteger la vida de los pueblos indígenas, nuestros más antiguos ancestros, es un deber urgente, ellos no tendrían por qué estar sometidos a las lógicas y conflictividades ajenas a sus cosmogonías.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Gran acogida tuvo durante la Semana las presentaciones los informes de Pueblos indígenas, Cuantitativo del paramilitarismo y Ser marica en medio del conflicto.

 Lizeth Sanabria


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El Museo de Memoria de Colombia llega a Cúcuta

Noticia

Autor

Mauricio Ramírez Vásquez

Fotografía

Mauricio Ramírez Vásquez

Publicado

27 Sep 2019


El Museo de Memoria de Colombia llega a Cúcuta

  • Cúcuta recibe la instalación del Museo de Memoria de Colombia en el marco de Juntos Aparte, la segunda versión del encuentro internacional de arte, pensamiento y fronteras.

  • Con esta apuesta, el Museo de Memoria de Colombia busca unirse a una gran conversación sobre tránsito y migraciones en la frontera colombo-venezolana.
  •  La exposición estará abierta del 28 de septiembre al 16 de noviembre, de lunes a viernes de 8 am a 12 pm y de 2pm a 7pm. Sábados hasta el mediodía. Entrada gratis.

Desde el 28 de septiembre al 16 de noviembre, el Museo de Memoria de Colombia abre sus puertas en Cúcuta para recordar las historias de vida de quienes han tenido que migrar por la frontera colombo-venezolana. Esta instalación busca ser un escenario para el encuentro, en donde todos podamos plasmar nuestros recuerdos a través del dibujo, la costura y la pintura. Queremos conocer las memorias detrás de un plato, las preparaciones gastronómicas que han pasado de generación en generación, rescatar aquellos platos que nos hacen sentir en casa. ¿Qué plato te recuerda tu hogar? ¿Cuáles son los ingredientes y los pasos para prepararlo? ¿Qué emociones te evoca? La instalación será una casa que entre todos podremos construir con nuestros recuerdos.

La biblioteca Julio Pérez Ferrero será la sede principal. Con otros edificios y lugares emblemáticos, la biblioteca complementa el circuito de arte creado para la segunda edición de Juntos Aparte, la versión en Colombia de la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de América del Sur (Bienalsur).

Al ser Cúcuta la frontera más dinámica de América Latina y ante la crisis migratoria vista con mayor intensidad en los últimos años, se hace necesario compartir las historias de violencia y dolor, pero ante todo de dignidad y fortaleza que ha dejado el conflicto armado.El eje central son las millones de víctimas, personas y comunidades que han sido vulneradas durante muchos años, pero que aún en silencio han construido caminos de paz y esperanza.

Rafael Tamayo, director del Museo de Memoria de Colombia, resalta la importancia de participar en este tipo de eventos: “Es una oportunidad para que las personas comprendan y apropien las acciones culturales, artísticas y de memoria como expresiones de paz. Es la primera vez que el Museo llega a Cúcuta y esperamos sea el inicio de un intercambio permanente con las iniciativas y proyectos de una ciudad tan importante para nuestro país”.

Dos actividades marcarán el paso del Museo por Cúcuta: la primera será la Caravana Juntos Aparte, que inicia el sábado 28 de septiembre a las 6:00am desde el Puente Internacional Simón Bolívar hasta el Centro Cultural Quinta Teresa, donde tendrá lugar un acto poético. Se harán varios performances a lo largo del trayecto y el Museo de Memoria de Colombia estará acompañado por una obra artística, hecha por el artista local Jeider Sánchez, que será posteriormente instalada en la Biblioteca.

La segunda se tratará de un evento el día 2 de octubre a las 6:30 pm en la biblioteca Julio Pérez Ferrero que buscará acercarse a la memoria sensorial más íntima de los participantes a través de la música y la comida. Una memoria que cambia cuando debemos migrar a otro lugar por un mejor futuro. “Vivir en la frontera: arte y gastronomía” quiere ser un espacio en el que reconozcamos las tensiones, miedos, anhelos y nostalgias que guardan los alimentos, pero que al tiempo nos unen con las demás personas.

Durante esta última experiencia multisensorial, Jacobo Sharon, quien viene del Catatumbo, participará con la preparación de un postre típico de la región elaborado con ingredientes que se han ido perdiendo por la expansión de los monocultivos en la zona. Laura Sierra, cucuteña de nacimiento pero venezolana de corazón, compartirá el plato con el que  ha unido a su familia en los momentos más difíciles. Finalmente, nos acompañará Camila Rangel, líder de los talleres de costura y tejido en Villa del Rosario, para compartir la experiencia del tejido en la frontera. El inicio estará a cargo de la agrupación 5ta con 5ta Crew, que a través del hip hop, el grafiti y el breakdance le ha apostado a la convivencia y al desarrollo comunitario en la región de Norte de Santander.

El Museo de Memoria de Colombia es un escenario vivo, abierto, incluyente y participativo para las víctimas y la sociedad en general, que aporta a la consolidación del papel de la memoria histórica como derecho y patrimonio público, reconociendo la pluralidad de las memorias del conflicto armado y promoviendo una cultura democrática para la no repetición.


Para mayor información

Laura Angélica Cerón
Comunicaciones Museo de Memoria de Colombia
301 706 3841
laura.ceron@cnmh.gov.co

 


Biblioteca Julio Pérez Ferrero, Centro Nacional de Memoria Histórica, Cúcuta, Darío Acevedo Carmona, Museo de Memoria de Colombia

“Hay que tener un museo conectado con las exigencias actuales”, una conversación con Francisco Estévez

Noticia

Autor

Diana Gamba

Fotografía

Diana Gamba

Publicado

3 Oct 2019


“Hay que tener un museo conectado con las exigencias actuales”, una conversación con Francisco Estévez

Hablamos con Francisco Estévez, director del Museo de Memoria y los Derechos Humanos de Chile, sobre la creación y apropiación de uno de los lugares de memoria más importantes de Latinoamérica, luego de casi 10 años de su inauguración.


Francisco Estévez, director del Museo de Memoria y los Derechos Humanos de Chile, acompañó la instalación que el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) tuvo en la Fiesta del Libro de Medellín. Este espacio, compartido con el Museo Casa de la Memoria de Medellín, amplió las reflexiones sobre creación y protección de la memoria histórica en Colombia y Latinoamérica desde distintos ámbitos: periodísticos, educativos, culturales, artísticos y museísticos.

En una charla junto a Rafael Tamayo, director del Museo de Memoria de Colombia, y Catalina Sánchez, directora del Museo Casa de la Memoria de Medellín, Estévez compartió nuevas miradas frente a la construcción de memoria. Bajo su dirección, el Museo de Memoria y los Derechos Humanos de Chile ha tomado como bandera la visibilización y protección de las víctimas que dejó la dictadura y ha buscado convertirse en un espacio donde las luchas actuales de la sociedad chilena puedan ser leídas bajo una mirada crítica. Aquí compartimos sus reflexiones.

¿Cómo surge la necesidad de crear un museo de memoria en Chile?

El museo se crea a partir de los informes de las comisiones de verdad y reconciliación, que se elaboran con el objetivo de contribuir al esclarecimiento de las principales violaciones de los derechos humanos cometidas entre el 11 de septiembre de 1973 y el 11 de marzo de 1990. Estos informes cuentan con mucho detalle cómo ocurrió la represión en esos años, se identifican también las víctimas y se señalan las circunstancias de su ejecución o desaparición. Los informes establecen una verdad transversalmente aceptada, no unánime, de lo que pasó en esos años, y casi como una recomendación de estos informes surge la necesidad de construir un museo de la memoria. Empieza su construcción en el 2008 y termina 2010, desde entonces ya han pasado diez años.

¿Cómo se ha apropiado la ciudadanía del Museo?

Considerando que Chile tiene menos población que Colombia (18 millones vs. 49 millones), recibimos al año 200.000 personas. Para Chile es bastante y su número incrementó a partir de una ofensiva negacionista que hubo contra el Museo. Eso afirmó la necesidad de su existencia. Un tercio son estudiantes de distintos liceos y colegios, el otro tercio son turistas, particularmente de América Latina, y la otra parte es público general.

¿Cómo logra el Museo en Chile que la gente sienta empatía por las historias presentes en él?

El Museo es un lugar de mediación con el derecho a la memoria que tienen todos los ciudadanos. Para mí la clave de la empatía es que la persona sienta que tiene el derecho natural de hacer uso de la memoria y sentirse dueño, no materialmente, sino simbólicamente del lugar donde está. Esa, a mí juicio, es la base de la empatía.

¿Cómo alcanza su legitimidad el Museo de Chile?

A nivel parlamentario se acaba de formar un grupo de amistad parlamentaria con el Museo. En él hay de todas las posiciones políticas. También hay una buena relación con los ministerios y no es fácil porque este es un museo que podría vincular más a la oposición respecto al actual gobierno. Sin embargo, entendemos que este museo debe estar situado más allá de ese conflicto y es la identidad de la memoria y la prioridad de la defensa de los Derechos Humanos y de la democracia. Hay otras formas de lograr legitimidad y es reconocer a las personas que visitan el Museo como ciudadanos de la memoria.

El relato que cuenta el Museo en Chile parte de un consenso. ¿Ese relato puede llegar a cambiar con el tiempo o es algo fijo que a partir de ahí marca otras perspectivas?

Tiene que cambiar porque el relato también está situado históricamente. Lo que no cambia es la identificación de las víctimas y de las violaciones a los derechos humanos que se cometieron en relación a esas víctimas. El relato tiene que introducir nuevas perspectivas, va tomando elementos del tiempo presente que son indispensables para que el Museo tenga también un significado de actualidad.

Por ejemplo, ante la emergencia del movimiento feminista de América Latina y el mundo surge la pregunta: ¿De qué modo está verdaderamente visibilizada la lucha de las mujeres en el corazón de la democracia y los derechos humanos? Durante la marcha de ‘Ni una menos’ vi el lienzo de los familiares de ejecutados políticos, liderado principalmente por mujeres que pertenecen a esa agrupación de familiares. Eso demuestra que su demanda como familiares de víctimas de la dictadura también tiene diálogo presente y actual con las demandas feministas. Eso te obliga a tener un museo conectado con las exigencias actuales y te obliga a repensar también la muestra.

¿Cómo trabaja el Museo con otros lugares de memoria de Chile?

Si uno recorre el país se encuentra muchos lugares y sitios de memoria. Eso es un desafío porque un museo de la memoria solo se puede entender en red. Un sitio muy emblemático es lo que se conoce como Villa Grimaldi, hoy día Parque por la Paz, ubicado en la zona oriente de la ciudad de Santiago. El presidente de ese sitio de memoria es integrante del directorio del Museo. Entonces, sí hay líneas de cooperación para hacer exposiciones; es una relación que debe construirse, que no estaba de por sí, pero es indispensable ver que la memoria es una, que se construye socialmente y que se construye más allá de las individualidades y de los intereses de una u otra institución.

¿Qué va a ocurrir con la construcción del Museo de la Democracia, que busca contar otro relato distinto al del Museo de Memoria y los Derechos Humanos?

Sí existió por parte del gobierno actual la idea de un museo de la democracia y no sé cómo se va a concretar. Es complejo, porque quienes proponen ese museo lo que buscan es justificar el golpe. Decir que había una crisis tan grande durante la democracia en Chile, con el gobierno de Allende, que el golpe fue inevitable. También quieren hablar de la recuperación de la democracia, pero entonces, ¿cómo van hablar de la democracia saltándose todo el período de la dictadura? Las contradicciones están.

¿Cómo han hecho al interior del Museo para defender los derechos humanos cuando existen posiciones políticas que pueden estar en contra de este relato?

No hay una receta, pero sí hay una visión y es que esta no es cualquier memoria, es una memoria que está en diálogo con la democracia y los derechos humanos. Sí hay personas que no tienen una posición democrática o que relativizan la importancia de los derechos humanos. Lo que nos interesa es convocar a aquellas personas para quienes la democracia y los derechos humanos son importantes y no importa la posición política que tengan, si es de centro o es de derecha o izquierda.

¿De qué forma dialoga el Museo con las nuevas generaciones?

Un dato importante es que el Museo está vinculado a la malla curricular. Cuando estudian historia hablan también de derechos humanos y voluntariamente muchos profesores deciden traer a sus estudiantes al Museo. Un componente clave del Museo es la educación y como en general los profesores tienen una conciencia más crítica informan en el colegio que desean ir al Museo de la Memoria. Hay distintas formas: conciertos, actividades que la gente puede encontrar para relacionarse con el Museo y el Museo es hoy en día una institución social muy reconocida.

 


Francisco Estévez, Museo Casa de la Memoria de Medellin, Museo de Memoria de Colombia, Museo de Memoria y los DDHH de Chile, Rafael Tamayo

Museos para la reconciliación: comunidades, pedagogías y memorias

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

03 Oct 2019


Museos para la reconciliación: comunidades, pedagogías y memorias

A las 10 de la mañana del 2 de mayo de 2002, un cilindro-bomba lanzado por
la antigua guerrilla de las Farc perforó el techo de la iglesia San Pablo
Apóstol, en Bojayá. En el lugar se refugiaban centenares de personas. El
resultado: 79 fallecidas (48 de ellos niños y niñas), alrededor de 100
lesionados, el desplazamiento de 1.744 familias y grandes fracturas sociales.

El Consejo Internacional de Museos (ICOM), el Centro Nacional de Memoria Histórica e ICOM Colombia realizarán el primer taller de capacitación en Latinoamérica, desde el 7 hasta el 11 de octubre en El Museo La Tertulia en Cali, Colombia, en el marco de la exposición Voces para Transformar a Colombia del Museo de Memoria de Colombia.

El programa contará con la participación de los talleristas: Marilia Bonas, directora de ICOM Brasil y coordinadora del Memorial da Resistência de Sâo Paulo, Brasil y Armando Perla, gerente de Desarrollo de Museos y Asociaciones Estratégicas en el Museo de los Movimientos en Malmo, Suecia, además asistirán profesionales de museos de varios países latinoamericanos.

En el programa se promoverá la reflexión sobre los retos museológicos y pedagógicos que los museos latinoamericanos contemporáneos enfrentan al desarrollar proyectos y actividades ligados a la construcción de memorias, los conflictos, los procesos de resistencia y resiliencia, el diálogo y la reconciliación.

Este taller busca establecer miradas contemporáneas sobre el quehacer de los museos con miras a que la ciudadanía comprenda estos espacios como lugares para el encuentro y el intercambio de ideas, en donde los visitantes pueden ampliar su entendimiento de diversos hechos y conflictos en diversos contextos latinoamericanos.

Al tratarse del primer taller de este tipo que se realiza en la región, se espera que surjan nuevas ideas y formas de hacer para consolidar a los museos latinoamericanos como espacios de múltiples voces, democráticos e inclusivos donde se aborda el pasado y el futuro de manera crítica y se construyen de manera participativa con las comunidades.


Para más información

Julián Roa
Junta Directiva ICOM Colombia
Correo electrónico: icom.colombia@gmail.com

 


Cali, Consejo Internacional de Museos, Museo de Memoria de Colombia, Museo la Tertulia, Voces para Transformar a Colombia

“La música nos ha mantenido unidos”, Hugo Candelario

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Autor

Juan José Toro

Fotografía

Juan José Toro

Publicado

09 Oct 2019


“La música nos ha mantenido unidos”, Hugo Candelario

El pasado viernes 27 de septiembre, el Grupo Bahía, uno de los mayores representantes de la música tradicional del Pacífico, se presentó en el Bulevar del Río de Cali para interpretar algunos de sus éxitos y hablar sobre la importancia de la música para las comunidades negras de la región.


De acuerdo al maestro Hugo Candelario González, director de la agrupación, los ritmos del Pacífico además de ser parte de la riqueza cultural del país han cumplido un papel fundamental “no únicamente desde los procesos emocionales o psicológicos de cada ser humano, sino también ayudando a mantener la unión de las comunidades” y no solo durante el conflicto colombiano sino desde tiempos inmemoriales.

Sin embargo, esa unión que produce la música también ha sido afectada por el conflicto. Algunos grupos armados prohibían que se realizaran los cantos tradicionales durante los rituales funerarios. Además, la minería ilegal, la contaminación de los ríos y la deforestación indiscriminada de los bosques ha disminuido la producción de la palma de chonta, elemento fundamental para la construcción de instrumentos musicales como la marimba.

Al final, el maestro Hugo agradeció la invitación del Museo de Memoria de Colombia para ser parte de la exposición Voces para transformar a Colombia, y la describió como una iniciativa necesaria para la ciudad, la región y el país.

 


Museo de Memoria de Colombia, Música, Voces para Transformar a Colombia

Palabras del director del CNMH, en apertura del Seminario de Archivos de DDHH, Memoria Histórica y Transparencia

Noticia

Autor

Juan José Toro

Fotografía

Juan José Toro

Publicado

10 Oct 2019


Palabras del director del CNMH, en apertura del Seminario de Archivos de DDHH, Memoria Histórica y Transparencia

 

 

Apreciadas Señoras y Señores

Representantes del Gobierno Central, demás ramas Y organismos autónomos
Invitados internacionales
Entidades de La Rama Ejecutiva
Víctimas, organizaciones sociales Y sociedad civil.

Les damos la bienvenida al Primer Seminario de Archivos de Derechos Humanos, Memoria Histórica y Transparencia realizado por el CNMH

En primer lugar, quiero hacer un reconocimiento muy especial a la Doctora MARCELA INÉS RODRÍGUEZ, directora técnica de la unidad de Archivos y Derechos Humanos del CNMH, por su liderazgo y capacidad organizativa sin las cuales este evento no habría tenido lugar.

De igual manera, quiero agradecer a todas dependencias, directivos y funcionarios del CNMH que aportaron su esfuerzo a este proyecto.

Señoras y señores, Colombia es un país afectado por violencias de diversa naturaleza que han perjudicado su desarrollo económico, el bienestar y la seguridad de sus habitantes e incluso han puesto en entredicho sus tradiciones democráticas.

Sin embargo, nuestro país ha demostrado con creces una inmensa capacidad de resistencia y de superación frente a las desgracias vividas. A pesar de la gravedad innegable de acontecimientos trágicos ocurridos en las últimas décadas, nuestras gentes prosiguen sus vidas, encaran el dolor, realizan sus duelos y son capaces de seguir adelante. El nuestro, aunque no lo parezca, es un pueblo trabajador, honrado y emprendedor que no se arredra ante las dificultades.

Aunque no podemos negar que las violencias desatadas en el marco del conflicto armado entre el Estado y grupos armados ilegales, como guerrillas de inspiración comunista y socialista, paramilitares o autodefensas, bandas criminales y de narcotraficantes, dan la imagen de un país al borde del caos, en guerra civil, en el que sus habitantes se agreden por cualquier motivo, y del que hasta ciertos intelectuales dicen que “este un país de asesinos, edificado sobre la violencia”, lo cierto del caso es que las violencias que sufrimos no han involucrado a la mayor parte de la sociedad, no estamos divididos entre guerreristas o violentos y pacifistas pues la inmensa mayoría es pacífica, no ha militado en favor de unos u otros grupos armados ilegales.

Vale la pena que se tenga en cuenta y se reconozca que el estado colombiano habiendo reinstaurado la democracia en 1958 después de 5 años de interrupción, ha seguido un derrotero reformista y ajeno a experiencias dictatoriales o militaristas. Por ejemplo, el Frente Nacional durante el cual hubo algunas restricciones de tipo electoral fue útil en el restablecimiento de la paz y la convivencia entre liberales y conservadores, tuvo, además, una vigencia limitada a 16 años. Al final de este, el país inició un período de aperturas que refrescó la vida política y enriqueció los certámenes electorales.

Hacia fines de los años ochenta y comienzos de los noventa Colombia cambió su constitución política por una que aún nos rige y que fue bautizada como progresista y reconocedora de derechos fundamentales, así como la constitución de la paz. De manera casi simultánea se dio comienzo a una experiencia que incrementó el interés y la participación ciudadana en los destinos de sus localidades, me refiero a las elecciones para alcaldes y gobernadores.

Pero, este camino, que presento de modo muy ajustado, no estuvo exento de conflictos sociales, contradicciones profundas, enfrentamientos armados, surgimiento de grupos guerrilleros y paramilitares, cuestionamientos de la democracia. No es la ocasión para brindar interpretaciones acerca de una situación tan contradictoria que nos deja ver dos caras opuestas de una sociedad, por un lado, pujante, con niveles de crecimiento aceptables, sin grandes crisis financieras, con oportunidades y reformas, y de otra parte, el nacimiento y auge de organizaciones que pretendían la toma del poder por la vía de las armas.

Sin duda, el narcotráfico que surgió en los años setenta del siglo pasado y posteriormente tuvo un auge inusitado, se puede considerar como el factor más desestructurante del país, de los lazos sociales, de la institucionalidad, de la política, de la economía y de la cultura. Los opíparos recursos del dinero maldito circularon por todos los poros de la sociedad y cumplieron el papel de gasolina para el surgimiento y consolidación de los grupos armados ilegales de todo tipo.

El Estado colombiano que en principio prestó poca atención al fenómeno guerrillero corrigió esa actitud hacia fines de los años setenta cuando fue creada la primera Comisión de Paz. Luego, bajo la presidencia de Belisario Betancur se dio inicio a la búsqueda de una solución negociada del conflicto armado entre el Estado y los grupos guerrilleros. Desde entonces, todos los presidentes han proseguido en esta política, unos con mayor éxito que otros. La estrategia negociadora del estado colombiana no ha sido, en mi parecer, suficientemente reconocida por organismos y agencias multilaterales y de derechos humanos.

Los gobiernos colombianos no han negado la existencia de una realidad que ha motivado la mirada de organismos internacionales. Me refiero al problema que hoy nos sigue preocupando y que es, en parte, motivo de este evento, la violación en materia grave de los derechos humanos por parte de agentes del estado. El asunto estuvo y aún lo está, orientado a ubicar como único o principal responsable al estado colombiano no obstante que la mayor parte de la culpa de las atrocidades ha corrido por cuenta de los grupos armados ilegales.

Desde los años ochenta y hasta el presente, el Estado colombiano ha respondido al clamor justificado de la opinión nacional e internacional por el respeto de los Derechos Humanos creando entidades que incorporan en sus misiones la defensa, promoción y respeto de los Derechos Humanos. También ha aceptado, a pesar de muchos fallos injustos, las sanciones de cortes internacionales y ha procedido a reparar a las víctimas y a sus familiares por las violaciones.

Quiero resaltar, en síntesis, dos hechos positivos del estado colombiano que hablan bien de su proceder en el contexto de este conflicto armado y de tantas atrocidades sufridas por diversos sectores de la población. De un lado, la persistencia en la política de buscar una solución negociada con grupos armados ilegales, aún al precio de sacrificar una buena dosis de justicia, y de otro, la implantación de políticas en materia de derechos humanos que cruzan distintas instancias y entidades de la vida nacional como la escuela, las Fuerzas Militares, los Medios, los órganos de la Justicia, el Congreso, los partidos políticas, las iglesias. No nos hemos librado totalmente de los males de las violencias y de la violación de los derechos fundamentales por parte de los grupos ilegales, pero nuestra sociedad, nuestro estado y los distintos gobiernos han ido fortaleciendo, legitimando y posicionando los derechos humanos como fundamento esencial de nuestra convivencia.

Ahora bien, el Centro Nacional de Memoria Histórica creado en 2011 por la Ley de Víctimas 1448 tiene como una de sus misiones la de recuperar, acopiar, clasificar, resguardar y proteger los archivos de las organizaciones de víctimas que les han sido entregados en calidad de préstamo o donación y con dicho material forjar una política de derechos humanos en interrelación con otras entidades estatales.

En el marco normativo vigente, los denominados archivos de derechos humanos, comprenden agrupaciones documentales de diversas naturaleza, fechas y soportes materiales, reunidas o preservadas por personas, entidades públicas o privadas, del ámbito nacional e internacional, y cuyos documentos testimonian y contribuyen a caracterizar las graves violaciones a los Derechos Humanos, las infracciones al Derecho Internacional Humanitario y los hechos relativos al conflicto armado interno, así como sus contextos, referidos a:

  1. Graves violaciones a los derechos humanos e infracciones el Derecho Internacional Humanitario.
  2. Acciones institucionales derivadas de la denuncia de tales violaciones o de la reclamación de medidas de atención humanitaria y de las reparaciones materiales y simbólicas.
  3. El contexto local, regional o nacional, del desarrollo del conflicto y sus impactos diferenciados en la población.
  4. Perpetradores de las violaciones a los Derechos Humanos e Infracciones al DIH y su modus operandi.
  5. Acciones de exigibilidad de garantía a los derechos humanos de parte de la sociedad y de las víctimas.
  6. Respuestas institucionales frente a las violaciones a los derechos humanos o de la reclamación de las reparaciones.
  7. Modos de vida, proyectos familiares, sociales, políticos y comunitarios afectados por la dinámica del conflicto armado interno.

En este contexto, el archivo personal de un líder social desaparecido, el archivo de una ONG que busca cooperar con la paz del país, los archivos de las entidades públicas o privadas que tienen en su función el ejercicio de los derechos humanos, son fundamentales para reconstruir la memoria histórica del conflicto armado interno de Colombia.

Por lo anterior, en el marco de la construcción participativa que se viene trabajando en el Centro Nacional de Memoria Histórica y, en particular desde la Dirección de Archivo de los Derechos Humanos, en cumplimiento de las disposiciones de la Ley 1448 de 2011 y decretos reglamentarios y complementarios, se han creado instrumentos que reconocen la importancia de los archivos de Derechos Humanos en el país, como lo son el Registro Especial de Archivos de derechos Humanos y Memoria Histórica, el Protocolo de Gestión Documental y el Archivo Virtual de Derechos Humanos, Memoria Histórica y Conflicto, encargados de reconocerles la importancia a estos archivos como herramienta fundamental contra la impunidad y la garantía de derechos para las víctimas.

Para llevar a cabo el desarrollo de estos instrumentos, el Centro Nacional de Memoria Histórica, reafirma su interés de trabajar en acciones para el fortalecimiento de la Gestión documental en materia de archivos de derechos humanos, memoria histórica y transparencia, para dar cumplimiento a la ley de víctimas y a sus decretos reglamentarios y, de esta manera, dar continuidad a las acciones programadas, entre ellas, la jornada que hoy nos convoca.

Realizar el Primer Seminario de Archivos de Derechos Humanos, Memoria Histórica y Transparencia es de gran importancia para todos los participantes en este evento, por cuanto permitirá interpretar y comprender criterios, normas técnicas, jurídicas y la metodología requeridas para hacer efectiva la creación, organización, transferencia, conservación de los archivos de derechos humanos basados en la  correcta aplicación de las normas y el cumplimiento de la Ley de Víctimas (1448 de 2011) y la Ley General de Archivos (594 de 2000).

De la misma forma, es importante enunciar que en lo concerniente al Registro Especial de Archivos de derechos Humanos y Memoria Histórica, el Protocolo de Gestión Documental y el Archivo Virtual de Derechos Humanos, Memoria Histórica y Conflicto, en el Centro Nacional Memoria Histórica esperamos contar con su apoyo para su fortalecimiento y actualización.

En relación con el Registro Especial de Archivos de derechos Humanos y Memoria Histórica, que inició su implementación el año 2015, al día de hoy, se han elaborado más de 2.546 registros de archivos, en 26 departamentos y 342 municipios, lo cual muestra un universo incipiente frente a la meta fijada como país.

Sobre el Protocolo de Gestión Documental, oficializado a través de la Resolución 031, del 6 de febrero de 2017, es un documento de vital importancia por cuanto cumple con las disposiciones de la Ley 1448 de 2011, que establece los criterios y las medidas que se deben seguir para la identificación, protección, y garantías de acceso a la información de archivos de derechos humanos, memoria histórica y conflicto armado.

Finalmente, para dar inicio a la presentación de los expositores, desde el CNMH queremos comunicarles que continuamos trabajando en la perspectiva de proteger, preservar y poner al servicio de la sociedad los diferentes documentos, archivos, testimonios y, en general, todos los documentos e informaciones que integran el Archivo de Derechos Humanos con el que hoy cuenta el CNMH y con el objeto de avanzar en la garantía del derecho a la verdad, del que son titulares las víctimas. Continuamos nuestra labor de registro, acopio, custodia, preservación y protección de los diferentes documentos que puedan aportar a la comprensión de lo que nos ha pasado como sociedad en estos más de 50 años de conflicto.

A ustedes, todo nuestro agradecimiento por acompañarnos en esta jornada y cuenten con nuestra asistencia en pro de fines comunes como son la protección y salvaguarda de los archivos y de aquellos relacionados con los derechos humanos.

DARÍO ACEVEDO CARMONA
Director General
Centro Nacional de Memoria Histórica
Bogotá, D.C., 9 de octubre de 2019

Para mayor información, lo invitamos a visitar el micrositio del Seminario de Archivos de Derechos Humanos: Memoria histórica y transparencia.
 


Darío Acevedo Carmona, Dirección de Archivos de DDHH, ExDirector CNMH, Seminario de Derechos Humanos

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