Autor: CNMH

Quinchía: luces de la memoria y caravana por la vida

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Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

01 Dic 2014


Quinchía: luces de la memoria y caravana por la vida

El municipio de Quinchía tendrá un evento de memoria en el contexto de la semana de los Derechos Humanos en el departamento de Risaralda. Se trata de “Luces de la memoria”, un alumbrado que se celebrará en la plaza principal la noche del 6 de diciembre. Este acto se realiza en el marco del proyecto “Filosofía y Memoria”, el cual adelanta la Facultad de Educación de la Universidad Tecnológica de Pereira con el acompañamiento y financiamiento del Centro Nacional de Memoria Histórica.

Entre 2002 y 2004 el Frente “Cacique Pipintá”  de la organización contrainsurgente  “Bloque Central Bolívar” entró al municipio de Quinchía, Risaralda, y perpetró varias masacres, hechos que causaron el pánico y el desplazamiento de la población.

Cientos de luces se encenderán para evocar la memoria de todas aquellas personas asesinadas, desaparecidas y desplazadas durante los primeros años del siglo XXI, época en la que se vivió una de las etapas más complejas y duras de la violencia en el este departamento. A través de la luz, los habitantes de Quinchía piden que no se apague el recuerdo de quienes ya no están y que no se repitan esas historias que azotaron a una población injustamente señalada.

Asimismo,  una  “chiva de la memoria”, en la que viajarán todas aquellas personas solidarias con el proyecto “Quinchía: una memoria de resistencia oculta entre montañas”, recorrerá distintas veredas. En cada una de las veredas visitadas, la comunidad pondrá una placa conmemorativa y sembrará árboles como expresión simbólica de esas vidas que no se olvidan. Al final de la caravana habrá una celebración religiosa y un acto musical, a través de los cuales se quiere expresar un reconocimiento al valor, al significado de un municipio que hoy es escenario de restitución, reparación y memoria, pero que diez años atrás padeció una experiencia que las nuevas generaciones no deben olvidar, pero tampoco repetir.

 


Memoria, Quinchía, Vida

La memoria histórica desde las comunidades de fe

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Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

02 Dic 2014


La memoria histórica desde las comunidades de fe

El pasado 27 y 28 de noviembre se llevó a cabo del Seminario construcción de memoria desde las comunidades de fe,  en el marco de un proyecto macro sobre estas comunidades que adelanta el CNMH desde el año 2013.

Alrededor de 60 invitados se dieron cita en el Hotel Continental de Bogotá para reflexionar y discutir las variadas maneras cómo los religiosos han sido perseguidos y victimizados en el marco del conflicto armado y, a su vez, cómo ellos han resistido desde su fe.  

Con talleres e intervenciones de personas provenientes de diversas asociaciones e iglesias (Pablo y Pedro Stucky, César Augusto Moya, Milton Mejía, Ricardo Esquivia, Olga piedrasanta, la hermana Maritze Trigos, Patricia Urueña y William Plata, entre otros), durante estos dos días los asistentes tuvieron la posibilidad de reflexionar alrededor de las siguientes preguntas:

  • ¿En qué se diferencia y en qué se asemeja la experiencia del conflicto colombiano a la que han atravesado o atraviesan otros países? 
  • ¿Qué lugar ocupan los líderes y las lideresas de las comunidades de fe en el conflicto colombiano?
  • ¿Cuál es el papel de la espiritualidad dentro de conflictos armados?
  • ¿Qué tienen de particular las resistencias desde la fe?
  • ¿Qué aporta la fe a la capacidad de resiliencia y, posteriormente, a las resistencias que a veces desarrollan las víctimas?
  • ¿Cómo y por qué han sido victimizadas estas comunidades fe? 
  • ¿Qué pueden decirle al país las comunidades de fe sobre la ruta a seguir para salir del conflicto armado? 

María Emma Wills, asesora de la Dirección del CNMH, aprovechó el espacio para recalcar que en esta guerra ya no existe ningún lugar sagrado, pues todos han sido triturados por los actores armados. Sin embargo, aseguró, los líderes y lideresas de fe han sido capaces de encarnar esa esperanza y esa autonomía de las comunidades, razón por la cual se han convertido en una piedra en el zapato para los alzados en armas. “Las comunidades de fe tienen la capacidad de construir mundos en común”, dijo.

Este encuentro fue una oportunidad, no solo para conocer los procesos de las comunidades de fe en otros conflictos armados, sino para presentar y discutir la historia de cuatro comunidades (Toribío, Macayepo, Tierralta y Corinto) que han sobrevivido al conflicto armado colombiano, pues han aprendido a levantarse y a mantenerse firmes inspirados en su fe. 

 


Comunidades, Fe, Memoria Histórica

En Riohacha terminó nuestro recorrido de la memoria

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Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

03 Dic 2014


En Riohacha terminó nuestro recorrido de la memoria

El pasado 29 de noviembre llegamos al Parque Almirante Padilla de Riohacha, Guajira, para participar en la última Feria Nacional de Servicio al Ciudadano del año. Un espacio en el que los asistentes conocieron más sobre nuestra labor y pudieron obtener el resumen del informe ¡Basta ya! Colombia: memorias de guerra y dignidad.

Como sucedió en versiones anteriores de la Feria, muchas personas llegaron al espacio reservado al Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) para preguntar por otras entidades; la Policía Nacional, la Defensoría del Pueblo y la Unidad de Víctimas. Aprovechando ese primer acercamiento les preguntábamos si conocían algo del CNMH y la respuesta más común fue el no. Sin embargo, su desconocimiento no fue motivo de desánimo y por el contrario aprovechamos este espacio para explicar lo que hacemos, cuales son algunos de nuestro informes, documentales y series radiales, además, hicimos entrega de más de 100 ejemplares del resumen ¡Basta ya! para que lo leyeran y conocieran más de la historia del conflicto armado colombiano.

No sabía que existía una entidad que se encargaba de contar lo que han vivido las víctimas en medio del conflicto, pero me parece un tarea importantísima para conocer hechos violentos en otras regiones de las que no tenemos idea” expresó Mariluz Centena, luego de conocernos en Riohacha. Otros, como José Romero, llegaron a la Feria buscando específicamente el lugar donde estaba el CNMH para pedir un ¡Basta ya!: “es importante conocer el conflicto para poder resolverlo, por eso es importante esta labor y ojalá cada vez más personas conozcan lo que hacen”, dijo Romero.

Después de visitar Tumaco (Nariño), Yopal (Casanare), Caucasia (Antioquia), Cartago (Valle) y Riohacha (Guajira) durante las Ferias del Servicio al Ciudadano, nos queda claro que debemos continuar trabajando en las regiones, en los lugares donde aún no nos conocen pero que tienen historias por revelar sobre el conflicto y la resistencia de sus habitantes.

Desde el CNMH agradecemos a todos los que nos acompañaron a lo largo de este año en las Ferias y se interesaron en nuestro trabajo. Esperamos llegar, el próximo año, a nuevos lugares para que las voces de las víctimas tengan más relevancia y se escuchen a lo largo y ancho de nuestro país.

 


Basta Ya, Lugares de Memoria, Riohacha

Canadá fortalece sus lazos con la memoria

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Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

08 Dic 2014


Canadá fortalece sus lazos con la memoria

“Canadá es una sociedad diversa y pluralista de la que tenemos mucho que aprender, especialmente para dirimir nuestras diferencias y conflictos”. Con estas palabras Frank Pearl, negociador del Gobierno en la mesa de diálogos con las FARC, dio inicio al intercambio de experiencias con la comitiva canadiense encabezada por el Gobernador General,  David Johnston, quien que visitó Colombia el pasado jueves.

Representantes de la Unidad de Víctimas, el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación y el CNMH, entre otras entidades, participaron durante la jornada. Gonzalo Sánchez, director del CNMH, invitado a hacer parte del conversatorio, explicó a los invitados canadienses acerca de los procesos de memoria que se adelantan en el país: “En Colombia la memoria histórica surge desde las víctimas. Es una medida de reconocimiento, esclarecimiento y construcción de paz”. 

Luego de treinta minutos de preguntas y respuestas sobre iniciativas de paz y memoria, el Gobernador General y su esposa, Sharon Johnston, iniciaron un recorrido por el Centro de Memoria, Paz y Reconciliación. Allí conocieron iniciativas como “El costurero de la memoria”, telares en los que las víctimas plasman sus experiencias en el conflicto armado colombiano; también recorrieron las exposiciones, “Somos Tierra”, un viaje por los Montes de María y el Catatumbo y ¿Dónde están los desaparecidos?, cuatro galerías de diferentes organizaciones de víctimas para recordar a las miles de víctimas de desaparición forzada en Colombia.

La visita del Gobernador terminó con la plantación de un árbol como acto simbólico y de esperanza para la terminación del conflicto. “No veré crecer este árbol ni podré acostarme bajo su sombra, pero seguramente mis nietas y los ciudadanos colombiano si podrán hacerlo con un país en paz” concluyó Johnston.

Desde el CNMH agradecemos la visita del Gobernador General de Canadá y a cada uno de los miembros de la comitiva que lo acompañó, y esperamos que su apoyo y compromiso por la memoria histórica y la resolución del conflicto armado en Colombia se mantengan por muchos años más.

 


Canadá, Memoria Histórica

Sembrar el recuerdo

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Autor

CNMH

Fotografía

© Carlos Hermán Forero Chadid

Publicado

09 Dic 2014


Sembrar el recuerdo

El pasado 4 de diciembre alrededor de 170 personas se dieron cita en la Reserva Forestal Thomas van der Hammen para construir el sendero del croquis de Colombia en el Bosque de Paz y Reconciliación, el cual se ha venido creando en el marco del proyecto de investigación “Memoria histórica desde la antropología forense” que adelanta el CNMH, en alianza con el Jardín Botánico José Celestino Mutis de Bogotá.

El 10 de octubre, en una primera etapa de la construcción de este bosque, 34 voluntarios y 8 integrantes de 4 familias de las víctimas, asistieron a la Reserva Forestal Thomas van der Hammen para sembrar y adoptar 36 cedros en memoria de la víctimas fatales que murieron violentamente en Puerto Torres – Caquetá por miembros del Frente Sur Andaquíes del Bloque Central Bolívar de las AUC en 2002.

En una segunda etapa, realizada el 21 de noviembre de 2014, asistieron al mismo lugar alrededor de 20 adultos mayores víctimas del conflicto armado (participantes del proyecto “Las voces de los mayores”) para sembrar diversos tipos de plantas en los espacios demarcados que representan a San Andrés, Providencia y Santa Catalina en un mapa de Colombia que aún no se había terminado de construir. “Algunas de estas señoras han sembrado estas plantas en nombre de sus hijos, pensando que están enterrando a su hijo. Esta es una segunda jornada, pero esperamos que esto se conozca y se difunda, y que sean muchas las personas las que vengan aquí a dejar su dolor, pero también su esperanza”, dijo Helka Quevedo, coordinadora del proyecto de investigación “Memoria histórica desde la antropología forense en el CNMH.

Finalmente, para la tercera etapa de este proceso, cerca de 170 personas que se inscribieron a través de la página web del Jardín Botánico de Bogotá, se reunieron el 4 de diciembre para construir lo que faltaba del sendero del mapa de Colombia.

Este espacio tiene como fin aportar a los procesos de memoria y de fe de quienes han sido víctimas del conflicto armado del país, además de constituirse en un lugar de encuentro ciudadano para la reflexión sobre la biodiversidad y su papel fundamental para el bienestar y la cohesión territorial. 

 


Bosques de Paz, Lugares de Memoria, Memoria Histórica

Infrarrojo premia a las mejores historias de luzinfra

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Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

09 Dic 2014


Infrarrojo premia a las mejores historias de luz

La fotografía se define como el arte de escribir o pintar con luz. Desde el siglo pasado se ha utilizado como herramienta para conservar los recuerdos de un momento en específico. Algunos la utilizan como un instrumento de trabajo y otros como pruebas de denuncia o simplemente como registro de un momento.

En la actualidad y con los avances tecnológicos, ya sea con el lente de un fotógrafo profesional, o en las manos de un aficionado, la mayoría de personas pueden ser fotógrafos; solo se necesita un impulso y un deseo de conservar un momento en el encuadre preciso. En Colombia, específicamente, el conflicto ha marcado muchas historias, hechos que han sido registrados en imágenes y que narran el dolor y la resistencia  de miles de víctimas directas o indirectas. Fotografías que conservan la memoria.

“La convocatoria fotográfica Infrarrojo, historias de luz que no se ven  se propuso como una metáfora que aludía a lo que es visible e invisible en la memoria histórica del país, resaltando que el CNMH se ha convertido en una plataforma de expresión de múltiples voces, las voces de las víctimas. En este caso, se pretendía hacer visible los reflejos y las miradas de la memoria colectiva a través de los distintos espectadores que se han dedicado a mirar y nutrir la historia a través de la fotografía.”, asegura Nicolás Bonilla, organizador de la convocatoria del CNMH.


Fueron más de 1200 las fotografías que se recibieron en las líneas Fotógrafos experimentados, fotógrafos aficionados, medios comunitarios y  álbumes familiares. En cada una de ellas se plasmaba diferentes maneras de vivir el conflicto armado.


Al finalizar el proceso, 24 propuestas fueron las ganadoras, las cuales se premiarán el próximo viernes 12 de diciembre, en el marco de la conmemoración de día  de los Derechos Humanos, en el Cine Tonalá (Carrera 6 No 35 – 37, barrio La Merced. Bogotá) a las 4:00 pm. Los premiados, provenientes de diferentes partes del país, presentarán  sus imágenes publicamente.

Cupo limitado, confirmar asistencia aquí

 


Historia, Infrarrojo, premio

Transmisión radial por la paz

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Autor

tomadas de www.justapaz.org

Fotografía

tomadas de www.justapaz.org

Publicado

09 Dic 2014


Transmisión radial por la paz

El CNMH se une a la jornada radial por la paz que se realizará el 10 de diciembre. 


Transmisión que se realizará con la Alianza de: Justapaz, Corporación Nuevo Arcoíris, Redprodepaz, Universidad Santo Tomás, Universidad Minuto de Dios, Universidad Nacional a Distancia UNAD, Unidad de Victimas, Alta Consejería para los Derechos de las Victimas (Alcaldía Mayor Bogotá), Centro Nacional de Memoria Histórica, Red Emisoras Comunitarias de Bogotá, 50 emisoras comunitarias en distintas regiones del país.

El próximo 10 de diciembre, la red de organizaciones, Iglesias, Instituciones, Universidades y organizaciones comunitarias y radiales, realizarán la Jornada Radial por la Paz, que busca “Compartir con la ciudadanía y en particular con los líderes regionales sus experiencias de construcción de Paz y de Reconciliación”. Se abrirá también un espacio para hacer un balance sobre los avances y desafíos de los Diálogos de Paz entre el Gobierno y las Farc.

Esta jornada, es el resultado de más de 18 meses de transmisión semanal del Programa Radial Sintonízate con la Paz, y en cuyo espacio se hace pedagogía y análisis sobre los distintos puntos de la agenda de la Habana.

La programación radial en directo incluye doce horas de información, análisis y programación cultural sobre las diferentes experiencias regionales de construcción de Paz y Reconciliación. Serán más de 15 regiones del país que se enlazan a través de las emisoras.

Se abordarán temas como: Mujer y construcción de Paz, Derechos de las Victimas y Memoria, Niños constructores de Paz, Restitución de Tierras y un panel sobre los diálogos de la Habana.

En esta transmisión se vinculan más de 50 emisoras comunitarias, públicas, populares y emisoras locales, interesadas en realizar diferentes ejercicios de pedagogía y posible refrendación de los Diálogos de Paz en la Habana, que adelanta el gobierno Santos, con la insurgencia de las FARC.

*Escucha Conmemora Radio: programa del Centro Nacional de Memoria Histórica y la Universidad Santo Tomás de Aquino con la información de actualidad de las iniciativas de paz y reconciliación en el país, la participación de los diferentes sectores de la sociedad colombiana y los logros en materia de construcción de memoria histórica.
 


Justicia y Paz, Paz, Radio en vivo

Conversación a tres bandas

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Autor

CNMH

Fotografía

Daniel Barahona. Texto tomado de www.eldesconcierto.cl

Publicado

10 Dic 2014


Conversación a tres bandas

El director del CNMH, Gonzalo Sánchez y el director del Center for Latin American Studies de la Georgetown University, Marc Chernick, fueron invitados hace poco a las Cátedras organizadas por el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos de Chile y la Universidad Diego Portales. 

Compartimos esta entrevista publicada en un medio local (http://eldesconcierto.cl/) a los pocos días de su presentación.


Estas cátedras hacen referencia a una situación definida como “post violencia”. En algunos documentos colombianos se habla de “post conflicto”. Me gustaría primero situar conceptualmente el tema.

 

Gonzalo Sánchez: Yo comenzaría diciendo que la idea parte de un tipo de experiencia bastante generalizada, y es que el tema de la verdad y la memoria normalmente es un tema post conflicto, que asume mecanismos ya internacionalmente conocidos de condiciones de la verdad, es decir, de organismos no judiciales de esclarecimiento y de concepción de verdad.

Para el caso de Colombia el termino tiene un giro muy distinto, porque en ese caso la construcción de la memoria y la concepción de la verdad es un tema puesto más que por la institucionalidad o por instituciones acordadas internacionalmente, por una práctica social que viene de muy atrás. Una práctica social que en un momento muy particular en el caso de Colombia se encuentra con un espacio institucional que es el creado por la Ley de Víctimas, que crea tres entidades que la configuran. En primer lugar la Unidadde Atención y Reparación a las Víctimas, la Unidad de Tierras y el Centro Nacional de Memoria Histórica. Es una institucionalidad creada antes de entrar en un proceso de negociaciones, o sea que también en el caso de Colombia no solo hay una práctica social anterior sino que hay una institucionalidad previa a un proceso de negociaciones que se encarga de tramitar todos estos temas que normalmente son asociados a una situación post. O sea que Colombia entró por el camino de asumir el tema de la reparación, de la restitución y el esclarecimiento, antes de tener el mecanismo formalmente considerado como condición de la verdad.

Marc Chernick: Estoy de acuerdo con eso, creo que el caso de Colombia es único en el mundo en cuanto a aceptar estos instrumentos de justicia tradicional de memoria y de verdad antes de terminar el conflicto. En el gobierno anterior, de Álvaro Uribe, se hablaba de post conflicto, pero es muy confuso que crean que pueden decretar el post conflicto sin terminar la guerra. Hoy en día están buscando el fin de conflicto armado y esos instrumentos de verdad y memoria son parte del proceso de búsqueda del fin del conflicto.

Eso nos plantearía una relación de la memoria quizás un poco más compleja, y más interesante, con esa noción del tiempo histórico que lo secuencializa y que siempre pone a la memoria en un lugar posterior dificultando pensarla como instrumento del presente.

 

GS: Exactamente, la memoria en el caso colombiano tiene un profundo significado de presente. Es presente en el sentido que en este momento es parte de las negociaciones, no hay que olvidar eso. Pero más allá, ¿qué es el tema de la memoria? Un proceso de negociaciones, es un tema del esclarecimiento de los orígenes, de lo que ha pasado, es un tema sobre las víctimas que ha generado, es un tema de las razones del conflicto, de por qué estamos en ese conflicto, es decir, todos estos temas son de un profundo presente que de todas maneras se echa para atrás. Una cosa que me parece particularmente significativa en el caso colombiano es que temas que estaban como fuera de la agenda pública, de repente en el contexto de las negociaciones se vuelven centrales. Por decir algo, el tema de tierras está relativamente ausente tanto en la reflexión académica como en la reflexión política en el país. La tendencia de la gente es a decir eso ya está resuelto, lo resolvió la violencia, el militarismo lo resolvió por la fuerza, y de repente se vuelve el punto uno de las conversaciones, entonces hay una centralidad.


“Existe muchísimo también esa falsa ilusión de que la paz y los post acuerdos son el fin del conflicto, y la sociedad tiene que ser muy consciente de que muchos conflictos que estaban adormecidos por efectos de la violencia se pueden intensificar.”


Ahora, es evidente que el tema agrario hoy no se plantea tal como se planteó en los orígenes de las FARC en los años 60. El tema agrario hoy no está ligado a la posesión o uso del suelo sino que también está vinculado a otros entornos que marcan muchísimo el destino del post, como el tema de la minería. Esos recursos seguramente van a alimentar otras formas de violencia, y creo que es muy importante anticiparse a eso, porque lo que se está negociando en estos momentos es una dimensión de la violencia, la de los actores armados de la insurgencia, pero en el país ya sabemos que están presentes también unas formas de violencia que normalmente son subsiguientes a los procesos de negociación. Creo que en el caso colombiano esa es una diferencia muy importante, esas formas de violencia ya están presentes antes y en el momento mismo de la negociación.

Entonces es importante hablar de pedagogía social y pedagógica política, que la sociedad entienda que si se resuelve el problema con la insurgencia hay otras forma de violencia que van a seguir, la bandas criminales, la violencia del narcotráfico, y otras que seguramente van a ser caldos de cultivo para quienes no quieran entrar en las mesas de negociaciones.

Otra reflexión que se hace sobre todo en estos contextos post tiene que ver con la precariedad de las democracias latinoamericanas. La memoria pone sobre la mesa una discusión respecto de la concepción misma de democracia. Uno de los riesgos es que, dado que venimos saliendo de situaciones de violencia, acudamos a una concepción consensual que no considera la existencia de conflictos como un aspecto irreductible de toda democracia.

MCh: Yo creo que a pesar de que siempre han dicho que Colombia tiene la democracia más vieja del continente, hay un gran problema que es que las fuerzas sociales en el país están amenazadas, están expulsadas. Buscar la verdad, la memoria y el fin del conflicto, la paz, necesariamente tiene que conducir a una democracia con mayor participación, con mayor inclusión. La paz debería significar no solamente la entrada de la guerrilla, sino también la entrada de todas las fuerza sociales que participan sin violencia. Los derechos de participación no implican que se resuelvan los conflictos sociales, pero si que lo hagan dentro de un proceso cívico y democrático, sin violencia. Ese es el gran problema en Colombia, que no hay política sin violencia, no vamos a acabar con los conflictos pero si vamos a reducir la violencia en la política, eso sería un proceso de paz exitoso.

GS: La democracia no es la negación del conflicto, la democracia es el espacio que precisamente permite que afloren todos los conflictos que hay en la sociedad. El tema de fondo se refiere a los consensos sobre las reglas para tramitar esos conflictos, que no sea por la vía de la violencia que asalta la constitución misma de la democracia, sino por reglas que son parte de los consensos sociales también generados, consensos sociales y políticos para tramitar esas diferencias.

Pero sí existe muchísimo también esa falsa ilusión de que la paz y los post acuerdos son el fin del conflicto, y la sociedad tiene que ser muy consciente de que muchos conflictos que estaban adormecidos por efectos de la violencia se pueden intensificar, por ejemplo en el caso colombiano cuando nosotros miramos lo que ha pasado recientemente por las movilizaciones agrarias, volvemos al punto inicial y te fijas que el tema agrario estaba como fuera y de repente hay una irrupción de movilizaciones agrarias en el país que son tratadas de dos maneras. Primero pueden ser tratadas como amenazas subversivas, así las entienden las fuerzas locales y las fuerzas estatales, pero cuando estamos en un proceso de negociación yo creo que eso hay que verlo en términos de unas demandas sociales que estaban profundamente represadas, que estaban latentes ahí, y que encuentran de pronto en la negociación política un espacio para su expresión plena. Debiesen ser asumidas como una anticipación de lo que va a ser un escenario extremadamente plural del post conflicto.

En su Prólogo al informe Basta Ya hay una valoración de la dictación de laLey de Víctimas en tanto hace visible a un actor del conflicto. Sin embargo al establecer la categoría “víctima” ingresa en una complejidad que por otro lado puede inmovilizar políticamente a ese sector. Refiéranse por favor a la definición de víctima, sus límites y los problemas que están asociados a una condición que parece ser de todas formas necesaria en estos procesos de memoria y reparación.

GS: Creo que la categoría de víctima responde a un primer momento en el proceso de reconocimiento del conflicto y de los daños que produce. La primera definición que uno podría dar es “el conjunto poblacional que ha sido directamente afectado por el conflicto”. En el contexto de no reconocimiento del conflicto, la ley es un paso muy importante en términos institucionales, que permite decir que sí hay un conflicto y sí hay unos daños producidos a un conjunto poblacional que es el universo de las víctimas.


“Ese es el punto central, la víctima no es un sujeto pasivo. Hay que reconocer que hay sujetos que han experimentado mucho daño en el conflicto, pero también son gente que han mostrado muchas veces gran capacidad de resistencia civil.”


Ahora, la víctima no es un concepto estático, sino absolutamente dinámico. Uno define la condición de víctima justamente respecto a esos daños, pero esa misma persona o esa misma colectividad es sujeto activo en relación a muchos otros escenarios de la vida social, es parte de una organización social, es parte de una organización de derechos humanos, es parte de una agrupación política, es parte de una agrupación comunitaria, entonces ese sujeto que muy estrechamente se define como víctima con relación al daño del conflicto también se define como ciudadano en un campo más abierto de la dinámica política.

MCh: Ese es el punto central, la víctima no es un sujeto pasivo. Hay que reconocer que hay sujetos que han experimentado mucho daño en el conflicto, pero también son gente que han mostrado muchas veces gran capacidad de resistencia civil. Se trata de hablar de verdad, no solamente de victimarios y victimas, hablar de todos los procesos sociales, de esa parte de la sociedad civil que ha quedado excluida. Hablar de víctimas es reconocer que ellas tienen vida y tienen derechos ciudadanos. Y ya han participado, hay una gran historia de resistencia y de participación, que han sido reprimidos y excluidos, sí, pero a lo largo de todos esos años han surgido tantas historias y tantos movimientos sociales, y hablar de victimas es abrir la puerta al país para mostrar que ahí están, no solamente victimas con daños, sino ciudadanos.

GS: Eso es lo que hace también rica y compleja la función de la memoria en un caso como el colombiano, porque las localidades y las organizaciones sociales utilizan e instrumentalizan la memoria no solamente para poner en la esfera pública las afectaciones que han sufrido por el conflicto, sino también otras carencias que tienen por mucho tiempo atrás o en el cotidiano de hoy. Cuento una experiencia que me marcó muchísimo en una comunidad afro descendiente en el sur del país, me dicen “mire profesor nosotros queremos hacer acá una casa de la memoria, pero queremos hacer una casa de la memoria muy distinta a como la conciben ustedes o a como la concibe la literatura internacional, nosotros queremos una casa de la memoria donde podamos reflexionar sobre los temas del conflicto, donde podamos poner en galería nuestros muertos, pero una casa de la memoria que nos sirva también para otras cosas, esta zona se inunda muchísimo en invierno y nosotros quisiéramos que esa casa de la memoria fuera al mismo tiempo un alberge para esas persona afectadas”. Entonces el proceso social también resignifica y le rompe a uno los esquemas de lo que puede ser un ejercicio de memoria. Como no tienen expresión por la vía política, por la vía social o de participación, muchas comunidades convierten a la memoria en el espacio por donde se enuncian los temas de la exclusión, los temas de la participación social y de la participación política.

En ese mismo sentido, hablemos de la relación entre memoria y derechos humanos. Muchas veces se consideran los derechos humanos como derechos individuales, propios de víctimas individualizadas, y se pierde una dimensión colectiva como la que usted acaba de narrar. De algún modo la memoria debe poner en tensión las dinámicas de lo individual y lo colectivo en relación con los derechos humanos.

 

MCh: Claro, en la ley internacional de derechos humanos se habla de derechos individuales. Lo que se ve sobre todo en Colombia es que las comunidades hablan de derechos democráticos colectivos, eso es nuevo en la democracia, las democracias generalmente no hablan de eso. “Queremos representación democrática pero somos comunidades y tenemos derechos colectivos”, así lo dicen los afro descendientes, las comunidades campesinas y comunidades regionales y comunidades de paz, todos están reclamando derechos colectivos y respeto a las comunidades, y eso no quiere decir que no reconocen el derecho individual. Creo que esa es la vanguardia del debate, ahí exactamente.

¿Y ahí el acto de reparación también puede ser colectivo?

 

MCh: La Ley de Víctimas lo reconoce, hay reparación individual y reparación colectiva, y hay maneras para que comunidades en todo el país puedan optar por la recuperación colectiva, esto es parte del daño y de la reparación colectiva, y es independiente del daño y la reparación individual. En otros países también, pero yo creo que no hay procesos tan adelantados como el de Colombia.

GS: El tema parte de una constatación: uno de los impactos de la violencia ha sido la ruptura de los tejidos sociales y de los procesos organizativos. Si uno ve los últimos 30 o 40 años, una de las cosas más visibles es que el exterminio ha desarticulado la política, pero también es desarticulado el movimiento social en el campo de la organización campesina por ejemplo, en las zonas de dominio paramilitar, al punto que aquella organización extremadamente activa en los años 70 y 80 desapareció prácticamente. En el escenario de las negociaciones y en las dinámicas de la memoria, hoy los vestigios de esas organizaciones se plantean su reconfiguración como actores de los procesos. Es muy interesante, estamos trabajando con el movimiento campesino en un proceso de construcción a partir de su propia memoria de lo que sería hoy un escenario de reparación colectiva.

¿Y eso viene de ellos o de la institucionalidad?

 

GS: Eso lo plantearon ellos, “queremos ser sujetos activos del proceso de paz hoy, pero para ser sujetos activos queremos que el Centro de Memoria Histórica nos apoye a enunciar nosotros mismos lo que sería la definición de una reparación colectiva”. Y lo estamos haciendo con los campesinos, con los sindicatos, periodistas, indígenas, etc.

Creo que la reparación por la vía colectiva a través de colectivos sociales es una novedad, absolutamente una novedad, nadie sabe como es, pero es una construcción que se está haciendo con los propios sujetos colectivos. Yo creo que de ahí van a salir experiencias tremendamente enriquecedoras para el proceso de negociación política, porque si uno se va por el proceso de la reparación individual no hay salida, sobre todo cuando hay una dinámica de millones de víctimas, no hay manera de salir de ello. Pero si tú en lugar de pensar que vas a devolver la tierra uno a uno, y eso hay que hacerlo de todos modos, piensas que vamos a reconfigurar, que vamos a darle nuevas herramientas al movimiento campesino para que él por su propia cuenta se exprese en la arena política, o a una organización para que se reconfigure y se exprese y sea reconocida como una fuerza socialmente significativa, el impacto es mucho mayor.

Cuando la gente está metida en un proceso de negociación cuyo horizonte es el fin del conflicto, pone un poco al lado el tema de la reparación económica y piensa más en la reconfiguración de sociedad.

Eso conduce a otra temática que también ha estado rondando, la reconciliación. En el caso chileno se puso al centro desde el principio, casi antes que hubiera verdad estaba planteado el deber de la reconciliación. Es complicado de asumir. A los argentinos no les gusta hablar de reconciliación, no es un tema que esté puesto en su agenda, ¿cómo lo ven en el caso colombiano? ¿Cuál es su reflexión con respecto al tema de la reconciliación?

 

MCh: Primero quiero destacar algo de lo que decía Gonzalo.Reparación no solamente quiere decir remuneración económica, la memoria histórica, la verdad, es parte de la reparación colectiva. Ahora, la verdad y la memoria van a conducir a la reconciliación. Eso va a ser un proceso lento, lo que hemos visto en La Habana, donde ya han ido cuatro grupos a hablar con la guerrilla y con el gobierno, es muy interesante. La gente no va con reclamos de venganza ni de justicia punitiva, están hablando de reconocimiento, de verdad, de memoria. Sucedió algo que me impresionó mucho, la hermana de una senadora que fue asesinada por las FARC se enfrentó con el dirigente de las FARC de esa zona, él era el responsable. Ella le contó todo el dolor de su familia y él le pidió perdón, ¡las FARC pidió perdón! Algo está sucediendo, eso no quiere decir que el país va a reconciliarse de la noche a la mañana, pero los procesos están comenzando y han avanzado mucho en poco tiempo.

GS: Nosotros mismos en el Centro de Memoria Histórica nos mostrábamos bastante resistentes al tema de la reconciliación, hablábamos más bien de la transformación del conflicto, de los encuentros políticos o sociales después del conflicto, pero siempre teníamos el temor de que la reconciliación pasara por encima de la verdad, que se volviera un pretexto para no tratar temas álgidos sobre lo que había pasado, sin embargo, creo que hoy para nosotros es mucho más fácil hablar de reconciliación, porque reconciliación se asocia a paz, el nombre de la reconciliación ahora es la paz y la paz en esa perspectiva está bien, porque no es que se acaba el conflicto sino que se acuerdan reglas nuevas para solucionar el conflicto.

Un caso muy poderoso es el de San Carlos, una zona que fue afectada por todos los sectores armados, por los paros, por la guerrilla, por el Estado, es una pequeña población que sufre 20 o 30 masacres en muy corto tiempo, pero ha iniciado una transformación y empieza un proceso de retorno. Esto implica que la gente se va a encontrar ahí en el mismo pueblo con este que fue guerrillero, con este que fue agente estatal, con este que me señaló, esto es tremendamente conflictivo, no solo en términos comunitarios sino en términos familiares, hay familias rotas y atravesadas por la violencia, una mujer que tiene un hijo asesinado por la guerrilla, otro por los paramilitares, entonces esa familia no es afectada solo por un sector sino por las dinámicas de la violencia, y ella asume ese liderazgo para aceptar que hay que repensar esas maneras de encuentro en la sociedad.

 


CNMH, Conversatorio, post conflicto, Violencia

Responsable de la política de paz del gobierno suizo de visita en el CNMH

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Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

12 Dic 2014


Responsable de la política de paz del gobierno suizo de visita en el CNMH

El pasado 27 de noviembre, una delegación del gobierno de la Confederación Suiza, encabezada por el señor Giorgio Dhima, Jefe de la Sección de Política de Paz para África Subsahariana y América Latina del Departamento Federal de Asuntos Exteriores, visitó las instalaciones del CNMH, donde se reunió con el Director General de la entidad y con algunos de sus asesores.

Durante la reunión, los asistentes dialogaron sobre el trabajo que realiza el CNMH, el cual ha contado, desde sus inicios en 2012, con el apoyo decidido del gobierno de Suiza y de su embajada en Colombia. Así mismo, este espacio sirvió para intercambiar ideas respecto a la importancia de las memorias de las víctimas del conflicto armado y de la verdad, bajo la actual situación política en Colombia. 

 


CNMH, Gobierno, Paz, Política pública, Suiza

Las memorias del exilio vuelven a encontrarse

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Publicado

13 Dic 2014


Las memorias del exilio vuelven a encontrarse

El 13 de diciembre se realiza el II Foro Internacional de Víctimas en el Exilio, una iniciativa para acercar a los colombianos que han tenido que abandonar el país en contra de su voluntad, para narrar sus historias, memorias y escuchar sus propuestas hacia la búsqueda de la verdad, la reparación integral y el retorno digno.

Han pasado cerca de noventa días desde el primer del Foro Internacional de Víctimas, un encuentro en el que participaron más de 600 colombianos y colombianas en 19 ciudades alrededor del mundo. Tres meses de intenso trabajo para preparar el segundo foro que se realizará dentro de poco. “Recordar, narrar y comprender los hechos que han contribuido con el crecimiento de la diáspora colombiana es una señal que nos dice que los más de 5 millones de conciudadanos que nos encontramos por fuera del país ejercemos una participación activa, no solo en el marco del actual proceso de paz como sucedió con el primer foro, sino también en la búsqueda de la reconciliación nacional” cuenta desde Barcelona Pamela Lozano Ibáñez, coordinadora del II Foro.

España, Holanda, Alemania, Argentina, Bélgica, Suecia, Noruega, Austria, México y Ecuador son los países que hasta el momento están confirmados para participar en este foro, en el que además del encuentro virtual se realizarán talleres colectivos con personas que han retornado al país, como un ejercicio de reconstrucción de los relatos sobre el exilio, sus vivencias en un nuevo país y las circunstancias del retorno. “Este segundo foro no es solo para visibilizar a las víctimas que están por fuera del país, sino para consolidar procesos que permitan en el mediano o largo plazo una construcción de la memoria de las víctimas en el exterior y genere reacciones frente a los retos del Estado en materia de reparación a estas víctimas” dice Andrei Gómez, investigador asociado de la Universidad de Oxford y consultor de la Dirección General del CNMH.

Vea aquí la transmisión del II Foro internacional de Víctimas.

Publicado en Noticias CNMH



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