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Así suena el monumento de los niños y niñas

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

Laura Cerón

Publicado

07 Jun 2016


Así suena el monumento de los niños y niñas

El 31 de mayo se presentó el segundo concierto del Monumento Sonoro por la Memoria. 50 niños y niñas de Bogotá levantaron sus voces en contra del conflicto armado y la indiferencia.


Para Carmen Rosa Dagua, líder tradicional Nasa del Resguardo de Jambaló, las historias de los niños y niñas generan las más profundas reflexiones en los adultos que las escuchan. Ella lo sabe de primera mano pues los niños y niñas de esta comunidad, en el Norte del Cauca, participaron hace tres años en la construcción del Monumento Sonoro por la Memoria, “La historia de los Colibríes y las Langostas”. Sus voces entonaron fábulas que expresaban el rechazo a la guerra y los sueños de vivir en una comunidad en paz.

El 31 de mayo estas mismas canciones fueron puestas en escena por 50 estudiantes de dos colegios de Bogotá. Muchos de ellos nunca han escuchado retumbar balas ni explosivos. Entre sus miedos no está terminar siendo utilizados por los actores de la guerra. Y, sin embargo, por medio de las canciones que aprendieron, en las que una tierra de colibríes se ve corrompida por la presencia de langostas que buscan hacerle daño a la comunidad, comprendieron la realidad de miles de niños y niñas en todo el país.

El Centro Nacional de Memoria  Histórica desarrolló, en 2013, un proyecto denominado Las Voces de los Niños, Niñas y Adolescentes: Ecos para la reparación integral y la Inclusión Social. La investigación se llevó a cabo con niños, niñas y jóvenes en varias regiones del país y, producto de este trabajo, se gestó el repertorio de canciones que conformaron “La historia de los Colibríes y las Langostas”.

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    En fotografía: Adrián Augusto Mezcal y Jeremías Quebrada.

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    En fotografía: Sandra Montero. 

Adrián Augusto Mestizo fue uno de los protagonistas del primer concierto en el que se presentó el Monumento Sonoro por la Memoria. Vive en el Resguardo de Jambaló y hace parte de la Guardia Indígena. Su canción favorita se llama José el Colibrí, que habla del rechazo al reclutamiento forzado de niños y niñas por parte de grupos armados. Él, a sus 12 años, tiene claro que, como miembro de la guardia, su deber es hacer lo posible por proteger a su comunidad de forma pacífica. Descubrió que las canciones y la memoria son una buena herramienta para hacerlo.

 

 

 

 

José no quería un fusil, lo que quería era una guitarra.

Y cuando venían por él, él les contestaba así:

Tengo las manos ocupadas, no puedo cargar un fusil.

Estoy cantando canciones, no quiero ir a la guerra a morir.

 

El 31 de mayo, en el segundo concierto del Monumento sonoro, al que fueron invitados algunos integrantes de la comunidad de Jambaló, Adrián conoció a Sandra Montero, que tiene 13 años y quiere ser cantante; tiene una gran voz. Ella no ha vivido la guerra de cerca, y, sin embargo, las canciones que compusieron niños y niñas en otras partes de Colombia la acercaron a una realidad que, aunque es lejana no debe ser indiferente para ella. “Hay que comprender al país porque nosotros podemos estar en esas situaciones en cualquier momento”, dice. Su canción favorita se llama “Territorio de paz”

 

 

Por eso yo te invito a que cantes conmigo.

Por eso yo te invito a jugar.

La guerra no es un juego de niños y niñas.

Somos territorio de paz.

 

A esta acción de memoria se han ido sumando diferentes socios a lo largo de los años. En 2015 se realizó un convenio con la Caja de Compensación Familiar Compensar. Además se sumaron los esfuerzos de OIM y USAID. Allí se vio el poder que tiene la memoria viva, la memoria que es expresada por medio de la música. El concierto fue un espacio de encuentro para que estos niños, que tienen en sus manos el futuro del país, le enseñaran a los asistentes que la guerra es un asunto muy serio y que nos compete a todos, sin importar si nacimos en Bogotá, en el Cauca, o en cualquier parte de Colombia.

Escucha todas las canciones aquí:

 

 

Publicado en Noticias CNMH

 



Monumento, Niños y Niñas

¿Por qué conmemorar la guerra?

Noticia

Autor

Harold García

Fotografía

César Romero

Publicado

08 Jun 2016


¿Por qué conmemorar la guerra?

 

El conflicto armado de Colombia es uno de los capítulos más dolorosos del siglo XX en América. Durante más de medio siglo el territorio nacional se ha desangrado, en cada uno de sus rincones, dejando generaciones de colombianos conviviendo día tras día con la violencia. Según el Registro Único de Víctimas (RUV) hay 8.040.748 de víctimas registradas. Por su parte el informe “¡Basta ya! Colombia: memorias de guerra y dignidad” del CNMH detalla, de 1958 a 2012, un total de 1.982 casos de masacres que dejaron como saldo 11.751 muertes, 27.023 secuestros, 16.340 casos de asesinatos selectivos, 1.754 víctimas de violencia sexual; y muchos más datos que evidencian la degradación de la guerra que se ha vivido en Colombia.

 

Sin embargo, la realidad muestra luces de esperanza. Las víctimas hablan del pasado a través de actos conmemorativos para sanar las heridas que les ha dejado el conflicto armado. Recordar a sus seres queridos, no olvidar y exigir justicia. “Esta es la fecha, 10 de marzo, donde nos podemos encontrar todos, nuestro tejido social poco a poco lo estamos construyendo. Esto nos sirve para desahogarnos, para ver a la familia, así poco a poco el dolor se va alejando, entonces vienen otras alternativas importantes”, dice Julio Mercado, retornado a la comunidad de Las Brisas que en el 2000 sufrió una masacre a manos de los paramilitares.

“Porque recordar es vivir, recordar esos tiempos de tristezas también nos dan alegrías. Porque es muy importante para nosotros no olvidar”, agrega Mercado.

Este 2016 el CNMH, a través de su Agenda Conmemorativa, ha estado en ocho regiones del país acompañando a los sobrevivientes en la remembranza de estos hechos violentos. Mampujan, Las Brisas, Canualito, La Rejoya, el 9 de abril, Bojayá, Trujillo y el día del Detenido Desaparecido en Cali. Pero, ¿por qué conmemorar la guerra? Hablamos con Maria José Pizarro, coordinadora de la Estrategia de Participación de Victimas del Centro Nacional de Memoria Histórica, que junto al equipo de comunicaciones, lideran la Agenda Conmemorativa.

¿Por qué la idea de conmemorar la guerra?

La única forma de continuar generando una conciencia social frente a las dimensiones y dinámicas del conflicto armado que ha dejado un saldo de más de 8 millones de víctimas a lo largo de todo el territorio nacional, es continuar acompañando a las víctimas en sus reivindicaciones, luchas y resistencias, entre ellas las conmemoraciones que son espacios de interpelación social, de reunión entre quienes han sufrido, dignificación y reconocimientos de las víctimas, espacios simbólicos que generan una reflexión hacia el mañana, también de denuncia frente a lo sucedido. Es por todos ellos que las conmemoraciones deben seguir, pue no solo se conmemora la guerra, también el anhelo y la construcción de paz de las víctimas, se recuerda a quienes se han perdido. 

Tomar el calendario de Colombia denota que cada día pasó algo a raíz del conflicto armado, ¿cómo conmemorar todas esas fechas?

Existen muchas formas, no solo a través de actos masivos, podemos hacerlo a través de una memoria viva en los medios de comunicación, a través de actos colectivos de memoria en fechas emblemáticas que reúnen a varias organizaciones. Sabemos que es imposible conmemorar todo lo sucedido, pero si podemos no olvidar lo que ha sucedido en Colombia, para lo cual necesitamos el empeño de todos los sectores de la sociedad que se sumen a apoyar y acompañar a las víctimas en su justo reclamo y resistencia frente a la guerra.

¿Cómo se construye la Agenda Conmemorativa del CNMH?

La agenda conmemorativa del CNMH se construye cada año con la participación de las víctimas y se apoyan las solicitudes que ellas presenten, pero que también tengan una dinámica de proceso que permita fortalecer y amplificar su voz. El CNMH ha venido hace ya tres años acompañando a las víctimas y sus organizaciones en la materialización de sus eventos conmemorativos, para lo cual su participación es el pilar del proyecto.

 


Conmemora, Guerra

Logros y retos de Ley de Víctimas

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

César Romero

Publicado

14 Jun 2016


Logros y retos de Ley de Víctimas

El pasado 10 de junio se cumplieron cinco años de la Ley de Víctimas y Restitución de tierras (Ley 1448). Por primera vez en Colombia se reconoce y repara a millones de víctimas del conflicto armado.


En Colombia no había un precedente en leyes de este tipo y hoy, cinco años después de su implementación, puede decirse que es un logro la creación de una institucionalidad dedicada a la atención de las víctimas del conflicto armado. Los procedimientos de registro, seguimiento de casos y reparación son más ágiles y efectivos, aunque debe reconocerse que hay retos pendientes.

Alan Jara, actual director de la Unidad de Atención y Reparación Integral a Víctimas (UARIV) indicó que más allá de las cifras y estadísticas, hay que resaltar la visibilidad y reconocimiento que tienen las víctimas hoy en Colombia.

Además, resaltó la importancia de garantizar una atención integral a las víctimas del conflicto. Esto incluye la reparación simbólica, que es uno de los mecanismos que las víctimas reclaman para asegurar que no se olviden los hechos, y así se pueda garantizar la no repetición de las acciones violentas en su contra. En esto, el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), creado por mandato de esta misma ley, 1448 de 2011,  también ha jugado un papel fundamental en estos cinco años.

Puntos clave y logros

1. Tras cinco años de la implementación de la Ley de Victimas, el Registro Único de Víctimas de Colombia, el más exhaustivo del mundo según la Universidad de Harvard, reconoce la existencia de 8.040.748 víctimas en Colombia. De esa enorme cifra, tan solo 592.000 han sido indemnizadas y cerca de 300.000 han recibido atención psicosocial. El camino por recorrer sigue siendo largo. 

El CNMH por su parte, ha trabajado de la mano de las víctimas para acompañarlos en los procesos de reparación simbólica y construcción de memoria histórica que ellos mismos han adelantado. Desde 2014, el CNMH ha acompañado, por solicitud de organizaciones de víctimas, 24 conmemoraciones de hechos violentos en diferentes puntos del territorio nacional.

2. El Registro Único de Víctimas de Colombia incluye a quienes han sufrido el abandono o despojo de tierras, actos terroristas, amenazas, delitos contra la integridad sexual, desaparición forzada, desplazamiento, homicidio, daños por minas antipersonal,  pérdida de muebles o inmuebles, secuestro, tortura o el reclutamiento de niños, niñas y adolescentes en el marco del conflicto armado.

El Centro Nacional de Memoria Histórica ha publicado 90 informes de memoria histórica [Descargar informes], trabaja en otros 17 en 2016, y apoya cientos de iniciativas de memoria de las comunidades y organizaciones sociales que abarcan todos estos temas y tipos de victimizaciones para contribuir a la reparación simbólica, al esclarecimiento de los hechos, los responsables y las condiciones que hicieron posible el conflicto armado en Colombia, e interpelar a la sociedad sobre las dinámicas institucionales, políticas y sociales que lo desencadenaron y degradaron.

3. A través de la UARIV se han reconocido cerca de 9.000 víctimas colombianas en el exterior y se han empezado a brindar las medidas que son necesarias fuera de nuestras fronteras.  El CNMH busca saldar la deuda histórica que el Estado tiene con la población exiliada y que se expresa en la invisibilización de sus realidades y sus experiencias asociadas a los impactos del conflicto armado. En articulación con el Foro Internacional de Víctimas, el CNMH ofrece su infraestructura web a todos colombianos y colombianas víctimas en el exterior sin ningún distingo organizativo o político. De esta manera, se busca realizar una reconstrucción de la memoria histórica del exilio, atendiendo el derecho a la reparación y las condiciones del retorno: un proyecto sin antecedentes en Colombia. [Conozca el especial web Voces del exilio]

4. Más de 1.600 mujeres han pasado por la estrategia de reparación integral para víctimas de delitos contra la libertad e integridad sexual. En cuanto a la violencia sexual, el CNMH ha reflejado este flagelo sobre las víctimas a través de diferentes investigaciones. Por ejemplo el informe “Crímenes que no prescriben: la violencia sexual del Bloque Vencedores de Arauca”, el cual surge de la primera sentencia del sistema transicional de Justicia y Paz, en el que hubo una condena por un crimen de género. La sentencia del primero de diciembre de 2011, en contra de los antiguos integrantes del Bloque Vencedores  de Arauca de las Autodefensas Unidas de Colombia, condenó a José Rubén Peña Tobón por dos cargos de acceso carnal violento en persona protegida, uno a título de autor material y otro a título de coautor impropio.

5. A la fecha, 366 grupos y comunidades han sido incluidos como sujetos de reparación colectiva en procesos que reconocen su resistencia. Esto quiere decir que se acepta a los habitantes de dichas comunidades como afectadas por la violación de los derechos colectivos, la violación de los derechos individuales de los miembros de los colectivos o el impacto colectivo de la violación de derechos individuales.

192 de estos reconocimientos ha sido para grupos étnicos. El CNMH trabaja con algunas de estas comunidades, acompañando sus procesos de memoria para fortalecer las garantías de no repetición. Algunas de estas comunidades adelantan procesos emblemáticos de reparación simbólica. Por ejemplo, la cabecera municipal de Bellavista, en Bojayá, es sujeto de reparación colectiva y trabaja de la mano del CNMH para la construcción de un lugar de memoria que pueda conmemorar la masacre de Bojayá del 2 de mayo.

6. Otro de los mandatos estipulados en La Ley 1448 al CNMH, es el de “diseñar, crear y administrar un Museo de la Memoria, destinado a lograr el fortalecimiento de la memoria colectiva acerca de los hechos desarrollados en la historia reciente de la violencia en Colombia”.

El Museo Nacional de la Memoria (MNM) se contempla como una medida para el cumplimiento del deber de memoria del Estado que redunda en la garantía del derecho de la sociedad colombiana a la construcción  de la memoria y de la paz; se constituye en sí mismo en una  medidas de reparación simbólica y de satisfacción para las víctimas del conflicto armado en Colombia.

A cinco años de la legislación el proyecto del MNM ha avanzado en sus dimensiones física – social, territorial y virtual. En 2015, el CNMH realizó junto con la Sociedad Colombiana de Arquitectos el Concurso Público Internacional de Anteproyecto Arquitectónico para el diseño del Museo Nacional de la Memoria. Se inscribieron 109 firmas, se recibieron 72 proyectos y se otorgó el premio a la firma colombiana MGP Arquitectura & Urbanismo S.A.S. aliada con la española Estudio Entresitio. Desde finales de 2015, la firma ganadora ha estado desarrollando los diseños específicos tendientes a obtener la licencia de construcción para el proyecto integral.

El proceso de construcción social del Museo Nacional de la Memoria comenzó en el año  2012 con la realización de diferentes encuentros de discusión nacionales y regionales con organizaciones sociales y de víctimas y con la  dinamización de diversos espacios de debate con sectores políticos, académicos y con población indígena y afrodescendiente. 

 

Ley de víctimas


Ley de Víctimas

Envejecer y resistir en Colombia

Noticia

Autor

Maria de los Ángeles Reyes

Fotografía

Maria de los Ángeles Reyes

Publicado

15 Jun 2016


Envejecer y resistir en Colombia

 

Las personas mayores han sido víctimas de diferentes tipos de discriminación y se han visto en condiciones de vulnerabilidad a lo largo de los años. Por eso, en 2011 las Naciones Unidas decretó el 15 de junio como el Día de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez.

Mediante una resolución, se exhortó a los países a garantizar la protección de las personas mayores, sin importar su género, condición económica o procedencia, teniendo en cuenta esos aspectos diferenciadores a la hora de velar por sus derechos.

En Colombia las personas mayores tienen una característica particular: han envejecido en medio de un conflicto armado que apenas parece empezar a menguar. Según el Registro Único de Víctimas, existen 603.795 personas, entre los 60 y los 100 años, reconocidas como víctimas. Estas personas son sujeto de doble protección constitucional y aún así, según el informe Colombia Envejece, de la fundación Saldarriaga Concha, la mayoría viven en condiciones de pobreza y desprotección.

En este mismo informe, la Fundación afirma que hay ciertos hechos victimizantes frente a los cuales las personas mayores son afectadas de forma diferencial. El desplazamiento forzado, por ejemplo, genera sentimientos más profundos de desarraigo en los mayores. En algunos casos ellos oponen más resistencia y terminan siendo doblemente victimizados.

Desde el Centro Nacional de Memoria Histórica se han impulsado estrategias que resaltan el papel protagónico de las personas mayores. El proyecto Voces de Mayores, desarrollado entre 2014 y 2015, propició el diálogo y el reconocimiento de las necesidades de esta población con el fin de conocer sus experiencias de la vejez y el envejecimiento en territorios con presencia de actores armados.

Del mismo modo, se está construyendo el libro Ojalá nos Alcance la Vida, en el que se relata la historia de vida de 15 personas mayores que han sido víctimas del conflicto. Blanca Nubia Díaz es una de ellas, a continuación un fragmento de su historia que, como la de los mayores que han vivido como nadie la guerra,es un ejemplo de sabiduría y resistencia.

 


Colombia


Colombia

Descargue las memorias: Archivos para la paz

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

16 Jun 2016


Descargue las memorias: Archivos para la paz

Si no pudo asistir al seminario internacional “Archivos para la paz. Elementos para una política Pública” que tuvo lugar en Bogotá el 28, 29 y 30 de octubre de 2014, puede descargar aquí  las memorias.

Este evento fue organizado por la Dirección de Archivo de los Derechos Humanos del CNMH y el Fondo de Justicia Transicional-PNUD.

Allí se presentó, por ejemplo, la experiencia de la agencia de gobierno alemana que maneja los archivos de la desaparecida STASI, del archivo de la Vicaría de la Solidaridad en Chile que recogió por muchos años las denuncias de las víctimas de la dictadura chilena, y se habló acerca del papel que cumplieron los archivos en el posconflicto guatemalteco.

También se denunciaron la desaparición de importantes archivos estatales, se discutió con la organización ‘Open Society Justice Initiative’ acerca del rol que deberían cumplir los archivos militares y de inteligencia en el proceso de paz que se está llevando a cabo en el país, y de lo que los archivos desclasificados estadounidenses pueden aportar a la verdad y a la justicia en Colombia.

En las memorias usted podrá encontrar estas y otras ponencias que lo ayudarán a entender la importancia de los archivos de derechos humanos para este momento histórico que está viviendo el país.

Descargar aquí las memorias.

 


Archivos, Memoria, Paz

Abierta la licitación para la construcción del Museo de Memoria de Colombia

El Museo de Memoria de Colombia contará con 14.139 metros cuadrados de área construida.  

 

Autor

CNMH

Fotografías

Daniel Sarmiento

Publicado

17 Feb 2020


Abierta la licitación para la construcción del Museo de Memoria de Colombia

Hoy, 17 de febrero de 2020, la Agencia Nacional Inmobiliaria Virgilio Barco Vargas publicó el documento técnico de soporte para el proceso de selección simplificado en la página WEB de la Fiduciaria Colpatria S.A.

El Museo de Memoria de Colombia es un proyecto Nacional que abrirá sus puertas en Bogotá en el 2022.


La Agencia Nacional Inmobiliaria Virgilio Barco Vargas publicó, este lunes, los términos del proceso de selección que elegirá a la empresa encargada de la construcción física del Museo de Memoria de Colombia.

Este avance responde al compromiso del señor presidente de la República, Iván Duque Márquez, y del director del Centro Nacional de Memoria Histórica, Rubén Darío Acevedo Carmona, quienes el pasado 5 de febrero, en el evento de Primera Piedra en el predio en el que estará el Museo, reiteraron a víctimas de todo el país, así como a líderes del sector público, privado y representantes de la comunidad internacional, su compromiso con el inicio y construcción de este proyecto.

El Museo de Memoria de Colombia contará con 14.139 metros cuadrados de área construida. 

El objeto de la contratación es: “realizar la construcción del Museo Nacional de la Memoria de Colombia, en la ciudad de Bogotá D.C., bajo la modalidad precios unitarios fijos sin formula de reajuste”, para el cual se recibirán postulaciones hasta el 31 de marzo de 2020, a las 9:00 a.m. La suscripción del contrato se realizará dentro de los tres (3) días siguientes de la aceptación de la oferta. La audiencia informativa será el 2 de marzo de 2020, a las 10:00 a.m. en las oficinas de la Agencia Nacional Inmobiliaria Virgilio Barco Vargas.

El Museo de Memoria de Colombia contará con 14.139 metros cuadrados de área construida; un sótano destinado a parqueaderos, espacios técnicos y talleres para el archivo y tratamiento de documentación. Sobre terreno, estará conformado por 6 pisos de altura, entre los cuales se distribuyen 6 grandes espacios de doble altura: 5 Salas de exposición, una sala de reunión y un teatro multipropósito (Black Box).

“Iniciar hoy el proceso de licitación para hacer realidad el edificio del Museo de Memoria de Colombia es un logro histórico para el país. Este escenario será un referente que articule las memorias de las víctimas del conflicto armado con la construcción del futuro como Nación”, indicó Fabio Bernal, director técnico del Museo de Memoria de Colombia.

El museo será un símbolo de reconciliación; un memorial de reconocimiento a la pluralidad de las víctimas del conflicto armado, un lugar de encuentro y reflexión. El edificio quedará ubicado entre la Calle 26 o Av. Jorge Eliécer Gaitán, la Carrera 29 y la Av. Américas.

Consulte el documento técnico aqui:

 

Más información:

Julieth Castiblanco
ana.castiblanco@cnmh.gov.co
7965060 Ext. 154

Juan Camilo Acosta
juan.acosta@cnmh.gov.co
7965060 Ext. 193



Conflicto Armado, construcción, Darío Acevedo, licitación., Museo de Memoria de Colombia, Víctimas

Polonia y Alemania: un tratado histórico

Noticia

Autor

Daniel Valencia Yepe

Fotografía

www.dw.com/

Publicado

17 Jun 2016


Polonia y Alemania: un tratado histórico

A 77 años del inicio de la Segunda Guerra Mundial,  Polonia y Alemania volvieron a enfrentarse, esta vez de manera pacífica en un estadio de fútbol, en la Eurocopa 2016, momentos en que se cumplen 25 años del Tratado sobre buena vecindad y cooperación amistosa entre ambos países.


La lucha deportiva que une hoy a los dos países por la conquista de la copa europea de futbol es también símbolo de la reconciliación que estas dos naciones sellaron hace 25 años, el 17 de junio de 1991.

Ese día el canciller Helmut Kohl y el primer ministro Krzysztof Bielecki firmaron el acuerdo que trata especialmente temas de seguridad, política, economía, medio ambiente y cooperación. Pero también tocó aspectos culturales importantes como el reconocimiento del derecho a preservar su lengua y su cultura. Así, 20 años después de la firma el balance es positivo, de acuerdo a los portavoces de ambos países, y su importancia radica en que representa un caso emblemático en la reconciliación entre países que estuvieron en guerra durante décadas. También la visión a futuro y de responsabilidad histórica que contempla. 

La II Guerra Mundial comenzó el primero de septiembre de 1939, cuando el Blitzkrieg  de Hitler impactó el fuerte polaco de la península de Westerplatte, en Gdansk (al norte de Polonia), conocida en ese tiempo como la ciudad libre de Danzig. A partir de la ocupación del régimen nazi, la guerra cobraría aproximadamente 6.850.000 víctimas en ese país. La confrontación bélica llegó a su fin en 1945.

El tratado en el presente

En Alemania comenzó en los años 60 el trabajo de memoria alrededor de los crímenes de la Segunda Guerra Mundial y actualmente es un gran referente en temas de memoria histórica para Colombia.

Y es que polacos y alemanes, dos pueblos del corazón de Europa, han tenido una larga lista amistad y cooperación, pero también de enfrentamientos y disputas por el territorio, y a menudo sus fronteras se han entremezclado, extendiéndose hacia un lado o hacia el otro. Polonia era parte del Sacro Imperio Romano Germánico, de Prusia y posteriormente del Tercer Reich, y fue sin duda uno de los países más afectados por la invasión Nazi. Hoy de un lado y del otro los habitantes cruzan las fronteras sin problema, viven, pasean o trabajan en el país vecino.

Incluso en el futbol se evidencia esta reintegración: Lukas Podolski, jugador polaco nacionalizado alemán, ganó el mundial pasado jugando para Die Mannschaft, los 11 alemanes,  y en el partido del pasado jueves, Robert Lewandowski, también polaco, juega con la selección de su país aunque normalmente se ponga la camiseta del Bayern de Múnich.

Alemania tiene actualmente importantes acuerdos económicos con su vecino del Este, como el del Triángulo de Weimar y frecuentemente realizan consultas gubernamentales bilaterales. De hecho, para bien o para mal, ante la subida al poder de un partido euroescéptico en Polonia, que ha prendido las alarmas en la Unión Europea, Alemania ha preferido guardar prudencia y delegar a Bruselas la responsabilidad de opinar sobre las controvertidas leyes del actual gobierno polaco para mantener la relación de amistad y negociar directamente con Varsovia.

Algunos lugares para la memoria en Alemania

Centro Alemán de Información

 


Alemania, Polonia, Tratado

17 años de atentado con casa bomba en Neiva

Familiares de las víctimas mortales del atentado participaron del homenaje a sus seres queridos. La Policía develó la escultura “Edificadores de Paz”

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

14 Feb 2020


17 años de atentado con casa bomba en Neiva

El Centro Nacional de Memoria Histórica acompañó a las víctimas de la explosión de una casa bomba en Neiva, en el homenaje que se les rindió por el atentado perpetrado el 14 de febrero de 2003.

La detonación en el perímetro del aeropuerto Benito Salas, de la capital del Huila, atribuida a la guerrilla de las Farc, provocó la muerte de 15 personas y dejó 66 más heridas.


La detonación de 200 kilos de explosivos sacudió las casas del barrio Villa Magdalena y la madrugada del norte Neiva. El estallido, a las 5:25 a.m., acabó con la vida de la fiscal especializada Cecilia Giraldo Saavedra, nueve policías y cinco civiles. Los vecinos del sector, cercano a la cabecera del aeropuerto Benito Salas, recuerdan imágenes de horror de cuerpos desmembrados y escombros del amanecer del 14 de febrero de 2003.

Otras 66 personas, en su mayoría habitantes del sector, sufrieron heridas graves por la explosión, que afectó sesenta casas alrededor de aquella en la que se escondía la bomba. El atentado fue atribuido a miembros de la columna móvil Teófilo Forero, de la guerrilla de las Farc.

Ante información de que se planeaba un atentado contra una visita presidencial programada justo ese día, las autoridades ordenaron allanamientos en varias casas, diligencias que estaban en ejecución en el momento de la detonación.

Un año después, un fiscal de la Unidad Nacional de Derechos Humanos profirió una resolución de acusación en contra de ocho miembros de la columna móvil Teófilo Forero de las Farc, sindicados por estos hechos. Según el testimonio de Wilson Díaz Ramos, alias “Bladimir”, desmovilizado de la guerrilla, los responsables del atentado fueron fusilados, señalados de haber filtrado información sobre sus planes.

El Centro Nacional de Memoria Histórica acompañó a las víctimas del atentado, en el homenaje que se rindió este 14 de febrero por sus vidas, en conmemoración de estos hechos que marcaron a la comunidad de la capital del Huila.



CNMH, Darío Acevedo Carmona, Memoria, Museo

Comunicado

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

13 Feb 2020


Comunicado

  • 36 personas muertas y 198 heridas dejó el carro bomba detonado en el parqueadero del edificio, en el norte de Bogotá, el 7 de febrero de 2003.
  • Los encargados de ubicar los explosivos también murieron en los hechos, siguiendo órdenes de las Farc.

Como lo informamos desde principio de 2020 en nuestro portal web, iniciamos, a finales del año pasado, un proceso de renovación del sitio www.centrodememoriahistorica.gov.co que implicaba algunas intermitencias y dificultades temporales en descargas y consultas de informes en parte de los contenidos.

En el banner explicativo, que estuvo ubicado en la parte superior de la web, se ofrecieron disculpas a los usuarios y se dispuso el correo electrónico bibliomemoria@cnmh.gov.co para enviarles a los interesados la información que no se encontrara en el sitio.

Es de aclarar que la actualización emprendida responde a la intención de contar con una página más amable, útil y moderna para los usuarios, servidores públicos y contratistas, que nos permita prestar un mejor servicio al ciudadano. Las publicaciones, contenidos y demás productos de interés construidos desde el año 2008 continuarán estando al alcance de todos y todas.

Esperamos que en las próximas horas se tenga al aire el total de los informes y otros contenidos históricos del CNMH, mientras tanto, con el ánimo de evitar mayores molestias en los usuarios, en este enlace se podrán descargar las publicaciones del CNMH, incluyendo las revistas Conmemora. https://we.tl/t-gksByHSyje

Responderemos a cualquier inquietud adicional en el correo comunicaciones@cnmh.gov.co



CNMH, Darío Acevedo Carmona, Memoria, Museo

Foto montaje edificio El Nogal

Hace 17 años el horror tocó a El Nogal

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

7 Feb 2020


Hace 17 años el horror tocó a El Nogal

  • 36 personas muertas y 198 heridas dejó el carro bomba detonado en el parqueadero del edificio, en el norte de Bogotá, el 7 de febrero de 2003.
  • Los encargados de ubicar los explosivos también murieron en los hechos, siguiendo órdenes de las Farc.

También era viernes. Frío, congestión en el tráfico, afanes… lo de siempre. Hasta que el horror tocó esa noche bogotana del 7 de febrero de 2003. A las 8:15 p.m., la detonación de una bomba de 200 kilos de anfo y clorato de potasio en el parqueadero del club El Nogal, en el norte de la capital, destruyó buena parte de la fachada y abrió un cráter del tercer al séptimo piso. En aquella tragedia ocurrida hace 17 años murieron 36 personas y otras 198 resultaron heridas. Quienes sobrevivieron llevan marcas, algunas más difíciles de sanar que las del cuerpo.

Un desespero inusual sacó a *César Páez —bogotano, diseñador de muebles— de una reunión con unos clientes y lo llevó a encontrarse con su esposa en el club.

“De pronto me empezó un escozor, unas ganas de irme. Y yo no tenía carro porque era pico y placa precisamente. Y hubo un momento que les dije a los clientes: qué pena con ustedes pero me tengo que ir, yo me voy”, recuerda.

Llegó al club, donde lo esperaba Catalina —arquitecta barranquillera, esposa y socia del negocio familiar—. Fue la última vez que la vio con vida. Le tenía agarrada la mano cuando explotó la bomba.

“Yo quedé un rato inconsciente. Y cuando desperté, estaba metido entre dos columnas de concreto; casi me voy al hueco del piso. Y las llamas salían de abajo”. Recuerdos que no se borran, aunque pase el tiempo.

“Para mí significa cortarme las alas a ras para nunca más volver a volar, porque con ella tenía una relación muy especial. Era una mujer muy hermosa, por fuera y por dentro. Muy amable, generosa con la gente que no tenía nada. Realmente es una pérdida muy grande”.

Según la Fiscalía, el atentado terrorista fue planeado por Herminsul Arellán, miembro de la columna móvil Teófilo Forero de las Farc. La intención era derribar el edificio entero, puesto que habían determinado que en el club se reunían altos funcionarios del Estado en medio de una difícil situación de orden público que atravesaba el país. Sin embargo, en los hechos también murieron Oswaldo y John Freddy Arellán —su hermano y su sobrino— a quienes habían encargado poner los explosivos, ocultos en el carro que manejaba el primero.

*Los nombres de los protagonistas de esta historia fueron cambiados por motivos de seguridad.



CNMH, Darío Acevedo Carmona, Memoria, Museo

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