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III Convocatoria de estímulos 2016 CNMH – Ministerio de Cultura

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Autor

Martha Nubia Bello

Fotografía

Martha Nubia Bello

Publicado

02 Feb 2016


III Convocatoria de estímulos 2016 CNMH – Ministerio de Cultura

Desde el primero de febrero hasta el 29 de abril de 2016 estarán abiertas las inscripciones para participar en la III Convocatoria de Estímulos que el Centro Nacional de Memoria Histórica (a través del Programa Nacional de Convocatorias Públicas de la Dirección Museo y El Programa Fortalecimiento de Museos del Museo Nacional de Colombia- Ministerio de Cultura) ofrece a las asociaciones de víctimas, organizaciones sociales y defensoras de los Derechos Humanos, instituciones académicas, artistas o colectivos de artistas que trabajen con la comunidad.

Para este año el Centro Nacional de Memoria Histórica propone profundizar el apoyo a las iniciativas de memoria y a la construcción de contenidos del Museo Nacional de la Memoria, vinculando propuestas de la sociedad al debate público sobre las comprensiones del conflicto armado como un mecanismo para la democratización de la memoria, a través de la apertura de canales de participación activa a las personas interesadas en transmitir las memorias por medio del arte y la cultura.

 
“Nuestro propósito con la III Convocatoria es estimular y reconocer los procesos artísticos y culturales de memoria histórica desarrollados en las regiones. Consideramos que estos lenguajes son un recurso pedagógico en las formas de comprensión, sensibilización y reflexión  frente a las discusiones que resultan difíciles o complejas de consensuar a todo el país sobre las dinámicas, causas y responsabilidades del conflicto”
 
Martha Nubia Bello
   Martha Nubia Bello
   Dirección de Museo Nacional de la Memoria
 

Para el 2016, la III Convocatoria  ofrece dos líneas de estímulos con el objetivo de contribuir a la reparación, reconocimiento y dignificación de las víctimas, al esclarecimiento y análisis crítico de la violencia contemporánea en Colombia y cumplir una función pedagógica que aporte a la construcción de una cultura de respeto por la diferencia, la diversidad y la pluralidad que aporte a establecer las bases para las garantías de no repetición:

1. Becas de investigación y producción de proyectos museográficos sobre memoria histórica y conflicto armado:  comprensiones sociales del conflicto armado.

2. Becas de creación y producción de proyectos museográficos sobre memoria histórica y conflicto armado: Memorias de guerra,  resistencia y dignidad.

Fecha de apertura: 1 de febrero de 2016

Fecha de cierre: 29 de abril de 2016

Para mayor información pueden comunicarse a: becas@mincultura.gov.co o al correo convocatoria2016cnmh@centrodememoriahistorica.gov.co

Espere información sobre la agenda de socialización a lo largo del país durante febrero marzo y abril.

Descargar PDF de preguntas frecuentes sobre la Convocatoria.
PDF CON LAS BASES COMPLETAS DE LA CONVOCATORIA [Descargar]
* Consulte las bases de la Convocatoria desde la página 591 hasta la página 601 del documento.
NOTICIA DEL MINISTERIO DE CULTURA CON ALGUNAS DIRECTRICES DE LA CONVOCATORIA [Ver]
Descargar Guía de Participación sobre la Convocatoria.

Publicado en Noticias CNMH


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La palabra y el silencio en el día del periodista

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Autor

CNMH

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CNMH

Publicado

03 Feb 2016


La palabra y el silencio en el día del periodista

Este 8 y 9 de febrero, en conmemoración del día del periodista, el CNMH presentará el informe “La palabra y el silencio”: La violencia contra periodistas en Colombia (1977-2015), junto con la FLIP, quien lanzará el informe anual sobre el estado de la libertad de prensa en Colombia.

Y es que 152 periodistas han sido asesinados en Colombia por hacer su trabajo desde 1977.

La mayoría de ellos trabajaban en pequeñas emisoras y periódicos regionales, y su compromiso con el oficio lo dedicaban a investigar y denunciar hechos de corrupción o sucesos del conflicto armado que se vivían en las distintas zonas.

Esa cifra de asesinados, juntos a las amenazas, los secuestros y las demás obstrucciones que han sufrido los reporteros, han llevado a que el país ocupe los peores puestos en indicadores de libertad de expresión

Conoce el informe cuyo relator fue Germán Rey [Conoce el especial multimedia: La palabra y el silencio].

AGENDA 8 de febrero 2016 (Bogotá)

Hora: 6:00 p.m. – 9:00 p.m.
Lugar: Cine Tonalá CRA. 6 # 35-37 – Bogotá (Barrio La Merced).
Confirmar asistencia en el siguiente link http://bit.ly/1OWVsBp a más tardar el 5 de Febrero de 2016. Cupos Limitados.

  • 6:00 p.m. – 6:20 p.m. – Presentación informe ‘La Palabra y el Silencio’ del Centro Nacional de Memoria Histórica a cargo de Germán Rey como relator.
  • 6:20 p.m. – 6:40 p.m. Presentación del Informe anual de la Fundación para la Libertad de Prensa FLIP (2015).
  • 6:45 p.m. – 7:35 p.m. Proyección del Documental: “En el Medio: silencios del periodismo colombiano” realizado por la Fundación para la Libertad de Prensa con el apoyo de The United Nations Democracy Fund – Undef y la Universidad del Rosario.
  • 7:35 p.m. – 7:55 p.m. Receso
  • 8:00 p.m. – 9:00 p.m. Panel central – En vivo desde Tonalá con Hora 20 de Caracol Radio. Tema: Situación de la Libertad de Prensa en Colombia con invitados especiales.
AGENDA 9 de febrero 2016 (Medellín)

Hora: 10:00 a.m. – 1:00 p.m.
Lugar: Auditorio 19-104 Facultad de Ingeniería, Universidad de Antioquia

  • 10:00 a.m. – 10:20 a.m. – Presentación informe ‘La Palabra y el Silencio’ del Centro Nacional de Memoria Histórica.
  • 10:20 a.m. – 10:40 a.m. Presentación del Informe anual de la Fundación para la Libertad de Prensa FLIP (2015).
  • 11:00 a.m. – 12:00 m. Proyección del Documental: “En el Medio: silencios del periodismo colombiano” realizado por la Fundación para la Libertad de Prensa con el apoyo de The United Nations Democracy Fund – Undef y la Universidad del Rosario.
  • 12:00 m. a 12:30 p.m.: Conversatorio con Gonzalo Medina y Natalia Botero.

Publicado en Noticias CNMH


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5.800 relatos de personas desmovilizadas

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Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

05 Feb 2016


5.800 relatos de personas desmovilizadas

En 2015, 5.800 personas desmovilizadas de las AUC narraron al CNMH a través de la Dirección de Acuerdos de la Verdad, DAV, sus vivencias en la guerra como contribución a la verdad y a la memoria histórica


Construcción de la verdad certificada

Los relatos de estas personas desmovilizadas de diferentes estructuras de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) hoy ayudan a construir la verdad sobre la grave crisis humanitaria ocasionada por el conflicto armado. Todo esto con el apoyo de “Acuerdos de la Verdad”, un mecanismo no judicial, orientado a que surjan revelaciones en torno a saber qué pasó para entregarle a la sociedad informes con base en los hallazgos obtenidos.

Acuerdos de la Verdad, creado por la Ley 1424 de 2010 e implementado por el Centro Nacional de Memoria Histórica, busca convertirse en un recurso reparador para las víctimas del conflicto y que en el 2015 representó la expedición de 3.091 certificaciones de contribución a la verdad para estas personas desmovilizadas. “El país podrá conseguir importantes avances hacia la verdad, a través de un proceso de reconstrucción de verdad histórica sin antecedentes en el mundo”, así lo destacó, el director de la DAV del Centro Nacional de Memoria Histórica, Álvaro Villarraga.

En total son 16.094 firmantes de Acuerdos de la Verdad que se encuentran dentro de la ruta de este mecanismo no judicial de contribución a la verdad.

La DAV es la dirección encargada de recibir, analizar y sistematizar los relatos de los desmovilizados que no están cubiertos por la Ley 975 de 2005 (Ley de Justicia y Paz). Con este procedimiento, se pretende resolver los vacíos jurídicos de anteriores intentos de reinserción de personas pertenecientes a grupos armados al margen de la ley, resolver su situación jurídica y culminar satisfactoriamente su proceso de reintegración, con base en los requisitos de la misma Ley 1424.

Gracias a estos aportes, el Centro Nacional de Memoria Histórica entregará este año a la sociedad colombiana los primeros informes que buscan dar cuenta de lo que fue la actuación de los bloques Tolima, Calima, Cacique Nutibara, Metro y Héroes de Granada, los hechos de violencia que protagonizaron, las violaciones a los Derechos Humanos y todas las circunstancias que necesitan conocer las víctimas y la sociedad colombiana en general.

El mecanismo, que incorpora las voces de diferentes actores a través de las Contribuciones Voluntarias, fue destacado por el Centro Noruego de Recursos para la Construcción de Paz (Noref por sus siglas en inglés), al considerar que en el proceso de paz se necesitan mecanismos extrajudiciales que pueden aprovechar la experiencia del CNMH, que relacionan fórmulas no judiciales  “de una manera coherente, estratégica y aplicable” y permiten “resolver la situación legal de los excombatientes al recopilar testimonios que se sumarán a un mejor entendimiento de una dimensión clave del conflicto”, explica el ente internacional.

Ver infografía 

https://magic.piktochart.com/output/10702126-reporte-diferenciado

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La palabra, el poder y la violencia

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Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

08 Feb 2016


La palabra, el poder y la violencia

Reflexiones sobre la palabra de las víctimas, los perpetradores y los periodistas y académicos, con motivo del Informe del Centro Nacional de Memoria Histórica, La palabra y el silencio: la violencia contra periodistas en Colombia (1977-2015).


Hemos entrado al reino de la palabra: ella está presente en las negociaciones de paz, en la voz de las víctimas, y desde ya reclama un lugar en la anunciada comisión de la verdad, y en el Museo de la Memoria…Todo nos conduce a la palabra y al relato. La historia de nuestro instante es narrada a través de la palabra.

La palabra y el lenguaje nos han permitido estar, ser y permanecer de múltiples formas. Ahora mismo nos permiten que Colombia sea una Ágora de innumerables voces.

Me centraré hoy en tres estilos de expresión y composición de la palabra: la palabra de las víctimas, la palabra de los perpetradores y la palabra de los periodistas y académicos. Hoy la palabra atraviesa todo la escena social y del conflicto. La palabra cuenta y está sometida a muchos usos y abusos.

Comenzaré por una palabra relevante que ha adquirido en nuestro contexto político un valor enorme, y que es uno de los hilos con los cuales hemos comenzado a tejer la memoria. Me refiero a la palabra de las víctimas.

En el tejido que construimos de memoria hemos experimentado y sentido el valor que la palabra tiene en las incansables búsquedas de las víctimas.

Las víctimas no solo quieren hablar hoy, sino que han empezado a hablar hace ya décadas. Ellas buscan que su voz se escuche, y que su palabra sea tenida en cuenta. En múltiples ocasiones, las víctimas han surgido a través de la palabra y sus relatos. Pero también a través de la palabra buscan cambiarle el sentido a su condición de víctimas.

Las víctimas se empoderan políticamente a través de la palabra y se convierten en protagonistas y sujetos de derechos. El poder que pretendieron arrebatarle sus victimarios, al infligirles dolor, lo han reconvertido en capacidad de enunciación de su reclamo y de sus propuestas de transformación y superación de la violencia.

Las víctimas son ellas mismas narradoras de lo que les pasó, de cómo ocurrieron los hechos, de quiénes estuvieron presentes, de quiénes las victimizaron y de qué ausencias les dejó la barbarie. Su palabra circula. Su gran inquietud es por tanto: ¿”y qué van a hacer con mi palabra”?

Con la palabra de las víctimas tejemos memoria, tejemos país y tejemos futuro.

En segundo lugar quisiera llamar la atención sobre otra palabra que ha tenido espacio en los escenarios judiciales, públicos y políticos de nuestro país. Sobre una palabra que nos ha revelado el horror, que nos ha mostrado la capacidad del ser humano de hacer daño, y que nos ha hecho evidente el por qué reclaman las víctimas y el por qué se conmueve la sociedad, aunque no con toda la fuerza debida.

Estoy hablando de la palabra del perpetrador. Esa palabra que ha servido, en ocasiones, para aceptar responsabilidad y para confesar, pero también en otras muchas para legitimar y ocultar las tropelías.

En cierta forma, y de manera paradójica, cuando se han logrado confesiones, a través de la palabra, los perpetradores han permitido que veamos en ellos, en su palabra, el rostro, el cuerpo y el dolor de las víctimas.

Hago alusión a la palabra de los perpetradores con matices. El horror que han generado es tal que frente a él enmudece con frecuencia la palabra. La palabra del perpetrador expresa muchas verdades mutiladas o justificaciones oprobiosas. Se hace evidente aquí la máxima tensión entre quién habla y de qué habla.

La palabra de los perpetradores ha tenido mucho espacio público en nuestro país. Un reclamo plenamente justificado del mundo de los derechos humanos fue que a estos se les daba más espacio que a las víctimas. Y es ahí donde tenemos que detenernos, y preguntarnos qué dicen los perpetradores y con qué intención. ¿Con intención de confesar y resarcir, o con la pretensión de encubrir y legitimar o minimizar las atrocidades cometidas?

Los perpetradores trastocan muchas veces la función de la palabra que es comunicar, por una modalidad de uso para ocultar, tergiversar y confundir.

Develar su palabra es una tarea del presente, y sobre todo es una tarea de la memoria. Los hilos con los que tejemos la memoria también deben elegir cuáles de las palabras de los perpetradores narrarán nuestra guerra. Y elegir ojalá aquellos hilos de la confesión que a gritos claman por la no repetición.

Con la palabra de los perpetradores develamos otros sentidos de la memoria, y también caminamos incómodamente el pasado.

Finalmente, aparece la palabra de los testigos, de los narradores, de quienes escuchan el dolor, la vida y la muerte de las víctimas y el discurso de los perpetradores.

Estoy invocando una tercera manifestación de la palabra. La palabra de quienes construyen relato, historia y conocimiento. Me aproximo aquí a la palabra de los periodistas, pero también a la palabra de los académicos.

La palabra del testigo, del periodista, no es la palabra como fuente. La fuente está en la escena de los hechos. La fuente está en la vida de los protagonistas. La palabra de los testigos, de los periodistas, puede asimilarse a caja de resonancia pública de lo acontecido.

Los periodistas son en efecto mediadores entre los protagonistas y la sociedad. Mediadores entre lo acontecido y lo relatado.

Es a través de ellos que la sociedad accede al lugar de los hechos, y según la narración puede ver lo acontecido, puede ver o no ver a los protagonistas, puede entender o no las escenas, puede recoger con su conocimiento hechos, emociones, sensaciones y tramas narrativas.

El relato periodístico, traducido en crónicas, ubica a estos testigos no solo como informantes sino también como intérpretes de contextos, y de muchas otras voces que son las que les sirven de fuente.

El testigo, el periodista, no es depositario de la verdad, pero tiene una inmensa responsabilidad frente a ella, frente a cómo contar y a cómo descifrar la palabra de los otros y las otras, víctimas o perpetradores.

El periodista no es sicólogo, sin embargo, tiene en sus manos recursos de poder para poner en la esfera pública historias que de otra manera pudieran quedar fácilmente reprimidas, en la ignorancia o el olvido.

La palabra del periodista se despliega en los escenarios de las luchas políticas, en los escenarios de la memoria. La palabra del periodista es otro de los hilos con los cuales tejemos memoria.

La narración periodística al igual que la de los académicos no es pasiva o neutra. Produce conocimiento e interpretación de múltiples realidades, y también trasluce preferencias.

Todas estas palabras y voces que he puesto de relieve en estas reflexiones, enfrentan hoy, en esa inmensa Ágora que es Colombia, en el espacio abierto de la negociación, un reto: sobrevivir a la guerra y convertir el silencio en grito contra la violencia…esta es la misión del momento: ser palabra para nombrar la devastación que ha dejado la guerra. Ser palabra de sobrevivientes en resistencia a la guerra, ser palabra para La Paz.

Con todo y se trata en Colombia no de la potencia de la palabra que habla, sino de la palabra silenciada a lo largo de más de tres décadas. Aquí, de alguna manera, nos ensordecen las voces de los silencios inducidos por las violencias cruzadas del país.

Descargar informe

Publicado en Noticias CNMH



Violencia

Diversidad étnica y cultural en La Habana

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Autor

Maria de los Ángeles Reyes

Fotografía

César Romero

Publicado

17 Jun 2016


Diversidad étnica y cultural en La Habana

Las delegaciones del Gobierno y las FARC, en Cuba, se reunirán los próximos 20 y 21 de junio con representantes de comunidades étnicas con el fin de apropiar un enfoque diferencial a lo acordado en los diálogos de paz.


Diez representantes indígenas, diez miembros de las comunidades afrocolombianas, negras, raizales y palenqueras, y dos miembros del Pueblo Rom, harán sus respectivos aportes y propuestas para que sean tenidos en cuenta en el punto seis de la agenda del Acuerdo General para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera.

El objetivo del encuentro es responder a una demanda constante de los grupos étnicos en Colombia de ser tenidos en cuenta en la construcción, no solo del acuerdo, sino de una paz duradera y sostenible. Después de todo, ellos han sufrido de forma diferenciada los desmanes de la guerra en Colombia.

Las comunidades étnicas, debido a sus características culturales particulares, han tenido que librar su propia por sus derechos. Además, en medio del conflicto armado también han tenido que resistir haciendo uso de sus propios mecanismos de organización, muchas veces, sin acompañamiento alguno del Estado. Según el Registro Único de Víctimas,  921.877 personas pertenecientes a estas comunidades han sufrido diferentes formas de victimización: 174.000 indígenas, 29.352 miembros del Pueblo Rom, y 718.525 afrocolombianos, negros, raizales y palenqueros.

La participación de estos grupos en La Habana servirá para la sección de los acuerdos con respecto a la  “implementación, verificación y refrendación”. Ellos piden, en general, que su lucha histórica sea validada por los acuerdos, y que lo que se firme en Cuba entre el Gobierno y las Farc, contribuya a las nuevas necesidades que han surgido con el conflicto armado.

Según Nelson Lemus de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca, ACIN, una de las exigencias principales de los pueblos indígenas será la garantía del derecho que tienen para ejercer la jurisdicción especial indígena en sus territorios. Que se respete el papel de las autoridades tradicionales y las guardias en el posconflicto y que se garantice la protección de sus territorios.

Por su parte, José Valencia, del Comité por los derechos de las Víctimas de Bojayá, la exigencia principal de parte de esta comunidad del Pacífico es que se tenga en cuenta la lucha que las comunidades victimizadas han sostenido a lo largo de los años, aún sin el apoyo del Estado. “Que no se deje de lado todo lo que hemos trabajado, sino que, con la paz, se comprometan tanto el Estado como los grupos armados, a trabajar por garantizar y reconocer nuestros derechos”, dijo.

Además, en un comunicado del Proceso Organizativo del pueblo Rom (gitano) de Colombia, se afirma que estas comunidades, como consecuencia del conflicto han sufrido la “desaparición de los oficios tradicionales y la imposibilidad de su ejercicio en los territorios afectados por la guerra”.

Es importante mencionar que algunas comunidades siguen estando en zonas donde las acciones armadas no cesan sino que, por el contrario, parece que estuvieran tomando fuerza: comunidades afro del Medio Atrato, e indígenas en el Norte del Cauca, por ejemplo, han recibido en los últimos meses amenazas hacia líderes de sus organizaciones.  Lo que esperan, y seguro exigirán el próximo 20 y 21, será que el Estado no solo respete sus procesos tradicionales y de resistencia que han ocurrido en los años pasados, sino que garantice la seguridad para ellos en el periodo de postconflicto que está por llegar. 

 


Cultura, Diversidad, Étnico, Habana

Acuerdos de la Verdad en más regiones del país

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Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

11 Feb 2016


Acuerdos de la Verdad en más regiones del país

Acuerdos de la Verdad del Centro Nacional de Memoria Histórica extiende su atención a personas desmovilizadas y víctimas ubicadas en Barrancabermeja, Sincelejo, Necoclí, Yopal y Cartagena


Con el fin de agilizar en diferentes regiones del país el proceso de recolección por medio de los aportes efectivos de contribución a la verdad por parte de personas desmovilizadas, así como las contribuciones voluntarias, la Dirección de Acuerdos de la Verdad (DAV) del Centro Nacional de Memoria Histórica, abrió a partir de este año nuevas sedes en Barrancabermeja y Sincelejo al igual que satélites en Cartagena, Yopal y Necoclí.

Se trata de nuevos escenarios en donde más de 1.500 personas desmovilizadas de las AUC, cobijadas por la Ley 1424 de 2010, podrán participar para cumplir con su compromiso de contribuir a la construcción de verdad no judicial en el país, para garantizar el derecho de las víctimas y la sociedad civil a saber los hechos del conflicto.

La sede regional Barrancabermeja es el resultado del traslado de la sede de Bucaramanga, donde se espera que acudan las personas desmovilizadas especialmente del Bloque Central Bolívar (BCB) y de otras estructuras del Magdalena Medio. En Bucaramanga funcionará una oficina del Instituto de Estudios Políticos de la Facultad de Derecho de la Universidad Autónoma de Bucaramanga (UNAB).

En Sincelejo la DAV llega a atender a las personas desmovilizadas principalmente de los bloques Héroes de Montes de María, Mineros, Catatumbo y BCB; mientras que en Necoclí se atenderán especialmente personas que alguna vez estuvieron vinculadas con el Bloque Elmer Cárdenas. En Arauca se espera conocer verdades de quienes estuvieron vinculados a los bloques Centauros y Arauca.

A la fecha, la DAV ha certificado 3.000 firmantes de Acuerdos de la Verdad y recibido 5.800 relatos de personas desmovilizadas cobijadas por la Ley 1424 de 2010. Alrededor de 14 mil personas desmovilizadas, que firmaron Acuerdos de la Verdad con el gobierno, se consideran aptas para la realización de aportes efectivos para garantizar la verdad histórica del conflicto armado en temas como la conformación de los grupos paramilitares y su participación en ellos; así como los hechos y actuaciones que conozcan por haber pertenecido a esas organizaciones. Se trata de personas desmovilizadas que no están cubiertas por la Ley de Justicia y Paz y que están pendientes de resolver su situación jurídica.

Este mecanismo no judicial de contribución a la verdad permitirá a las personas desmovilizadas obtener una certificación por aportes al esclarecimiento de graves violaciones a los Derechos Humanos siempre y cuando hagan aportes efectivos a la memoria histórica, completar su proceso de reintegración a la sociedad colombiana y gozar de la libertad. Estos hallazgos se complementan con las Contribuciones Voluntarias que hagan distintos sectores de la sociedad, en especial de las víctimas.  

Publicado en Noticias CNMH


Verdad


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Medellín ¡Basta ya! finaliza su primera fase

Noticia

Autor

CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

12 Feb 2016


Medellín ¡Basta ya! finaliza su primera fase

Desde julio de 2015 se viene trabajando en el informe investigativo “Medellín ¡Basta ya!” el cual involucra a la población del territorio urbano como muestra de que la ciudad no está exenta de la guerra. Otro objetivo de este trabajo es que el reconocimiento y la construcción de memoria a través de diferentes narrativas y relatos permitan garantizar la no repetición de la violencia.

 

Teniendo en cuenta los avances que de la primera fase de investigación del proyecto, que finalizó en diciembre de 2015, lo que viene para 2016 es la sistematización, codificación, análisis y consolidación de la información que se recogió.

Camila Medina, directora de Construcción de la Memoria Histórica del CNMH, hace un balance positivo del desarrollo de “Medellín ¡Basta ya!” en cuanto a la recepción de la población desde su lanzamiento. “Lo que tuvimos el año pasado fue una acogida muy grande de distintos sectores y actores de la ciudad, reaccionando y participando activamente en los talleres de memoria, en los espacios convocados y en los diálogos ciudadanos”.

Gracias al interés de las organizaciones de víctimas y sociales, la Alcaldía de Medellín, Corporación Región y el Centro Nacional de Memoria Histórica, empezó la reconstrucción de la memoria histórica en la ciudad.

Y es que Medellín ha sufrido las consecuencias de la violencia por parte de diferentes actores armados y a través de este informe se podrá reconocer que no solo el territorio rural ha sido afectado por el conflicto, sino que la ciudad también ha sido víctima de actos violentos, un aporte significativo para la reparación integral, la justicia y las garantías de no repetición.

En esta primera fase se realizaron 20 talleres de memoria con diferentes poblaciones (víctimas, funcionarios públicos, maestros, periodistas, adultos, jóvenes) en los que se pudo establecer los imaginarios y los lugares de miedo reconocidos por ellos como espacios significativos por estar marcados con hechos de violencia. Asimismo, se realizaron 13 grupos focales dirigidos a sectores más específicos de la población como sindicalistas, grupos de derechos humanos, de la rama judicial, entidades y personas relacionadas con el desarrollo de políticas públicas, víctimas de secuestro, personas desmovilizadas, Ejército, Policía, entre otros.

 

Desde el lanzamiento del proyecto en julio de 2015 en el Museo Casa de la Memoria en Medellín, el proceso de investigación ha tenido importantes avances.

  • En primer lugar, se ha hecho la revisión del estado y la viabilidad de las fuentes bibliográficas y se han buscado nuevas fuentes importantes para la consolidación de los datos de la investigación. Entre ellas hay algunas versiones libres de jefes paramilitares, versiones y archivos de fuentes organizacionales y sociales.
  • En segundo lugar, se trabajó en una tarea que se había planteado sobre la construcción y revisión de los archivos de prensa. Se pudo consolidar una base de prensa de 2.048 registros de diferentes medios periodísticos.  Con el fin de dar cuenta de los artículos, cubrimientos e historias que han hecho los medios de comunicación en cuanto a los actos violentos ocurridos en Medellín entre 1980 y 2013.
  • Por último, se avanzó en el trabajo de campo en Medellín, que consistió en hacer las preguntas de qué pasó, cómo pasó, por qué pasó y cuándo pasó a diferentes grupos sociales con el fin de recoger los hechos más significativos.

Paralelo a ello y como parte de la estrategia comunicativa y de divulgación, se realizaron también diálogos ciudadanos que consistieron en 15 conversatorios dirigidos a la sociedad en los que se pudiera evidenciar de qué manera los ha marcado la violencia y poder hacer un recorrido por toda la ciudad identificando estas situaciones.

También se ideó una estrategia para que los ciudadanos pudieran contar sus historias de hechos específicos por medio de cartas que hacían llegar en físico o a través de una aplicación creada en el sitio web del ¡Basta Ya! Gracias a esto se logró recoger alrededor de 350 cartas.

Además, bajo la dirección de Natalia Botero, experta en álbumes de memoria, se realizó la construcción de relatos por medio de dibujos fotográficos que permitieron innovar en la manera en la que se cuentan las experiencias de violencia.

Otro evento importante de participación y divulgación del proyecto fue la realización de talleres de stop motion con jóvenes estudiantes. Allí los jóvenes pudieron contar desde su perspectiva, a través de videos, temas de violencia que identificaron en la ciudad.

Camila Medina afirma que es muy importante continuar con el convenio interadministrativo que se estableció con la Alcaldía de Medellín, Corporación Región y el Ministerio del Interior para el desarrollo de este proyecto, además de contar con el apoyo del Museo Casa de la Memoria de Medellín que es la casa del ¡Basta Ya!

Dentro de la segunda etapa que inició este 2016 se profundizará más en los casos que la ciudad ha identificado y reconocido como hechos y lugares emblemáticos marcados por la violencia. Es el caso de las bombas de La Macarena, del Parque Lleras, los asesinatos a líderes políticos, el asesinato de Héctor Abad Gómez, entre otros que destaca Marta Villa, coordinadora general del proyecto y directora de la Corporación Región.

Se espera que el consolidado final de toda la investigación se entregue en el último trimestre del presente año y la publicación del informe se haga pública en 2017.

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Medellín


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Farc y Gobierno llegan al acuerdo del Fin del Conflicto

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Autor

CNMH

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Elespectador.com

Publicado

22 Jun 2016


Farc y Gobierno llegan al acuerdo del Fin del Conflicto

En un comunicado conjunto las delegaciones del Gobierno y las Farc anunciaron que acordaron el cese el fuego bilateral y definitivo, punto tercero en la agenda de diálogos de paz. 


“Las delegaciones del Gobierno Nacional y de las FARC-EP  informamos a la opinión pública que hemos llegado con éxito al Acuerdo para el Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo; la Dejación de las armas; las garantías de seguridad y la lucha contra las organizaciones criminales responsables de homicidios y masacres o que atentan contra defensores de Derechos Humanos, movimientos sociales o movimientos políticos, incluyendo las organizaciones criminales que hayan sido denominadas como sucesoras del paramilitarismo y sus redes de apoyo, y la persecución de las conductas criminales que amenacen la implementación de los acuerdos y la construcción de la paz”.

Según la comunicación oficial, la presentación formal de la firma de este acuerdo se hará este 23 de junio en La Habana, y estará encabezado por el presidente Juan Manuel Santos, el jefe de las Farc, Timoleón Jiménez. También asistirán el presidente de Cuba, Raúl Castro, el canciller de Noruega Borge Brende, países garantes. Y por los países acompañantes asistirán la presidenta de Chile Michelle Bachelet y Nicolás Maduro, presidente de Venezuela. 

Como invitado especial estará el secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, junto con el Presidente del Consejo de Seguridad y el Presidente de la Asamblea General.

“Igualmente asistirá el Presidente de República Dominicana, en calidad de Presidente de la CELAC; el presidente de El Salvador, y los enviados especiales para el proceso de paz de los Estados Unidos y de la Unión Europea”.

Lea también “Otro hito del proceso de paz” 

Este es el comunicado conjunto de la mesa de negociaciones: 

COMUNICADO | “…hemos llegado con éxito al Acuerdo para el Cese al Fuego y de Hostilidades Bilateral y Definitivo” pic.twitter.com/KoS8dV8wVr

— Equipo Paz Gobierno (@EquipoPazGob) 22 de junio de 2016


Así mismo, Carlos Lozada, miembro de la subsomisión técnica del fin del conflicto de las Farc, manifestó la entrega del documento. 


Publicado en Noticias CNMH



Farc, Fin del conflicto, Gobierno Nacional

El legado de los ausentes: 16 años de la masacre de El Salado

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Autor

César Romero

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César Romero

Publicado

17 Feb 2016


El legado de los ausentes: 16 años de la masacre de El Salado

Hace 16 años, del 16 al 21 de febrero de 2000, la música fue testigo de una de las masacres más aterradoras en la historia del conflicto armado colombiano. A ritmo de gaitas y tamboras, más de 450 paramilitares apoyados por helicópteros asesinaron a 16 campesinos, acusados de ser guerrilleros. Durante más de cuatro días a su paso por veredas y carreteras, este escuadrón de la guerra dejó 60 personas muertas.

16 años después de esta aterradora ruta de la muerte, queremos recordar a la comunidad de El Salado a través del libro “El legado de los ausentes. Líderes y personas importantes en la historia de El Salado”, la más completa descripción biográfica sobre cinco perfiles de dirigentes emblemáticos de esta comunidad de los Montes de María. Una reconstrucción de sus vidas realizada por el Centro Nacional de Memoria Histórica a través de los relatos de sus familiares, amigos y conocidos.

“Recordé gratos momentos vividos en El Salado”

Es 14 de octubre de 2015. La música que suena con intensidad desde un quiosco en la entrada principal de El Salado, se mete en los oídos de todos los asistentes al lanzamiento de un libro sobre perfiles biográficos de líderes y personas importantes en la historia de esta comunidad. Los adultos, jóvenes y niños bajo la brisa de la noche, esperan atentos frente a un muro blanco en el que proyectan fotografías de aquellas personas que dieron su vida para servir a otros, que buscaron el bienestar colectivo y levantaron la voz contra la injusticia.

Actualmente, la vida en El Salado ha alcanzado un nivel aceptable de calma. A pesar de que son muchas las necesidades básicas insatisfechas, el fantasma de la guerra permanece oculto. Primero el canto relata lo vivido por los familiares que se desplazaron, pero que están presentes en este pequeño homenaje: 

“…recordé gratos momentos vividos en El Salado, este pueblito de mi alma donde pasé mi niñez, se conserva todavía la casa donde me crie. En mis sueños te recuerdo como eras anteriormente, cálido y acogedor como el paraíso de Adán y Eva, de sanas costumbres y ese calor de tu gente”, cantó Edilma Cohen, sobrina de Pedro Eloy Cohen, uno de los líderes ausentes a los que se les rindió el homenaje.

Luego el sonido de una fiesta de quince anunciaba que de ese pueblo callado, oculto y desolado no queda nada. Y es que es una fecha emblemática también porque se entregó puerta a puerta un libro que hace parte de una medida de satisfacción del plan de reparación colectiva de la comunidad. “El legado de los ausentes”, corresponde a la historia de cinco líderes, cuatro hombres y una mujer, (Pedro Eloy Cohen, Agustín Redondo, Gustavo Redondo Suárez, Álvaro Pérez Ponce y María Cabrera) junto con una historia de un actor colectivo que son los Tabacaleros.

Ausentes de cuerpo porque cuando se recuerda a quien ya no está, la memoria lo hace existir. La memoria nos permite conocer a quien no vamos a tener la posibilidad de estrecharle la mano. Así ocurrió, por ejemplo, en el lanzamiento de este libro en El Salado. Las palabras, cantos y poemas nos presentaron los mayores personajes de este lugar. Estos líderes, como son reconocidos por la comunidad, fueron el médico del pueblo, el luchador por un acueducto, de una biblioteca, de un puesto de salud, la cancha de fútbol, un parque, las murallas del cementerio o la enfermera. 

Álvaro Pérez Ponce fue asesinado en la masacre del 23 de marzo de 1997 a manos de los paramilitares; Gustavo Redondo falleció el 30 de abril de 1990, luego de varios años de retiro de la vida pública a causa de los achaques por su avanzada edad y los rigores de un implacable cáncer de garganta. A María Cabrera las balas de la guerrilla silenciaron su lucha el 7 de agosto de 2003. Pedro Eloy Cohen fue el segundo en caer, el 13 de julio de 1990, un sicario se acercó a su farmacia, solicitó un medicamento y cuando él se volteó para alcanzárselo le disparó a quemarropa. Agustín Redondo, a pesar de que murió de muerte natural a sus 79 años el 25 de agosto de 2010, el tiempo no le alcanzó para atestiguar cómo su legado había inspirado la reconstrucción de El Salado. Ninguno de ellos murió en la masacre del año 2000.  

Con su trabajo, estos cinco personajes han hecho que después de tantos embates de la violencia en esta región, encontremos un lugar tranquilo, dominado por la alegría de su gente, con niños que corren de lado a lado esquivando los problemas que el Estado no ha solucionado. Basta con recorrer este pueblo para ver lo que hicieron estas personas por él: “cambiaron la forma de pensar de la comunidad, de ver el mundo, le enseñaron a los campesinos que son sujetos de derechos”, explica Andrés Suárez, asesor de la Dirección del Centro Nacional de Memoria Histórica y relator del libro.

 

Lágrimas por la memoria

El hecho de reconstruir paso a paso la vida de familiares que ya no están, tiene su gota de sufrimiento, y en ocasiones han sido bastantes para poner ese sufrimiento al servicio de otros, para conocer estas historias. Por ejemplo, Elvia Badel, esposa de Álvaro Pérez Ponce, relata en un escrito, “El día en que mi vida cambió”, detalle a detalle de cómo se dio la incursión paramilitar del 23 de marzo de 1997, donde murió su compañero. “En 2008, de la Fiscalía llega un oficio donde le dicen a mi hijo que debe asistir a Sincelejo, que el postulado Salvatore Mancuso va a hablar sobre la masacre del 23 de marzo de 1997 y allí confiesa que es el autor material del homicidio de Álvaro Pérez Ponce. Lo asesinó porque presuntamente era un guerrillero, pero no mostró la evidencia, un video o una foto, algo que dijera que sí era guerrillero. Pregunto yo: ¿Será que un guerrillero está con su familia en su casa y vestía ese día pantalón gris con camisa de rayas manga larga, un sombrero de color marrón y unas pantuflas, será que así visten los guerrilleros?, no usan fusil…” 

Hace décadas que el dolor que cubre a El Salado hace suponer su fin, una comunidad de los Montes de María que huyó por la masacre y tantos homicidios, pero, pasados los años, empezó a volver aunque ha encontrado una realidad difícil.

El Salado ha vivido los últimos años un proceso de cambio muy profundo que impactó fuertemente la manera como se vive el presente. Una masiva intervención externa del sector privado y público en solidaridad con las víctimas, trajo consigo un fuerte impacto en términos materiales, muchos de ellos son el fruto del “Legado de los ausentes”.

Publicado en Noticias CNMH


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Masacre

La memoria una aliada para la paz

Noticia

Autor

Jorge Posada y Harold García

Fotografía

César Romero

Publicado

23 Jun 2016


Bojayá: 17 años después, el clamor es el mismo

Con el acuerdo del fin del conflicto armado, al que llegaron el Gobierno y las Farc, la memoria histórica tiene la tarea de mostrar las dimensiones de lo que ha ocurrido y ponerse en los escenarios y regiones donde miles de víctimas no han sido reparadas, mostrar los hechos para que no se repitan. Esa es una de las conclusiones de Gonzalo Sánchez, director del Centro Nacional de Memoria Histórica, quien destacó la decisión de las partes al acordar el fin del conflicto armado (Acuerdo para el Cese al Fuego y de Hostilidad es Bilateral y Definitivo).


Entrevista a Gonzalo Sánchez Gómez

Conoce el especial web:  Fin del conflicto armado

Por Jorge Posada y Harold García, periodistas del CNMH 

¿Cuál es la importancia de la firma del punto del fin del conflicto con las FARC?

El acuerdo que se anuncia entre el gobierno es histórico en la medida que pone fin a un conflicto de mucho más de 50 años de confrontación armada en el país. Lo que se firma en La Habana responde a una construcción muy elaborada, muy cuidadosa que da enorme confianza pública a lo que se está firmando, lo que se está divulgando. Estamos asistiendo al fin de uno de los conflictos más largos del mundo. Muchas veces nosotros mismos como colombianos no valoramos lo que ha pesado el conflicto colombiano en el contexto internacional y lo que tiene que pesar en este momento el anuncio del fin del conflicto.

¿Cómo se ve este acuerdo en el plano internacional?

El contexto internacional en el cual se está produciendo este anuncio es un contexto en el cual hay muchas guerras en ebullición, nuevas guerras que están apareciendo, y esta firma aparece como una luz de esperanza, no solamente para Colombia sino para el mundo.

¿Cuál es la reflexión desde la memoria histórica sobre este acuerdo?

Para una entidad que se ha ocupado de reconstruir esa historia en todas sus dimensiones, en todas sus regiones, en todas sus expresiones, en todos los daños que ha generado, es también una invitación a tomar conciencia de qué es lo que estamos resolviendo, porque yo creo que en este conflicto que ha sido tan largo, tan perverso, una de las mayores perversiones es que ha habituado al país y la sociedad a convivir con él. Yo creo que este momento nos debe invitar muy solemnemente a hacer esa reflexión, a través de cuáles son las dimensiones del daño que ha sufrido el país, del daño que han sufrido las regiones, las víctimas ante todo, para que podamos medir también los alcances de lo que estamos a punto de empezar a vislumbrar, como promesa de futuro de este país.

¿La memoria es protagónica para empezar a vislumbrar esos alcances?

La primera tarea de la memoria es mostrar las dimensiones de lo que ha ocurrido y de lo que estamos resolviendo. El segundo aspecto es que obviamente hemos construido también esta memoria del conflicto sobre la base de que quedan muchas otras tareas que se desatan después de la firma de los acuerdos. Ahí hay todavía muchas expectativas sociales de esclarecimiento. Es decir, el momento de la firma es un momento de identificación de las dimensiones del daño, del daño que queda por reparar, a pesar de que ya se ha venido haciendo mucho en todos los niveles: reparación económica, reparación simbólica, como hacen los informes del Centro Nacional de Memoria Histórica. Pero hay muchas comunidades que nunca tuvieron la oportunidad, precisamente por el contexto de guerra, de ponerse en estos escenarios para reclamar esclarecimiento y para reclamar las medidas que respondan a esas dimensiones de los daños que han sufrido.

¿Cómo debe tomar el país este acuerdo?

Es muy importante que el país tenga muy claro que al otro día de la firma del acuerdo no se entra en un limbo social, se entra en un nuevo momento de ebullición social y el país debe estar preparado para una sociedad que va ser extremadamente exigente para que se materialicen los acuerdos, también para que no se vuelva a repetir lo que se ha pasado tantas veces en este país. Entonces si esta es una sociedad que se acostumbró de alguna manera al ruido de las balas y a convivir con el ruido de las balas, ahora lo que se le va pedir a esta sociedad es que se acostumbre, y lo asuma como un tema de desarrollo y de expresión de la democracia, al ruido de la movilización popular.

 


Memoria, Paz

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